Aterrizo en el suelo, en el momento en que estuvo completamente materializado sintió la extraña atmosfera que lo rodeaba.
No era sed de sangre, no era algo tan complicado como eso.
Era mas bien, como estar siendo observado por unos ojos que podían ver a través de él.
Obito se puso de pie, y se encontró cara a cara con la diosa, responsable del alboroto de las ultimas horas.
Ottar estaba parado al lado e la diosa, mirándolo con un brillo de interés en sus normalmente calmados y severos ojos.
Obito miro el lugar, las paredes estaba repletas de estanterías llenas hasta el borde, el suelo estaba tapizado por una alfombra de felpa gruesa, aunque no había muchos mubles todos y cada uno de ellos estaba exquisitamente decorada, mostrando un tipo de estilo y clase a la que Obito Uchiha era por completo ajeno.
En el centro de esta habitación estaba una silla, que más bien parecía un trono, en este trono, sentada como si fuera la Reina del mundo, estaba una mujer.
Cabello plateado caía sobre sus hombros y se escurría a los lados, su piel a simple vista de podía ver que era blanca pura, ni una sola imperfección se podía apreciar en su piel, su rostro.
Obito no estaba seguro de como describirlo, y era porque para los estándares de un mortal, la belleza de esta diosa estaba mas allá de cualquier descripción que se pueda realizar porque siempre se quedaría corta, estaba usando ropa de color negro, con algunos detalles de color rojo.
Aunque sus "prendas" solo cubrían sus partes mas intimas, pero dejaban mucha piel al descubierto, realzando su cuerpo en las partes correctas.
Obito entrecerró los ojos.
La mujer lo miro con curiosidad, una curiosidad que a Obito le estaba empezando a desagradar.
Lo había sentido, por un momento cuando sus ojos se encontraron con los de esta diosa, sentido que algo dentro de el estaba cediendo, una sensación de tranquilidad, como si ahora todo estuviera bien.
Rápidamente había detectado ese cambio en su actitud y había tomado medidas, trato de detectar cualquier cambien en su flujo de chakra pero no encontró nada, así que trato de ver si había algún tipo de veneno en el aire, pero en primer lugar eso era imposible.
Entonces había mirado a la diosa directamente con su Sharingan.
Y mas o menos pudo verlo.
No estaba seguro si eso era mana, o alguna otra cosa, pero no podía entender la naturaleza de lo que esta diosa estaba haciendo, no era tan sencillo como una ilusión, no, Obito lo había sentido, esta diosa estaba haciendo algo que afectaba mas allá de lo superficial, que llegaba hasta lo mas profundo de cada ser.
Entonces Obito tomo una decisión rápido, activo su intangibilidad.
No importaba que era lo que ella hiciera siempre que no estuviera en el mismo espacio, eso debería de funcionar para evitar que le afecta, y de hecho estaba funcionando.
Podía sentirlo, lo que sea que lo había esta afectado, había desaparecido.
La diosa no dejaba de mirarlo con esa morbosa curiosidad especialmente centrada en su peculiar ojo rojo. Cuando por fin estuvo libre de la influencia del encanto de esta diosa, sus pensamiento volvieron a estar normales.
Y logro analizar mejor que era lo que estaba pasando.
― me sorprende que hayas podido luchar contra mis capitanes, esperaba que fueras alguien talentoso, pero superaste mis expectativ-
― ¿por qué?
La diosa fue interrumpida, algo que rara vez pasaba, todos sus hijos la veneraban y respetaban más que cualquier cosas, más que sus propias vidas, ninguno de ellos se atrevería a interrumpirla cuando estaba hablando.
― disculpa. ― la diosa dijo.
― ¿Por qué? ― la voz de Obito estaba cargada con cierto nivel de veneno escurriendo de sus palabras. Ottar no fue indiferente a esto, pero basto con un movimiento de la mano de su diosa para que se detuviera.
― no entiendo de que estas hablando, Obito-kun.
― ¿Por qué hiciste esto ?
Obito dijo mientras la miraba con ojos sin emociones.
.
.
Freya parpadeo dos veces.
Ella podía verlo.
Las oscuridad como el alquitrán y el blanco puro de su alma estaban luchando, y las oscuridad estaba tomando la delantera, había visto como el alma del niño se agitaba con cada movimientos, pero supo que había cruzado una línea cuando lo había amenazada con dañar a los niños del orfanato.
En ese momento ella supo que se había pasado un poco, incluso ella pudo sentir la ola de intenciones asesinas que el niño derramo como una cascada.
Luego de eso el niño casualmente había usando una habilidad extraña para desaparecer a uno de sus hijos, en ese momento ella supo que su pequeña prueba había demasiado lejos.
Si no detenía esto, no había duda de que ese niño de alguna manera lograría acabar con todos sus hijos.
Y ahora frente a ella, deshaciéndose de cualquier emoción humana y mirándola como ojos desapasionados.
No podía recordar la ultima vez que un humano le había dirigido una mirada como esa, completamente ajeno a su encanto.
El niño le había hecho una pregunta, y como no encontró ningún motivo en particular para negarse, simplemente sonrió, y dijo con una voz dulce como la miel.
― porque eres interesante, Obito-kun.
Ese era el único motivo que ella tenia para hacer cualquier cosa.
En realidad eso se podía aplicar a la mayoría de los dioses.
¿Por qué descender a este mundo?
¿Por qué formar una familia?
¿Por qué asaltar la Dungeon?
La respuesta era tan obvia y sencilla que la mayoría de los mortales, no lo comprenderían por mucho que se lo preguntaran.
Era para no aburrirse.
Porque lo desconocido era emocionante, porque los dioses conocían todo, entonces buscaron en el mundo inferior algo que escapar de su comprensión, algo que hiciera su eternidad mas amena. y ella lo encontró formando una familia y llegando hasta la cima.
pero incluso eso se volvió aburrido y perdió su encanto luego de un tiempo.
Ahora, estaba atada a Orario con todas las responsabilidades de ser una diosa, la líder de una de las familias por poderosas.
Se había divertido todos los días con su "juego de rol".
pero el punto culminante había llegado hace un mes, cuando había salido de compras con Ryuu y casualmente esta ultima había salvado a un niño que estaba tirado en uno de los muchos callejones de la ciudad.
la primera vez que lo vio no pudo evitar fijarse en su apariencia, cicatrices que se extendía por la mitad de su cara, ropa gastada.
Como en ese momento era "ella" definitivamente ella hubiera decidido ayudarlo, lo hubiera llevado a la dama de la abundancia, le hubiera dado un plato de comida y le hubiera dicho al niño que aunque la vida era dura aun había mucho por lo que pelear.
eran palabras un poco clichés y aburridas, pero era lo que su personaje debería de decir en ese momento.
Pero cuando vio su alma, su curiosidad despertó.
Diferente a cualquier otra alma que hubiera conocido, ella quería observarlo, cuidarlo y ver a donde llegaría, en que se convertiría.
La curiosidad de Freya se despertó, y obviamente no puedo evitar intervenir.
Lo llevo al orfanato, porque pensó que al niño le beneficiaria ese lugar, para encontrar algo por lo que vivir, aunque ella hubiera preferido llevarlo directamente con su familia, pero decidió observarlo antes de tomar una decisión.
Aunque movida por su curiosidad, ella quería saber a que familia pertenecía este niño, y uso un ladrón de estados por verlo.
Ella misma se sorprendió cuando noto que este niño no pertenecía a ninguna familia.
Luego continuo observándolo.
Cuando movido por sentimientos de lo que ella supuso era agradecimiento, había destruido a Ted, en ese momento su fascinación incremento.
Sin familia, sin falna el era fuerte, hasta el punto de incluso competir contra los capitanes de su familia.
¿Quién era Obito Uchiha?
¿De donde venia?
¿De que era capaz?
Cada cosa que hacia el niño solo despertaba más su curiosidad, usando habilidades sin tener falna, un estilo de combate único, propio del lejano oriente, pero definitivamente más fuerte que cualquier otro humano que halla conocido de esas tierras. haciendo cosas en las sombras con la intención de proteger y ayudar a aquellos que quería.
Mostrando una lado tan puro y amable que era encantador.
Pero al mismo tiempo pareciendo alguien capaz de matar, y realizar los actos mas imprudentes en nombre del amor hacia aquello que era precioso para el.
El ataque de hoy solo era una pequeña prueba para ver cuan fuerte era el niño, pero una vez más él simplemente supero sus expectativas.
Incluso ella se irrito un poco cuando su capitán menciono al orfanato, pero supuso que era haría que el niño se pusiera mas serio.
Estaba el equivocada.
Ante la sola mención de aquellos que el quería proteger, el chico no tuvo una reacción gris, no, para este chico todo era blanco o negro.
Aquellos que amenazan los que aprecia son malvados, y merecen desaparecer.
Incluso si tenia que destruir el mundo, ella pensaba, que Obito Uchiha no dudaría en hacerlo desaparecer, si eso significaba proteger a Maria, Ryuu y los niños del orfanato.
La mirada en los ojos del chico, esa oscuridad.
Incluso ella tuvo un ligero destello de miedo.
Pero eso también era emocionante, porque era algo nuevo.
La diosa de la belleza miro al chico directamente esperando ver a través de sus pensamientos.
"Su ojo también es interesante." ― Freya pensó.
Hubo un momento de silencio, los ojos de niño no traicionaran ni una sola emoción o reacción.
Finalmente el dijo.
― como se esperaba . . . no entiendo a los dioses. ― aunque no había odio u hostilidad en sus palabras, Freya encontró eso más inquietante. ― pero en primer lugar . . . nunca tuve intenciones de hacerlo.
El chico hizo una pausa, y luego la miro con eso ojos llenos de oscuridad.
― ¿Entonces que es lo que quieres de mi?
― lógicamente cuando encuentro a alguien que me interesa, lo quiero para mi, supongo que ya sabes que es lo que voy a ofrecerte.
La diosa dijo mientras lo miraba con una sonrisa.
Obito miro al suelo, luego miro a los alrededores.
― deja confirmar algo. ― Obito dijo, luego se giro para mirar a la diosa directamente a los ojos. ― Alguna vez tuviste intenciones de lastimar a Maria . . . a los niños.
El hecho de que el gato bastardo los mencionado, hizo que Obito llegara a la conclusión que ellos ya sabían todo de Maria, así que no encontró ningún sentido en ocultar sus nombres.
― No.― la respuesta fue inmediata.― Es solo que mi niño se propaso un poco con su provocación, por favor no lo odies.
Obito la miro, buscando mentiras en sus palabras, pero no podía encontrar nada de eso, era difícil leer a un dios, así que asumió que ella estaba siendo sincera.
Dejo escapar un suspiro.
― Entonces dime, ¿Por que enviaste a eso tipos para atacarme?
― ¿Por qué será? ― Freya dijo con una sonrisa.
Obito la miro un momento y luego dijo.
― supongo que por que soy un desconocido, y potencialmente no sabias nada de mi o de mi poder . . .
Obito se tomó un momento. como si se hubiera dado cuenta de algo.
― jajajaja ― Obito repentinamente comenzó a reír, la diosa Freya lo miro con una sonrisa tranquila. ― ya veo, así que debe de ser eso.
El murmuro más para sí mismo que para cualquiera otra persona. Luego volvió a mirar la hermosa diosa a los ojos.
― supongo que sabes que no pertenezco a ninguna familia, y que no recibido el falna de ningún dios, ¿no es así?
Hubo un momento de duda, Ottar se tensó ligeramente, esperaba que las palabras del niño fueran una mentira, pero cuando su diosa se limitó a sonreír, supo que eso no era así.
Ella no había mencionado eso.
― Eres muy interesante Obito-kun. ― Freya mientras sonería como una niña.
Un humano que sin falna, tenia el poder de desafiar a los aventureros mas fuertes de Orario.
Obito sonrió sombríamente, y luego miro hacia la gran ventana que había al otro lado de la habitación, podía ver el cielo oscuro y las luces mágicas que iluminaban las calles principales de Orario.
Por un momento se preguntó, ¿Qué hacer?
Honestamente Obito no podía ver a través de las intensiones de esta diosa, no sabia si era cruel o amable, bondosa o caprichosa, simplemente no podía.
Y tampoco quería hacerlo.
Supuso que era la diferencia entre un mortal que ha vivido unos pocos años y un dios que ha tenido una eternidad para aburrirse, simplemente era una perdida de tiempo tratar de comprenderse mutuamente.
Si incluso entre los humanos era imposible de hacer, ¿que esperanzas había de alcanzar el entendimiento mutuo con dios milenario?
Obito pensó que ninguna.
Moviendo sus ojos miro a la diosa.
― no me uniré a tu familia. ― Obito dijo eso con un aire calmado, pero potencialmente preparado para cualquier posible respuesta violenta de la diosa.
Aunque, incluso si era solo una pequeña parte de él, esperaba que esta diosa no estuviera fingiendo cuando detecto ese ligero rastro de culpa en las palabras acerca del orfanato.
La mujer lo miro unos momentos.
― ¿Tienes planes de unirte a alguna otra familia?
Obito lo medito por un momento.
Las sola idea de tener que recibir algo de estos dioses le parecía irrisible, incluso si era para volverse mas fuerte, el lo haría por sus propios medios. Para proteger aquello que quería.
Además si lo hacia tendría que aceptar una marca que lo acampanaría por el resto de su vida, y no deseaba algo así.
― no, incluso si estoy muriendo, nunca me uniré a ninguna familia.
― entonces que tal si cámbianos esa afirmación. ― Freya dijo mientras se levantaba de su asiento, la mujer en toda su esplendorosa belleza comenzó a caminar hacia el. ― que tal si, en un escenario donde estas muriendo y necesitas ayuda, ¿te unirás a mi familia?
El Sharingan de Obito se entrecerró cuando vio algo extraño emanar de la diosa, algo que el no podía entender, pero supuso que era una magia para persuadirlo, había escuchado de esa habilidad, encanta o hechizo, no había nadie que se pudiera resistir.
Obito no estaba seguro si los efectos de este encanto se vean reducidos por su estatus como viajero de otro mundo, como su propio Genjutsu que no funcionaba correctamente en aventureros de primera clase, o al uso de su habilidad de intangibilidad, y al menos por el momento no tenia intenciones de tentar su suerte.
De todas maneras ya estaba siendo intangible así que cualquier cosa que ella estuviera intentando seria inútil, porque su cuerpo estaba en otro lugar.
Miro a la diosa con ojos decepcionados.
La diosa se detuvo repentinamente.
― no funcionara. ― Obito dijo con un toque de irritación escurriendo de sus palabras, la primera emoción que Freya sabia el Uchiha no estaba ocultando deliberadamente.
Freya lo miro por unos momentos.
― Esta bien, no tienes que unirte a mi familia.
Ella dijo luego de un momento, normalmente no le gustaba la idea de que alguien mas poseyera algo que ella deseaba, pero Obito Uchiha se mantenía tan firme en su resolución de no unirse a ninguna familia, ella podía aceptarlo al menos por el momento.
Miro al chico, y vio su alma, una vez mas estaba tranquilo.
― pero a cambio harás trabajos para mi de vez en cuando, tus habilidades son muy interesante y únicas, según lo que me dijo Ottar y lo que acabas de demostrar, definitivamente seria de mucha ayuda tenerte como un aliado, aunque claro siempre podrás unirte mi familia cuando lo desees.
El Uchiha se mantuvo tranquilo por unos momentos, y luego la miro con ojos inquisitivos.
― ¿no me preguntas de donde vengo, o cuales con mis objetivos?
Una diosa no podía ser tan confiada.
Freya lo miro un momento, pero luego sonrió.
― pero yo ya se cual es el motivo por el cual sigues viviendo.
Obito la miro con ojos sorprendidos.
― Claro que lo sabes. ― Obito dijo con una sonrisa amarga. ― los dioses son realmente molestos. . .
Freya se limito a reír ante la queja de Obito.
― por ahora lo tomaremos con calma. ― dijo la diosa mientras se volvía a sentar en su trono. ― necesito una manera para llamarte siempre que te necesite, supongo que ese papel que le diste a Ottar funcionara.
Obito asintió ligeramente extendió su mano y dos sellos aparecieron en su mano.
― solo tengo dos, tardare unos días en hacer otro lote.
― eso servirá. Ottar. ― el beastman camino hacia Obito y tomo los papeles, luego se los entrego a su diosa que los examino con curiosidad.
― ¿y respecto a quien soy? ― Obito pregunto, prefería zanjar de una vez todos los temas con esta diosa, para tener claro que esperar en el futuro.
― lo que a mi mas me interesa, no es quien eres ahora o quien fuiste en el pasado, sino en quien te convertirás.
Obito hizo una mueca, odiaba que los dioses no fueran directos.
― significa que no te meterás con mi pasado.
― no especialmente, claro que si alguna vez siente que la carga es demasiada, podría consolarte.
Freya no lo obligaría a revelar nada, por muy interesante que este fuera, los misterios son cosas que se disfrutan lentamente, o caería en el aburrimiento rápidamente una vez mas.
Ella dijo mientras sonreía tiernamente.
Obito entrecerró los ojos, pero se limito a mirar hacia otro lado, esa sonrisa, aunque solo fuera por un momento pareció la de Syr.
Miro a la diosa que seguía mirando sus sellos con curiosidad, como si fuera una niña pequeña.
― bien ahora, podrías devolverme a mi querido niño. ― Freya dijo con una sonrisa, mientras guardaba los sellos.
Obito asintió ligeramente.
El espacio se distorsiono y un momento después el cuerpo de el hobbit de ropas negras fue lanzado al suelo.
Un poco desorientado tardo un momento para percatarse de donde se encontraba actualmente, vio a su diosa y se sonrojo ligeramente, luego miro hacia los lados y se encontró con el bastardo que lo que había enviado a ese lugar, el hobbit balanceo su espada hacia Obito, pero este lo a travesó y paso de largo.
― detente. ― la voz de su diosa, lo detuvo y obedeció sin mas.
― a partir de ahora Obito Uchiha es un aliado de nuestra familia, así que por favor evita atacarlo en el futuro.
Freya dijo con una sonrisa, el hobbit no cuestiono ni por un segundo las ordenes de su diosa. Obito sintió que ya había pasado mucho tiempo en este lugar y comenzó a caminar hacia la gran ventana.
Sintiéndose mucho más pesado que antes.
― Obito-kun, una ultima pregunta. ― Freya lo detuvo, el Uchiha no se volvió para mirarla. ―Yo podría llegar a estar incluida entre las personas que deseas proteger.
Freya recordó el momento cuando la ira de Obito había sido mostrado, todo porque alguien amenazo con lastimar a las personas que el apreciaba.
Entonces, no pudo evitar preguntarse, si el Uchiha también la consideraba dentro de ese selecto grupo, por el que era capaz de enojarse tanto.
Obito se quedó en silencio durante unos momentos.
―Eso es imposible. ― Obito dijo. ― . . . estaré ocupado un par de días, pero después de eso creo que seria útil tener una reunión para aclarar en que consistirá la relación que cooperación que tendremos a partir de ahora.
Freya asintió con una sonrisa, el cuerpo de Obito desapareció.
.
.
.
Cuando fue devuelta al callejón, vio las canastas de comida que había comprado tiradas en el suelo, y con contenido había sido esparcido por todos lados, probablemente las ondas de choque de que pelea lo habían hecho.
Obito lanzo un suspiro mientras recogía las canastas y las enviaba a su dimensión.
Luego se movió hacia donde estaba su clon, tal y como lo pensó este estaba parado en uno de los edificios que rodeaban al orfanato, escondido al mismo tiempo que constantemente escaneaba sus alrededores, cuando Obito apareció, le clon asintió antes de desaparecer.
Obito se dejó caer en el tejado. Y miro el orfanato.
Aunque sabía que no necesitaba dormir, no pudo evitar preguntarse.
― ¿Por qué me siento tan cansado?
El murmuro mientras terminaba de asimilar su nueva situación.