—Está bien, Mamá. ¡Papá me llevó a jugar al centro comercial! Pero ahora estoy cansada. ¿Podemos ir a casa, Mamá? —
El rostro de Chloe palideció al instante.
Miró a su hija y las palabras quedaron atrapadas en su garganta.
Dudó por un momento, ya que Mackenzie era demasiado joven para saber sobre el problema que las obligó a abandonar su hermosa casa.
—C—Cariño, ¿qué te parece un pequeño vacaciones? —
—¿Vacaciones? —Mackenzie ladeó la cabeza confundida.— Mamá, Mackie tiene escuela mañana. ¡Mackie no puede ir! —
—Ah, esto es solo unas cortas vacaciones, ¡como un picnic! Viviremos en otro lugar por un tiempo, ¡pero no muy lejos de tu escuela! —Chloe trató de mantener la sonrisa, solo lo suficiente para engañar a su hija.—
—¡Oh, eso suena divertido! ¿Papá también irá de picnic con nosotras? —