CAPÍTULO 48- [Corazón Dragón, activado.]
(Tiempo atrás.)
Kei tiene muchas cosas que lo caracterizan físicamente, pero son cosas simplemente estéticas, como sus ojos, su lindo rostro, o incluso su cabello, pero hay una palabra que define perfectamente a Kei: Empatía.
—Disculpe, señor.
Kei, en su vida pasada, se acercó a un vagabundo que vio buscando comida en un bote de basura y le ofreció una hamburguesa, hamburguesa que Kei realmente quería comerse porque tenía mucha hambre, pero prefirió dársela a ese vagabundo porque él la necesitaba más que él, después de todo, Kei puede conseguir comida fácilmente en su casa, pero el vagabundo no sabe si será capaz de comer el día de hoy o mañana... O al menos esa es la forma de pensar de Kei.
—¿Tiene hambre? Tome, por favor.
—¿Eh? ¿Puedo tomarla?
—Claro, con confianza. Le garantizo que está deliciosa.- Dijo Kei, sonriendo.
El vagabundo la tomó y le devolvió la sonrisa a Kei.
—Muchas gracias, joven.
—De nada. Que tenga una linda tarde.
Cris lo tomó del brazo y lo jaló hacia él.
—Llegaremos tarde al cine.
—Es cierto. Adiós, señor.
Se alejaron de él caminando, hacia unas chicas.
Ese día, Cris lo invitó al cine, pues sus amigas querían acercarse a Kei, pero Kei pensó que solo lo habían invitado por lástima. Él quería rechazar la invitación porque no quería molestar a Cris en su supuesta cita con sus amigas, pero como Cris le iba a pagar la entrada del cine y la comida, aceptó sin dudarlo, pues Cris usó la debilidad de Kei: las cosas gratis.
Dos lindas chicas los acompañaban, pero Kei mantenía su distancia de ellas porque pensaba que ellas estaban interesadas en Cris y no quería molestarlas, al contrario de lo que ellas querían, pues ellas querían acercarse a Kei.
—¿No te morías de hambre? Dijiste que tenías mucha hambre, Kei.
—Tengo hambre, pero no tanta. No te preocupes, Cris.
Kei Edna es un chico demasiado empático con las personas, incluso salvó a una mujer de ser atropellada por un autobús sin pensarlo dos veces, sin importarle arriesgar su vida, y como consecuencia, murió y fue invocado a otro mundo.
Kei Edna es demasiado empático, pero esa empatía puede costarle la vida... Otra vez.
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Kei es un chico que está dispuesto a sacrificar su propia felicidad por otros. Cuando puede, ayuda. No se considera un héroe, pero tampoco es un villano.
Kei es un chico amable y bueno. Un chico que no merece sufrir... Pero, lamentablemente, ahora está sufriendo... Y demasiado.
—"p-puta madre"...
Kei estaba de rodillas ante Nero, bastante herido y agotado, decepcionando a Nero, que estaba prácticamente ilesa.
—¡¿Es todo lo que puedes hacer?!
Él intentó levantarse del suelo, pero Nero golpeó el estómago de Kei con su rodilla.
Kei vomitó sangre y Nero inmediatamente intentó cortarle la cabeza, para terminar con esta pelea, pero Kei no estaba dispuesto a rendirse todavía, a pesar de estar en un estado tan fatal.
Kei saltó, esquivando la espada por muy poco, y pateó la espada de Nero.
Nero soltó la espada y salió volando, ganándole un par de segundos a Kei.
Kei aterrizó y se alejó de ella. Intentaba recuperar un poco de energía.
Tenía heridas por todo su cuerpo y su ojo derecho estaba destruido.
Apenas podía mantenerse de pie y Nero estaba ilesa.
Un escenario bastante desfavorable para Kei Molfer, y lo peor, es que ni siquiera han pasado 5 minutos desde que empezaron a pelear.
—Solo han pasado 3 minutos, Kei Molfer. ¿Ya no puedes más? Patético.
Las piernas de Kei comenzaron a temblar y estuvo a punto de caer al suelo, pero logró mantener el equilibrio y chasqueó la lengua.
—Mierda...
—Decepcionante. Es mi culpa por esperar demasiado de un humano.
—Fufu. Tú también eres humana.
—¿Qué dices?
—Esa forma la llamaste tu forma humana, no tu forma demoníaca. ¿Qué? ¿Te avergüenza ser un demonio?
—¿Eh? Pues esta es mi forma humana, la identidad humana que uso. No vale la pena usar mi verdadera forma con un humano, no eres digno. Solo eres digno de que te mate con esta apariencia de mierda como lo son los humanos.
—... Vaya lógica de mierda, con todo el afán de ofender.
—Tsk. Ya me cansé de esto.
El brazo derecho de Nero se volvió rojo. Se convirtió en un tentáculo Slime.
—¡Terminemos con esto!
Tomó a Kei del cuerpo y él intentó levantar su espada.
No tenía la fuerza para hacerlo.... No hay nada que pueda hacer. La fuerza de Kei decayó demasiado, y ahora ni siquiera es capaz de levantar una espada.
Dándose cuenta de que posiblemente sea su fin, Kei, en lugar de suplicar por su vida o intentar razonar con Nero para que lo perdone, se preocupó por el bienestar de las estudiantes y su hermana.
Se preocupó más por otras personas que por él mismo, incluso en sus últimos momentos de vida.
¿Un idiota o una persona buena? Un poco de ambas.
—Oye... Las estudiantes no hicieron nada malo... Por favor, no les hagas daño. Te lo suplico.
Nero lo pensó por unos segundos y dejó escapar una sonrisa.
—No intentaste escapar ni te rendiste... Te ganaste mi respeto. No las mataré... Por ahora.
Nero saltó junto con Kei y comenzó a dar vueltas en el cielo. Ese fue un gran salto. Se podía ver todo el bosque desde arriba... Una caída de esa altura es fatal, y más considerando que gracias a las vueltas que está dando Nero, vueltas que van aumentando de velocidad, la fuerza de impacto se multiplica cada segundo.
Si Kei impacta contra el suelo, definitivamente morirá y solo quedarán sus restos esparcidos por todo el lugar.
Kei lo sabe perfectamente, pero en lugar de estar aterrado por estar cerca de la muerte, él está... sonriendo.
—¡Adiós, Kei!
Comenzó a descender rápidamente mientras seguía dando vueltas.
Nero está segura de que Kei definitivamente morirá, pero Kei tenía un as bajo la manga.
Un último truco que no le ha mostrado a Nero.
Su magia especial...
—Magia de resistencia...
Todo el cuerpo de Kei es rodeado por pequeños rayos rojos.
—80%.
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Mientras tanto, Mei jugaba con sus compañeras de clases en la orilla del mar, como si nada estuviera pasando, pues Kei, mientras peleaba contra Nero, puso un campo de insonorización para que nadie fuera a ayudarlo, pues, al darse cuenta del increíble poder de Nero, comprendió que nadie sería capaz de derrotarla, y si lo ayudaban, solo estaría condenando a las demás a morir en vano, y eso incluye a Drin que, aunque sabe que Kei está peleando, no sabe la gravedad de la situación, pues Kei no le ha dicho nada desde que le pidió quedarse a cuidar a Mei.
Kei peleó sin ayuda porque sabe perfectamente que nadie sería capaz de derrotar a Nero, incluyendo a Drin.
Y la propia Drin llegó a esa conclusión, pues ella fue la única que vio a Kei y a Nero en el cielo, cayendo mientras ambos daban vueltas, llenando de lágrimas los ojos de Drin.
—N-no, cariño...- Fue lo único que pudo pensar, por el shock, pues vio a Kei en un estado lamentable.
Mientras tanto, todas las demás se estaban divirtiendo... Hasta que una explosión interrumpió su diversión.
A lo lejos, en el bosque en donde estaba peleando Kei, una ráfaga de viento derrumbó a decenas, cientos de árboles. ¿Y el culpable? La gran explosión que provocó Nero al impactar a Kei contra el suelo, provocando una explosión como si de una gran bomba se tratase.
La ráfaga de viento se dirigía hacia ellas, pero afortunadamente una profesora reaccionó a tiempo.
—¡Magia de hielo!
Una enorme barrera de hielo apareció frente a una profesora y las estudiantes se acercaron rápidamente hacia ella, para protegerse.
Los árboles que salieron volando a causa de la explosión, chocaban con la barrera, destruyendo poco a poco la barrera, pero la barrera se regeneraba gracias a la energía mágica de la profesora.
La profesora se estaba esforzando demasiado para mantenerla, pero era capaz de resistir, y gracias a eso, las estudiantes no resultaron heridas.
—¡¿Qué está pasando?!- Preguntó Mei, asustada, pues Kei no había regresado todavía.
—¡Una explosión mágica! ¡Un monstruo está cerca! ¡Debemos irnos de aquí!
—¡Espere, Kei no está aquí, debemos buscarlo!
El viento se volvió más débil y se dispersó por completo.
La profesora suspiró al darse cuenta de que lo peor había pasado y se limpió el sudor de la frente.
—No tenemos tiempo. Debemos irnos.
—¡No me iré sin mi...!
La profesora golpeó el estómago de Mei y le sacó el aire, y mientras tenía su puño en su estómago, la golpeó en la cabeza, con la intención de dejarla inconsciente, y como Mei nunca se esperó ese ataque, no protegió su cuerpo con magia.
—Lo siento, Mei.
Mei cayó al suelo inconsciente y la profesora la cargó en sus brazos.
—¡Vámonos!
Las estudiantes y profesoras comenzaron a escapar... Excepto Drin y Grisia, que simplemente se quedaron inmóviles, preocupadas por Kei.
—Un monstruo de rango S, tal vez SS... ¿Un demonio?- Pensó la profesora para sí misma, mientras escapaba con las estudiantes.
Y no se dieron cuenta de que Grisia se quedó en la playa, porque nadie se imaginó que alguien tan orgullosa como lo es Grisia, se quedara en la playa para buscar a Kei, un hombre, y por eso las profesoras solo se preocuparon por escapar junto con las estudiantes, sin perder el tiempo de asegurarse de que todas estaban escapando con ellas.
Y ese error, le costaría caro al propio Kei.
—Kei...
—Cariño...- Pensó Drin.
Ignorando lo que Kei le pidió, Drin se dirigió corriendo al bosque... O lo que quedaba del bosque.
Al verla correr, Grisia decidió seguirla, pensando que ella la llevaría con Kei.
—Kei, espero que estés bien.- Dijo Grisia, intentando no llorar.
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Nero estaba sonriendo emocionada, pues nunca se esperó ver algo como lo que estaba viendo.
—Vaya... ¿Qué hiciste?
Nero estaba observando como Kei se levantaba lentamente del suelo. Estaba en un enorme agujero dejado por la explosión... Sobrevivió al ataque de Nero, algo imposible de imaginar para la propia Nero, que nunca se le pasó por la mente que eso podría pasar.
—Mi magia especial... Magia de resistencia... Me permite resistir ataques poderosos y sobrevivir.
Todo el cuerpo de Kei estaba rodeado por pequeños rayos rojos. Sus ojos se volvieron rojos como la sangre... Se veía... increíble.
Se veía genial y poderoso, pero esa apariencia genial no significaba que estaba bien.
Su ojo se regeneró y algunas de sus heridas desaparecieron... Pero seguía gravemente herido.
La magia de resistencia le permite resistir ataques poderosos, pero eso solo aumenta su resistencia, no le ayuda a volverse más poderoso, y eso significa que el escenario no ha cambiado, Nero sigue teniendo la ventaja.
—Todavía no lo controlo por completo... Pero te presento mi nuevo poder. "Kei modo rojo".
—¿"Modo rojo"? Ridículo nombre. ¿No se te ocurrió algo mejor?
—A mí me parece perfecto. Cuando uso este poder, el dolor desaparece un poco y mis energías vuelven. Aunque tiene efectos secundarios, por eso no me gusta usarlo.
Se pone en guardia, como si estuviera sosteniendo una espada, pero...
—Ahora, sigamos... ¿Eh?
Se dio cuenta de que no tenía su espada.
—¿Y mi espada?
—¿Te refieres a esta?
Nero recogió del suelo la espada de Kei.
—Me sorprende que no haya salido volando. Esta espada es especial, ¿eh? Interesante.
—O-oye, ¿m-me la devuelves, por favor?
—La forma que usas, se llama: "Control mágico perfecto". Cuando logras controlar ese poder, activas una magia especial. Hay diferentes magias especiales. Magia de resistencia. Magia defensiva. Magia ofensiva. Magia de velocidad. También existe una magia legendaria llamada: "Magia de tiempo". Eres interesante, Kei... Lamentablemente, ahora morirás.
Nero tomó impulso y de un solo salto se dirigió hacia Kei. Él, al darse cuenta de su inevitable final, simplemente sonrió, para irse al menos de este mundo con una sonrisa.
Drin y Grisia llegaron a tiempo para observar el ataque... Pero no tienen tiempo para ayudar a Kei.
—Adiós.
Nero atravesó el pecho de Kei con la espada Dragón falsa.
Destruyó el corazón de Kei... Kei y Drin saben perfectamente lo que eso significa.
Kei simplemente siguió sonriendo, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.
—¡Kei!
Grisia comenzó a llorar... Drin volvió a su forma humana. Estaba llorando y estaba furiosa al mismo tiempo, por no haber sido capaz de ser de ayuda para Kei en esta pelea.
—¡¡Cariño!!
Nero simplemente sonrió victoriosa.
—Si tu corazón es destruido, no puedes usar magia. No puedes usar magia curativa. Fue divertido mientras duró, Kei. Adiós.
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(Pov- Kei.)
Vaya, vaya... Me siento frío... Estoy muriendo... Todo se mueve en cámara lenta... Nero está sonriendo... Perdí otra vez... Supongo que no tengo lo necesario para ser un protagonista. Soy un perdedor... Lo siento, Zius... Te fallé. Chicas, cuídense... Las extrañaré... Madre, padre, Mei... Gracias por cuidarme... Sirvientas... Compañeras... Profesoras... Gracias por todo... Luna, no sé quién eres realmente, pero gracias por guardar mi secreto... Charlotte, Bandia, gracias por salvarme.
Es mi final...
—¡Kei!
—¡¡Cariño!!
Drin...
Volteo lentamente la cabeza para mirarla... Está llorando... Lo siento, Drin... Perdón... No lo logré... Soy un fracasado... Un idiota... Grisia, gracias por ser mi amiga... Gracias por tu amistad... Mei, me recuerdas demasiado a Nia... Gracias por cuidar de tu tonto hermano... Eres la persona que más extrañaré.
Adiós a todos... Adiós.
[Poder divino desbloqueado. "Corazón Dragón" activado.]
—Kei, si aceptas este poder, existe la posibilidad de que cambies o mueras. También existe la posibilidad de que este poder te acepte por completo. ¿Aceptas usarlo?
¿Qué? ¿Zius me está hablando? ¿Qué está pasando?
—Te quedan 5 segundos de vida. No hay respuesta. Activación de emergencia. 50% del poder total, activado.
¿Qué...? Mi consciencia... Todo se desvanece... Tengo sueño... Mucho sueño... Sueño...
•
•
—¡Drin, ahora es tu turno, traidora!- Gritó Nero, al darse cuenta de la presencia de Drin.
Pero antes de que Nero intentara correr hacia Drin, dos enormes alas de Dragón salieron de la espalda de Kei y golpearon a Nero.
Nero, que no se esperaba para nada ese ataque, salió volando y Kei rugió.
Sus ojos se volvieron negros y sus pupilas eran rojas.
Todas sus heridas desaparecieron por completo, como si nada le hubiera pasado.
Kei estaba ileso.
—¿K-Kei?
Drin y Grisia estaban confundidas... Grisia, por la sorpresa de la supuesta muerte de Kei, ignoró por completo que el gato de Kei se transformó en una mujer.
Sabía que eso había pasado, pero no tenía tiempo para preguntarle a Drin el por qué se transformó en una mujer.
—Cariño...
Kei se dirigió hacia Nero y comenzó a golpearla con sus puños, que estaban rodeados de fuego.
Kei no estaba hablando. Solo rugía. Parecía un perro callejero que estaba defendiendo su comida.
Parecía alguien salvaje y malvado... No, no solo lo parecía, lo era.
—P-perdió el control.- Dijo Drin, al darse cuenta de la situación.
—¿El control?- Dijo Grisia, confundida.
—Su poder mágico está descontrolado... Su cuerpo está sufriendo daños... No acepta su poder mágico... Si sigue así, morirá.
Nero intentaba defenderse, pero ninguno de sus ataques le hacía daño a Kei, asustando a Nero por el inesperado cambio que Kei sufrió.
Nero lo golpeaba sin piedad alguna, pero nada le hacía daño a Kei.
Kei colocó su mano sobre el rostro de Nero y aplastó su cabeza contra el suelo.
—¡¿Q-qué te pasó?! ¡Se supone que no puedes usar magia!
Kei se sacó la espada del pecho y su herida desapareció.
Usó magia curativa, algo imposible para alguien sin corazón, pero Kei sí podía usarla. ¿Por qué? Porque su corazón se regeneró... O más bien, porque su corazón sufrió una transformación también.
—¡Imposible!
Kei siguió golpeando a Nero y ella se estaba derritiendo. Podrá haber dicho que ella no tiene las mismas debilidades que los Slimes, pero los ataques de Kei estaban funcionando.
—¡Imposible! ¡Mi forma humana! ¡¿Qué estás haciendo?!
Nero no pudo mantener su forma humana y se volvió un Slime.
—¡No!
Y antes de poder darle otro golpe, Kei cayó de rodillas y comenzó a vomitar sangre negra.
—¡M-mierda! ¡¿Qué está pasando?! ¡Esto no tiene sentido!- Dijo Nero, aterrada.
Nero, dejando su orgullo de lado, intentó escapar, pero una barrera de hielo apareció frente a ella, impidiendo su escape.
Barrera creada por el mismo Kei.
—N-no.
Kei rugió y tomó a Nero con sus manos.
El cuerpo de Nero comenzó a congelarse.
—¡No! ¡No se supone que pase esto!
Nero se congeló por completo y Kei comenzó a reír como desquiciado.
Dejó a Nero en el suelo, y no conforme con eso, comenzó a destruir el bosque, o al menos lo que quedaba del bosque.
Drin no soportó más y se dirigió corriendo hacia él, para tranquilizarlo y traer de regreso a su Kei.
—¡Cariño, basta! ¡Ya ganaste!
Drin se acercó corriendo a él.
—¡Por favor, regresa! ¡Morirás si sigues así!
Kei, al verla, sonrió diabólicamente y se acercó corriendo a ella, con la intención de matarla.
Un ser que solo quiere ver a otros sufrir.
—¡Kei, regresa!
Kei intentó golpearla y Drin no intentó esquivar el ataque, pues sabe perfectamente que su Kei nunca le haría daño. Ella cree firmemente que su Kei sigue ahí, dentro de ese monstruo, y está dispuesta a arriesgar su propia vida para que Kei regrese.
—¡Cariño!
Kei se detuvo antes de golpearla.
Funcionó, la consciencia de Kei regresó al ver a Drin llorar.
—¿D-Drin...?
Drin abrazó con fuerza a Kei, mientras seguía llorando.
—¡Regresa a la normalidad, por favor! ¡No quiero perderte!
—¿Normalidad...?
Nero se descongeló, y en lugar de escapar, intentó atacar a Kei por la espalda tomando forma de espada.
Kei, que sintió su presencia, reaccionó a tiempo y atrapó a Nero con sus manos.
—¡¿C-cómo?!
Kei usó a Nero como plastilina y comenzó a darle forma.
Le dio forma esférica y Kei sonrió.
—Eres un Slime, después de todo. Mis manos me están ardiendo, pero no puedes derretir mis manos. Estoy protegiendo mis manos con magia de hielo, la segunda debilidad de los Slimes.
Kei tomó impulso y lanzó a Nero al aire.
Levantó ambas manos y sonrió.
—Drin... Gracias por la ayuda... Por cierto, Grisia nos descubrió. Explícale la situación después.
Kei comenzó a crear una enorme esfera de fuego.
Hielo comenzó a aparecer en la esfera.
La esfera ahora tiene una mitad de fuego y una mitad de hielo.
—Usaré toda mi magia en esto... ¡Esfera infernal! ¡Esfera invernal! ¡Combinación explosiva!
Kei le lanzó la esfera a Nero.
En el aire, Nero observó la esfera y maldijo a Kei con todas sus fuerzas.
—¡¡Desmolfer te matará, maldito...!! Desmolfer, te fallé... Lo siento.
La esfera impactó con ella. Al impactar, el hielo la congeló por completo en menos de 0.001 segundos, y el fuego provocó una gran explosión, que derritió y evaporó a Nero. Esa fue una enorme explosión. Nadie sobreviviría a eso, mucho menos un Slime.
Satisfecho con el resultado, Kei cruzó los brazos.
—Lo logré... Drin, ¿recuerdas el cliché del protagonista que está a punto de morir? Eso acaba de pasar. No sé qué...
Kei se quedó en silencio por varios segundos, preocupando a Drin, pues Kei se quedó inmóvil y sin decir nada.
—¿C-cariño?
Las alas desaparecieron y sus ojos volvieron a la normalidad.
Kei comenzó a vomitar sangre y desactivó su modo rojo. Volvió a la normalidad... Pero su cuerpo sufrió los efectos secundarios de su modo rojo. Sus brazos y piernas explotaron.
—¡Cariño!
—¡Kei!
Drin y Grisia intentaron ayudarlo, aplicando magia curativa en él.
—Drin... Llévame lejos... No quiero que Mei me vea de esta manera... Grisia... Confía en... Drin...
Kei se desmayó y Drin lo cargó en sus brazos.
—Necesito tu ayuda. Acompáñame.
—S-sí.
Mientras tanto, en Godfer, Fravi estaba observando una fotografía de Kei. Estaba sonrojada y excitada... Sí, sonrojada y excitada.
Estaba en su habitación... Y en su habitación tenía fotografías de Kei. Dibujos de Kei. Peluches parecidos a Kei. E incluso, una almohada enorme con forma de Kei e idéntico a Kei.
Una verdadera adicta a Kei.
—¡¿Por qué no te moriste, Kei?! ¡Quiero tener tu alma ya! ¡Quiero que seas solo mío! ¡No quiero que otras te tengan!
Y sí, Kei se convirtió en el reemplazo de Zius para Fravi.
(Nota del autor: Dejen comentarios, eso me inspira a seguir escribiendo. Recuerden, un comentario= un capítulo. Aparte, tengo un reto personal. Por cada comentario que reciba, haré 20 flexiones y 10 abdominales. :3)