Al acercarse Quinn y ponerse la máscara, se movió más cerca de donde estaban Rylee y el estudiante. Asegurándose de moverse entre los árboles.
—Oye, ¿quieres una paliza? ¡Dame los créditos ahora! —Dijo Rylee sosteniendo al estudiante contra el árbol.
—Pero solo recibo diez créditos al día, son míos, esto no es justo.
—Desde cuándo este mundo ha sido justo. Culpa a la gente de arriba por no cuidar de nosotros. —Dijo Rylee.
Cuando Quinn escuchó esas palabras, se dio cuenta de que Rylee estaba en la misma posición que él. Solo era un usuario de nivel dos y era parte del grupo débil siendo empujado por los de arriba, pero eso no significaba que pudiera hacerlo con los demás.
Eso no arreglaría nada.
Layla siguió de cerca a Quinn y sacó su arco y flecha. Sabía que si Quinn se ponía la máscara, iba a actuar.
—¿Quieres que te ayude? Será más fácil si somos dos, —preguntó Layla.
—Está bien, hay algo que quería probar, —dijo Quinn.