—Puedes ser mi asistente personal, cuñada. Encargándote de todas mis necesidades diarias, —Vernon se inclinó lentamente, susurró en sus oídos, como el diablo cantando su encanto—, Especialmente en la cama.
La respiración de Chloe se agitó. Bajó más su cabeza, casi encogiéndose a estas alturas, porque quería evitar los labios de Vernon que estaban tan cerca de su oreja y cuello.
No estaba segura si lo había escuchado bien, o tal vez su mente le estaba jugando una mala pasada. Porque acababa de escuchar a Vernon susurrarle que quería que ella fuera su asistente personal, encargándose de sus necesidades diarias... especialmente en la cama.
'Eso significa que él quiere que yo...'. Chloe apartó inmediatamente ese pensamiento. '¡No, no! ¡Eso es simplemente ridículo! ¿Cómo podría él —a—ah, debe haber estado bromeando.'