Chereads / Infinitus: Tomo 1 / Chapter 11 - Capítulo 11: La Llama del Valor

Chapter 11 - Capítulo 11: La Llama del Valor

Maya avanzaba sola y triste por las calles de Afetiria, sosteniendo una cesta llena de pociones en su mano. Además, debido al frío del invierno, llevaba una bufanda morada que complementaba su vestido gris y morado habitual. Poco a poco, sentía cómo el peso de la cesta se volvía cada vez más agobiante. Colocó la cesta en un banco cercano y dejó escapar un suspiro profundo y pesado. Sacó de la cesta el colgante que Aiden le había devuelto, el cual había llevado consigo para que Aiden no lo encontrara, y se debatió en sus pensamientos sobre si debía entregárselo. De repente, las palabras de Susaku vinieron a su mente: «Así como tendrá el poder para salvar este mundo, también tendrá el poder para destruirlo». Maya acarició el colgante con pesar; en lo más profundo de su corazón, aún no quería hacerlo, pero el pensamiento de que sería mejor si Aiden regresara a su mundo no la abandonaba. «Recordando todas las cosas hermosas que nos dijimos... Te amo de verdad, pero también siento miedo... ¿Realmente serías capaz de destruir este mundo?»

Maya decidió regresar a casa solo para darse cuenta de que nuevamente estaba viviendo sola. Todavía le costaba acostumbrarse a la idea, pero ninguno de los dos quería que Aiden siguiera viviendo allí. Había pasado una semana desde la última vez que lo vio; ahora Aiden residía en la casa de Aria. Sin embargo, algo en su interior le decía constantemente que debía volver a verlo. Maya había estado ignorando esas palabras, pero esta vez decidió prestarles atención, esperando que eso pudiera calmar sus dudas.

Aiden, por su parte, había terminado los movimientos del entrenamiento al que Aria lo estaba sometiendo. Ahora llevaba unos guantes grises sin dedos que le permitían usar cómodamente el anillo de fuego.

Estos guantes eran un regalo de Iris para agradecerle por haber acabado con el zombie que había acabado con la vida de su hermano.

-Bien hecho, Aiden. Iré a por Vind Blomst para tu próximo ejercicio. ¿O prefieres descansar un poco? - dijo Aria seriamente, sentada cerca de Aiden, apoyando sus manos. Aiden evitaba el contacto visual, ya que se sentía avergonzado por lo ocurrido durante la pelea contra Genbu.

-Continuemos -, respondió Aiden con voz apenada.

-Mejor comamos algo antes -, contestó Aria con voz seria pero claramente preocupada por Aiden.

Poco después, Maya llegó a la casa de Aria y llamó a la puerta. Aria la abrió rápidamente.

-Hola chicos, les he traído unos bocadillos…-, dijo Maya con voz débil. Aria se acercó alegremente y tomó la cesta donde estaban los bocadillos para preparar el lugar para comer. Maya se acercó a Aiden sintiéndose un tanto incómoda.

-Hay algo que quería darte…-, dijo nerviosa, sacando una bufanda del mismo tono de rojo que los ojos de Aiden del bolsillo interior de su chaqueta.

Maya colocó gentilmente la bufanda alrededor del cuello de Aiden.

- Dije que cuidaría de ti sin importar lo que ocurriera - dijo con voz calmada. Antes de que Maya se alejara, Aiden la agarró de los hombros y la miró a los ojos con arrepentimiento.

- Realmente lamento lo sucedido - dijo Aiden con expresión compungida. Maya apartó la mirada con tristeza.

- Me haces falta... - dijo Aiden, su voz temblaba ligeramente. Deslizó sus manos desde los hombros de Maya hasta agarrar sus manos.

- Yo también he pensado en ti sin cesar, pero necesito volver a confiar en ti - dijo Maya, recuperando la compostura y separando sus manos de las de Aiden.

- Haré lo que me pidas - dijo Aiden casi con desesperación en su voz.

- No quiero molestarte, pero ¿crees que podrías conseguir todo lo de esta lista para mí? - pidió Maya, un tanto avergonzada. Aiden asintió y corrió a buscar a Iris. Aria se acercó a Maya preocupada.

- Maya, sé que lo que sucedió te dejó con miedo, pero debes entender que Aiden no era el mismo - dijo Aria preocupada por Maya y Aiden.

- Lo sé, Aria - respondió Maya rápidamente. - Eso es lo que me preocupa. ¿Y si la próxima vez...?

- No habrá próxima vez - interrumpió Aria a Maya. - Tú y yo nos aseguraremos de que Aiden nunca más se sienta así. Ambas pudimos sentir esa esencia de desesperación - continuó Aria con determinación en su voz, tratando de convencer a Maya.

- Él tiene el poder de salvar o destruir Varah. Yo realicé la invocación y soy su guía. ¿Y si estoy guiando a una potencial amenaza? - preguntó Maya, cada vez más desconfiada.

- Vayamos a Ciudad Cielo - dijo Aria con determinación. - Quizás Kaira pueda despejar nuestras dudas y así podrías volver a confiar en Aiden. Maya agarró las manos doloridas de Aria, ilusionada.

- Buena idea, Aria. Eso es lo que necesito para liberar todos estos sentimientos - dijo Maya, esperando una respuesta de Aria. Sin embargo, se sorprendió al ver que la expresión de Aria era de dolor. En pocos segundos, Maya se dio cuenta de lo que había hecho y se disculpó nerviosamente.

Tras casi una hora, Iris logró reunir todo lo que estaba en la lista y le entregó la bolsa a Aiden.

- En esa bolsa tienes todo lo de la lista. ¿Sabías que esa tinta sirve para que un mago oculte sus sellos en superficies? - Aiden negó con la cabeza y Iris pudo notar su expresión compungida.

- ¿Qué sucede? - preguntó Iris preocupada.

- Es Maya... - dijo Aiden sin dar muchos detalles. Iris mostró comprensión y se apoyó en el mostrador del almacén. Aiden tenía la cabeza baja, sintiéndose triste y avergonzado.

- Ella siempre ha estado dispuesta a defender Varah y devolverle la paz que alguna vez tuvo - dijo Iris con una sonrisa tranquila. - Desde la guerra, el reino ha estado muy dividido, el contacto con las demás princesas se ha perdido, ya que ellas también tienen sus propios problemas y deben cuidar de su gente - explicó Iris con tono calmado, acostumbrada a la actual separación del reino. - Maya teme que te conviertas en una amenaza más para Varah - añadió Iris. Luego, Iris colocó su mano en el hombro de Aiden y le sonrió con determinación. - Gánate su corazón, demuéstrale que tu poder será utilizado para el bien, demuéstrale que serás tú quien nos guíe hacia la paz. Sé que lo lograrás. - Sus palabras alentadoras lograron arrancar una sonrisa en el rostro de Aiden. Al levantar la cabeza y ver la determinación en los ojos de Iris, Aiden se contagió de su confianza.

Mientras tanto, una figura extraña se acercaba a Ciudad Cielo claramente con malas intenciones.

- Esta vez serás mía, Kaira. Te obligaré a revelarme la ubicación... - Su voz era grave y transmitía maldad, al mismo tiempo que reflejaba una profunda soledad.

Tras unas horas, Aiden, Aria y Maya llegaron a Ciudad Cielo para hablar con la princesa Kaira.

- Aria, ¿estás segura de que a la princesa Kaira no le importa que vengamos sin avisarle antes? - preguntó Maya, sintiéndose incómoda por si estaban molestando a la princesa.

- Sabes perfectamente que a Kaira no le gustan esas formalidades. Además, puedo usar mis encantos de "princesita" para conseguir una audiencia con ella - contestó Aria con tono irónico.

- Me alegra saber que aún conservas tu sarcasmo - dijo la princesa Kaira, tomando por sorpresa a todos. Rápidamente, Aria y Maya se arrodillaron ante ella. Aiden, por su parte, aún no se había acostumbrado a tener que arrodillarse ante nadie en este mundo. - Por favor, levantaos - dijo la princesa con un tono que demostraba que no le agradaba ese tipo de reacciones.

- Princesa, lamento no haber tenido la oportunidad de traerle un presente debido a la prisa con la que salimos - dijo Maya nerviosa.

- No te preocupes, Maya. De hecho, me complace que hayáis traído a Aiden con vosotras. Hay algo que necesito comentaros. Por favor, venid conmigo - respondió la princesa y los guió a un lugar elevado y bastante oculto desde donde se podía observar toda la ciudad. - Primero que nada, decidme, ¿en qué puedo serviros? - preguntó la princesa con tono calmado.

- Verá, Princesa... Se trata de Aiden y Dyrnwyn - explicó Maya, procediendo a relatar los eventos ocurridos una semana atrás. La princesa comprendió la situación al instante.

- Ya veo. Aiden, antes de decirte esto, debes entender mi posición y comprender que te daré información de manera parcial. Haré todo lo posible por explicarte todo lo que pueda - dijo la princesa, girándose para mirar su ciudad. - Dyrnwyn convierte tus sentimientos en realidad. No todos tus sentimientos serán interpretados; Dyrnwyn tomará tres de tus sentimientos que sean los más destacados. Esto puede ser un arma de doble filo, pero en este momento no puedo explicarte los motivos. Si Dyrnwyn no se dejara blandir por ti, sería porque tu objetivo no está dirigido hacia tus dos opciones, sino hacia algo más personal. Nuevamente, pido perdón si te oculto demasiada información - todos quedaron asombrados por las palabras de la princesa.

- Princesa, ¿usted cree que si Aiden se dejara llevar por un sentimiento equivocado, su forma de actuar y pensar se verían afectados? - preguntó Maya, preocupada.

- Probablemente, ya que al convertir ese sentimiento en realidad, estaría priorizándolo sobre los demás. No es bueno que utilice ese efecto durante largos periodos de tiempo - respondió la princesa sin dudar.

- ¿Y si Aiden se dejara llevar por ese sentimiento y decidiese... ya sabe? - preguntó Maya, asustada.

- Lamento decirles que no puedo revelar más información. Por favor, comprended mi posición - dijo la princesa, visiblemente incómoda. Aria miró a Aiden con seriedad y determinación.

- Aiden, confío en ti. Sé que harás lo correcto - afirmó Aria.

- Aiden, necesito pedirte algo más - interrumpió la princesa, desconcertando a Aiden por un momento.

- ¿Qué necesitas? - preguntó Aiden con un presentimiento negativo.

- Algo ocurrió esta mañana durante mi paseo diario...

Kaira realizaba su paseo tranquilamente por las afueras de la ciudad cuando, de repente, fue atacada por una ráfaga de energía con la intención de matarla. Sin embargo, la princesa logró bloquear el ataque con un hechizo mucho más complejo que los utilizados por Maya. Desde la distancia, resonó una risa malévola y la princesa no pudo ver a su atacante.

- Te obligaré a revelarme la ubicación cuando llegue el momento...

Todos quedaron asustados al escuchar la historia de la princesa.

- Sin duda, se trata de un ente - añadió la princesa -, parece que está yendo por mí debido a una información que solo yo conozco.

- Princesa, le ruego que nos permita a Aria y a mí ayudar - suplicó Maya, mostrando gran preocupación.

- No puedo permitir que Aria se arriesgue. Sus manos ya no funcionan como deberían y no puede utilizar su entrenamiento militar si no es parte de la fuerza real - comentó la princesa. Maya miró a Aria sorprendida por la revelación.

- Aria, ¿qué significa esto? - preguntó, indignada.

- Sorpresa... - respondió Aria nerviosa.

- ¿Qué quieres decir con "sorpresa"? ¿Por qué no me dijiste nada? Somos amigas - dijo Maya, sintiéndose indignada.

- Perdona, pero no quería preocuparte - contestó Aria, mostrando tristeza en su respuesta.

De repente, antes de que pudieran continuar con la conversación, un fuerte temblor sacudió la ciudad, tomando a todos por sorpresa. Cuando pensaron que había terminado, otro temblor de igual magnitud resonó, y fue entonces cuando comprendieron que estaban bajo ataque.

- ¡El ente ha comenzado su ataque! - exclamó Aria, preparándose para luchar.

- Debemos proteger a la princesa Kaira, ella es el mayor símbolo de Varah - dijo Maya, sacando a Picatrix de un portal que había creado.

- Desafortunadamente, no podré ayudarlos, ya que mi presencia atraería a más entes - dijo la princesa Kaira, manteniendo la calma.

- Aiden, por favor, llévate a la princesa Kaira a un lugar seguro y quédate con ella - ordenó Maya.

- Creo que sería mejor que me quedara a apoyarlos - replicó Aiden.

- No podemos arriesgarnos a que pierdas el control nuevamente. Un ente es más que suficiente, no quiero verte como un enemigo - respondió Maya, haciendo retroceder a Aiden con tristeza.

- Aria, si el ente te ve luchar y logra escapar... - comenzó a decir la princesa, pero Aria la interrumpió.

- No se preocupe, princesa. Soy consciente de eso y no permitiré que escape - contestó Aria, interrumpiendo a la princesa.

Maya y Aria lograron ver al ente a lo lejos. Tenía la apariencia de un felino antropomórfico con alas de color amarillo y azul. El ente se preparó para lanzar un ataque más poderoso que los anteriores, pero Maya logró deshacerlo con su magia. Aiden tomó a la princesa en brazos y la llevó como si fuera una novia, alejándose del lugar. El ente bajó la mirada para localizar a Maya y Aria.

«Picatrix y Vind Blomst, así que son paladinas...» El ente descendió agresivamente y aterrizó frente a las chicas, preparado para luchar.

- ¡Sabemos por qué has venido y no lo lograrás! - dijo Aria, y el ente soltó una leve risa.

- No solo me encuentro con dos paladines, sino que una de ellas es ni más ni menos que la princesa del viento. Esto será divertido - dijo el ente para sí mismo.

- Maya, apóyame desde atrás mientras intentas deducir cuál es su habilidad - dijo Maya asintiendo, y Aria corrió hacia el ente para atacarlo. Utilizando a Vind Blomst con la boca, Aria lanzó varios golpes con fuerza, pero el ente logró bloquearlos todos e intentó contraatacar. Aria logró esquivar su ataque. El ente persiguió a Aria con una serie de ataques constantes, envolviendo sus puños en electricidad. Aria logró esquivar todos sus ataques con dificultad.

«Nunca antes había visto ese atributo», pensó Maya, preparándose para la pelea.

«Atributo rayo, uno de los tres atributos más raros que se pueden tener», pensó Aria, intentando evitar los ataques del ente con dificultad. Sin embargo, uno de ellos la golpeó de lleno y la lanzó contra la pared. Maya aprovechó que el ente estaba distraído y lanzó un hechizo que podría causarle daño, pero era muy lento. El ente se dio cuenta del ataque, pero no se inmutó y lo recibió de lleno.

«Qué extraño, tuvo tiempo suficiente para esquivarlo». El ente se lanzó a atacar a Maya, pero esta lanzó rápidamente un hechizo para alejarlo, y el ente lo recibió de lleno, retrocediendo un poco. «Esto es extraño, algo anda mal». El ente soltó una pequeña risa. Aria se levantó, aún dispuesta a luchar.

«Esto va mal... No sé cómo enfrentarme a un rayo. Si Aiden estuviera aquí, seguramente se le ocurriría un plan», pensó Aria, preocupada. «No solo debemos tener cuidado con su atributo, sino que aún no hemos descubierto cuál es su habilidad». Aria se preparó, y un leve destello rosado apareció en sus ojos. «Coronel, lo siento, pero tengo que usar el estilo de lucha de soldado». Aria se envolvió en un tornado combinado con la energía que despertó durante su combate contra Madhyé, haciendo que Vind Blomst orbitara a su alrededor. Maya lanzó un hechizo muy poderoso hacia el ente, pero este lo recibió sin miedo y luego golpeó a Maya, lanzándola cerca de Aria. Al sentir la energía de Aria, el ente hizo lo mismo, rodeándose de una energía morada.

«No tengo ni idea de qué planeas hacer con la princesa Kaira, pero supongo que ya eres consciente de que su poder es mucho mayor que el tuyo», dijo Aria, intentando provocar al ente.

«»

-Kaira es una estúpida. Solo trata de retrasar lo inevitable. Yo solo quiero adelantar su doloroso destino - contestó el ente. Maya se puso de pie y miró a los ojos al ente, dándose cuenta de que eran iguales a los que Jade tenía cuando luchó contra Aria.

«No solo sus ojos son iguales a los de Jade, esa extraña energía emana la misma sensación de tristeza. No entiendo nada de esto», pensó Maya. Intentó reflexionar al respecto, pero no lograba encontrar una conexión entre Jade y ese ente. «Por otro lado, la energía que emana Aria es cálida. Necesitamos saber más sobre esta energía y por qué Dyrnwyn parece llevarla a otro nivel...» Aria sacó a Maya de sus pensamientos con su tono serio habitual.

- ¿Qué sabes sobre su habilidad, Maya? - preguntó Aria, preparándose para la pelea.

- No mucho, aparte de tener un atributo que nunca antes había visto. También se ha dejado golpear por todos mis ataques, y cuando me golpeó hace un momento, me sentí muy cansada - explicó Maya.

- Entonces seguiré luchando. Veré cuánto pueden resistir mis manos, al menos hasta que él llegue - dijo Aria, sorprendiendo a Maya. Aria soltó una leve risa al notar la expresión sorprendida de Maya. - ¿A quién pretendemos engañar? Ambas sabemos que él vendrá en cuanto ponga a Kaira a salvo.

Aiden corría alejándose de la ciudad con la princesa Kaira en brazos. No conocía bien los alrededores, pero la princesa lo guiaba hacia un pueblo oculto en una cueva donde podrían esconderse.

-Aquí está bien, Aiden. Por favor, hazme el favor de bajarme - pidió la princesa con una expresión impasible. Aiden obedeció y miró alrededor, contemplando el pueblo.

- Aiden, estaré bien aquí. Ve con ellas - le dijo la princesa, sorprendiendo a Aiden, ya que tenía planeado pedirle permiso para irse. - Aiden, hay un límite en el que Dyrnwyn puede convertir tus sentimientos en realidad. Debes alcanzar tu máximo potencial - Aiden asintió, desconcertado por todo el conocimiento de la princesa. - No soy la indicada para revelarte lo que puedes hacer y cuál es tu función. Solo puedo decirte que hemos tenido que cambiar la versión de los hechos para proteger Varah - Aiden arqueó una ceja, confundido por las palabras de la princesa. - Sé que algún día conocerás al adalid. Él te contará todo lo que necesitas saber. Hasta entonces, yo debo guardar silencio. Le hice esa promesa - Aiden asintió y sonrió.

- Confío en ti. Si debes guardar silencio, no hay nada que yo pueda hacer - dijo Aiden. Por un momento, la princesa se sorprendió, desconcertada por las palabras de Aiden, para luego volver rápidamente a su expresión impasible.

- Aiden, quisiera que me hicieras una promesa. Protégelas. Jamás dejes que les pase algo. Son muy preciadas para mí - Kaira ofreció su puño para que Aiden chocara el suyo y sellaran la promesa. Sin dudar un instante, Aiden accedió y sellaron la promesa. Luego salió corriendo en dirección al campo de batalla.

«Aiden, aún te falta adaptar una de tus auras a Dyrnwyn. Debes tener mucho cuidado con lo que sientes, ya que debes ser tú quien traiga la cuarta era a Varah».

-No sabes lo molesta que es la esencia que emana de tu energía - dijo el ente asqueado hacia Aria.

-Oh, en serio? Qué alegría me das - respondió Aria con tono irónico y corrió hacia el ente impulsada por uno de los sellos de Maya. El intercambio de golpes demostraba que ambos estaban en un nivel similar; la fuerza de la colisión de sus golpes hizo que parte del suelo se agrietara con uno de los golpes de Aria.

-No tienen idea de nuestro poder. Somos completamente invencibles y ustedes son solo frágiles criaturas - dijo el ente furioso por el atrevimiento de Aria.

«No entiendo por qué de repente me siento tan cansada... ¿Será su habilidad...?» La respiración de Aria se aceleró, pero no podía permitirse flaquear. Intentó barrer al ente, pero este logró evitarlo y la atrapó, tumbándola en el suelo. Sin embargo, Aria se liberó con una potente ráfaga de viento que lo lanzó muy alto, y Maya aprovechó para lanzar múltiples ataques mágicos. Mientras el ente caía, Aria dio un gran salto y lo estrelló contra el suelo. Una vez que se alejó del ente, Aria se dio cuenta de que le faltaba el aire. Maya aprovechó que el ente estaba impresionado por Aria y lanzó un rayo dorado con un enorme sello, repitiendo la estrategia siete veces mientras Aria recuperaba el aliento con esfuerzo.

«Siento como si me estuvieran robando mis fuerzas...» Aria hizo un esfuerzo y cuando Maya cesó sus ataques, Aria saltó para atacar al ente, quien imitó su técnica rodeándose de electricidad a modo de tornado. Aria intentó buscar dónde golpearlo, pero el ente no dejaba de intentar golpearla con sus rayos. Maya lo inmovilizó completamente con un sello creado por ella misma.

-¡Aria, date prisa y atácalo! - gritó Maya, solo para ver cómo Aria se desplomaba en el suelo.

-No puedo... No me quedan fuerzas... - contestó Aria, casi sin energías y sin aire. El ente aprovechó el descuido de Maya y movió su brazo para que cayera un rayo sobre ella. Aria se asustó al no ver a Maya donde cayó el rayo, pero una cálida sensación llamó su atención y desvió la mirada. Se dio cuenta de que Aiden había llegado y había rescatado a Maya, con el aspecto que tenía cuando usaba la energía dorada. Ambos se abrazaban felices, sin apartar la mirada de los ojos del otro.

-Esta esencia se siente tan bien... Tu verdadero yo... - dijo Maya, acurrucándose en el pecho de Aiden.

-Nunca más permitiré que me veas como alguien cegado por la ira - juró Aiden, acariciando el suave y rubio cabello casi blanco de Maya. -Te amo - sus palabras eran sinceras y brotaban de su corazón, expresando lo que sentía en ese momento.

-Yo también te amo, mi amor - respondió Maya feliz.

Aiden se lanzó al ente con Maya aún en brazos y lo arrojó contra un acantilado. Aiden miró a Aria al ver su estado.

-¿Cómo estás? - Aria soltó una leve risa.

-Aquí, pasando el rato - respondió. El ente sacó la cabeza de entre las rocas con dificultad y miró furioso a Aiden. -Aiden, debes saber esto: su habilidad es imposible de tocar. Absorbe la energía con la fuerza que aplicas al golpearlo o defenderte - explicó Aria.

-Si te golpea, también robará una gran cantidad de energía. Suele dejarse golpear para aprovechar su habilidad, pero eso no significa que los ataques no le causen daño - prosiguió Maya.

-Además, posee el atributo del rayo. A pesar de que todos los golpes que le di fueron con la intención de matar, posee una resistencia increíble - Aiden desenvainó a Dyrnwyn y tanto Maya como Aria se sorprendieron al ver que la espada había cambiado.

-Entendido, lo dejaré en mis manos - dijo Aiden, adoptando una postura de combate que había aprendido recientemente gracias a Aria. El ente se rió fuertemente, burlándose.

Aiden se lanzó a atacar al ente con gran fuerza, pero este apenas pudo seguirle el ritmo hasta que Aiden logró asestar un certero puñetazo en el área del estómago, enviándolo volando. El ente, gracias a sus alas, logró estabilizar su vuelo, pero se dio cuenta de que Aiden lo seguía de cerca. Intentó golpearlo, pero Aiden bloqueó sus ataques con su espada. En un momento, el ente se alejó, elevándose en el aire para tomar impulso y golpear con más fuerza, pero Aiden lo esperó, rodeándose con su energía dorada. El ente se abalanzó sobre él envuelto en su energía morada, y solo con sus energías fueron capaces de repelerse mutuamente, pero Aiden combinaba su energía con su atributo de fuego.

-Ambos están liberando una gran cantidad de energía... - dijo Maya, impresionada.

-Es cierto, pero Aiden pierde la suya mientras que el ente la obtiene - respondió Aria, observando el combate y analizando el estilo que Aiden estaba usando. El ente rodeó sus manos con electricidad e intentó electrocutar a Aiden, pero este detuvo su ataque con una gran esfera de llamas. Después de recibir el golpe, el ente intentó alejarse de nuevo, pero Aiden lo alcanzó con facilidad y lo golpeó con fuerza, obligándolo a descender y creando un poderoso chorro de agua desde un lago cercano gracias a su energía dorada. El ente no se inmutó. Aiden aprovechó que estaba distraído con el agua para golpearlo con una fuerte patada y luego intentó golpearlo con Dyrnwyn, pero el ente logró bloquear su ataque con una roca cercana, liberando un potente sonido agudo que hizo que el ente se encogiera de incomodidad. Aiden empezó a acumular una gran cantidad de energía, logrando captar la atención de las princesas Aria y Kaira al mismo tiempo, mientras se envolvía en llamas. El ente lo miró impresionado, pero no tenía intención de rendirse.

-¡Ven aquí, dame todo tu poder! - Gritó el ente, emocionado por el combate. Ambos corrieron hacia su enemigo, envueltos en su atributo. El ente intentó aplastarlo con su fuerza, pero Aiden sostuvo sus manos sin cambiar su expresión seria. De repente, el ente comenzó a crecer y cambiar su aspecto. Su rostro seguía siendo el mismo, pero su complexión se asemejaba más a la de un gorila grande, y le creció un segundo par de alas. Aiden se vio obligado a retroceder, uniéndose a Maya y Aria.

-¡Yo soy Sitri, un poderoso ente, y tú eres solo una débil y miserable persona! - Gritó el ente furioso. -Casi me matas dándome toda esa energía, pero los entes, cuando nos vemos en problemas, podemos acceder a nuestra forma bestial. Nuestra esperanza de vida se reduce a minutos, pero solo necesito un minuto para acabar contigo en esta forma - dijo Sitri, y empezó a correr hacia Aiden sediento de sangre. Aria desenvainó a Vind Blomst y se la ofreció a Aiden.

-Aiden, te entrego Vind Blomst. Deberás usar la danza de doble espada - pidió Aria. -Ahora es más grande, así que será más fácil asestar un golpe crítico. Absorberá el doble de energía, pero podrás causar más daño. - Aiden asintió y blandió a Vind Blomst, pero notó que empezaba a faltarle el aire. Maya lo detuvo antes de que corriera de nuevo hacia el combate.

-No podré apoyarte, ya que si uso un sello, se hará con esa energía. Solo puedo darte esto - Maya le dio a Aiden un gentil beso en la mejilla. Aiden sonrió feliz y corrió contra Sitri, con energías renovadas.

El ente intentó aplastar a Aiden con sus puños, pero él logró esquivarlos con gran velocidad y agilidad. Atacando con ambas espadas, Aiden logró cortar todas las alas de Sitri. El ente retrocedió, anonadado por la fuerza que Aiden ejercía, parecía detener el tiempo con su velocidad. Sitri siguió bloqueando sus ataques hasta que encontró un instante para golpear a Aiden y derribarlo al suelo.

-¡Eres un imbécil! ¿De verdad pensabas que podría ganar así...? - Sin darle tiempo para terminar, Aiden movió sus espadas y realizó un gran corte en el brazo de Sitri. Luego, dio un salto y partió al ente por la mitad con Dyrnwyn, llegando hasta su cintura. Sin embargo, Sitri agarró la espada, evitando que avanzara. Aiden se sorprendió al ver que el ente aún podía moverse y seguir vivo. Sitri soltó una risa maligna, pero Aiden, gracias a Vind Blomst, logró separar al ente de sus piernas. Aunque el ente seguía vivo e intentaba volver a juntarse, Aiden continuó atacando con una velocidad tan alta que Aria y Maya dejaron de escuchar el retumbar de sus golpes.

-Maya, ¿es posible que me haya quedado sorda? - Dijo Aria sin entender lo que estaba pasando.

-Yo tampoco puedo escuchar los ataques de Aiden, y la velocidad con la que ataca es impresionante - Respondió Maya. De repente, una cúpula de energía mágica apareció sobre ellas. Miraron sorprendidas a su alrededor y se dieron cuenta de que la princesa Kaira también estaba dentro de la cúpula.

-Los movimientos de Aiden acaban de romper la barrera del sonido - Explicó la princesa.

-Entonces, si Aiden sigue así, perderá energía más rápido que el ente sienta dolor - Dijo Maya confundida.

-Te equivocas. Tras esto habrá una explosión sónica. La acumulación de decibelios que Aiden está generando es el verdadero ataque - Respondió la princesa. Aria miró impresionada a la otra princesa.

-Ya veo... En el combate, Aiden probó la energía térmica, hidráulica y eólica, pero en un momento hubo un retumbido. No es capaz de absorber la energía sónica - Explicó Aria, dejando a Maya anonadada por el ingenio de Aiden. -Al no tener orejas, tuvo que aumentar el tamaño de su cavidad auditiva, por eso dejó que absorbiera su energía. A pesar del giro de los acontecimientos, él sigue con su plan - Justo en ese instante, Aiden cesó sus ataques y la explosión sónica comenzó.

-Ahora Aiden está atrapado en el ataque de decibelios... - Dijo Maya preocupada. La princesa Kaira comenzó a contar cuántos decibelios se estaban produciendo a través de la cúpula.

-Ciento veinte... ciento veinticinco decibelios entran en la categoría de dolor - Dijo la princesa preocupada. -Doscientos decibelios producen la muerte - La princesa continuó contando, ya que el ataque aún no cesaba.

«Por favor, Aiden, debes resistir...» Suplicó Maya para sí misma.

-Trescientos... cuatrocientos decibelios. Las vibraciones producidas destruyen la estructura viva - Siguió contando la princesa, impresionada por la resistencia de Aiden. -Quinientos decibelios, los átomos se dividen - Dijo la princesa, y posteriormente se produjo una leve reacción nuclear alrededor de Aiden.

Tras casi una hora, Aiden despertó agotado y sin fuerzas, con la cabeza apoyada en el regazo de Maya.

-Eres muy descuidado. ¿Eres consciente de que solo has logrado sobrevivir gracias a esa transformación tan extraña tuya, verdad? - Dijo Maya con una sonrisa en su rostro y una expresión de alivio, aunque su tono de voz estaba algo enfadado. Aiden soltó una leve risa mientras Maya acariciaba su cabello negro como el carbón. Aria y Kaira miraban el atardecer, dándoles privacidad a Maya y Aiden.

-Kaira, ¿puedo preguntarte algo? - Pidió Aria con un tono de voz más serio de lo normal, casi estoico.

-Por supuesto - Respondió la princesa como si supiera de qué se trataba.

-¿Pudiste sentir el llamado que hizo Aiden? - Preguntó Aria.

-Pude sentirlo. Me pregunto si las demás princesas también pudieron sentirlo... - La princesa pensó por un instante. -Y dime, ¿qué te dijo su llamado? - Preguntó la princesa, con la duda de si habían escuchado lo mismo. Aria sonrió levemente y habló con un tono feliz.

-Que confiara en él.