Perspectiva: Camelia.
Novadiulco, Sexteris 10 de Ianuarius del 1575.
Es increíble que mi vida cambiara en tan poco tiempo, la Camelia débil y enferma ha desaparecido; ahora soy una mujer hermosa, fuerte y sana. Recordando el pasado, mi padre fue bastante sobreprotector, debido a que siempre fui alguien enfermiza; estaba a mi lado todo el tiempo y jugaba conmigo; sin duda, mi infancia fue muy feliz, a pesar de que me sentía un poco sola sin mi madre, y también porque era la única hija de raza Feérica.
Estuve rodeada de humanos la mayor parte de mi vida; asistí a una escuela especial para nobles, era la única hada en mi clase, aun cuando había muchas elfas, Marinus e incluso Gelums; ahora que lo pienso, eso fue extraño. Tal vez, mi padre hizo arreglos para que no tuviera con tacto con otras hadas; probablemente pensaba que sería infeliz al ver que ellas no eran como yo.
Hice algunas amigas, pero eran amistades superficiales, se alejaron de mí tan pronto como terminó la educación básica. A menudo me sentía aislada y triste por el comportamiento de mis compañeros, y en general, de todas las personas a mí alrededor; pensaba que algo no estaba bien conmigo, que era rara.
Como siempre fui alguien de constitución débil, nunca pude utilizar mis cualidades raciales. Me sentía como un humano, pero cuando veía las alas en mi espalda, sabía que no lo era. Siempre quise volar por los cielos, mi sangre me lo pedía, sin embargo, me era imposible hacerlo. En ese entonces, tenía rabia, llegué al extremo de arrancar mis alas y rogar que nunca crecieran; no obstante, mi regeneración, extrañamente, aun funcionaba; así que volvían a estar como nuevas en unos días. Al cabo de un tiempo, dejé de dañarme las alas, dolía mucho cortarlas o arrancarlas, y regenerarlas fue aún peor, era como tener un bicho picándote en la espalda las 24 horas. Me sentía como una discapacitada, ¿Para qué tener alas si no puedes volar? ¡Qué inútil! Incluso intenté aprender el hechizo [vuelo] en secreto, pero descubrí que no podía usarlo debido a mi raza; la naturaleza es sabia y cruel.
Yo era una gran Invocadora de poderosos Objetos Mágicos y Encantados. Cuando estaba en la escuela básica, nadie en mi clase podía derrotarme, estaba orgullosa de mi fuerza; fue una de las pocas cosas con las que me sentía a gusto. Un día, mi debilidad comenzó a empeorar, y afectó mi magia; a partir de entonces, ya no podía lanzar hechizos, ni usar habilidades; así que no tuve más remedio que separarme de mis valiosas armas invocadas; fue doloroso, literalmente, perdí una parte de mi alma. Con el tiempo, mi regeneración dejó de funcionar, si me las timaba, mis heridas perduraban por días; como consecuencia, me volví dependiente de pociones curativas y debía recibir tratamiento de Curanderos y Alquimistas regularmente. Eso me mantenía muy deprimida, ni siquiera los humanos más débiles y enfermos recurrían a eso. Secretamente deseaba ser una humana, al menos, no tendría que preocuparme por responder a las expectativas de ser un hada.
Los humanos lo tienen muy fácil, no hay cualidades raciales, por tanto, no sufren efectos secundarios; no tienen mucho poder, en consecuencia, bajas expectativas. Nunca he odiado a los humanos, solo sentía un poco de envidia, y me entristecía no poder usar mis cualidades raciales, ni mi magia. Mi padre siempre estuvo conmigo, eso hizo las cosas soportables durante un tiempo; pero todo empezó a desmoronarse cuando sentí terribles dolores en todo mi cuerpo, luego, manchas negras aparecían en mi piel. Estaba asustada, parecía que me convertiría en monstruo; recé a los 6 Dioses para que me curaran, no obstante, nunca respondieron a mis súplicas; desde ese momento, dejé de creer en ellos. Si bien, recibía tratamiento constante de Curanderos y Alquimistas para mantener mi estado de salud, sin embargo, eso ya no fue efectivo.
Después de muchos exámenes y pruebas, se determinó que tenía una rara enfermedad nunca antes vista, le dieron el nombre provisional Discogner. Se establecieron los síntomas y aplicaron algunos tratamientos, aun así, la cura estaba fuera de cuestión. Durante ese tiempo, fui confinada a vivir en aislamiento, debido a que mi cuerpo emanaba una energía extraña similar a la Corrupción; debido a ello, los Curanderos y Alquimistas juzgaron que podría ser peligroso para otras personas. Pasaba todo el día en mi habitación, sufriendo y llorando; intentaba distraerme con libros y otras cosas, pero era inútil. Pronto, dejé de llorar y me entregué a la desesperación. Comencé a experimentar desmayos frecuentes, y ni siquiera podía permanecer de pie o sentada; quedé postrada en cama, padeciendo en angustia y desconsuelo. Entre el dolor del despertar y la oscuridad de la inconciencia, deseaba desde lo profundo de mi corazón, que alguien viniera a salvarme.
Mi padre contrataba a los supuestos mejores Alquimistas y Curanderos del Imperio Caelum, e incluso, del continente Humus. Al cabo de un tiempo, todos fracasaban y luego me abandonaban. Me daban esperanzas para luego aplastarlas, odiaba a esos bastardos que se hacían los buenos samaritanos, cuando no eran más que escoria. Fingía ser amable y cordial, pero en el fondo, me volví fría e incrédula ante esas personas. Quería pedirle a mi padre que me permitiera morir de forma rápida e indolora, estaba cansada de sufrir; la vida perdió su valor para mí.
En ese momento, Agis Jardiel, mi amado, apareció; al verlo por primera vez, me sentí un poco extraña, por alguna razón, deposité mi confianza en él. Tal vez sea porque es alguien apuesto, o por que, simplemente, todavía conservaba un débil instinto de supervivencia. De todos modos, aún era escéptica y apática con él; sin embargo, mi condición comenzó a mejorar, y el dolor ya no era tan terrible. Mi amado venía a verme todos los días, y se quedaba a mi lado durante muchas horas para asegurarse de que sus medicamentos estaban funcionando correctamente; eso calmaba mi corazón, me hacía sentir que no estaba completamente sola en la desesperación.
Cuando mi amado me miraba a los ojos, podía ver con claridad que entendía mi dolor; eso me conmovió, y comencé a desarrollar sentimientos por él. Con el tiempo, mi estado se recuperó rápidamente, ¡era un milagro! Y estaba segura que solo era cuestión de tiempo para curarme. En las ocasiones que mi amado no estaba cerca, lloraba de la felicidad; me juré a mí misma, agradecerle y compensarle de forma generosa por todo su esfuerzo. Sin embargo, pronto descubrí que mi amado es una persona sencilla, tranquila y trabajadora; no le importa el dinero ni el poder. En definitiva, es un verdadero hombre que se da validación en función de lo que hace, en lugar de lo que es, o lo que tiene.
A medida que me recuperaba, podía notar la sensación de logro en el rostro de mi amado, sin un rastro de malicia; era una genuina emoción al saber que estaba curándome poco a poco. ¡Mi amado estaba feliz por mí!, ¡más que por él mismo! En ese momento, mi amor se desbordó, ya no podía controlarlo. Un poderoso deseo de estar con mi amado, despertó en mí; lo llamaba a mi habitación con excusas tan tontas, que hasta un retrasado lo sabría; me sentía como una estúpida, pero eso era todo lo que podía hacer para llamar su atención.
Regularmente, tenía sueños eróticos donde mi amado, me hacía suya; me despertaba con unas intensas ansias de tener sexo, deseaba que mi amado tocara mi cuerpo, me mirara de forma lujuriosa, e hiciera conmigo lo que quisiera. Este poderoso instinto sexual, era insoportable, hacía que mi sangre hirviera como lava y mi mente se llenaba de pensamientos lascivos; antes de darme cuenta, ya me había masturbado varias veces, mi cuerpo y mi cama estaban empapados en mis fluidos corporales. El hedor era penetrante y mareante; esto sucedió durante varios días de forma consecutiva. Mientras limpiaba ese desastre, estaba muy avergonzada por hacer semejantes cosas vulgares; pero no podía hacer nada al respecto, es un efecto secundario de mi Juventud Eterna y alguna que otra cualidad racial que estaba despertando. Por un lado, es una buena señal, significa que mis poderes están regresando con gran rapidez y vivacidad; en contra posición, estos impulsos solo empeorarían con el paso del tiempo, hasta volverme loca.
Nunca había sufrido efectos secundarios tan potentes en mi cuerpo y mente. Antes, eran ligeros, casi imperceptibles; seguramente, eso se debía a mi enfermedad. En ese entonces, me burlaba en secreto de algunas de mis "amigas" quejándose por eso; pero ahora entiendo que no son un juego. Honestamente, da un poco de miedo, estos efectos secundarios pueden hacer que una persona normal pierda la cabeza fácilmente, es imperativo que comience a controlarlos. Sin embargo, no es tan simple; cuando mi amado me miraba, aunque sea de reojo, surgía una imponente necesidad de abalanzarme sobre él; luchaba con toda mi cordura para no hacerlo. Por otra parte, en sus ojos, podía notar una chispa de atracción por mí; eso me hizo feliz, y me dio la voluntad que necesitaba para no caer ante esos impulsos, así como un gran motivo para entrenar mi transformación.
Al observar a las mujeres de mi amado, que venían ocasionalmente a mi habitación, noté un patrón en ellas, todas son especialmente voluptuosas, exceptuando a la hibrida; no podría esperarse menos de un ser inferior. De esta manera, comencé a desarrollar mi Alius, específicamente para él; por suerte, tengo talento en esas cosas, así que logré crear una imagen bastante sólida de mí misma. Cuando mi amado me confirmó que estaba cerca de estar curada al 100%, lo abracé con amor y felicidad.
Para mi sorpresa, mi amado se ganó el favor de mi padre, algo bastante difícil; debo decir que eso fue algo bueno, permitió que se quedara más tiempo en el castillo, e incluso, se convirtió en mi maestro. Me enseñó a utilizar correctamente mis cualidades raciales, y lidiar con sus efectos secundarios. Por lo visto, el poderoso impulso sexual que siento constantemente, es producto de mis Sentidos Aumentados, Juventud Eterna, y por la naturaleza un tanto salvaje de mi raza. En el momento que él estaba probando mi capacidad de transformación, tenía problemas para mantener y exteriorizar mi Alius; también quería probar su reacción a mis encantos; pero la expresión de mi amado fue muy corriente; también me entristeció entender que mis pechos no serán lo suficientemente buenos. Desafortunadamente, es imposible hacer mi pecho más grande de lo que ya es, de lo contrario, comienza a doler, y no puedo mantener la transformación.
Mis compañeras de raza, Petra y Roser, a petición de mi amado, se ofrecieron a enseñarme sus trucos; los aprendí rápidamente, y con ello, creé mi verdadero yo. El hada pequeña e infantil, desapareció y fue reemplazada por una alta, madura y bella mujer. De ahora en adelante, voy a enfocar todos mis esfuerzos en mantener mi transformación el mayor tiempo posible, o por lo menos, evitar mostrarle a mi amado, mi apariencia débil y patética.
Detesto mi cuerpo de niña pequeña y frágil, las personas que se atraen por esa apariencia, deben estar mal de la cabeza; las hadas sabemos por instinto, que no es nada sano sentir atracción sexual por un cuerpo subdesarrollado como el de una niña. Por sentido común, un hombre se siente atraído por las curvas, pechos y trasero femeninos, después de todo, son signos innegables de belleza, fertilidad, salud y sexualidad; una niña carece de esas cualidades, solo los locos psicópatas verían algo. De hecho, en la escuela había escuchado que estos lolicones, se casaban con hadas ingenuas, para luego torturarlas y matarlas. Incluso leí algunas noticias así en los periódicos que mi padre compraba de varias ciudades del Imperio Caelum y del Imperio Lignum; eso grabó un profundo miedo y odio en mí hacia esos tipos; tal vez mi sangre me decía que debía odiarlos.
Notando mi creciente e incontrolable deseo sexual, quería entregarme a mi amado. Logrando una transformación estable y duradera, me ofrecí a él sin una pisca de vergüenza; en verdad, las ganas de tener sexo me estaban volviendo loca. Francamente, fue la mejor experiencia de toda mi vida, el placer fue varias veces más grande que masturbarme o cualquier otra cosa. Desde ese día, solo puedo sentirme satisfecha cuando estoy con mi amado; con esto en mente, es normal que las hadas seamos tan pervertidas; no es posible contener las ganas, y sería muy estúpido negarse a semejante deleite. Un detalle a destacar, es que mi amado se siente deslumbrado cuando estoy transformada, pero en mi forma original, su expresión es bastante apagada; me alegra que no sea un asqueroso lolicon.
Afortunadamente, mi amado es un hombre sano. No hay nada de malo en sentirse atraído por un hada transformada en una mujer voluptuosa, al fin y al cabo, es la única forma que tenemos de mostrar nuestro atractivo; la Juventud Eterna es un problema en ese sentido. Desde que cumplí los 14 años, dejé de verme en el espejo; la corrosión mental inducida por mi apariencia infantil, hacía que pensamientos locos surgieran en mi cabeza: "córtate, algo puede cambiar", "quémate, tal vez quede una cicatriz", "arráncate la piel, tu regeneración no va a curar eso"; esas ideas perturbadoras, solo eran la punta del iceberg. Entre más tiempo me observaba, era peor. Actualmente, esas frases ya no atacan mi mente; tal vez sea porque estoy absorta por mi amado, o porque ahora puedo ver mi verdadero ser; fuere como fuere, estoy tranquila y feliz.
En este momento, me encuentro en mi habitación, estoy frente a un espejo observando mi cuerpo después de tantos años; he regresado a mi forma original. Entre más tiempo estoy transformada, más me gusta, es muy adictivo. Los incentivos de mantener mi transformación, cada vez son más grandes; el principal de todos, es la forma en que Agis me ve, sus ojos llenos de lujuria y admiración me vuelven loca, hacen que me ponga caliente en un instante. Otro punto a destacar, es la sensación de bienestar y comodidad que me produce; en mi forma original, me siento rígida y un tanto estresada; antes era soportable, pero ahora se ha vuelto muy molesto, ya no quiero sentirme de esa manera. Es entendible porque mis compañeras de raza detestan su forma original, es agobiante. También está el hecho de que mi cuerpo es más sensible al placer; cuando tengo sexo con mi amado, mi mente queda en blanco por tanta excitación.
Examino mi cuerpo pequeño y desnudo con detenimiento: pecho plano, trasero plano, de complexión delgada, y una cara angelical; terrible, es normal que mi amado no me prestara atención antes. Lo único bueno de mi forma original, es mi rostro, pero palidece ante la belleza que puedo alcanzar cuando me transformo. Mi cuerpo cambia súbitamente, ahora veo a una mujer alta y hermosa, aunque sus pechos podrían ser un poco más grandes, siguen siendo muy lindos; su trasero también es pequeño, pero tiene una extraña sincronía con sus piernas lisas y esbeltas; obviamente, esa soy yo, la verdadera Camelia Ferrer. Por desgracia, solo puedo ser yo misma durante unas 15 horas, todavía debo entrenar más; en consecuencia, me transformo tan pronto como me levanto y me acuesto temprano.
Contemplando la magnificencia de mi cuerpo, sonrío con satisfacción. Al cabo de unos segundos, recuerdo algo; activo el hechizo [Almacenamiento] y saco un pequeño cuadro, en el, se puede ver la imagen de una mujer idéntica a mí, está sonriendo al lado de mi padre; es notable el hecho de que su estómago se ve muy abultado, evidentemente, está embarazada. Esa mujer no soy yo, es mi madre, Ammia Ferrer. Al principio, me pareció un poco inquietante, pero no le presté mucha atención; no obstante, ahora estoy muy preocupada. Cada vez que me veo al espejo, surgen preguntas como: ¿Por qué mi verdadero yo se ve como ella? ¿Acaso algo me pasó mientras estaba enferma? ¿Soy un clon? Entre muchas otras. Me he devanado los sesos pensando en las posibilidades y encontrando las respuestas. Recuerdo que mi padre me dió muchas pociones y utilizó diversos Artefactos Mágicos; tal vez, algo me ocurrió y mi cuerpo cambió; eso me asusta un poco.
De todas formas, los métodos en que pueden existir dos personas idénticas es por medio de la clonación, aunque esa técnica es prohibida; también están las ilusiones, pero estas se desvanecen al cabo de unas horas; por último, están los dones, esos poderes pueden hacer cosas increíbles; pero yo no tengo dones, y estoy segura de que nadie en mi familia tiene un poder así. No soy un clon, de lo contrario, existirían señales notables en mi cuerpo, como marcas anormales de cortadas y cicatrices; además, mi Tarjeta de Estado reflejaría alguna habilidad extraña con signos de interrogación, pero cuando veo mi Estado, es normal.
Viendo la sonrisa de mi madre en esa imagen, me siento molesta, e inmediatamente activo el hechizo [Desintegrar], y el cuadro se convierte en polvo. Algo anda mal, no debería verme igual a mi madre, eso es anormal; ninguno de mis hermanos y hermanas tiene un parecido tan grande con sus respectivas madres o con mi padre; siento que alguien ha hecho un cambio en mi cuerpo de forma intencional. Solo una persona viene a mi mente, mi padre; desde que era niña, siempre me prestó más atención que a mis otras hermanas, pensaba que me quería más, pero ahora creo que tenía un motivo ulterior.
- ¿Qué pasa? – mi amado se despierta y me pregunta.
- No es nada, – me acerco a él y lo beso en la boca con todo mi amor – es solo que estaba pensando algo.
- ¿estás bien? – me pregunta preocupado al notar mi comportamiento extraño.
- Agis, sigue durmiendo, solo me estaba mirando al espejo, estoy tratando de acostumbrarme a este cuerpo. – hablo con normalidad.
- De acuerdo… – se acuesta una vez más.
Mi amado es muy sensible a la magia, se despertó muy rápido; aun así, estaba claramente cansado, es normal, anoche tuvimos mucho sexo. Estoy intentando controlar mis deseos sexuales, pero es difícil; nunca en mi vida había lidiado con estas sensaciones tan intensas. Menos mal que las mujeres de mi amado no son tan posesivas, de otro modo, estaría retorciéndome en mi cama, intentando consolarme inútilmente a mí misma, llena de locura y frustración. En este punto, la masturbación se volvió insípida, por el contrario, me siento mal al hacerlo. Solo cuando estoy con mi amado, es cuando me siento tranquila y segura.
Ver dormir a mi amado, hace que olvide mis preocupaciones. Sin duda la subclase de Archimago le viene bien, aunque, podría no ser suficiente, su poder es demasiado grande. ¿Por qué lo digo? Porque curó mi enfermedad; estoy segura de que mi padecimiento era incurable y letal, ni siquiera la Santa de la Curación quiso venir a sanarme, esa humana era consciente de que no podía salvarme, ni siquiera con su poderoso don que la hace inmortal. Pero mi amado lo hizo, eso lo convierte en alguien superior a la Santa y cualquier otro Apóstol de las 7 Iglesias; para curar una afección rara y mortal como la mía, se requiere de algo más que buena suerte y trabajo duro.
Ahora que ha nacido la nueva Camelia Ferrer, he notado que mi vida estuvo manipulada por mi padre todo este tiempo, tanto en la escuela como en la casa. Soy consciente de lo que se siente tener un fuerte deseo por alguien, y pienso que mi padre tenía ese mismo deseo por mí; estoy segura de que utilizó algún poder extraño cuando era un bebé. Eso fue lo que hizo que creciera con esta apariencia idéntica a mi madre; probablemente, también desencadenó mi horrible enfermedad. Mi amado mencionó una vez, que mi padecimiento estaba afectando mis genes, algo semejante a lo que hace la degradación, pero de una forma un poco diferente; para arreglarlo, tuvo que dejar que mi cuerpo aceptara y adaptara esos genes extraños con su compuesto alquímico. Esto solo eleva mi incertidumbre, tendré que descubrirlo por mi cuenta cuanto antes, no quiero molestar más a mi amado.
He estado considerando que mi padre estaba esperando el momento correcto para tomarme como su esposa, en reemplazo de mi madre. Él la amaba mucho, o por lo menos, eso dicen mis otras madres, hermanas y hermanos, así que no es una idea descabellada. Adicionalmente, cuando mi amado y yo le manifestamos nuestra relación, y la intención de casarnos, se mostró muy reticente, y nos dijo que lo pensaría por un tiempo, antes de dar su consentimiento; un padre no debería cohibir a su hija, mucho menos cuando ella ha encontrado un buen hombre. Aunque es raro que un noble quiera cometer incesto, todavía ocurre con cierta frecuencia, hay toda clase de gente loca; desgraciadamente, parece que mi padre es uno de ellos. Como un Duque, es fácil suponer que la gente no va a decir nada, ya que es alguien reconocido por su arduo trabajo en la ciudad Novadiulco. Reflexionando sobre esto, todo el amor que sentía por él, ahora, se ha convertido en un profundo resentimiento; debo confrontarlo y arreglar esto de una vez por todas.
Rápidamente me pongo ropa y salgo de mi habitación con cuidado para no despertar a mi amado. Me dirijo a la armería en el sótano del castillo; en ese lugar se encuentran guardadas mis armas de invocación; puedo sentirlas donde sea que se encuentren, después de todo, son parte de mi alma. Soy la hija del Duque, con lo cual, entro al lugar con facilidad; ningún guardia se atrevería a negarme la entrada. Así, las encuentro sin problemas y las guardo en mi Almacenamiento Infinito.
Antes de salir de la armería, una idea destella en mi cabeza, me detengo y observo mi alrededor, estoy rodeada de armas con grandes poderes destructivos, luego recuerdo el equipamiento de mi amado; es muy barato y de baja calidad, eso no lo puedo dejar pasar. De esta manera, me dispongo a recoger un hacha de armas fabricada con una aleación de Paradium y Gravitium, los metales más raros, caros y poderosos de Alfa; adicionalmente, posee encantamientos de grado Superior, el nivel más alto, por lo que tiene una fuerza tremenda; si a ello sumamos que también son de tipo Hibrido, el consumo de Unidades Mágicas debe ser bastante bajo; en términos generales, esta hacha es un Objeto Encantado de Clase Élite, podría decirse que es igual o más fuerte que cualquier arma mítica, con la que un guerrero solo podría soñar, creada para ser utilizada por individuos excepcionales, justo como mi amado.
Si tomo demasiados objetos de Clase Élite, es posible que las cosas se vuelvan problemáticas; podría atraer la atención de indeseables con tantas armas poderosas; en consecuencia, elijo otros equipos de Clase Superior y Avanzada, para completar el set de mi amado, así como el de mis compañeras de raza, exceptuando a la Princesa Imperial y esa mujer inferior; estoy segura de que la princesa posee sus propios objetos de Élite. Pensando en ello, es un poco egoísta de su parte no compartir equipo con su marido, aunque, supongo que la aterradora Emperatriz fue muy estricta con ella, por lo que apenas debe tener dinero y objetos. Por otro lado, sería un insulto para los herreros y artesanos, permitir que una Inanire utilice sus obras maestras, simplemente, no se los merece. Guardo todos los equipos en mi Almacenamiento Infinito y me dirijo al estudio de mi padre.
Mi amado me ha enseñado mucho sobre magia; aunque no soy tan poderosa como debería serlo, no seré derrotada por cualquiera. Estoy segura de que podría acabar con varios Caballeros; incidentalmente, mi amado podría someter con suma facilidad a cientos de ellos. Él subestima demasiado su fuerza, constantemente me dice que es muy débil, pero en realidad, posee un poder similar e incluso superior al de un monstruo de Rango S; si se volviera loco y usara toda su fuerza, esta ciudad estaría en ruinas. Mi amado posee un talento sin igual; aunque es de atributo Oscuridad, su destreza con los otros 5 atributos es magistral. Si me preguntaran si él es un mago de los 6 atributos, asentiría con total confianza; domina una gran cantidad de Artes Ocultas y su capacidad de combate cuerpo a cuerpo es increíble; puede derribarme fácilmente sin utilizar ni un solo hechizo.
Pensando en el increíble poder de mi amado, llego a la puerta del estudio. Voy hacer que mi padre me revele toda la verdad, no me importa recurrir a la violencia, estoy cansada de tantos secretos y mentiras; de todas formas, pronto dejaré la familia Ferrer, y seré parte de la familia Jardiel. Abro la puerta y entro con rostro serio.
- ¿Hija? – mi padre se sorprende al verme entrar – ¿pasó algo? – me pregunta al notar mi expresión.
- ¿Hasta cuándo seguirás fingiendo? – lo cuestiono con una mirada fría.
- ¿De qué estás hablando? – se muestra confundido – ¿puedes explicarme?
- ¡No te hagas el tonto! – pierdo los estribos – ¡¿Qué le hiciste a mi cuerpo?! No hay forma en que me vea idéntica a mi madre.
- Ya veo… – su rostro se torna sombrío.
- ¡Lo sabía! – rápidamente me acerco a él y lo tomo por el cuello con fuerza, es un humano, jamás podrá soltarse de mi agarre – ¿Qué le hiciste a mi cuerpo? – repito la pregunta con ira.
- … – me observa sobresaltado, pero no dice nada.
- [Arte Especial: Invocación]
Una espada negra aparece en mi mano izquierda, al mismo tiempo, lanzo a mi padre con fuerza hasta que choca con la pared, y luego cae al suelo; cierro la distancia y pongo el filo de la espada en su garganta.
- ¡RESPÓNDEME! – lo digo en voz alta.
- ¡Lo siento! – lagrimas caen de sus ojos – no sabía que eso te pasaría, ¡perdóname!
- ¿Por qué no respondes? – pregunto con impaciencia.
- Yo no fui el que lo hizo… – responde con reticencia.
- ¿Entonces quién? – le interrogo con el ceño fruncido.
- Fue tu madre… – lo dice con pesar.
- ¿Qué quieres decir? – quedo estupefacta.
- Tu madre tenía dos dones. El primero se llama Herencia; permite transferir de forma inmediata, todas las habilidades, gran parte de las Unidades Mágicas, entre otras características, del usuario a un objetivo, o viceversa… – se explica – el otro es Unión; comparte conocimientos, experiencia y características físicas. Cuando naciste, ella usó sus poderes para que fueras una niña fuerte e inteligente, pero esos dones le provocaban un grave efecto secundario, reducían su tiempo de vida y le causaban una extraña enfermedad degenerativa. – me mira a los ojos – se suponía que debías tener todos los poderes y conocimientos de tu madre; pero, a medida que creciste, noté que te parecías más y más a ella… – se muestra triste – entonces me di cuenta que ella no estaba tratando de darte sus poderes, estaba intentando transferir sus recuerdos, alma y aspecto. El poder de sus dones era mucho más grande de lo que pensé, tu madre quería apoderarse de tu cuerpo para continuar viviendo. – lo dice con voz entrecortada y llena de dolor.
- ¡¿Qué?! – me quedo asombrada – ¿Tu permitiste que me volviera así? – aprieto los dientes con fuerza.
- ¡No! intenté detenerlo, – habla con afán – pero solo lo empeoré; tu cuerpo comenzó a deteriorarse y sufriste de doble personalidad. Mientras dormías o estabas inconsciente, tu madre controlaba tu cuerpo.
- ¡Nunca me lo dijiste! – pateo su rostro con fuerza.
- ¡Ah! – hace un gemido de dolor – ¡yo logré evitar que se apoderara de tu cuerpo! – habla con vehemencia – pero ya estabas muy enferma; parecía que los efectos secundarios de sus dones se transfirieron a ti. Afortunadamente, el señor Jardiel pudo curarte. – se muestra aliviado.
- ¡Aaaaahhhh! – grito con frustración y comienzo a llorar, al mismo tiempo, lo golpeo repetidamente en el rostro con mi puño derecho.
- ¡Lo siento! – lo dice entre gemidos y chillidos – ¡lo siento! ¡lo siento!
- ¿Me estás diciendo que mi madre estaba tan loca que quería poseer el cuerpo de su propia hija? – pregunto con incredulidad.
- Yo… yo…. pensé que no haría tal cosa. – habla con voz triste – tu madre era reconocida como una aventurera muy fuerte, era un poco extraña, pero… en ese entonces, yo la amaba. – su cara hinchada y sangrante parece mostrar una expresión de aflicción.
- ¿Era una Extranjera? – le cuestiono
- …sí. – responde después de un tiempo.
- ¿Cuál era su clase? – pregunto por curiosidad.
- … Invocadora.
Al escuchar la respuesta, pierdo la fuerza en mi cuerpo, suelto la espada en mi mano y caigo de rodillas, llorando en desilusión y rabia. Al cabo de un tiempo, sonidos de pasos se escuchan fuera del estudio, seguramente, los Caballeros de Novadiulco están en camino.
- Camelia, Señor Ferrer, ¿Qué está pasando? – mi amado entra al estudio, parece que es el primero en llegar y notar el alboroto.
- ¡Agis! – me pongo de pie y lo abrazo con fuerza.
- Tranquila. – corresponde mi abrazo y acaricia la parte posterior de mi cabeza.
Después de calmarnos, despedir a los Caballeros y luego de que las heridas de mi padre, fueran curadas magistralmente por mi amado, nos instó a tomar asiento; sentado en el sofá de su estudio, procedió a explicar la situación con más detalle. Mi madre resultó ser una demente y psicópata Extranjera, que utilizaba sus dones para robarle los poderes a diversos hombres, engañándolos a través de la seducción y manipulación; en consecuencia, se volvió extremadamente fuerte en poco tiempo, alcanzando el rango S, convirtiéndose en una aventurera reconocida. Esto llamó la atención del Gremio de Aventureros y comenzaron a investigarla; en ese tiempo, mi padre la conoció y se sintió cautivado por su belleza. Ella engañó a mi padre y lo usó para retrasar la investigación, así mismo, le mintió sobre varios efectos de sus dones. Se casaron rápidamente y pronto quedó embarazada.
A medida que pasaba el tiempo, su salud empeoraba notablemente; tal vez lo tenía planeado desde el principio, o fue una idea que le vino a la mente al notar que se acercaba su muerte; de todas formas, decidió extender su vida transfiriendo sus poderes y transmigrando su alma al cuerpo de su hija. Cuando nací, empleo toda su fuerza para este objetivo; como resultado, murió al instante. Mi padre, totalmente engañado, cuidó de mí; al cabo de unos años, comenzó a notar algo extraño conmigo, luego, el Gremio de Aventureros le informó sobre la verdadera identidad de Ammia, quien resultó ser una mujer malvada y asesina; eso lo dejó sumamente decepcionado, pero, aun así, continuó criándome con amor.
Ya sea suerte o desgracia, mi padre confirmó mi anormalidad; mis capacidades raciales eran muy débiles y era muy enfermiza, algo que no debería sucederle a un hada. A través de varios procedimientos con Curanderos y Alquimistas, descubrió la terrible verdad, yo estaba sufriendo de una posesión progresiva, la cual, afectaba mi cuerpo, espíritu y mente.
Percatándose del engaño de Ammia, mi padre pensó en matarme, pero, no pudo hacerlo; en contra posición, ocultó la verdad, y decidió salvarme. Empleó todos sus esfuerzos en revertir los efectos de esos dones; por supuesto, la viciosa Extranjera alojada en mi cuerpo, no lo permitiría tan fácilmente. Como su control sobre mi aún era débil, solo podía poseerme cuando estaba dormida o inconsciente; durante ese periodo de tiempo, mataba a los Curanderos y Alquimistas, con la intención de ganar tiempo; incluso casi asesina a mi padre. En consecuencia, utilizaron diversas drogas y componentes alquímicos para sellar su magia, y por desgracia, eso también me afectaba a mí. Luego de mucho empeño y dedicación, encontraron la forma de contrarrestar la posesión; sin embargo, mi cuerpo quedó completamente arruinado por las potentes sustancias, hechizos y Artefactos Mágicos usados para separar mi alma de la de esa Extranjera, y destruir cualquier tipo de poder proveniente de sus dones.
Mi padre no se rindió y solicitó los servicios de los mejores en el área; no obstante, el deterioro físico era muy grave. Al parecer, si eso hubiera seguido, no me convertiría en un monstruo, en su lugar, me volvería una papilla de carne podrida debido al deterioro genético, y los efectos secundarios residuales de los dones de esa Extranjera, así como de los diversos métodos empleados para revertir el proceso de posesión.
Con todos sus esfuerzos, mi padre podía mantenerme viva, pero eso no duraría mucho tiempo; los costosos medicamentos cada vez eran menos efectivos, y ya no sabía que más podía hacer. En ese momento, mi amado apareció en el radar de mi padre, como un extraño mago con profundos conocimientos de alquimia, e increíble talento con magia curativa, pese a ser de atributo Oscuridad. Las recomendaciones del Gremio de Aventureros, y el excelente desempeño referido por los Curanderos del hospital, que exaltaban las capacidades de mi amado, hizo que mi padre tuviera esperanza por mi recuperación, así que decidió que lo contrataría por todos los medios necesarios.
Milagrosamente, mi amado logró curarme sin ninguna secuela aparente. Sin embargo, mi padre temía que de algún modo tuviera los recuerdos de esa Extranjera, después de todo, me veía idéntica y mostraba algunos rasgos de su personalidad; en consecuencia, se negó a dejarme libre tan fácilmente cuando le dije que me quería casar con mi amado. Él no tenía la más mínima intención de hacerme su mujer, sin importar mi parecido con esa Extranjera, o sabiendo el hecho de que, prácticamente, no compartimos lasos sanguíneos. Extrañamente, en mi cuerpo no hay ni una sola señal de que yo posea alguna familiaridad sanguínea con mi padre; podría decirse que, biológicamente, no soy su hija.
Esto explica mi afinidad a dos atributos; es seguro afirmar que es debido a que, mientras esa Extranjera controlaba mi cuerpo, de alguna forma, adquirí el atributo Luz; de lo contrario, le sería imposible realizar invocaciones, ya que es un requisito mínimo para ser una invocadora. De igual forma, ahora entiendo por qué me fue tan fácil dominar los hechizos de tipo Invocación, así como aprender las habilidades Almacenamiento Infinito y Recuperación Mágica Aumentada. Finalmente, esto también justifica el porque me veo idéntica a esa mujer.
Escuchando la escalofriante historia de mi padre, sentí un gran desengaño. Ahora, pienso que solo puedo aferrarme a mi amado, solo puedo estar segura si estoy a su lado; por ello, me acerco a él y lo abrazo, es la única persona en quien puedo confiar plenamente.
- No te preocupes, – sonríe para consolarme – todo va estar bien. – acaricia mi mejilla con cuidado, eso me hace feliz.
- ¿algún día me convertiré en una loca Extranjera? – le pregunto con miedo.
- Claro que no, ¿no acabas de escuchar? El Señor Ferrer ha logrado deshacer eso. – habla con confianza – además, yo no voy a permitir que suceda.
- ¡Agis! – lo abrazo con más fuerza – ¡quiero estar contigo para siempre! – expreso mis sentimientos más profundos.
- Parece que ya no puedo retenerte más. – interviene mi padre al ver como abrazo a mi amado – Señor Jardiel, espero que a partir de ahora cuide bien de mi hija.
- Por supuesto, – asiente – le aseguro que Camelia será feliz y estará segura. – habla con determinación.
- Muy bien. – se pone de pie – por favor, síganme…
Mi amado y yo lo seguimos por los pasillos del castillo con un poco de inquietud. No obstante, conociendo la personalidad de mi padre, y el camino que estamos tomando, lo más probable es que nos está guiando a su oficina principal, donde lleva a cabo todas sus labores como el Duque y dueño de la ciudad Novadiulco. En consecuencia, es seguro afirmar que, él mismo se encargará de realizar los procedimientos para convertirnos en marido y mujer de forma definitiva; por supuesto, en su oficina se encuentran todos los dispositivos necesarios.
Con esta cruel verdad que me ha sido revelada, he decidido perdonar a mi padre; sin embargo, esto no cambia el hecho de que me ha engañado durante la mayor parte de mi vida. Aunque todavía lo respeto y guardo un poco de afecto por él en el fondo de mi corazón, las cosas ya no pueden volver a ser como antes. Por otro lado, es sumamente decepcionante saber que mi madre era una mujer loca y malvada. Cuando era niña, guardaba envidia a mis hermanos y hermanas, ya que sus madres viven y siempre estaban con ellos; pero ahora, me siento como una estúpida al pensar en eso. Tal vez, desde una perspectiva positiva, fue afortunado que mi padre me criara, de no ser así, me hubiera convertido en una mujer similar a esa maldita Extranjera que me dio a luz.
No pienso maldecir mi existencia, y tampoco creo que todo mi sufrimiento sea completamente inútil; considero que ese dolor me permitió entender muchas cosas que no podría haber comprendido de otra forma; desde un punto de vista más pragmático, me ha hecho crecer como persona y adquirir una mentalidad fuerte. Aun así, esto no quiere decir que esté agradecida con los causantes de esa tortura; en definitiva, mi odio por los Extranjeros se ha incrementado. A partir de ahora, voy a hacerme más fuerte, tanto por mí, como por mi amado, y matare a esos bastardos para que no vuelvan a ocurrir casos como estos. Ahora entiendo que la amenaza que representan esos malditos Reencarnados, es mucho más grande de lo que pensaba; en verdad, los voy a matar con mis propias manos, así como a todos los traidores de las 10 razas que se atrevan a unirse a ellos y prestarles su ayuda.
Los Extranjeros son individuos peligrosos, de hecho, su nivel de peligro es mucho más alto que cualquier monstruo de rango E; por lo menos, las gentes son capaces de distinguir con facilidad que un monstruo es un ser maligno. Sin embargo, este no es el caso con los Reencarnados, comúnmente llamados Extranjeros; estos seres perversos plantan ideas extrañas en las mentes de las personas, alterando el orden social causando caos, muerte y destrucción. Así mismo, tienen la capacidad de introducir tecnologías que desestabilizan la economía, ocasionando desigualdad, peleas, hambre, y un sinfín de problemas.
Las personas ingenuas e influenciables, pensarían que las ideas que proclaman los Extranjeros son beneficiosas para la sociedad; no obstante, el mundo del que proceden estos individuos Reencarnados, es un lugar corrupto lleno de inmoralidad, deshonestidad y depravación. Aunque tuvieran buenas intenciones, están tomando pensamientos de un pozo lleno de maldad y oscuridad; este mismo principio se aplica a las tecnologías.
Por otro lado, los Extranjeros son denominados de esta forma, precisamente porque no se ven a sí mismos como habitantes de Alfa; como todo turista que visita algún lugar, poseen el anhelo de regresar a su tierra natal, y a medida que pasa el tiempo, se desesperan y frustran al no poder lograrlo; en consecuencia, comienzan a realizar toda clase de delitos y fechorías, intentando vivir y cambiar nuestro mundo, a como era el de ellos. Es muy probable que la tecnología creada por esos bastardos, sea producida con el fin de rememorar su tierra, más que para traer alguna mejora a Alfa.
Por supuesto, como habitante de Alfa, no voy a negar que aquí también hay maldad, locura y depravación; sin embargo, creo que ya tenemos suficiente con la nuestra, como para lidiar con la de otros mundos. Aunque pudieran existir Extranjeros que desean aceptar y vivir según las reglas de Alfa, al final, siguen siendo invasores. En este orden de ideas, no son diferentes a los monstruos; en otras palabras, extraterrestres, entidades ajenas a este mundo; de modo que, es necesario extirparlas, son una impureza que debe ser eliminada, de lo contrario, las 10 razas serian aniquiladas o conquistadas.
Luego de esta pequeña reflexión, llegamos a la oficina de mi padre. En el centro, se encuentra un mural de 3 metros de altura y 2 metros de ancho, sin duda, es el Artefacto Mágico llamado Pacto Eterno, donde realizaremos nuestros compromisos como marido y mujer.
- Señor Ferrer, ¿esto es lo que creo? – mi amado pregunta sorprendido al ver el Artefacto Mágico.
- Si, – mi padre responde con seguridad – es mejor llevar acabo el procedimiento de forma inmediata.
- ¿No se realizará algún tipo de ceremonia? – mi amado cuestiona con vacilación.
- Agis, ¿acaso no quieres? – le pregunto con nerviosismo mientras me aferro a su brazo con fuerza.
¿Mi amado está reacio a casarse conmigo ahora que sabe la verdad? Me siento muy insegura. Temo que se aleje de mí por ser la hija de una Extranjera; si él me rechaza ahora, no sabría qué hacer; podría obligarlo, pero mi corazón seria destruido en el proceso.
- No es eso, – acaricia mi mejilla nuevamente; eso disipó todas mis dudas – es que pensaba que se realizaría alguna celebración, después de todo, eres la hija de un Duque. – se explica.
- Señor Jardiel, no hay ningún motivo para hacer eso; – interviene mi padre – la única celebración que debe llevarse a cabo, es entre los recién casados de forma privada.
- Entiendo… – mi amado responde con rostro estupefacto.
De esta manera, se llevó a cabo nuestro matrimonio. Cada uno realizó el juramento estándar para este tipo de compromisos, tales como: protegernos, querernos, tener hijos, ser leales, entre otros aspectos. Personalmente, esos procedimientos protocolarios no me interesan en lo más mínimo; en este instante, todo lo que importa, es que por fin estoy unida a mi amado. Sin duda, este es uno de los momentos más felices de toda mi vida; a partir de ahora, estoy dispuesta a hacer cualquier cosa por mi amado, no permitiré que nadie se atreva a separarnos, y destruiré a cualquiera que tenga la más mínima intención de dañar a mi hombre.