CAPÍTULO 22.5- Kei, el bebé.
(Tiempo atrás.)
(Pov- Kei.)
Ser un bebé es muy incómodo... Demasiado incómodo... ¡¡Es un infierno!!
Cuando nací, no perdí los recuerdos de mi vida pasada. Recordaba mi vida pasada perfectamente... ¡Y odié eso! Al menos quería recuperar esos recuerdos cuando cumpliera 3 o 5 años al menos, para ahorrarme la tortura de ser un bebé.
¿Por qué? ¡Ser un bebé es horrible! Tenía que hacer del baño en un pañal, ¡un maldito pañal!
Fue horrible y vergonzoso. Afortunadamente, mi cuerpo se desarrolló rápido gracias al gran poder mágico con el que nací, así que no fui un bebé por mucho tiempo. Cuando logré moverme por mi propia cuenta, dejé de usar pañales, ¡pero eso no significa que olvidé lo que hacía cuando era un bebé! ¡Uwaaaah! ¡Fue tan vergonzoso!
—¡No quiero! ¡No lo hagas! ¡Kei, resiste! ¡Sé fuerte! ¡Usa tus piernas y ve al baño! ¡Maldita sea, odio ser un bebé!- Pensé, pues no podía hablar.
Estaba en mi cuna. Realmente no quería hacer del baño en un pañal, pero no tenía la fuerza para levantarme o gatear.
—¿Qué pasa, Kei? Tienes la cara roja. ¿Tienes hambre?
Mi madre me levantó y me cargó en sus brazos.
—Debes comer, Kei. Quiero que seas fuerte... Por favor, no me decepciones también.
—Espera... ¿Comer? ¡No de nuevo! ¡Esto es incómodo! ¡Eres mi nueva madre! ¡No quiero tomar de tu leche! ¡Al menos dame un vaso!- Pensé nervioso y asustado.
Se levantó la blusa y acercó su pezón a mis labios. ¡Mierda, eso era realmente incómodo! ¡Ella me dio la vida, yo la considero mi madre, y tener que hacer algo como eso me daba mucho asco! P-pero era un bebé, ¡debía hacer eso para sobrevivir y no morirme!
—No... No otra vez... Mi instinto de bebé me está obligando a comer... ¡Maldita sea!- Pensé.
Comencé a tomar la leche de mi madre, con asco.
—Mierda, debo soportarlo.- Pensé.
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Cuando tenía 11 meses de nacido, aprendí a leer. Me tomó tiempo comprender la escritura, pero cuando nací, desperté una habilidad llamada: [Aprender idioma]. Básicamente, me permitía aprender un idioma en poco tiempo. Fue bastante útil para lograr entender lo que las personas decían.
Esa habilidad me permitía escuchar a las personas como si estuvieran hablando mi propio idioma, pero también me ayudaba a aprender la escritura de un idioma con más rapidez.
—Ya veo... Las héroes realmente son poderosas.- Pensé.
Estaba leyendo un libro de historia en mi habitación.
Las héroes obtienen armas legendarias cuando son invocadas. Son armas hechas de escamas de Dragón. Según las leyendas, ese Dragón era la mascota de Fravi, y cuando murió, Fravi transformó su cuerpo en armas para dárselas a las héroes.
Charlotte poseía el veneno del Dragón. Bandia tenía las garras y la fuerza del Dragón.
Por supuesto, sentí envidia. También quería ser un héroe. Me sentí muy mal al ser discriminado y rechazado por el simple hecho de ser hombre, pero con el tiempo me di cuenta que otros hombres se sentían igual que yo. Ser un héroe posiblemente me hubiera dado una vida genial, llena de aventuras y las personas me mirarían con admiración, pero gracias a que no soy un héroe, tengo la oportunidad de lograr derrotar a Fravi y conseguir que los hombres y mujeres sean igual de importantes, logrando que la discriminación desaparezca, pero ese pensamiento lo desarrollé tiempo después.
—Realmente tengo mala suerte... También quería ser un héroe.- Pensé.
Una sirvienta entró a mi habitación y se sonrojó al verme. Ella tenía el cabello negro y corto, y ojos azules. Tenía orejas de gato, patas de gato y cola de gato. Era una chica gato, una raza que me encanta, pues son muy adorables.
Para ella, yo era simplemente un bebé tierno y adorable.
—Qué lindo. El amo Kei está viendo los dibujos del libro.
Se acercó a mí y me cargó en sus brazos.
—¿Quieres que te lea un cuento?
—Cuen... Cuen... to... no...
—¡Qué lindo! Estás tratando de decir que quieres un cuento, ¿no?
—¡¿Por qué no puedo hablar todavía?! ¡Mi hermana ya dice algunas palabras! ¡Realmente soy inferior! ¡Debo aprender a hablar!- Pensé frustrado. Realmente no quería que se burlaran de mí otra vez.
Por cierto, las sirvientas limpian la casa, pero también nos protegen. Son guerreras entrenadas por mi madre, para protegernos.
—¡Eres muy lindo, Kei! ¡Muy lindo!
Ella me abrazó con fuerza mientras acariciaba mi mejilla.
—¿Cómo desactivo mi habilidad?- Pensé.
Usé mi habilidad [Seducir mujeres] en ella. La usé para saber cómo funciona exactamente.
Ella es hija de "Maya Heimz", la mano derecha de mi madre. Su nombre es Yui Heimz y tenía 15 años. Y sí, ella estaba enamorada de mí, aunque ella no lo sabía, simplemente creía que se sentía así porque yo era adorable para ella.
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Cuando tenía 2 años, mi madre descubrió mi potencial, dando inicio al infierno.
Los atributos mágicos que una persona tiene, se descubre en diferentes edades, dependiendo del género de la persona. Con las mujeres se descubre cuando cumplen un año, y con los hombres se descubre cuando cumplen 10.
Mi madre, al enterarse que Mei poseía todos los atributos mágicos, inmediatamente se le olvidó que también tenía un hijo, a mí, y solo se enfocaba en entrenar a Mei, y eso me molestaba.
—No, Mei, muy mal. Aquí dice: "Folpe y Destino." Repite.
Mi madre trataba de enseñarle a leer a Mei. Desde que nacimos, nuestra madre le prestó más atención a Mei que a mí. ¿Por qué? Porque ella era mujer. Era su primera hija. En este mundo, las mujeres son muy superiores a los hombres. Mi madre realmente quería tener una hija.
—¿F-fol... pe... y Desti... no...?
—Bien. Ahora intenta leer esto.
Estaban en la biblioteca, mi lugar favorito de la casa.
Ellas casi nunca estaban aquí, pues mi madre le estaba enseñando magia primero a Mei.
Me acerqué a ellas, pues estaban leyendo un libro que quería leer.
—Madre, ¿ya casi terminas? Quiero leer ese libro también.
—¿Eh? ¿Leer? ¿Sabes leer, Kei?
—Sí, ¿por qué?
—¡¿Eh?! ¡¿Cuándo aprendiste?!
—Hace un año... Supongo. Por favor, ¿pueden leer otro libro? Realmente me interesa leer ese.
—S-sí.
Me entregó el libro y me alejé de ellas.
—Gracias.
—Espera... Lee la página 45.
—Claro.
Abrí el libro y leí la página.
—Folpe, el Dios creador de la naturaleza. Es el hermano menor de Destino. Cuando era un mortal, él era un legendario guerrero junto con su hermano. A pesar de ser hombres, las Diosas Kia y Nirfe, decidieron que eran perfectos para ser Dioses...
—Kei... Puedes leer perfectamente... Increíble.
Por supuesto, ella solo miraba a Mei, no me miraba a mí. Ella casi no sabía nada de mí.
Admito que me sentía muy celoso de Mei.
—Sí, gracias. No te preocupes por mí, soy un inferior, no valgo la pena. Sigue educando a Mei. Pero recuerda esta frase: "Nunca subestimes a las personas." No puedes juzgar a un libro por su portada... Por cierto...
El libro se congeló y mi madre abrió completamente los ojos. Estaba demasiado sorprendida, pues mostré control de mi poder mágico.
—Ya puedo controlar mi magia de hielo. Yo también puedo usar todos los atributos de magia. Soy como Mei, madre. ¿Sorprendida?
El hielo se derritió.
—Bueno, me voy a mi habitación.
Mi madre me tomó del brazo.
—También tienes la magia de tu abuela... Perfecto... ¡Perfecto! ¡Comenzaremos con el entrenamiento!
Y así, mis días de sufrimiento comenzaron.