SARA
Me despierto rodeada de unos brazos fuertes y mi espalda se siente caliente, me remuevo un poco en la cama y me doy cuenta que estoy desnuda, entonces a mi mente llegan imágenes de lo que pasó anoche como si fueran una película en cámara rápida, me invade la felicidad, es la primera vez que realmente pasamos toda la noche juntos, me salgo de sus brazos y como reemplazo coloco mi almohada, voy al baño, me miro en el espejo, el amor realmente hace su trabajo, no es por ser narcisista pero me veo fantástica, me doy un baño rapido, me lavo los dientes, salgo, busco algo de ropa cómoda, me aplico un poco de perfume, me hago un moño alto en el cabello y bajo a preparar el desayuno, busco mi celular en la sala, veo la hora y es super tarde, son casi las nueve de la mañana, tengo muchas llamadas perdidas de mis padres, deben estar supremamente preocupados, marco el número de mi mamá – hola madre buenos días – hola hija buenos días, como amaneces – bien madre, acabo de levantarme, el celular se me quedo en la sala y por eso no había respondido sus llamadas – está bien hija, estábamos llamando para saber cómo estabas y para avisar que ya llegamos, estamos cansados del viaje – está bien mami, yo también estoy algo cansada, ayer me fui al rio con Carlos, sus hermanos y sus amigos – ah bueno hija, que bueno que salió, voy a dormir un rato, luego hablamos – está bien, chao mami… esa fue toda mi conversación con mi madre, igual no es que tengamos mucho de qué hablar, voy a la nevera, saco jamón, queso, fruta, huevos, leche, busco el pan, preparo unos sándwiches, pico un poco de fruta, chocolate caliente, huevos revueltos y listo el desayuno, emplato y me dirijo a la habitación, abro la puerta suavemente y mi amor todavía está profundamente dormido, debe estar realmente cansado, pero debo despertarlo, es domingo sí, pero sus hermanos y sus amigos se van hoy, amor, amor, lo llamo varias veces, pero al parecer no quiere salir de los brazos de Morfeo tan fácil, recurro a las cosquillas y lentamente abre los ojos, buenos días preciosa, así quiero que me despierten todos los días por el resto de mi vida, yo sonrió y le doy un beso, ve a cambiarte y vienes para que desayunemos en la cama, ya subí el desayuno, está bien hermosa me responde y se encamina al baño, mientras yo observo su espalda y sus nalgas, descarado, no le da pena pararse desnudo de la cama, a pesar de que ya lo perdí de vista sigo observando en dirección a la puerta del baño, amor, préstame una toalla, lo escucho gritar y esto me saca de mis pensamiento, le paso una toalla limpia y voy a la otra habitación a buscar su ropa, escojo algo cómodo, una bermuda azul, una camiseta blanca y un bóxer negro, vuelvo rapido a la habitación y está sentado en la cama, secándose el cabello con mi toalla, mientras tiene la que le pase envuelta alrededor de la parte inferior de su cuerpo, se ve demasiado sexi, oh dios, mis hormonas están alborotadas, desde el viernes en la noche, cuando por fin hicimos el amor, yo ya no soy yo, realmente no puedo controlarme, pero debo descansar, me duelen un poco las piernas y la parte baja del vientre, le paso la ropa y me acomodo en la cama mientras espero a que se vista, pero mi amor al parecer tiene otros planes o tiene mucha hambre, no se va a vestir, me paso la comida y agarro la de él, se sentó a mi lado y empezó a comer, verlo comer algo que yo prepare, me llena de felicidad, yo también empiezo a comer, realmente tengo mucha hambre, terminamos el desayuno en silencio, me muevo para pararme, pero me quita el plato, lo deja en la mesa de noche, me abraza y me tira a la cama, hagamos pereza un rato, hoy es domingo y realmente quiero quedarme así, aquí contigo me dice, yo acepto, la verdad es que me levante porque tenía mucha hambre, necesitaba algo de comer, sino fuera por la alimentación, podría pasar todo el día en la cama con mi amor, nos quedamos así unos quince minutos, hasta que su celular suena, y tal como pensé, son sus hermanos, ya están listos y esperándolo, solo él y su pereza no está listo, se para de la cama, se viste super rapido, me dice amor, debo irme, hoy no te puedo llevar, quédate aquí, yo los dejo en el aeropuerto y vuelvo, tardo unas tres horas en ir y volver, espérame para almorzar, está bien respondo, se acerca a mí, me da un beso apasionado, coge las llaves y sale de la casa, yo aprovecho para organizar un poco, primero bajo a la cocina a dejar los platos y aprovecho para poner algo de música, empieza a sonar te mando flores de Fonseca, me encanta la canción, subo las escaleras cantando
Te mando flores que recojo en el camino
Yo te las mando entre mis sueños
Porque no puedo hablar contigo
Y te mando besos en mis canciones
Y por las noches cuando duermo
Se juntan nuestros corazones
Te vuelves a ir
Y si de noche hay luna llena
Si siento frío en la mañana
Tu recuerdo me calienta
Y tú sonrisa cuando despiertas
Mi niña linda yo te juro
Que cada día te veo más cerca
Y entre mis sueños dormido
Trato yo de hablar contigo y sentirte cerca de mí
Quiero tenerte en mis brazos
Poder salir y abrazarte y nunca más dejarte ir
Quiero encontrarte en mis sueños
Que me levantes a besos
Ningún lugar está lejos para encontrarnos los dos
Déjame darte la mano
Para tenerte a mi lado
Mi niña yo te prometo que seré siempre tu amor
No te vayas por favor
Sigo cantando mientras quito las sábanas de la cama y bajo para meterlas en la lavadora y ponerlas a lavar, vuelvo a subir las escaleras, entro a la habitación, pongo sabanas limpias en la cama, mientras estoy concentrada, se acaba la canción y empieza a sonar Quien me iba a decir de David Bisbal y empiezo a cantar a todo pulmón
De tus labios, de tu tibio cuerpo
De tus noches, de tu fuego y de tu piel
De tu amor él era el dueño
Tus caricias, todos tus secretos
El tesoro ajeno de tu dulce miel
Lo que nunca imaginé
Quién me iba a decir
Que serías la lluvia y yo la tempestad
Quién me iba a decir
Que tenías la cura de mi enfermedad
Quién me iba a decir
Que serías la sangre de mi corazón
Quién me iba a decir
Que tenías la paz que tanto me faltó
Por eso qué más da
Que la gente viene y va
Dime, qué más da
Si tu vientre es mi verdad
Por eso, qué más da
Que este mundo esté al revés
Dime, qué más da
Si me besas otra vez
Tú, la inalcanzable, la imposible, la mujer que yo esperaba un día tener
La razón de mis deseos
Tú la deseable, la imposible, ángel prisionero de quien no te ve
La que yo siempre soñé
Quién me iba a decir
Que serías la lluvia y yo la tempestad
Quién me iba a decir
Que tenías la cura de mi enfermedad
Quién me iba a decir
Que serías la sangre de mi corazón
Quién me iba a decir
Que tenías la paz que tanto me faltó.
Por eso, qué más da
Que la gente viene y va
Dime, qué más da
Si tu vientre es mi verdad
Por eso, qué más da
Que este mundo esté al revés
Dime, qué más da
Si me besas otra vez
Sólo me basta la verdad
De mi calor en tu humedad
Cayendo por tu cuerpo, oh
Eres mi billete al más allá
De donde no quiero regresar
Si muere el universo
Qué más da
Quién me iba a decir
Que serías la lluvia y yo la tempestad
Quién me iba a decir
Que tenías la cura de mi enfermedad
Quién me iba a decir
Me siento realmente feliz, la sonrisa no se borra de mis labios y así entre muchas canciones, bailes improvisados y muchas sonrisas inconscientes paso mi tiempo, hago aseo, preparo el almuerzo, arroz, ensalada, carne a la plancha, jugo de maracuyá y papas saladas, dejo todo listo, apago la música y busco una película, para ver mientras espero a que Carlos regrese para almorzar juntos, parezco una esposa recién casada.