Julia tenía algo oculto en su mirada al estar delante de Amara.
Señores Santoro - Amara controlaba sus emociones y podía jugar con ellos.
Al mismo tiempo Blas y Alicia también habían hecho acto de presencia- Niñas - Exclamó Alicia Lynch, pero las jóvenes no supieron exactamente como reaccionar.
Mamá- Lorena había sido la primera en reaccionar en cambio, Amara fulminó con la mirada a Blas Mendoza.
No piensas saludar a tus padres- El hombre tampoco ocultaba la ira que guardaba en su voz - Esperó que te hayas olvidado que por tu culpa.
No se habla del pasado tú me has entregado a él entonces atente a las consecuencias, Madre es un placer verte - Con aquellas palabras Amara se alejó del grupo, pero alguien más se había ido por detrás de ella.
¿Qué demonios te sucede? - Blas estaba furioso y estuvo a dos segundos de pegarle por la cara a Amara, pero la sombra de alguien vestido completamente de negro se interpuso.
Ni siquiera lo pienses - Alexander se había puesto en el medio, Julia había pisado con más fuerza el suelo que la sostenía, la mirada de Amara se encontró con la de Julia y allí comenzó el juego de Amara, acariciando el brazo del hombre.
Déjalo no vale la pena - Alexander se tensó al sentir aquella caricia - Pero cuándo se dio la vuelta para mirar a la mujer esta ya había desaparecido.
Blas no vuelvas a acercarte a ella - Alexander también desapareció entre la multitud.
Pero Amara había aparecido por detrás de Julia - Señorita Montero - Exclamó la rubia de ojos verdes por detrás de la mujer.
Señora Santoro para ti - Julia la miró con la frente en alto.
No veo el anillo y el Collar de la Dama los distintivos que diferencia a la Mujer del Amante - Amara hablaba con superioridad, fue en ese momento en que Julia cayó en cuenta que las palabras de Amara tenían razón - ¿estás segura de que eres la mujer del Mafioso?
Soy el amor de su vida.
¿Eso es un premio Consuelo para ti? Te refresco la memoria fuiste un amor importante en su vida y tienes razón él te calificó como el amor de su vida, pero las cosas han cambiado si esta contigo es porque así yo lo quise, pero te diré un secreto a ti te quiere, pero a mi me ama.
Ya quisieras - Julia se burló, pero en el fondo sabía que quizás Amara tenía razón.
No peleó por hombres, pero te demostraré que tu marido aunque dudo que en realidad sea tu marido es más hombre mío que tuyo.
No te acerques a el - Julia la agarró fuertemente del brazo.
Lo conoces tan bien Julia y aun así lo engañaste aunque si le has dado un hijo esa es la única verdad de toda la mentira que has creado luego de tu secuestro ¿Qué pensará Alex, cuando se entere de que también tienes un hijo de Artemio Sandoval? Un niño que crece en las filas de Unión Africana tu unión al verdadero legado en donde perteneces siendo su propia Dama.
Julia se había quedado sin rastros de sangre ante las palabras de Amara - No te metas en dónde no te llaman o de lo contrario ve pensando donde podrían reposar tus restos.
Yo no te tengo miedo sé cada una de tus jugadas así como también sé que eres amante del Líder de la Unión Africana.
Sabes mucho - Julia ni siquiera en otra vida se esperaba que Amara supiera tanto de ella.
Por supuesto y voy a saber más así que si crees que yo voy a tenerte miedo estás equivocada porque Alexander es capaz de protegerme más a mí que a ti.
Tú ganas, pero deberías cuidarte más, ya que efectivamente el Líder de la Unión Africana está a la altura de Alexander - Con aquellas palabras Julia se alejó aunque luchaba por controlar sus emociones.
Deberías conversar con Blas Mendoza tu verdadero Padre - Amara también siguió su camino dejando petrificada a Julia en él sitió por dónde avanzaba.
Mientras las mujeres se enfrentaban Carlos y Nidia estaban con Alexander y los Hermanos Müller.
Amara se encontraba bebiendo un vaso de agua ya que amamantaba cuando alguien llegó por detrás- Te extraño- Su voz era inaudible sus manos se posaron en la cintura de la mujer.
¿Me extrañas? - Amara cerró los ojos aspirando la fragancia del hombre - Lo hubieras analizado mejor antes de lastimarme Alexander, tu intención siempre fue lastimarme, destruirme y lo has logrado te di derecho a que me lastimarás y lo peor caí en el síndrome del Estocolmo era tu rehén y me enamoré maldita sea me enamoré de ti.
En ese juego caímos los dos - Susurró Alexander- Pero te amo y estar lejos de ti es un calvario.
Lo hubieras pensado antes lo único que tenemos en común Alexander es a la niña nada más - Amara hizo el intento de alejarse, pero el hombre la detuvo.
Mírame a los ojos y dime que no me amas - Sus ojos azules podrían traspasar el cuerpo de la mujer.
Ya no te amo - Expreso Amara y mintió porque aún lo seguía amando con locura a pesar de todo ella aún lo amaba, pero había camuflado sus sentimientos - Tú ya estás casado tu amada ha vuelto por ella has lastimado a inocentes entonces ahora disfruta de tu vida.
Perdóname- Alexander la soltó mientras le daba la espalda una lágrima recorría el rostro encantador del hombre ella dominaba cada espacio de él, ella se alejó sin mirar atrás.
La Luna era testigo del amor que se tenían, pero los errores se pagan caro y Alexander Santoro las estaba pagando y quizás ya era muy tarde.
No vayas tan lejos - Las palabras de su nana lo golpeaban- Ella no tiene la culpa- David se lo había dicho en miles de ocasiones y estaba cegado por un amor que ni siquiera era amor - Te lo mereces - Se recriminó el mismo.