Chereads / Destinos Entrelazados: El Alfa y la Omega / Chapter 64 - La despedida de la cabaña - VII

Chapter 64 - La despedida de la cabaña - VII

Sëlwer por tercera vez ante nosotros quienes permanecíamos atentos sin ninguna sospecha o presunción de lo que aquel pretendía hacer, nuevamente volvió a aullar, esta vez haciendo énfasis en la continuidad que aquel aullido contenía tras ser prolongado unos cuantos segundos en el tiempo, sin imaginar Emma y yo que aquel detrás acarreaba un momento bastante significativo para los dos.

A medida que el aullido se escuchaba justo al lado izquierdo de aquel lobo aparecieron dos figuras que iban haciéndose visible poco a poco, a medida que aquel aullido iba disminuyendo aquellas figuras clareaban tomando forma y contexto ante nosotros y ya para cuando Sëlwer guardó silencio aquellas se habían hecho completamente notables.

Valla sorpresa nos habíamos llevado Emma y yo, sorpresa que sin dudas contenía todas las letras que le conforman a aquella palabra junto a su esplendor.

Anonadado replique a Emma una vez intentando entender si lo que mis ojos observaban era cierto y no un juego hecho por mi propia mente.

— Dime que estás viendo lo mismo que yo, Emma te lo pido.

— Bueno Dominieck, todo depende de que sea lo que tú estes observando.

— Junto a Sëlwer están mis padres, dime por favor que los ves o acaso me estaré volviendo loco.

— No — dijo aquella mientras su voz se entre cortaba — no te estás volviendo loco, yo también los veo.

Mi madre y mi padre permanecían allí de pie observándonos manteniendo por sobre todo una placida sonrisa en sus labios.

Ante aquella imagen fue imposible para mí no ceder y por ende derramar de mis ojos algunas cuantas lágrimas, lagrimas que intentaba guardar sumamente contenidas dentro de mi pues por sobre todo detesto mostrarme débil ante los demás, cosa que al llorar se me hace difícil no hacer.

Por un momento aquellos nos contemplaron, con pasividad en aquel mismo lugar permanecieron, hasta que llegado el tiempo de marcharse miraron a Sëlwer con gran agradecimiento, loba que también para aquel momento hizo lo mismo y le dedicó a aquella una serena mirada llena completamente de afecto y amor.

Mi madre manteniendo la mirada fija en la misma, dijo con toda dulzura.

— Gracias por permitirnos este momento.

Inmediatamente en aquel instante, aquella dirigió nuevamente su mirada hacia nosotros y musitó con una voz tenue a Emma y a mí quienes podíamos a pesar de la distancia escucharla con perfecta claridad.

— Sé que ambos están sumamente sorprendidos de vernos, Sëlwer solo ha cumplido con uno de nuestros pedidos, digamos que esto es un regalo que ha sido creado para ustedes en la que mi amado y yo podemos otorgar nuestras últimas palabras a los dos seres más importantes de nuestras vidas.

Aerdmond por un momento dirigió sus ojos a mi padre, allí extendió su mano hacia él y la unió junto a la suya y continúo su proclamación.

— Lamentablemente ambos ahora son conscientes de que ya no estamos, pero Sonn y yo sabíamos que, al presenciarnos de esta manera, ustedes obtendrían a sus almas algo de nueva calma luego de conocer tan triste noticia.

Mi madre tras decir aquello guardó silencio y paso de en un primer momento de meramente mirarnos en igualdad a posicionar sus ojos enteramente sobre mí, por lo que fue justamente allí cuando nuestras miradas chocaron por igual que Aerdmond mi madre exclamó.

— Hola mi pequeñín, veo lo mucho que has crecido, no imaginas cuanto me duele no haber podido estar completamente presente en tu vida de una manera en la cual hubieras logrado disfrutar por completo del amor de tus padres como te lo merecías, pero lo hecho, hecho está y lo siento, lo siento tanto.

Sonn, mi padre tras Aerdmond guardar silencio tomo la palabra e indicó — nunca pienses que no te amamos, porque por amor a ti es que nos hemos completamente sacrificado, recuerda ser bueno pues no hay nada tan malo en este mundo como para que no pueda llegar a ser remediado.

De mi padre había salido aquello con tanta verdad y con tanta nobleza que no había manera de que aquello no diera que sentir a mi inquieta alma puesto que soy consciente de que si él o mi madre hubieran llegado a saber en vida todo lo malo que eh hecho en este mundo estoy seguro de que sin dudas se decepcionarían totalmente de mí.

Las lágrimas en mis ojos tras escucharlos comenzaron a fluir con una mayor fuerza y aun con mayor insistencia aquellas salieron sin que yo pudiese llegar a detenerlas, aquellas sin medida se deslizaron por mis mejillas dejando tras de sí un enorme rastro de dolor que me ahogaba y me consumía por dentro.

Así estuvimos un rato Emma y yo llorando consumidos por aquellos pensamientos que nos atormentaban tras haberlos visto luego de tanto tiempo, verlos sin dudas revivió en ambos sentimientos olvidados, sensaciones, penas, lamentos y todo lo que aquello acarreaba consigo.

Pasado unos minutos cargados de un gran desconsuelo Emma y yo los vimos finalmente desaparecer tras dejar en el aire el sonido que más ruido a echo en nuestros pensamientos y el cual sin dudas nunca olvidaremos, el son de sus tan esperadas últimas palabras se escuchó y fueron aquellos vocablos los que sin dudas han producido más aflicción en nuestras almas por el enorme peso que aquello nos hacía sentir — los amamos, nunca lo olviden — ambos gritaron e inmediatamente...

¡Posf! Con el batir de una placida brisa que aun chocaba contra el rosto de Emma y mío, mamá y papá se esfumaron tras convertirse en una nube de polvo celeste, que flotando subió hasta el cielo oscuro donde ya en él se desvanecieron sin dejar huella alguna.

Sëlwer pasado unos pocos segundos también nos soltó regresándonos a la realidad tangente una vez la oscuridad se disipo de nuestros ojos y quien tras observarnos por algún momento agacho la cabeza en señal de respeto antes de también salir huyendo y adentrarse a la niebla que conforma la barrera creada por ella.

La verdad cualquiera en nuestro lugar imaginaria que luego de tal momento la conmoción no nos iba a permitir hacer del todo frente al presente tan rápidamente, y sin dudas pensara bien pues tras aquello transcurrió sin reparo un buen rato hasta que finalmente Emma y yo logramos salir del caos que a nuestras mentes tal escena sumergió.

Ya listos y dispuestos con la mente fría y clara un tanto más animados, Emma y yo nos dispusimos a tomar todas nuestras pertenencias una vez regresamos a casa, acción que nos llevó a ceñir las mochilas sobre nuestras espaldas luego de habernos cambiado la parte inferior de nuestra vestimenta tras encontrarse empapada luego de nuestra aventura en el lago.

Poco tiempo después, una vez listos tomados por tranquilidad y la calidez por la compañía que ambos nos brindábamos por igual, Emma y yo tomados de las manos nos dirigimos completamente confiados hasta la entra dispuestos finalmente a salir de allí.

Ya al encontrarnos en aquel lugar ahora sin lagrimas humedeciendo nuestros ojos y dejando su marca al descender, con los pensamientos sumamente más estables y con el corazón más tranquilo, una vez nos detuvimos gire mi cabeza de vuelta hasta la casa para contemplarla con anhelo tras la inminente despedida.

Emma no muy bien noto que hice aquello cuestiono tras haber guardado silencio ya hacia un buen tiempo.

— ¿Cómo estás?

Al escucharla no pude evitar guiar mis ojos en su dirección para por ende prestarle completa atención ya que diera respuesta a su pregunta.

— Mejor que nunca Emma, mejor que nunca — formando una sonrisa bastante sincera en mis labios una vez conteste, tomando de nuevo la palabra indique mientras la miraba a los ojos.

— Y tu pequeña estas mejor.

— Algo conmocionada aun, pero ya se me pasara o al menos eso estimo.

— Veras que si, en todo caso finalmente salir de aquí pienso que nos hará bastante bien, estar en esta casa durante todos estos días a sacado tanto lo peor como lo mejor de ambos y lo sabes, aunque de alguna manera pienso que Sëlwer solo nos estaba probando o simplemente nos estuvo vigilando tanto como pudo.

— Porque piensas eso.

— Solo piénsalo, ella tuvo tiempo suficiente para mostrarse antes de que se presentara y que por ende no solo se limitase al hoy, pero sin embargó espero al último día para hacerlo y valla de qué manera lo hizo. No sé tú, pero siento que ella no estaba lo suficientemente segura de poder arriesgarse a que nosotros la viésemos, pero de alguna manera estimo que con nuestra convivencia algo sin dudas la hizo cambiar de perecer.

Ella por un momento miro hacia el horizonte rumbo a su lado derecho justo al frente apartando su vista evidentemente de mí y así se quedó por un momento concentrada como si se encontrase analizando lo que yo le había dicho pues probablemente yo pude haber exclamado algo que tuvo peso en ella.

— Ella entonces se parece a mí, nunca estamos lo suficientemente seguras de arriesgarnos en la vida, aunque tarde o temprano terminamos convenciéndonos y por ende nos arriesgamos a dar el siguiente paso.

— Podría decirse que sí, más sin embargo yo solo eh citado una simple suposición, fácilmente no podría ser llevado a cabo como yo lo eh planteado por múltiples circunstancias, de modo que podría haber sido lo anterior o por el contrario podría ser que ella solamente se encontraba esperando el momento adecuado para mostrarse, en todo caso ella es la única que ante todo si hablase, podría llegar a tener la última palabra en todo esto, mas no es así porque de ella solo viene silencio y nada más.

— Temo que me quedare con la primera opción porque justamente ahora me encuentro debatiéndome entre que hacer o no hacer con algo en específico.

— Y eso ¿Por qué?

Emma soltó mi mano, de seguido llevo ambas hasta su cuello y allí abrió el grafe del relicario por el que se mantenía sujeto el mismo, collar que desde el primer día luego de que entramos al estrecho ha llevado siempre junto a sí.

Contemplándola guarde silencio al verla como fluía, pues no quería interrumpirla más sin embargo deseaba verla ser y entender que era lo que pretendía realizar en aquel momento.

Con en el relicario una vez mientras este yacía en medio de la palma de su mano, Emma observándome replico.

— Sabes Dominieck si hoy hubiera sido aquel año en el que los abuelos me dejaron sola, y alguien me hubiera dicho que debía de entregar lo único que me unía a ellos, hubiera peleado con uñas y dientes solo para que eso no sucediese y estoy sumamente segura que incluso me hubiese importado poco el hecho de morir solo porque no me apartasen de lo único más importante en mi vida luego de ellos, pero sin embargo hoy entiendo que tú lo necesitas más que yo después de todo es tuyo y no mío.

Sus palabras al decir aquello parecían ser sinceras más sin embargo en su voz había un pequeño tono de arrepentimiento por lo que apartarse del relicario no era una idea sencilla para ella. Emma ya llevaba un buen tiempo siendo responsable del mismo, la cuidadora y la encargada de que nada le pasase por lo que eh de rendirle honores ya que realmente hizo un buen trabajo a lo largo de este tiempo.

Por un momento planee tomarlo, hacerle pasar un pequeño mal rato me pareció buena idea algo graciosa para ser sincero, aunque de todos modos era consciente de que no lo recibiría así que mirando cómo se encontraba con su palma abierta lleve mis dedos hasta ella y lo tome de allí tirando de la cadena.

Emma al ver que lo había finalmente aceptado por un momento agacho la cabeza tomada la tristeza ante las penas que aquello formaba en su ser y tomando ventaja de aquello en silencio la rodeé, me dispuse hacia su espalda y desde allí volví a ceñir aquel collar sobre el cuello de su dueña.

— Pero Dominieck ¿Qué haces? — exclamó con sorpresa al sentir como la cadena se deslizaba por su cuello.

Una vez lo asegure hice que aquella chica girara sobre su propio eje pues quería contemplar la cara de felicidad que aquel simple acto había formado en ella.

— Solo hago lo correcto Emma, ahora él te pertenece y no sería justo que yo llegase a arrebatártelo de la nada solo porque sea significativo también para mí, en todo caso no hay nadie mejor en este mundo que tu para cuidarlo. Mas ahora bien te lo digo como mis padres lo hicieron yo también lo hago, te lo entrego más con un pedido que como un simple regalo, tu Emma debes de quedarte conmigo desde ahora y para siempre, es la oferta que te hago sin compromiso sentimental por el momento alguno, a cambio te otorgo el relicario.

Related Books

Popular novel hashtag