Es de madrugada y Damián aún no ha despertado y yo no he podido conciliar el sueño en toda la noche. Así que me acomodo en una silla al lado de Damián mientras veo un poco de televisión al mismo tiempo que cojo una de sus manos, cuando escucho un golpe suave en la puerta, al instante la puerta se abre un poco dejando ver a la persona detrás de ella.
- Puedo pasar?... - Me pregunta Hunter desde la puerta en voz baja. Asiento como respuesta, Hunter entra a la habitación con dos vasos de café en las manos, sentándose en el sofá grande al lado de la ventana y yo me levanto de mi silla para sentarme con él. Hunter me ofrece uno de los vasos de café.
- Gracias. - Le contesto al recibirle el café.
- No te preocupes, Damián es un hombre muy fuerte. - Me dice después de beber un trago de su café.
- Él es todo para mí, sé que es fuerte pero igual no puedo evitar preocuparme por él. Usted lo quiere mucho, verdad?... - Le pregunto antes de beber un poco de café.
- Yo considero a Damián como un miembro más de mi familia y a él le debo mi vida y la de mi familia. Por él haría cualquier cosa hasta el final, es lo mínimo que puedo hacer después de todo lo que él ha hecho por mí. – Me responde sin ningún titubeo.
- Sí, soy muy consciente de la clase de hombre que tengo a mi lado...
- Déjame contarte una historia Alexa...
Toda mi familia desde tiempos atrás, se han dedicado a los negocios ilegales. De hecho, era una de las mafias más peligrosas e importantes de Albania y como primogénito de la última generación, lógicamente seguí con el negocio familiar. De hecho, tuve más visión que mis antecesores y creé un imperio mucho más grande y poderoso, hasta uno de los más temidos por no decir el más temido. Pero todo esto con lleva a tener enemigos, a ser buscado por las agencias internacionales, a adentrarse en un mundo mucho más oscuro y turbio. A no confiar en nadie... ni siquiera de tu propia sombra y tarde que temprano ese mundo te lo confirma.
El hombre que pensé que era mi hermano, con quien había crecido, a quien conocía de toda mi vida. Comenzó a envidiar y a desear mi poder, mi prestigio, mi dinero, hasta mi propia familia y lentamente fue cavando mi tumba.
Comenzó hacer negocios a mis espaldas con mis enemigos, a robarme dinero, a sabotearme los negocios culpando a otros para así poder provocar guerras con otros bandos y así irme acorralando poco a poco con mis enemigos.
Cuando me di cuenta de su traición y de todas las cosas que había hecho en mi contra, prácticamente había sido demasiado tarde.
Una guerra entre mafias se inició, en donde mi familia y yo fuimos perseguidos, y para acabar de rematar la situación, todo esto llamó la atención de las agencias internacionales. Era sólo cuestión de tiempo para tener también a las agencias detrás de mí, prácticamente respirándome en el cuello.
Un día, me encontraba en una de las casas de seguridad en Italia con mi familia cuando en la noche fuimos atacados, pero no por mis enemigos, ni las mafias, sino por un grupo especial conformado por las agencias internacionales.
El líder del grupo especial, resultó ser alguien llamado Damián Evans, quien era demasiado bueno en su trabajo y no es por presumir, pero estaba rodeado de grandes hombres que no eran mercenarios del montón, porque gracias a ellos, mis enemigos incluyendo el traidor... no pudieron acabar con mi vida ni con la de mi familia.
Este hombre era diferente a todos los que había conocido antes porque era un gran soldado. Era leal, sabía lo que es el honor y eso lo vi en el momento en que no asesinó a ninguno de mis hombres, dejo a mi familia en paz y a mí me permitió salir como el gran capo que era. A partir de ese momento, ese hombre se había ganado mi respeto.
Durante el interrogatorio me había tratado con amabilidad, con respeto, pero sin mostrar ninguna debilidad y obviamente yo tampoco demostré ninguna. No di ninguna información acerca de mis negocios, ni de mis socios, ni de mis rutas, ni de mis propiedades.... absolutamente de nada, aunque estaba seguro de que el agente Evans conocía prácticamente todo de mí. Pero luego se presentó un problema que involucró a mi familia, a mi esposa y a mi hija.
La persona que me había traicionado, las había secuestrado porque al final me enteré que él siempre había estado enamorado de la mujer que era mi esposa. De hecho, una vez mi esposa me había contado que cuando ella se comprometió conmigo, alguien había intentado cortejarla para que rompiera su compromiso conmigo y se casara con él, pero ella lo rechazó y nunca me dijo quien había sido y después de un tiempo deje de preguntarle. Pero al cabo de llevar un día completo en interrogación, el agente Evans me contó lo que estaba sucediendo con mi familia y quien estaba detrás del secuestro de ellas.
Los superiores de la agencia no quisieron hacer un trato conmigo sobre un intercambio de información a cambio de que salvaran a mi familia. Pero no sé qué ocurrió con el agente, no sé si fue mi desesperación por tratar de salvar a mi familia o que más pudo haber sido, pero sin importar las órdenes de arriba, el agente Evans decidió armar un plan para ayudarme a salvar a mi familia.
Sin importarle nada, sin conocerme a mí y a mi familia, sabiendo que a pesar de toda mi apariencia era un delincuente, aun cuando estaba colocando en riesgo su carrera y que podría ir a la cárcel por desobedecer órdenes... él me ayudó sin ningún titubeo y su equipo sin ninguna duda lo siguió hasta el final.
Eso me demostraba aún más, la clase de hombre que era él. No sé cómo lo hizo pero salió limpio de todo. Rescató a mí familia, logró un acuerdo en el que yo no iría a prisión a cambio de mi información y de mis servicios para colaborar en algunas misiones con las agencias internacionales. También consiguió protección para mi familia al ingresarlas en el programa de protección a testigos mientras algún día pueda terminar con los que fueron mis enemigos para que mi familia pueda vivir tranquilamente, pero por ahora sólo puedo conformarme con hablar con ellas por sky o en video llamadas cortas, o con alguna que otra visita anual que me permitan hacerles.
A partir de ese momento, Damián se ganó un puesto en mi familia, se ganó mi respeto y admiración, cambio nuestras vidas en la dirección correcta. Tanto así... que me hizo querer enderezar mi vida.
A este hombre, que es como un miembro de mi familia, que se ha convertido como en un hijo para mí, que me enseñó que la verdadera lealtad y el honor aún existen en este mundo... le debo lo que soy ahora y por él estoy dispuesto a dar la vida. Iría a cualquier parte del mundo sin cuestionar nada y cuando él me pidió ayuda para protegerte, lo hice sin titubear y más cuando se trataba de una de las personas más importantes para él... la mujer que ama y lo seguiré ayudando hasta el final...
Todo este tiempo en que me había contado un poco de su historia, Hunter había desviado su mirada a alguna parte de la habitación para sumirse en sus recuerdos y puedo ver en su rostro, la tristeza que guarda por no poder estar con su familia como quisiera.
- Estoy completamente segura, de que muy pronto podrás estar con tu familia... - Le digo en voz baja sin poder evitar sonreírle y posando una de mis manos en las suyas como símbolo de apoyo, porque a pesar de todo lo que pudo haber hecho en el pasado, sé que Hunter es un gran hombre.
Él se sorprende un poco por mi gesto, pero después de un breve momento reacciona y me devuelve la sonrisa para luego darme unas palmaditas en la mano que está sobre la suya.
- Definitivamente eres la mujer perfecta para él y ahora puedo comprender aún más, porque él está tan enamorando de ti... - Me dice y me continúa sonriendo.