Artemisa y Lucy tenían como objetivo buscar la llamada singularidad genética, tenian la certeza de que había un punto en que una especie o una raza no podia evolucionar más, Artemisa tuvo esa idea teniendo en cuenta que ella y sus hermanos habian sido modificados y estaba segura de que habia algún punto de la evolución que rozaba la perfección, trabajaron durante meses para que finalmente en al invierno del año 178 de la Era Draconiana, lograron su cometido, sus primeros seres humanos artificiales, pero esto no iba a llegar a un buen término, porque los humanos artificiales que ahora eran soldados después de un tiempo empezaron a tener algunos comportamientos extraños, al principio, no le dieron mucha importancia, pero no tenían ni idea del gran error que cometieron, sabían que aún no estaban listos y aun asi decidieron finalizar su desarrollo.
Pasaron algunas semanas cuando finalmente sucedió lo inevitable, se unieron y se revelaron, acabaron con muchos soldados y tomaron posesión del laboratorio donde fueron desarrollados en un principio e hicieron miles de ellos más, en total eran mas de 100.000 soldados, que de alguna manera lograron desestabilizar el imperio, que, aunque para ellos esa cantidad de soldados no eran nada, Dracónidas decidió dejar que se desarrollaran los acontecimientos, pero este fue apenas el primer asalto, tan grande fue su impacto en la población, que en ese momento sintió más miedo que nunca y el pánico colectivo se hizo evidente, Artemisa tenía varias ideas para detener aquella rebelión pero ninguna era viable, todas eran muy extremas y ponían en peligro a los habitantes, Lucy tampoco tenía ninguna buena idea, finalmente encontraron una forma, aunque pero no encontraba la forma de decirle a Dracónidas, quién no veía la importancia que tenía este acontecimiento para su imperio, cosa que Artemisa si logró ver y aunque estaba en contra de la palabra de su padre, decidió intevenir, ya que si dejaba que se desarrollara más sería imposible detenerlos, se reunió con sus hermanos, pero Izanami no mostraba interés y para convencerla le dijo:
-Izanami hagamos una apuesta, si yo elimino a mas soldados que tú, tendrás que reconocer que soy mejor que tú y si logras matar a más que yo haré lo que tu quieras.
-Es una buena apuesta, Artemisa, acepto el trato, se oye realmente interesante, no espero ganar así nada más, espero tener una aplastante victoria.
-Oigan ustedes dos, acaso están locas, no podemos hacerlo si nuestro padre no sabe, saben que el es la cabeza del imperio y saben de lo que es capaz de hacer cuando se le desobedece, pero ahi verán ustedes, yo no haré parte de esto. -Dijo Ares mientras comenzaba a levantarse de la mesa.
-Hermanito, acaso sabes que de esto se habla en todo el imperio, verdad. -le dijo Izanami mientras veía como su expresion cambiaba y volvía a sentarse.
-Ten en cuenta que si participas serás considerado un héroe, además de que si huyes no serás más que un cobarde.- le dijo Atemisa
-Está bien me convenciste participaré, déjame hacer algunos preparativos, adiós.-dijo mientas se levantaba de la mesa.
-Es muy facil de convencer, verdad Izanami.
-Si, métete con su orgullo y perderá su voluntad, pero bueno cambiando de tema, vamos a tener apoyo de un pequeño pelotón de unos 100 soldados que estarán a cargo del Capitán Horus, no contaremos con artillería ya que pues es innecesaria y ya tengo una forma para entrar pero para saber si es viable tendré que reunirme con Ares, porque no sé que estará preparando.
-Está bien, envía a alguien para que me informe, voy a estar en la sala de entrenamiento el resto del día o en caso de que no esté ahí búscame en el Valhalla, que tengo que reunirme con alguien mas tarde.
-Esta bien, enviaré a Lextring, hasta luego Izanami, voy a ir con Horus para revisar las tropas.
-Hasta luego Artemisa, no se te olvide nuestra apuesta.
-Créeme, no se me va a olvidar, hermanita.- dijo Artemisa mientras se alejaba.
Izanami estuvo un buen rato en aquella mesa pensando, sabía de lo que Horus era capaz, ya había visto en otros combates el alcance de sus tropas y de sus estrategias, pero ella tenía una amiga con la que no se veia hace tiempo, era conocida como Reina del Hielo, era conocida de ese modo porque no conocía la piedad, algo bastante similar a Izanami, las dos eran prodigios de la estrategia, pero siempre estando muy por detrás de Ares y Artemisa.
Izanami llamó a Isaac (su asistente) quien tardó varios minutos en llegar y lo envió a buscar Sorenne "La Reina del Hielo", a quién ya habia llamado para decirle que enviaría a alguien a buscarla, ya que la necesitaba para hablar sobre aquel asedio que se llevaría a cabo dentro de poco.