Perspectiva: Cara Leonora.
Vía principal a Leocadio, Maris 31 de Marzius del 1575.
Desde que me casé con Agis, puedo decir con seguridad que soy muy feliz; en verdad, estos últimos 2 años han sido los mejores de toda mi vida. De igual forma, mi amor por Agis se ha multiplicado varias veces, al punto de no retorno; dicho de otra manera, se ha convertido en mi mundo. Cuando estoy con él, me siento completa y alegre, no había experimentado este sentimiento desde hace mucho; a decir verdad, odio separarme de Agis. Cada vez que se aleja de mí por cualquier motivo, comienzo a sentirme intranquila y ansiosa; en consecuencia, he comenzado a seguirlo a escondidas por un buen tiempo. Aunque parezca una acosadora, hacerlo me calma y disipa todas mis preocupaciones; además, no es que lo haga por desconfianza o algo similar, simplemente, no puedo evitarlo, antes de darme cuenta, me encuentro persiguiéndolo en las sombras. Supongo que este es un rasgo que adquieren todas las Gelum, en mayor o menor medida, al hallar a su hombre ideal.
En honor a la verdad, Agis y yo no llevamos tanto tiempo juntos, sin embargo, muchas cosas han pasado. Luchamos contra un monstruo de rango E, salvamos a unos cuantos plebeyos, y se agregaron un par de hadas a nuestro grupo; Agis encontró la cura para una gran variedad de enfermedades, y como resultado, fuimos invitados a vivir en el castillo del Duque de la ciudad Novadiulco, para que Agis cure a su hija; como era de esperarse, esa chica se enamoró de él y ahora es su segunda esposa, en consecuencia, Agis se convirtió en un noble honorario. Que puedo decir, la vida al lado de Agis es muy agitada; eso significa que él está destinado a hacer cosas aún más extraordinarias. No obstante, los grandes logros, requieren grandes sacrificios; en este caso, mi amado Agis ha enfrentado diversos peligros y dificultades.
Reflexionando un poco sobre el pasado, pensé que moriríamos cuando nos topamos con ese terrible monstruo en aquella cueva. En ese entonces, me sacrifiqué para proteger a Agis; lo hice porque preferiría morir, antes que tener una vida sin mí hombre. Agis es lo más preciado para mí, si tuviera que volver hacerlo, lo haría sin dudarlo; básicamente, estoy dispuesta a hacer cualquier cosa por él. Afortunadamente, logramos sobrevivir gracias al esfuerzo sobrehumano de Agis; sin embargo, el precio a pagar fue muy alto. Debido a la dura lucha, se vio obligado a utilizar diversos hechizos y habilidades con fuertes efectos secundarios, adicionalmente, recibió una considerable cantidad de heridas; como resultado, cayó en estado de coma.
Los días que estuvo en esa condición, fueron horribles; los curanderos eran muy negativos sobre su despertar, y decían que no había nada que se podía hacer. Ver a mi amado Agis postrado en cama, fue algo que destrozó mi corazón; todos los días oraba a la Diosa Mare para que lo trajera de vuelta a mi lado. Tal vez, mis plegarias fueron escuchadas, y él despertó en pocos días; desde entonces, entendí que la profesión de aventurero no es muy buena. Agis es un hombre muy fuerte y talentoso, como para ser un simple aventurero, viviendo al día y enfrentando peligros mortales realizando misiones infructuosas; en consecuencia, he decidido que, cuando visitemos Ferruarum, convenceré a mi padre y a mi tía para que contraten a mi amado Agis como un General, o algún miembro importante del Ejército Imperial.
Luego de su recuperación, Agis decidió tomarse un descanso como aventurero, una sabia elección. Honestamente, esos días fueron los mejores; pasábamos la mayor parte del tiempo juntos en casa haciendo el amor, teníamos citas, y entrenábamos en la arena del gremio. Todo fue a mejor cuando vivimos en el castillo del Duque Ferrer; era atendida por mayordomos y sirvientas, nos proporcionaron alimentos de excelente calidad, y dormía todas las noches con Agis en una magnífica cama; por supuesto, ese estilo de vida todavía es inferior al que recibía como princesa en el castillo imperial de Ferruarum, pero debo admitir que no estaba nada mal.
Desafortunadamente, esos días han terminado. En este momento, me encuentro en el carruaje de Agis, viajando a la ciudad Leocadio, donde reanudaremos nuestras actividades como aventureros. Inesperadamente, él mismo decidió conducir el carruaje, algo que un noble no debería hacer; aunque, para los estándares de Agis, esto es normal. Desde hace un tiempo, he notado que mi hombre es una persona muy singular; a menudo se queda asombrado y maravillado por cosas tan triviales como: la "belleza" de Novadiulco, cuando en realidad, no pasa de ser una metrópoli de segunda categoría; observar la manera en que trabajan unos funcionarios del Instituto de Reconstrucción y Preservación; conocer las reglas e implementos de vuelo; entre muchas cosas más. La mayoría de las veces, no me molestan estos comportamientos, exceptuando las ocasiones en las que me ignora, al fin de cuentas, yo también tengo mis peculiaridades y defectos. Aunque sea su esposa, yo lo amo justo como es, jamás me atrevería a criticar su forma de ser.
Con lo anteriormente dicho, ahora estoy junto a las otras mujeres de Agis. El ambiente es bastante tenso, nadie ha pronunciado ni una palabra desde que nos subimos al carruaje, por lo que el viaje se ha vuelto muy incómodo y silencioso. Esto es normal, después de todo, nos conocemos hace poco tiempo, y no compartimos ninguna relación, salvo ser las esposas de Agis; adicionalmente, como saben mi posición como princesa, no tienen idea de que tema hablar ni que decir. Esta situación se ha mantenido así durante más de 2 horas, en verdad, esto es muy aburrido; no hay remedio, tendré que ser yo la que inicie alguna conversación.
- Así que ustedes son del Reino de Fingorius, – le hablo a las tres humanas – tengo entendido que es un país donde solo viven humanos, ¿acaso no se llevan bien con las otras razas? – pregunto con tono casual.
- Claro que no Mi Señora, – habla la humana llamada Filis – es solo que nuestro reino, no es muy atractivo para las otras razas.
- Ya veo… supongo que una nación agraria no es muy llamativa. – lo digo con sencillez – entonces esta es la primera vez que conviven con personas de otras razas, ¿verdad?
- Sí, Mi Señora, – interviene Sylvia – nunca había visto a una Gelum en toda mi vida, y no esperaba conocer a la Princesa Imperial. – se muestra nerviosa.
- Ahora mismo no soy una princesa, solo soy una simple Gelum, – hablo con sinceridad – no tienes que estar tan nerviosa. Mira a Petra y Roser, e incluso a Camelia, ellas me tratan de manera informal; todas somos las mujeres de Agis.
- Entiendo… – asiente – lo haré de ahora en adelante, Mi Señora Cara. – lo dice con tono alegre.
- Debes llamarme Leonora, no me gusta que me llamen por mi primer nombre; además, ahora somos familia, no tienen que ser tan tímidas con nosotras. – le hablo al trio de humanas.
- Sí, Mi Señora. – las tres hablan al unísono.
- Para que nos conozcamos mejor, pueden preguntarme lo que quieran. – lo digo en tono amable.
- Mi Señora, ¿Por qué no le gusta que la llamen por ese nombre? – Nona pregunta con curiosidad.
- Ese era el nombre de mi madre, – hablo con tono triste – ella murió hace varios años; cada vez que me llaman por ese nombre, malos recuerdos vienen a mi mente, por eso no me gusta.
- Ya veo… lo siento. – se muestra apenada – perdóneme por preguntarle sobre eso.
- Está bien. – lo digo con naturalidad.
Estas tres humanas son parte de una compensación para Agis, por salvar la vida de unos campesinos del Reino de Fingorius. Este trio de mujeres, no hablan mucho conmigo, ni con las otras chicas; solo conversan con Agis y tienen un especial apego por él. Estaba pensando que, tal vez, tenían alguna clase de aversión por las otras razas; no obstante, parece que no saben cómo tratar con nosotras.
- Mi Señora, ¿Por qué siempre viste de azul? ¿todas las Gelum se visten igual? – Sylvia pregunta con tono curioso.
El día de hoy estoy usando un vestido sencillo, y efectivamente, es de color azul. Que humana tan perspicaz, ni siquiera Agis me ha preguntado sobre eso; seguramente, debe pensar que este es mi color favorito, y por ello cree que uso prendas de esta tonalidad.
- El azul es el color de la Diosa Mare, al igual que el plateado es el de la Diosa Fenicia; – les explico – yo soy muy creyente de la Diosa de la vida, Mare; por ello, siempre uso prendas de esta tonalidad. – señalo mi vestido – En mi país, los sacerdotes y monjas de la Iglesia de la Diosa del Mar, Mare, visten túnicas azules con el símbolo del agua y el mar, uno como este… – activo mi [Almacenamiento] y saco un collar redondo con un dibujo de olas y una gota en el centro, el cual, muestro al trio de mujeres.
La Iglesia de la Diosa del Mar, Mare, es una de las organizaciones religiosas más grandes del mundo, específicamente, es la tercera, detrás de la Iglesia de los 6 Dioses, que es la segunda, y la Iglesia de la Diosa de la Luna, Fenicia, la primera. Hace varios siglos, solo existía la Iglesia de los 6 Dioses, y todas las razas formábamos parte de ella; sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, nuestros antepasados notaron que no se rendía culto a los Dioses de forma equitativa, había censura en las enseñanzas de cada Dios, y se discriminaba a algunas razas; en consecuencia, cada raza se creó su propia iglesia. En este caso, los Gelum y Marinus fundaron la Iglesia de la Diosa del Mar, haciendo honor al gran aporte que realizó la Diosa Mare en el origen del mundo al hacer el mar, otorgar el poder espiritual, crear a los Gelum y Marinus, entre otras cosas.
- Vaya… – Filis se muestra sorprendida – no sabía que Mi Señora Leonora era tan religiosa.
- No lo soy, es solo que los humanos no son muy devotos a su Dios. – lo digo en tono casual.
- Bueno… – interviene Sylvia – nosotras rezamos todos los días a la Diosa, además, en el Reino de Fingorigus, todas las mujeres se dejan el cabello largo, aunque, tinturarlo al color plateado es un poco… – pone una expresión de vergüenza mientras se acaricia el cabello.
- ¿Te gusta el color de tu cabello? – le pregunto con curiosidad.
- Sí, Mi Señor Agis me dijo que soy linda. – lo dice con una sonrisa y se sonroja.
- Ya veo… – lo digo mientras observo a Camelia.
- Agis es un hombre de gustos simples, – habla Camelia – parece que le atraen las chicas hermosas, voluptuosas, y de cabello rubio. – lo dice con orgullo.
- Entonces, – habla Petra – ¿tal vez debería cambiar mi color a rubio y hacerlo crecer?
- No lo creo, – interviene Roser – Agis nos quiere a todas justo como somos; él me lo dijo una vez.
- Cierto; – responde Petra – además, sería extraño y aburrido que tantas de nosotras tengamos características similares.
Petra y Roser me parecen hadas muy agradables y me tratan de manera informal: adicionalmente, somos un poco similares, en el sentido de que nos gusta hablar mucho. Solemos tener conversaciones muy entretenidas, y en el poco tiempo que llevamos viviendo juntas, hemos logrado establecer una buena relación; francamente, se podría decir que son las primeras amigas que he tenido. En contra posición, esto es imposible con Leila; incluso ahora, evita cualquier conversación conmigo, y parece que ha desarrollado una especie de odio por mí. Particularmente, no tengo ningún problema con Leila, salvo que cuestiona mi autoridad como la primera esposa; es sumamente irritante que refute y discuta mis decisiones, debería entender cuál es su lugar. Por otro lado, la recién llegada, Camelia, comprende perfectamente cuál es su situación, y la ha aceptado sin discutir; ella sabe muy bien que, si hubiera apuntado a la posición de primera esposa, la aplastaría sin ningún tipo de consideración. A pesar de que se unió a nosotras hace poco, ha logrado tener una buena relación con todas; me parece una chica muy inteligente, considerada, y amable; dicho de otra manera, ha conseguido cambiar la primera mala impresión de niña malcriada, ingenua y tonta, que tenía cuando la conocimos por primera vez.
- Mi Señor Agis es una persona sumamente considerada; – Leila se anima a hablar – nunca nos diría que cambiáramos nuestra apariencia para él.
- Leila tiene mucha razón, – habla Nona – Mi Señor Agis nos aceptó de inmediato, y nos trata con mucho amor cuando tenemos sexo. – se muestra un poco apenada.
- Cierto. – Filis y Sylvia hablan al unísono mientras asienten.
- ¿No les molesta que esté con las tres al mismo tiempo? – pregunto en tono casual.
- Mi Señor Agis nos satisface a las tres de forma equitativa, – Filis lo dice con un rostro sonriente – todas lo disfrutamos, y somos felices en complacerlo.
- También, – agrega Nona – creo que Mi Señor Agis se siente más a gusto de esa manera, y deseo que él se sienta bien conmigo.
- Ya veo… ¿así es como hacen las cosas en su país?
- Mi padre tiene 3 esposas, y muchas veces lo hace con todas al mismo tiempo; – habla Sylvia – no es una costumbre, pero podría decirse que ocurre con cierta frecuencia.
- Entiendo.
Hablando del sexo en cuestión, estoy algo preocupada; esto se debe a que este trio de mujeres, no tienen ningún inconveniente en tener sexo con Agis al mismo tiempo. Al principio, pensé que era algo casual, sin embargo, se ha convertido en una rutina para Agis; siempre lo hace con las tres, y ellas parecen disfrutarlo y aceptarlo sin complicaciones. Desde hace mucho tiempo, he sabido que a él le gusta realizar orgias y ese tipo de cosas; no estoy en contra de que lo haga, el problema con esta práctica, es que Agis ha comenzado a tener preferencia con ellas, y podría empezar a querer hacer el amor de esta manera de forma cotidiana; si eso llegase a ocurrir, mi vida sexual podría ser más difícil.
Personalmente, no me agrada participar en actividades de sexo grupal, solo lo hago porque quiero satisfacer a mi hombre, quiero que él se sienta bien conmigo, y no puedo negar que también lo disfruto; no obstante, siento que no me está dando su 100%, sin mencionar que su mente tampoco está centrada en mí; adicionalmente, esa clase de eventos, no se realizan con tanta frecuencia entre los Gelum, de hecho, mi padre solo lo hace cuando es una situación especial. Debo decir que hacer el amor con Agis en privado, es tan placentero, que me he vuelto adicta; de hecho, no puedo aguantar más de 2 días sin hacerlo; de lo contrario, experimento un terrible síndrome de abstinencia que me vuelve loca; supongo que esto se debe en parte a algunos efectos secundarios de mis cualidades raciales. Afortunadamente, Agis es un hombre bastante sencillo, se excita fácilmente por cualquier mujer medianamente bella y que tenga pechos grandes, con lo cual, no tiene reparo en hacerme el amor cada vez que haga falta.
Por otro lado, debo admitir que este trio de chicas son muy hermosas, agregando que cuentan con buenos atributos físicos. A simple vista, puedo decir que Sylvia es copa C, Nona es B, y Filis es D; además, poseen un buen cuerpo, pese a que no parecen realizar ningún tipo de entrenamiento, ni tienen una dieta adecuada. Naturalmente, mi belleza es superior en todo sentido, y no es para menos, después de todo, mi atractivo no solo es producto de mi linaje como princesa; cada día, me levanto temprano para realizar mis ejercicios matutinos, me preocupo por comer alimentos de la mejor calidad, y siempre procuro verme bien. No obstante, últimamente me siento insegura, pienso que, tal vez, Agis se siente mejor con ellas que conmigo, después de todo, son de la misma raza; es normal que en muchas ocasiones, un humano se sienta un poco fuera de lugar al verse rodeado por mujeres de otras especies, en consecuencia, no sería raro que Agis desarrolle una preferencia por estas chicas.
- ¿Están felices de formar parte de esta familia? – Camelia pregunta a las 3 humanas.
- Si, – habla Filis – estoy muy agradecida de que Mi Señor nos aceptara.
- Yo me siento igual, – interviene Nona – estaba preocupada de que Mi Señor Agis no fuera una buena persona, pero ahora me considero afortunada.
- Soy muy feliz, – Sylvia lo dice con una sonrisa – creo que incluso me estoy enamorando de Mi Señor Agis, es muy fuerte, apuesto y genial.
- ¡Por supuesto! – Petra y Roser hablan al mismo tiempo – Agis es un gran hombre.
De esta manera, continuamos el viaje hablando sobre lo maravilloso que es Agis, nuestras expectativas al llegar a Leocadio, entre otros temas. Pese a todas mis preocupaciones sobre la presencia de estas tres humanas, debo reconocer que son buenas chicas, y su disposición en servir a Agis es genuina; incluso me atrevo a decir que, en este punto, Filis y Nona también están fuertemente enamoradas de él.
◇◇◇
Luego de viajar durante todo el día, llegamos a Villa Sunle, un pequeño asentamiento de humanos, que está a un día de Leocadio, con lo cual, es seguro afirmar que llegaremos mañana al anochecer. Como ya son las 8:30 PM, se decidió que pasaríamos la noche en un hotel, en lugar de dormir en tiendas cerca de la carretera; aunque la vía es segura y la posibilidad de que ataquen monstruos es baja, es preferible retrasarnos un poco para descansar de forma cómoda.
- Buenas noches señor, ¿en qué puedo servirle? – un humano le habla a Agis en tono formal.
- Buenas noches, necesito una habitación grande con varias camas. – Agis responde en tono casual.
- Mi Amor, – intervengo – creo que sería mejor pedir 2 habitaciones. – lo digo mientras lo miro a los ojos.
- Entiendo, – asiente – entonces que sean dos habitaciones.
- Muy bien… – el hombre entrega a Agis un par de llaves – sus habitaciones están al fondo.
- Gracias.
Así, nos dirigimos al lugar indicado por el humano. El hecho de que Agis solicite una habitación, significa que, simplemente, quiere dormir tranquilamente sin tener sexo; generalmente, no tengo ningún inconveniente con eso, sin embargo, en este momento, tengo unas terribles ganas de hacer el amor, no lo hacemos desde hace varios días, estoy en mi límite.
Entramos a una de las habitaciones, para tener una pequeña charla antes de dormir. Observando el cuarto, es un lugar de aspecto promedio con 3 literas, 1 baño y 1 armario; naturalmente, los muebles de este lugar son pequeños y rústicos.
- Muy bien, aquí dormirán ustedes chicas, – lo dice mientras observa los alrededores, y luego nos mira – sé que no es tan elegante como en el castillo, pero solo será por esta noche.
- No importa, – habla Camelia – es mejor que dormir en tiendas de campaña.
- Tienes razón. – Agis asiente – dicho esto, estuve pensando algunas cosas durante el viaje… – hace una pausa – quiero que desde ahora, todas usen una Marca, de esta manera, podremos comunicarnos más fácilmente con Telepatía, podre saber en dónde se encuentran siempre, e incluso sería un buen método para protegerlas.
- Agis, – Petra interviene – pero el hechizo Marca se borra después de un tiempo.
- Eso es para el Arte Especial, pero acabo de aprender el Arte Oculta, por lo que será permanente. – habla con seguridad.
- ¡Increíble! Ahora sabes una nueva Arte Oculta. – Roser lo dice con admiración.
- Si, todavía no la domino a la perfección, pero creo que será suficiente; – se muestra un poco avergonzado – ustedes son muy importantes para mí.
- ¡Agis! ¡Querido! ¡Mi Amor! ¡Mi Señor! – todas hablamos al mismo tiempo y lo abrazamos con fuerza.
- Ya, ya… está bien… – corresponde nuestros abrazos y nos besa en la boca con amor – ahora, extiendan su mano… – todas lo hacemos – lo haré una por una, empezare por Leonora… [Arte Oculta: Marca]…
[Marca] es un hechizo de tipo Sellado de atributo Fuego; posee el mismo nombre en su versión de Arte Oculta y Especial, esto se debe a que sus efectos son idénticos, simplemente, la duración y costo de Unidades Mágicas es diferente; dicho de otra manera, es el mismo hechizo, pero más fuerte. Cuando se utiliza como Arte Especial, tiene una duración de 24 horas y un coste de 10000 Unidades; por otro lado, como un Arte Oculta, no tiene tiempo de duración y cuesta 100000 Unidades; como es bien sabido, permite detectar y lanzar hechizos de forma simultánea e instantánea fácilmente sobre el objetivo.
Por regla general, se utiliza para propósitos cívicos, como el alumbrado público, realizar anuncios, rastrear esclavos, monitorear las calles, entre otros. Aunque su efecto proporcionaría una gran ventaja contra un enemigo durante un combate, en la práctica, es imposible, ya que requiere una gran concentración y contacto físico directo por varios minutos; en consecuencia, su uso está relegado como apoyo entre aliados. No obstante, [Marca] es un hechizo muy difícil de aprender, incluso como un Arte Especial; adicionalmente, cuando se usa como Arte Especial, se necesita de mucha perseverancia para mantenerlo, después de todo, se debe inyectar Unidades Mágicas diariamente y emplear la técnica mágica Amplificar, de lo contrario, desaparecerá rápidamente. Así mismo, para aplicar este hechizo sobre una persona u objeto, hace falta contar con bastante tiempo, y poseer un gran talento en la magia, no cualquiera puede emplearlo de forma casual.
Agis aplica el hechizo sobre el dorso de mi mano, inmediatamente, siento un intenso ardor, similar a una quemadura, luego, se genera una cicatriz en forma circular con líneas y letras en su interior; observando con detenimiento, es una bella marca, similar a un Círculo Mágico. Este es un detalle particular del Arte Oculta, puesto que, cuando se usa como Arte Especial, la marca brilla de color rojo brillante, y no produce ningún dolor. El hecho de que mi querido Agis, realizara este Arte Oculta en tan poco tiempo, demuestra un increíble talento en la magia; muy pocas personas pueden hacerlo de manera rápida y efectiva. Reflexionando un poco sobre esto, esta marca es una señal de unión con Agis, eso me hace muy feliz.
De igual forma, Agis utiliza [Marca] en cada una; como es de esperar, algunas hacen un pequeño gemido de dolor, al sentir ese ardor, sin embargo, todas se muestran felices y sonrientes, parece que están pensando lo mismo que yo.
- Bien, – Agis se muestra satisfecho mientras mira la Marca en nuestras manos – con esto, me siento más tranquilo.
- Querido, esta Marca es hermosa, – Camelia lo dice con asombro – ni siquiera el mejor mago de Novadiulco podría hacerlo.
- No es nada, – lo dice con modestia – todavía tengo un largo camino por recorrer… – hace una pausa – pues bueno, ahora podemos comunicarnos fácilmente, e incluso, también puedo lanzarles hechizos de refuerzo y aumento desde la distancia; sin duda, esto será útil en todo sentido.
- ¿Mi Señor Agis aprendió este hechizo solo por nosotras? – Leila habla con voz conmovida.
- Por supuesto, – lo dice con una sonrisa – quiero estar seguro de que todas ustedes se encuentren bien.
- Agis, podrías haberla puesto en nuestro pecho, – habla Roser – sería inútil si un monstruo nos corta la mano.
- ¡Tonta! – Petra reprende a Roser – no digas eso.
- Jajajajajaja – Agis ríe con gracia – pensé que no les gustaría en el pecho; solo asegúrense de que no pase eso. ¿de acuerdo?
- ¡Sí! – todas hablamos al unísono.
- Pues bien, ya es hora de dormir. – Agis lo dice en tono casual – como pedí dos habitaciones, yo me marcho… – camina a la puerta.
Todas nos quedamos sorprendidas y lo miramos con estupefacción, es increíble que no quiera estar con ninguna de nosotras. Luego de caminar unos pasos, se voltea con una sonrisa; se estaba burlando, ¡este chico!
- Tranquilas, tranquilas, no me miren así; a ver, con quien voy…mmmm…. – se muestra pensativo.
- Será conmigo, ¿verdad Querido? – Camelia se acerca a él y lo toma del brazo; por mi parte, lo miro fijamente con ojos fríos.
- Lo siento Preciosa, esta noche será de Leonora. – me mira a los ojos, parece que entiende mis pensamientos – ven. – extiende su mano.
- Pensé que no lo notarias. – me acerco a su lado y tomo su mano.
- Está bien, – Camelia se aparta con expresión de derrota – mañana será mi turno sin falta. – lo dice con tono serio.
- De acuerdo… – Agis la besa en la boca para consolarla.
Después de una última despedida con besos y abrazos de Agis con las chicas, nos dirigimos a nuestra habitación. A diferencia de la anterior, esta solo cuenta con una cama más o menos grande, fuera de eso, su aspecto general no ha cambiado; en verdad, es lamentable que alguien de mi altura deba dormir en un lugar así. No obstante, nada de eso importa en este momento, porque ahora voy a tener una noche llena de amor con mi hombre. Sin dudarlo, me quito la ropa y me abalanzo sobre Agis; por su parte, me recibe con besos y caricias. En este punto, ya estoy muy excitada, desde hace unas horas, he estado aguantando a pura fuerza de voluntad, de lo contrario, habría usado mi magia para detener el carruaje y luego atacaría a Agis en medio de la carretera.
- Mi Amor, te amo mucho, eres todo para mí. – lo digo mientras le quito la ropa con prisa.
- Yo también te amo, eres muy hermosa. – lo dice con una sonrisa al tiempo que me mira con deleite.
Agis y yo hicimos el amor unas cuantas veces, hasta que estuvimos satisfechos. Debo decir que fue increíble; la sensación de sus manos tocando mi cuerpo, sus besos y caricias, sus palabras llenas de afecto y pasión, hacen que mi mente se ponga en blanco. Actualmente, estamos tomando un pequeño descanso, con lo cual, nos encontramos abrazados y completamente desnudos; me encantan estos momentos de intimidad, solo somos Agis y yo, sin ningún tipo de inhibición.
- Mi Amor, perdóname por presionarte, es que ya estaba en mi límite. – lo digo con cara de vergüenza.
- Está bien, Cariño, – me besa en la boca – sé que últimamente te he estado descuidando.
- ¿Te gustó? – pregunto con curiosidad.
- Por supuesto, – sonríe – siempre disfruto estar contigo, ya te lo he dicho varias veces, eres muy hermosa, ¿a ti también te gustó?
- Siempre me gusta, – aumento la fuerza de mi abrazo – ya no puedo estar con ningún otro hombre.
A medida que tenemos contacto con un hombre, las Gelum desarrollamos una dependencia física; nuestro cuerpo se adapta para estar con ese varón, de esta manera, es mucho más sencillo tener hijos, y es una forma de lidiar con la inexpresividad, producto de los efectos secundarios de nuestras cualidades raciales. Con el paso del tiempo, esta dependencia se incrementa, al punto en que solo podemos sentir excitación y embarazarnos únicamente con ese hombre. Para las otras razas, esta sumisión natural que poseemos las Gelum, es vista como una falla y debilidad, sin embargo, desde nuestra perspectiva, es una bendición; solo las Gelum conocemos el infierno de no poder realizar expresiones faciales, y lo frustrante que es desear tener hijos y no conseguirlo. Adicionalmente, es bien sabido que los efectos secundarios de las cualidades raciales, no se pueden curar con nada, e incluso, las otras especies ni siquiera tienen forma de lidiar con ellos, solo se limitan a compensarlo y soportarlo; por tanto, es algo milagroso que exista una manera de tratar con nuestros defectos.
- Ya veo… – se muestra un poco triste – ¿no te molesta eso?
- Claro que no, así somos las Gelum. – lo digo con naturalidad.
- No sé qué pasaría contigo si yo muriera, o desapareciera por varios días, es preocupante. – pone una expresión de aflicción.
- Ya te lo he dicho, nuestras vidas están conectadas, si mueres, yo también; y si desapareces, te buscaré por cielo y tierra hasta encontrarte. – hablo con un rostro lleno de determinación.
- Cuando dices que también morirás, ¿Qué significa? – me pregunta con expectación.
- Significa que me suicidaría. – lo miro a los ojos – sin ti, mi vida ya no tiene sentido.
- ¿No crees que eso sería muy triste y apresurado? Eres una princesa, y serás la futura Emperatriz, muchas vidas dependen de ti; no deberías pensar en quitarte la vida con tanta facilidad. – Agis se sobresalta un poco.
- ¿Triste? ¿apresurado? Creo que es algo lógico, – lo digo con tono serio – después de todo, la vida que tendría estaría llena de sufrimiento; no podría tener hijos, nunca volvería a sentir excitación, pasaría el resto de mis días con un rostro inexpresivo, y me harías mucha falta, sin mencionar que no me sería posible estar con otro hombre, en resumen, me quedaría sola y miserable. Además, te aseguro que mi país no caería en la ruina, alguien más me reemplazaría; ¿no has escuchado el refrán? "A rey muerto, rey puesto". Aunque sea una princesa, no soy tan arrogante como para pensar que todos me echarán de menos, o que voy a dejar alguna huella. – pongo una expresión audaz.
- Vaya… – se muestra asombrado – no creí que lo habías reflexionado con tanta profundidad.
- Jum – sonrío con burla – más bien, eres tu quien no ha pensado en eso; tu vida ya no es solo tuya, y ahora vales mucho más, ¿crees que soy la única que piensa de esta manera? Te aseguro que Camelia, Petra, Roser, y todas tus chicas, harían lo mismo; – hablo con confianza – debes tener cuidado con lo que haces, y cual camino vas a elegir, porque nuestras vidas están en tus manos.
- Oye, no pongas tanta presión sobre mí. – se muestra perplejo – ese tipo de cosas podrían atormentarme por las noches.
- Tranquilo, Mi Amor, – lo beso en la boca con pasión – simplemente quiero decir que nunca más vas a estar solo, y puedes contar con nosotras para lo que sea, no dejes que eso te moleste; además, la única que te atormentará por las noches, voy a ser yo… – me levanto y me monto sobre él – vamos a hacerlo de nuevo.
- ¿Todavía tienes ganas? – me pregunta con incredulidad.
- Por supuesto, no lo hemos hecho en 4 días, preferiste a esas tres – le respondo intentando parecer malhumorada.
- Lo siento, te compensare de inmediato. – lo dice con una sonrisa y luego me besa al tiempo que acaricia mis pechos.
- Mañana vas a dejar que alguna de ellas conduzca el carruaje. – le hablo mientras me dejo llevar por el placer – quiero viajar a tu lado.
- De acuerdo. – me responde a la vez que me besa por todos lados.
La forma en que Agis me mira, es muy excitante; también me gusta mucho cuando me toca los pechos y besa mi cuerpo. Aunque suene muy pervertida y atrevida, eso me confirma que soy atractiva para él. Obviamente, no soy esa clase de persona egoísta, que se limita a recibir placer y no devolverlo, con lo cual, le hago una felación, y uso mis pechos para satisfacerlo; como es de esperar, Agis se enciende rápidamente, y luego de varios minutos, eyacula en mi boca; como buena esposa y mujer complaciente, recibo su semilla con felicidad, y bebo el espeso líquido sin miramientos. Contrariamente a lo que cualquiera podría pensar, a mi parecer, el semen de mi hombre es tibio, dulce y con un aroma cautivador; muy probablemente, esto se debe a mi cualidad adaptativa como Gelum, no obstante, lo haría incluso sin eso, porque es el deber de una doncella, recibir con gozo la semilla de su hombre, y esto es una prueba innegable de que él me desea como la madre de sus hijos; de lo contrario, habría terminado en mi cara o sobre mi cuerpo, trato que reciben las prostitutas, algo que no estoy dispuesta a tolerar.
Como es normal, tan pronto un hombre eyacula, inicia su periodo refractario, sin embargo, en el caso de Agis, esto solo dura poco menos de 3 minutos, después de todo, él también se ha adaptado a corresponder la lujuria de mujeres exigentes y resistentes como yo; con lo cual, luego de un corto toqueteo, procedemos a hacer el amor como los Dioses mandan. El placer que experimento al ser penetrada por mi hombre es indescriptible, y cada vez se siente mejor, por eso me he vuelto adicta; adicionalmente, Agis es muy hábil en detectar y estimular mis puntos más sensibles, agregando que siempre asumimos posiciones muy excitantes que hacen del sexo una actividad divertida, versátil y esplendida. Al cabo de un tiempo, sus acciones se vuelven más salvajes, lo que me hace excitar aún más; en respuesta, realizo gemidos de deleite y muevo mis caderas con rapidez. Después de unos minutos de frenesí, eyacula dentro de mí y llego al orgasmo; el sentimiento de satisfacción es sublime, en momentos como estos, me siento como una verdadera mujer, y entiendo que Agis es el hombre de mi vida; tampoco puedo negar que me gusta la sensación de calidez en mi interior, me hace desear tener un hijo ahora mismo.
En definitiva, el sexo con Agis es extremadamente placentero y satisfactorio. Las sensaciones que logro alcanzar cuando estamos los dos, no tienen punto de comparación con una orgia; además, siento que, durante esos momentos, él es solo mío. Naturalmente, ambos terminamos bastante cansados, por lo que decidimos que ya era hora de acostarnos, obviamente, dormimos abrazados; nuestra desnudez solo fue cubierta por una simple sábana.
◇◇◇
Vía principal a Leocadio, Mercurak 1 de Aprilis del 1575.
Al amanecer, Agis y yo nos levantamos temprano, nos bañamos y vestimos juntos, desayunamos con las otras chicas, y reanudamos nuestro viaje a Leocadio. Como se había acordado, Filis está conduciendo el carruaje. Por otro lado, la ansiedad que sentía el día de ayer, ha desaparecido por completo, y ahora me siento renovada; en verdad, la abstinencia es una experiencia mortificante.
- Querido, el viaje de ayer fue muy aburrido sin ti; – Camelia habla con tono travieso mientras se aferra a su brazo izquierdo – todas son unas aguafiestas.
- Que mal, pensé que sería bueno que tuvieran una charla entre chicas; – lo dice con tono casual – además, ya lo he dicho muchas veces, quería experimentar lo que es conducir un carruaje tirado por una Bestia Mágica; debo decir que fue algo muy divertido.
- ¿Charla entre chicas? – hablo con sarcasmo al tiempo que lo tomo del brazo derecho – nos reunimos todas las mañanas entre nosotras para discutir sobre la Jerarquía de Esposas, creo que eso es suficiente.
La Jerarquía de Esposas no solo se limita a definir la posición de cada mujer, también es una estructura fundamental para distribuir la autoridad y responsabilidad, determinar que labores se deben realizar, la manera de hacerlas, establecer mecanismos de control, crear orden, entre muchas otras cosas; en resumen, es una herramienta necesaria para que un hombre pueda vivir de manera tranquila con sus doncellas. La razón de existir de la Jerarquía de Esposas, es generar un ambiente afable y estructurado, entre el hombre y sus mujeres, de tal manera que el varón no se sienta agobiado por sus chicas, ni se vea enfrascado en cumplir constantemente con las necesidades emocionales, sexuales y económicas de sus damas; en consecuencia, es una estrategia diseñada para que el hombre y sus mujeres puedan vivir en armonía, y con sus necesidades cubiertas en su gran mayoría; también, es una forma de garantizar libertad para el esposo, y que sus esposas contribuyan eficaz y eficientemente en la relación.
Para mantener una sana convivencia y que la jerarquía funcione, es necesario realizar reuniones matutinas, con el fin de discutir y evaluar nuestros comportamientos, distribuir las tareas diarias, etc.; después de todo, Agis se volvería loco si todas le molestáramos cada día con preguntas estúpidas y cuestionáramos su manera de proceder. Por tanto, nos limitamos a actuar con la intensión de apoyar a Agis a cumplir sus objetivos, no convertirnos en obstáculos, y evitar que se generen peleas, malentendidos, resentimientos, y todas esas cosas.
- Ya veo… – se muestra apenado – es que cuando se reúnen por eso, sus charlas son muy serias, creí que sería bueno tener alguna conversación ociosa.
- Eso no es necesario, – interviene Leila – Mi Señor es el alma de este grupo.
- Entiendo, – sonríe con nervios – parece que todavía falta que tengan más confianza entre ustedes.
- Si… – habla Sylvia – Mi Señor Agis no puede esperar que nos llevemos bien entre nosotras en tan poco tiempo; la Señorita Leonora y Leila, están con Mi Señor desde hace tiempo, pero las Señoritas Petra, Roser y Camelia, apenas tienen unos meses, y ni hablar de Filis, Nona y yo. – se muestra un poco tímida.
- Bueno… tienes razón, es solo cuestión de tiempo, debo ser más paciente. – Agis se muestra optimista.
- Por otro lado, – habla Petra – Mi Señora Leonora parece más alegre esta mañana.
- Por supuesto, Agis y yo pasamos una noche increíble. – lo digo con orgullo y alegría.
- ¡Qué envidia! Definitivamente, hoy es mi turno. – Camelia lo dice en tono de reproche.
- Ya, ya, – interviene Agis – no es necesario que discutan por esas cosas, ya lo he hecho con todas en estos últimos días. – lo dice con naturalidad.
- Pero de todas formas, – habla Roser – queremos hacerlo siempre, ¿verdad chicas? – mueve su vista a todas las presentes.
- ¡sí! – las chicas responden al mismo tiempo.
- En verdad, necesitan aprender a controlarse. – Agis lo dice con voz cansada.
- Es que Mi Señor Agis es un gran hombre, – interviene Nona – todas queremos estar con Mi Señor. – se sonroja un poco.
- Entiendo, – asiente – pero no deberían ser tan entusiastas sobre eso, parece que solo piensan en sexo. – lo dice en tono bromista.
- Mi Señor no sabe lo que es sufrir de efectos secundarios como estos. – habla Leila en tono de queja.
- ¡Cierto! – las demás asienten en acuerdo, mientras hablan al mismo tiempo.
- Sí, sí, sí, siempre dicen eso. – Agis se muestra incrédulo.
- Mi Amor, no te preocupes por eso, ya te acostumbrarás. – realizo una sonrisa burlona.
El resto del viaje fue muy animado y divertido, algo completamente opuesto al día anterior; en verdad, Agis es el núcleo de esta familia, tiene un gran carisma y liderazgo que nos enamora e impulsa a seguirlo a donde sea. Naturalmente, esto también se debe a que no nos conocemos muy bien entre nosotras, y tampoco hemos vivido experiencias que generen algún tipo de familiaridad; supongo que seremos una verdadera familia cuando tengamos hijos, los niños son una forma efectiva de crear lazos de unión y pertenencia.