Como habían pasado 2 horas desde que "despertó", ahora estaban en la penúltima clase del día. Volvió a su aula junto con los prefectos, que le dijeron que cualquier alboroto será tratado por ellos. Iyu actuó como lo haría una persona normal que pensaba que podría lastimar a alguien.
Al entrar a la clase, se encontraba el profesor de química dando una explicación con sus notas de pizarrón. Sus compañeros se fijaron en Iyu y empezaron a escucharse murmullos, otros optaron por no decir nada, esos fueron los que habían menospreciado a Iyu hasta el colmo.
Fabián estaba feliz por su amigo, al fin podría entrar a cualquier preparatoria de renombre que se proponga. Para entrar a una buena preparatoria debían tener excelentes calificaciones y algún poder, por lo que entrar a uno de esos era complicado, aparte de que solo tenían cupo para 5 personal al año. Como en esta clase estaban los mejores, era obvio que la mayoría tenía poderes, aunque no solo por eso eran mejores, también por sus altas calificaciones. Aunque muchos otros se quedaron como los mejores por el respaldo de su familia.
Iyu ignoró a todos y se dirigió a su lugar junto a Fabián, "Amigo, ahora ya puedes enfrentarte a tus hermanos, ya no tienes por qué vivir con ellos ahora que tienes poderes" dijo Fabián dando una palmada en la espalda de Iyu, "Lo sé, pero quiero que sufran, todos los que menospreciaron" dijo Iyu totalmente serio, "Sé que fue difícil para ti, especialmente cuando eras demasiado pequeño, no tengo ni idea de lo que sentiste, pero por favor, no hagas nada de lo que te arrepientas" dijo Fabián que escribía lo que explicaba el profesor.
"¿Algo de lo que me arrepienta?, no, solo una persona me ha tratado bien, como una persona y no un muñeco que no sirve de nada" pensó Iyu, él no iba a cambiar de pensamiento incluso si su mejor amigo y benefactor le dijera que no es correcto.
Mientras pasaba la clase, Iyu revisó de nueva cuenta sus notificaciones del sistema, quería saber sobre el inventario.
*Tarea adicional (Completado)
+2 puntos de estadísticas
+2 puntos de evolución (20 personas intimidadas)
Se ha desbloqueado el inventario.*
Iyu revisó su perfil, ya que no aparecía nada descrito en la notificación.
Usuario: Iyu Wel
Nivel: 1 (Exp 70/ 100)
Raza: Humano (Despierto)
Fuerza: 9
Destreza: 6
Agilidad: 8
Resistencia: 7
Inteligencia: 10
Energía: 100/100
Afinidad: 0
Bestia: 2 (Formas encontradas: Lobo) (Activado)
*Evolución: 2/20*
Habilidades: 0
***Bloqueado hasta el nivel 5***
Puntos disponibles: 4
Inventario: 0/100 (No hay ningún objeto en el inventario)
Como Iyu había completado las tareas del día anterior, puso otros dos puntos en fuerza, dos en resistencia y uno en destreza, dejando dos puntos del día anterior y los nuevos dos puntos de hoy.
Ahora bien, Iyu pensó en el inventario y le apareció la descripción.
Inventario:
Este es un lugar en donde puedes guardar tus objetos y sacarlos cuando tú quieras.
Dependiendo del objeto puede llegar a ocupar más lugares, puede deberse a:
-Es muy grande
-Es de algún nivel raro, divino, estelar o cósmico.
Estas armas y herramientas solo se pueden conseguir en la tienda.*
Iyu se fijó en lo último, la tienda. Si no podía tener habilidades, tampoco armas. "Subiré de nivel para eso, lo más probable es que subiendo de nivel lo consiga".
Terminaron las clases como de costumbre, aunque ahora circulaba los acontecimientos de la mañana. Los mellizos escucharon y estuvieron furiosos. Como ellos no eran de buenas calificaciones, lo único que tenían era sus poderes, estaban en segundo año y en poco tiempo tendrían que hacer una demostración para poder entrar a la escuela de despiertos, claro, también debían mejorar sus calificaciones.
Pensaban que, como Iyu no tenía algún poder, podrían pasar la prueba, ya que no muchos de segundo año tenían despierto su poder o de plano no tenían ningún antecedente con poderes, y siempre elegían a 5 de segundo y 6 de tercero. Pronto iba a comenzar una pelea, una que podría ser fatal para ambos bandos.
Ajeno a la furia de los hermanos, Iyu caminaba junto a Fabián, hoy era día de trabajo, así que lo ayudaría.
Los padres de Fabián eran las personas más amables que pudo imaginar. Lo trataban genial y siempre le decían que podía ir a su casa si es estaba en problemas, conocían muy bien la situación actual de Iyu y siempre se preocupaban, así que cuando su hijo les pidió que pudieran conseguir un trabajo para Iyu no dudaron en darle uno en su propia tienda.
Tenían una tienda bastante conocida llamada Werty, en donde vendían libros y muchas otras cosas, tenían bastantes sucursales y los poderes de esa familia eran relacionadas a los libros, aunque tenían otro uso si lo aplicaban bien.
Con el cambio que tuvieron los humanos para tener poderes, igual lo sufrieron otros seres vivos, causando que en determinadas áreas se encuentren bestias poderosas, los cuales eran cazados si ponían en riesgo a los humanos sin poderes. Esto era realizado por todos, tanto alumnos como maestros de la escuela de despiertos.
En la tienda Werty se podía conseguir partes de animales o esencias para las personas que experimentaban o las empresas pequeñas que hacían medicinas o elíxires con ello.
A Iyu se le había encargado revisar cada estante de la sección de libros de una de las tiendas que estaba cerca de la casa de Fabián. Si encontraba algún libro en un área que no era, lo ponía en su lugar, y si llegaban paquetes de nuevos productos, lo llevaría a la bodega para después acomodarlo.
Hoy no hubo ninguna de esas cosas, así que hizo las tareas diarias del sistema, solo tenía que correr y meditar. Justo cuando iba a empezar a meditar, sonó la campana que alertaba a Iyu de que llegaba un cliente.
"Buenas tardes, ¿en qué puedo servirle?" dijo Iyu con una sonrisa más que falsa. "Vine por un libro, lo encargué no hace mucho para que no lo vendieran más que a mí" dijo el cliente que era un chico un poco mayor que Iyu, tenía un uniforme militarizado, ojos grandes y azules que se veían a través de sus lentes redondos, cabello castaño largo que parecía maltratado, era la descripción de un introvertido y una rata de biblioteca.
Iyu agarró una libreta, era en donde estaban los encargos. "Dígame su nombre e institución" dijo Iyu que abría la libreta, "Azera Poot, Escuela de despiertos" dijo el muchacho.
"Escuela de despiertos, si es así, este muchacho es de un alto rango ya que puede salir de la escuela" pensó Iyu, él había investigado muchas cosas de antemano sobre la escuela que desde niño soñaba con asistir.
Iyu siguió buscando el nombre de Azera, lo encontró luego de muchas páginas. "Bestias y plantas despiertas en la actualidad y sus diferentes usos, ¿es ese libro?" preguntó Iyu, "Sí" dijo Azera.
Iyu fue al estante en donde estaba el libro, no estaba tan lejos, pero llegó más rápido de lo que él esperaba. Tomó el libro y lo entregó. "Tú eres un despierto, ¿verdad?" preguntó Azera, "Sí, no hace mucho que desperté" dijo Iyu volviendo a su lugar. "Esfuérzate para entrar, no tengo amigos ahí y quiero que tu seas mi amigo" dijo Azera con una sonrisa, "¿Por qué quiere ser mi amigo?" pensó Iyu con disgusto, aunque no lo demostró, "Disculpe, pero no lo conozco, ¿cómo podría ser amigo de alguien a quien acabo de conocer?" dijo Iyu tratando de que su voz no mostrara ningún signo de disgusto, "Oh, no te preocupes, pronto te explicaré por qué quiero ser tu amigo, pero primero, entra a la escuela de despiertos" dijo mientras daba la vuelta y se iba de la tienda.
El resto de la tarde se fue sin problemas, a excepción de un cliente molesto que se enojaba por cada cosa que le decían, Iyu lo echó. Terminó su turno, meditó y comió un poco en casa de Fabián. A las 7 de la tarde, Iyu estaba corriendo entre rutas alternativas para llegar a su "casa" y completar la tarea diaria. Ya cuando estaba por llegar, apareció la notificación, pero no solo eso le esperaba a Iyu.