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Chapter 33 - CAPÍTULO 31- Frima, "la héroe de fuego".

CAPÍTULO 31- Frima, "la héroe de fuego".

(Tiempo atrás.)

Frima, de 14 años, estaba observando con tristeza una aldea destrozada. Los aldeanos estaban muertos... Incluso había niños muertos.

Una escena bastante triste de ver para ella, cuyo corazón era puro y sensible. Una de las héroes que genuinamente actúan como una héroe, al contrario de Near, que actúa más como una villana.

—Llegamos tarde... Y mi magia no funcionará.

Ella tiene la magia curativa más poderosa. Puede regresarles la vida a las personas, pero con una condición: Si la persona tiene más de 2 minutos muerta, no revivirá. Si recién murió y no pasaron todavía 2 minutos, puede revivir.

Pequeñas lágrimas caían de sus ojos, al ver a una pequeña niña, muerta en el suelo.

La apariencia de Frima es hermosa. Su cabello es corto y azúl como el cielo.

Es considerada la más hermosa del grupo de héroes.

Near es considerada la más poderosa del grupo de héroes, y Frima es la segunda más poderosa.

Ella tiene el poder: "Fuego Dragón". Su magia de fuego es la más poderosa, capaz de volver cenizas a cualquier persona con una sola de sus esferas de fuego sin ninguna dificultad.

—Es asqueroso de ver, pero debemos seguir adelante. Los monstruos están cerca.- Dijo Charlotte.

—S-sí... Vamos.

A pesar de ser considerada poderosa y hermosa, ella siguió siendo una chica buena y amable. El poder no se le subió a la cabeza, como a cierta persona.

—¡Puaj! ¡Este lugar huele asqueroso!

Near sonrió y extendió su mano derecha, asustando a las héroes, que inmediatamente se alejaron de ella, excepto Frima, que inmediatamente le gritó a Near.

—¡¡Near, no lo hagas!! ¡¡No sabemos si hay sobrevivientes!! ¡¡Debemos revisar el lugar y...!!

—¡¡Es hora de limpiar!!

Near chasqueó los dedos y su [Espada Dragón], que estaba en su espalda, comenzó a brillar y cambiar de forma.

—¡¡No lo hagas!!

Frima intentó sacudir a Near, pero ella simplemente con una mirada, la detuvo.

Frima, al ver sus ojos furiosos, se detuvo.

—Cá-lla-te.

—Por favor, no lo hagas.

Near tomó su [Espada Dragón] y le dio una palmaditas en la mejilla a Frima.

—Si no quieres ver, ¡solo cierra los ojos!

Lanzó su [Espada Dragón] y, al impactar contra el suelo, todo el suelo de la aldea se volvió blanco.

—¡¡Detente!! P-por favor, déjame enterrar a los niños.

—Slime Draco: Explosión.- Dijo sonriendo.

Lejos de la aldea, dos personas subieron a una pequeña niña de unos 5 o 7 años sobre un enorme lobo negro.

La niña estaba llorando. Las personas eran sus padres. Ellos tenían cuatro ojos, dos bocas y, además, tenían ojos en los hombros. Eran muy raros a pesar de tener apariencia humana. ¿La razón? La sangre corrompida que recorre sus venas.

La sangre demoníaca.

—Mio, protege a nuestra hija... Por favor.

—¡Vamos a distraer a esas héroes!

Una gran explosión se escuchó detrás de ellos y una enorme ráfaga de viento casi saca volando a la pequeña niña, pero afortunadamente el lobo la atrapó con su cola.

—Esa explosión viene de esa aldea... ¡¡Corre, se están acercando!!

Ambos estaban llorando mientras decían eso. Un posible "adiós para siempre", de unos padres a su hija.

Mio, el lobo negro, asintió y se alejó corriendo con la niña.

—Perdón por dejarte sola, Nem.

—Con Mio a tu lado, sobrevivirás... Aléjate de las supuestas héroes.

—Fufu.

Los dos sintieron un escalofrío al escuchar esa risa y voltearon inmediatamente hacia atrás.

Near se dirigió hacia ellos corriendo.

—Los encontré.- Dijo con una gran sonrisa.

Los cuerpos sin vida de los padres de Nem, la pequeña niña, estaban en el suelo. Les cortaron las piernas, los brazos y la cabeza. No tenían ojos y tenían heridas por todo el cuerpo. Sufrieron demasiado antes de morir, simplemente porque Near quería desahogar su furia en ellos, por intentar escapar de ella.

El grupo de héroes se reunió, pero faltaba Frima.

—¿Y Frima?- Dijo Bandia.

—Está buscando a la niña que escapó.- Dijo Kaya, la portadora del [Escudo Dragón].

Lejos de ahí, Frima estaba parada frente a Mio.

Mio estaba gruñendo y Nem estaba temblando de miedo, causándole lástima a Frima.

Tuvieron suerte de que haya sido Frima la que las encontró y no Near u otra héroe, pues Frima ama a los niños y odia verlos sufrir. Además, aunque quiere salvar este mundo, no está muy de acuerdo con las acciones que las personas de alto rango de este mundo hacen, y prefiere desobedecer órdenes y evitar lastimar a una pequeña niña, que obedecerlas y matarla.

—Son monstruos, pero... Sus padres se sacrificaron por ella...

Sintió lástima por Nem, y aunque sabe que le advirtieron que debía matarlos por tener sangre demoníaca, se niega a hacerlo. Ella sabe que ellos tienen sangre demoníaca, pero investigó al respecto y encontró muchas incongruencias en la caza de esos seres. No los matan por provocar masacres, los matan simplemente por odio, por tener la sangre de sus enemigos, los demonios.

Según la religión Fravi, los que tienen sangre demoníaca no deben vivir, y por eso son asesinados, y eso es algo que Frima odia.

Odia la idea de matar por esa razón tan simple.

Y, aunque los padres de Nem hayan matado niños y a los aldeanos, ella sabe perfectamente que la pequeña niña no tiene la culpa de las acciones de sus padres.

—La Reina quiere que estén muertos... Pero es una niña pequeña... Una niña pequeña...

Cerró sus puños con fuerza y se alejó de ellas.

—¡Corran y no miren atrás! ¡Si se quedan en este país, morirán! No los mataré.

Sin pensarlo dos veces, Mio bajó la cabeza como señal de agradecimiento y se alejó corriendo.

Frima simplemente se acarició la mano izquierda y suspiró.

—¿Hice lo correcto? No lo sé... Pero no mataré a una niña pequeña... Nunca lo haré.

En su vida pasada, ella era una mujer de 35 años. Estaba casada y tenía 2 hijas. Ver a Nem le recordó a sus hijas y por eso las dejó ir.

—Daniela, Lina... Espero que estén bien.

Levantó la mirada y una lágrima salió de su ojo izquierdo.

—Algún día regresaré... Se los prometo.

Frima nunca se imaginó que dejarlas escapar, sería algo que cambiaría el rumbo de la historia y beneficiaría a cierta persona.

—Ah... Todavía siento ese sabor en mi boca. No sabe bien, pero tampoco sabe tan mal... Bueno, sigo siendo un principiante en este tipo de cosas.- Pensó Kei.

Kei estaba observando dormir a Drin y a Eris.

Estaban dormidas juntas y eso le pareció adorable, considerando que ambas se odian mutuamente. Bueno, Drin la odia, a Eris simplemente le gusta burlarse de Drin por sus reacciones.

Eris dormía abrazando una almohada, mientras sus orejas y cola se estaban moviendo, hipnotizando a Kei con esos movimientos, pues él no apartaba su mirada.

—Pescado, nya.

Mordió la almohada y Kei se emocionó al ver eso.

Para él, ella es una mujer linda y adorable. Y cuando ella sonríe, él piensa: "Quiero proteger esa sonrisa."

Una frase que se dice en su mundo cuando alguien se encariña mucho con otra persona.

—Es muy adorable... Adorable... Adorable... Linda... Linda...

Él se dio cuenta de algo. A su equipo le faltaba algo pequeño, lindo y esencial.

—¡Me falta la loli!

Sí, la loli. En las historias de fantasía, los protagonistas siempre tienen como compañera a una niña pequeña, o a una mujer con esa apariencia.

Kei le parece asqueroso eso último, pero él no tiene la intención de enamorarse de alguien que parezca una niña pequeña. Aunque ella sea poderosa, se prometió a él mismo que nunca le pondría un dedo encima a alguien que parezca una niña pequeña.

—A mi equipo le falta la loli y la chica que se enoja por todo. Es cliché, pero lo quiero... Aunque no quiero que una loli se enamore de mí... Quiero que me vea como su padre... Debo conseguir una niña de 8 o 10 años... Según el cliché, debo conocer a la niña en una ciudad... Ella intentará robarme o me pedirá ayuda... Y la chica que se enoja por todo la conseguiré en el gremio. Ella sería una aventurera poderosa y me odiará por ser más poderoso que ella. Y después de un tiempo, se enamorará de mí... Sí, eso funcionará.

Kei quiere seguir los clichés, pues cree que, si sigue esos clichés, sus oportunidades de victoria aumentarían.

Estiró los brazos y suspiró.

—Mi aventura acaba de empezar y ya conseguí dos compañeras poderosas. Mi historia avanza rápido... Y eso es malo... Tengo un mal presentimiento.

Miró por la ventana y suspiró de nuevo.

—Este mundo me encanta y lo odio. Tantas razas que me faltan conocer, tantas culturas, tantos países... Ah, desearía conocer el fondo del mar. Conocer a una Sirena... Oh, también quiero visitar el infierno... Tantos lugares increíbles, pero ni siquiera sé si seguiré vivo mañana, o pasado mañana... O la otra semana... Ah... Mejor no pienso en eso.

Se puso la ropa y salió de la posada por la ventana, en su forma como aventurero.

Aterrizó en el suelo y caminó con normalidad entre las personas, resaltando solamente por su apariencia. Él sabía eso, pero no se ponía nervioso. ¿La razón? Esa no es su verdadera apariencia, así que no se pone nervioso porque está usando una apariencia que no es la suya.

—Mmm... Tengo 20 minutos libres. ¿Qué puedo hacer? No tengo hambre... Oh... Mmm... Iré a ver si hay algún libro interesante.

Kei llegó a una biblioteca. A diferencia de la biblioteca escolar, en esta biblioteca se paga por leer, y si quieres comprar un libro, deberás pagar una gran suma de dinero, y no todos pueden darse el lujo de gastar su dinero en un libro.

Kei se dirigió hacia una empleada, que estaba atendiendo a una pequeña niña.

Esa niña contaba sus pocas monedas, esperando que le alcance para poder leer un libro.

—¿Y bien?

—L-lo siento, me faltan 100 Nerfis.

—Entonces vete.

—S-sí...

La niña estaba a punto de darse la vuelta e irse, pero Kei puso una bolsa con monedas en el mostrador.

—Oye, niña, toma el libro que quieras. Yo te lo compraré.

—¿Eh? ¿Q-qué?

—Disculpe, señorita, ¿tiene libros sobre otros mundos?

—Mmm... ¿De otros mundos...? Creo que te interesará uno nuevo que me acaba de llegar.- Dijo la empleada, mientras se daba la vuelta y se iba a buscar el libro.

Kei bajó la mirada para ver a la niña.

—No te preocupes, niña, escoge cualquier libro. Con confianza. No te lo cobraré.

—¿P-por qué lo haces?

—Tengo mucho dinero. Puedo darme el lujo de gastarlo en como yo quiera. Toma cualquier libro. No debes desaprovechar las oportunidades como esta.

—¡M-muchas gracias, Crisfa!

—... Oh... ¿Me conoces? Fufu. ¡Me estoy volviendo popular! ¡Pronto alcanzaré a esa tabla de Chersy y a Rinia!

—¡Uwaaaah! ¡N-no hables mal de Chersy! S-si se entera de que la insultaste, te matará.

—Sí, lo sé. Conozco perfectamente a esa loca. Bueno, ve por el libro. No puedo quedarme mucho tiempo.

—¡De nuevo, muchas gracias!

—De nada, niña.

—M-me llamo Angmia.

—¿Angmia...? Lindo nombre.

—G-gracias.

Ella se fue a buscar el libro y Kei se sentó sobre el mostrador.

—Sí... Sigo sintiendo una mierda de persona. Creí que ayudar a una pequeña niña me haría sentir mejor, pero me sigo sintiendo bastante mal... No sé qué hacer con mi vida.- Pensó Kei, deprimido.

Mientras Kei esperaba su libro, al otro lado del mundo, dos peligrosas mujeres estaban reunidas, hablando sobre él.

—Oh, vaya, vaya. Kei regresó... Está vivo... ¿Qué planean hacer sobre eso?

Frima se reunió con una chica en su casa.

La chica tenía el cabello rubio y largo, sus ojos eran azules, usaba una falda corta negra y una blusa negra. Sus pechos eran pequeños y tenía un adorable Slime en su cabeza. Tenía la apariencia de una chica de 15 años, bastante joven, pero lo era incluso más.

—La Reina lo quiere muerto. Si lo encontramos, lo mataremos, no tenemos otra opción. Me parece raro que el héroe Kei no solo siga vivo, sino que también sea capaz de derrotar a un demonio. Tenemos las sospechas de que él consiguió su poder de algún demonio.

—¿Creen que el héroe Kei se unió a los demonios?

—Es lo más probable. El héroe Kei no recibió magia de Fravi, ni siquiera una pequeña habilidad. Es imposible que él haya conseguido el poder suficiente para derrotar a un demonio sin ayuda. Es más que obvio que se unió a los demonios.

—Pero él mató a un demonio, ¿no?

—Posiblemente lo hizo para que no sospechemos de él. Es posible que lo haya hecho para que creamos que él no es un enemigo. Kei odia a la Reina, y posiblemente también odie a las héroes y, por supuesto, odia a Fravi. Tiene razones más que suficientes para unirse a los demonios.

—Ya veo... El país "Dresal"... Creo que Kei sigue ahí... ¿Necesitas mi ayuda para encontrarlo?

—Sí, por favor. Te pagaré el doble.

—Ya veo, ya veo. Ya comprendo...

Ella se terminó el café que estaba bebiendo y le sonrió.

—Acepto la misión. Cuando tenga información sobre él, te enviaré una carta.

—Gracias, Cris.

—Me retiro.

Cris salió de la casa de Frima y sonrió alegremente, aunque por dentro estaba aún más emocionada

—¡Kei, estás vivo! ¡Lo sabía, lo sabía! ¡Era imposible que estuvieras muerto! ¡No te preocupes, te encontraré primero y te protegeré de las héroes!- Pensó Cris, llena de felicidad.

Cris, la chica Slime, anteriormente conocida como Cris, el mejor amigo de Kei.

Ella levantó la mirada para ver el oscuro cielo, intentando no llorar.

—Kei, espérame un poco más, por favor. Por fin volveré a verte.- Pensó.

Aunque posiblemente no se imaginó que su reencuentro con Kei iba a ser modificado por cierta persona, que la observaba desde la cima de una iglesia.

—Vaya, vaya, vaya. Cris, Kei... Ambos se han vuelto poderosos... Fufu. Por fin puedo darle la bienvenida a ese asqueroso hombre que intenta matarme.- Dijo una mujer.

El enemigo principal de Kei

Después de una hora, Kei y sus compañeras estaban en la aldea Sepla.

Al llegar, Kei volvió a su forma normal y Drin volvió a su forma humana, pues la aldea está abandonada, no era necesario desperdiciar energía mágica.

Llegaron hace 2 minutos y no encontraron a nadie en la aldea.

Estaba abandonada, todo estaba silencioso.

—No hay nadie... Parece vacía... Revisen las casas.

—Sí... Un momento. Espera, cariño...

Drin observó una casa y entrecerró sus ojos.

—Hay alguien ahí. Sentí una mirada sobre mí.

—¡¿Hay alguien aquí?!- Gritó Eris, intentando que alguien le responda.

—Chicas, estén preparadas.

Kei se acercó a la casa.

—No somos malas personas, somos aventureros. Estamos aquí para investigar. ¿Nos podría decir todo lo que sepa? Voy a entrar, por favor, no me ataque.

Abrió lentamente la puerta de la casa.

—Oh... Vaya, vaya. No me esperaba esto.

Una chica de 15 años estaba dentro de la casa.

Tenía el cabello rosa y largo, y ojos rojos. Su cabello cubría una parte de su rostro, ocultando su ojo izquierdo.

Era una chica extraña, pues en sus hombros tenía ojos rojos y en su mejilla derecha tenía una boca extra.

Tenía un extraño tatuaje en su cuello, parecía como si le hubieran cosido la cabeza en el cuerpo, pero era un tatuaje solamente.

Usaba un vestido roto y sucio, y apestaba tan asqueroso, que incluso los ojos de Kei se pusieron llorosos por el olor.

Era muy plana... Y eso le pareció interesante a Kei.

—Es una "Semidemonio"... Es plana... Creo que mide menos de 1:60... Interesante.- Pensó.

Kei dio un paso adelante y la chica se alejó de él.

—Mi nombre es Kei. Es un placer conocerte.

—No me importa tu estúpido nombre.

Kei se sorprendió al escuchar eso. La chica no habló, habló otra chica.

—Tú no hablaste... ¿Hay alguien más aquí?

Un pequeño lobo negro subió al hombro de la chica. Tenía el tamaño de un pequeño Slime, sorprendiendo a Kei, pero no por lo raro que se ve, sino porque le pareció adorable.

—Si te vas y nos dejas tranquilas, no te mataré.

Kei se puso completamente rojo al verla y una gran sonrisa apareció en su rostro.

—¡Qué lindo! ¡Un lobo negro pequeño! ¡Eres muy adorable! ¡Ahhhhhhhh! ¡Quisiera acariciarte! ¡¿Me dejas acariciarte?!

—No me juzgues por la apariencia, idiota.

El lobo saltó y creció de tamaño.

Se volvió enorme y Kei levantó la mirada.

—Sigues siendo adorable para mí... Ustedes dos son poderosas, lo presiento. ¿Me pueden prestar su fuerza?

—¿Eh? ¿A qué te refieres?

—Me presento nuevamente. Mi nombre es Kei, y soy un héroe.

—¿Un héroe? ¿Acabas de decir que eres un héroe?

—Soy el héroe Kei, es un placer conocerlas.