Un incómodo silencio invadió la habitación de Ren luego de que Eric saliera de la habitación.
Ren y Erika se quedaron mirando en silencio mientras sentían cómo lentamente el calor empezaba a aumentar.
Los dos jóvenes amantes lentamente se acercaron y empezaron a besarse mientras sentían cómo la excitación se disparaba de golpe.
Ren no pudo contenerse más, él simplemente empujó a la chica hacia la cama, mostrando toda su piel visible.
Erika se sonrojó mientras lentamente removía la poca ropa que le quedaba, dejando a la vista sus enormes pechos desnudos.
El príncipe no sabía qué decir, su mente se había quedado en blanco ante tal maravillosa escena, aunque sí sabía algo, y eso era que esta noche sería algo que él no olvidaría.
Erik mantuvo su rostro sonrojado mientras soltaba un pequeño gemido al sentir las grandes manos del príncipe tocando cada milímetro de su pecho - "¡Ah ~!"
Aunque esto más que sorprender a su amado, solo hizo que algo dentro de él se liberara.
"¡Erika!" - exclamó el príncipe mientras lentamente sus labios se presionaron contra los de las chicas.
Erika se sorprendió ante esto, después de todo, esta era la primera vez que el príncipe era tan osado con sus movimientos, y honestamente, ella estaba aliviada. Ella había venido con la esperanza de profundizar su relación, y la actitud tan pasiva del príncipe estaba haciendo que ella se sintiera mal, como si no fuera lo suficientemente hermosa para lograr seducirle.
El príncipe lentamente se quitó la ropa, mostrando su físico bien entrenado, y en el proceso, haciendo sonrojar a la antigua esclava porque era primera vez que ella veía un hombre desnudo, sin embargo, su corazón estaba latiendo a mil por hora luego de ver cómo la masculinidad del príncipe parecía haber despertado.
Ren pareció despertar al escuchar el pequeño suspiro de sorpresa de la chica, lo que hizo que fuera consciente de sus acciones - "Y-Yo..."
"No te contengas, príncipe, esta es mi decisión" - dijo Erika mientras se mordía el labio al ver lo confundido que el chico estaba. Ella rápidamente le indicó que se quitara su última prenda, la ropa interior que cubría su entrepierna mientras ella hacía lo mismo.
Ren tragó saliva cuando escuchó esto mientras seguía la instrucción de la chica, mostrando su dura masculinidad que estaba lista para la acción.
El rubor en las mejillas de Erika se profundizó mientras sentía cómo su feminidad se mojaba ligeramente en expectación. Él era el hombre que ella había elegido, el hombre que con solo un momento, con solo una interacción, había robado su corazón, ella sentía instintivamente que podía confiar en él, es por eso que estaba siendo tan activa en su movimiento.
Sí, todo esto se estaba moviendo demasiado rápido, pero en la situación actual, era mejor ser rápida, que esperar a que algo pasara, más con todos los peligros que les rodeaban.
Ren observó cada centímetro del cuerpo de la chica, quien parecía excitarse cada vez que el chico de cabello negro posaba sus ojos en alguna de sus zonas erógenas. Ella podía sentir cómo su intimidad temblaba cada vez que el príncipe miraba sus enormes pechos, su cuello, sus labios, su vientre, y finalmente su misma entrepierna.
Los dos jóvenes tenían el conocimiento de qué hacer, aunque estaban tan nerviosos que no sabían cómo dar el primer paso.
"C-Creo que estamos pensándolo de más..." - dijo Ren mientras sentía cómo su garganta se secaba.
"C-Cierto..." - murmuró Erika mientras se mordía el labio.
Un profundo silencio invadió el lugar mientras los dos inexpertos amantes se miraban entre ellos, esperando a que el otro hiciera el primer movimiento.
"¡¿Qué estás haciendo, idiota?! ¡Hazlo!" - pensó Ren mientras buscaba toda la información posible sobre el acto reproductivo en la [Torre de Babel]. Sí, el príncipe, la persona con la mayor fuente de conocimiento del mundo, la estaba usando para poder entender cómo se tenía sexo con su amada, era una situación tan bizarra, que los sabios correrían a golpearle por usar el "arma más fuerte del mundo" para algo tan trivial.
Ren rápidamente sacudió la cabeza mientras reunía el valor de ponerse delante de la chica, quien estaba mostrándole su jardín secreto - "V-Voy a hacerlo..."
"O-Ok" - asintió Erika mientras miraba expectante al príncipe.
Ren tragó saliva nuevamente porque estaba nervioso, él tenía cientos de pensamientos en su cabeza, desde si esto era correcto, hasta algo como el hecho de que podría arruinarlo. Esta sería su primera vez, al igual que la de Erika, es por eso que no quería arruinarlo.
"N-No te preocupes, su majestad, también deseo esto" - dijo Erika, remarcando nuevamente que ella deseaba ser uno con el príncipe.
Ren se calmó un poco antes de asentir, y poner su pene delante de la intimidad de la chica, quien empezó a sudar por los nervios.
Lentamente, el pene del príncipe invadió su interior hasta que hizo contacto con un bloqueo.
Ren rápidamente lo identificó como el himen de la mujer de cabello rojo, así que la miró para preguntarle sobre cómo debería proseguir.
"¿P-Puedes usar magia para reducir mi dolor?" - preguntó Erika mientras se mordía el labio - "Si es así, quiero que sea rápido, así no sufriré tanto..."
Ren rápidamente usó la magia sobre la chica, y la penetró sin más.
Erika soltó un agudo grito de dolor mientras las lágrimas corrían por sus mejillas. Sí, la magia era efectiva y el dolor no era tan grande, pero eso no significaba que ella no sintiera como si estuvieran partiéndola por la mitad.
Ren palideció porque no esperaba que su "ataque" hiciera sufrir tanto a la chica que había ganado su corazón, aunque se relajó cuando sintió su delicada mano sobre su mejilla - ". . ."
"Yo soy la que esta sufriendo... ¿Por qué eres tú el que está perdiendo la compostura?" - preguntó Erika con una sonrisa forzada porque el dolor era inimaginable, al punto de que no estaba segura sobre el cómo las mujeres normales podrían soportar este sufrimiento. Ella estaba siendo ayudada por la magia de bloqueo de dolor, y aún así dolía como el infierno.
Lo que ella no sabía, es que este dolor no era simplemente por haber perdido su virginidad, sino también porque ella había roto su juramento contra la diosa Belldandy. Desde tiempos inmemoriales, las sacerdotisas debían de mantener su pureza hasta el momento en el que contrajeran nupcias o sufrirían grandes consecuencias, aunque para el alivio de todos, esto no era aplicable para Erika debido a la ascendencia de Ren, sin embargo, eso no significaba que la diosa no castigaría a su sacerdotisa por romper el juramente sagrado, es por eso que el dolor que la chica sentía, no se había reducido en lo más mínimo, de hecho, había sido amplificado, creando en el proceso este malentendido.
Ren apretó los dientes mientras se mantenía quieto porque sentía que si hacía un movimiento, terminaría corriéndose en el interior de la chica, lo cual no era extraño para alguien que estaba teniendo su primera vez, pero aún así sería denigrante desde su perspectiva. Él quería llegar hasta el final junto a su amada.
El príncipe observó detenidamente a la chica, solo para sorprenderse al ver cómo su cuerpo empezaba a brillar ligeramente.
Erika también se sorprendió de esto, más cuando sintió cómo el dolor lentamente desaparecía.
Los dos jóvenes amantes se miraron entre ellos, antes de sentir cómo su sangre empezaba a hervir. Sus cuerpos empezaron a moverse inconscientemente, mientras los dos involucrados sentían como si estaban viendo esto desde una perspectiva en tercera persona, lo que hizo que se avergonzaran porque era como si estuvieran viendo a una pareja tener sexo a pesar de que estos eran sus propios cuerpos.
Ren y Erika parecían estar uniéndose mientras sus cuerpos sudorosos se presionaban contra el otro, como si fueran un par de serpientes luchando.
"¡Ah ~!"
Los melodiosos gemidos de la antigua esclava empezaron a resonar en la habitación mientras que los dos continuaban su baile de pasión.
Ren se sentía como en el cielo, y Erika estaba avergonzada por lo mucho que estaba disfrutando su primera vez.
Los dos estaban tan hundidos en el placer, que no estaban percatándose que sus cuerpos estaban brillando, ni cómo en sus espaldas aparecían dos enormes sigilos rodeados de runas que tomaban formas diferentes. Erika tenía un par de alas de ángel hecho de runas, mientras que Ren tenía la silueta de un dragón.
"E-Erika..." - gruñó Ren mientras sentía cómo recuperaba el control de su cuerpo justo para el momento final. Él no podía contenerse por mucho más, era como si estuviera a punto de explotar.
"¡Ah ~!" - Erika soltó un agudo gemido luego de sentir todo el placer que se había acumulado mientras ella estaba en su forma astral, y aún así, ella comprendía lo que el príncipe trataba de decirle - "¡Dentro ~!"
Era como si la conexión entre los dos fuera mucho más profunda luego de la proyección astral.
"P-Pero..." - murmuró Ren mientras miraba con preocupación a la chica de cabello rojo, después de todo, él estaba consciente de las consecuencias de liberar su clímax en el interior de su amada.
"¡Dentro ~!" - repitió Erika mientras presionaba sus piernas contra la cadera del príncipe, demostrando que ella no estaba dispuesta a aceptar un no como respuesta.
Ren no pudo contenerse más, así que liberó todo su placer en el interior de la chica, quien respondió con su propio clímax y un gemido lleno de placer.