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Chapter 3 - [Bosque Esmeralda]

El bello paisaje del Bosque Esmeralda. Una extensa porción del territorio de Vale que era reconocida por su frondosa vegetación, así como por albergar grandes poblaciones de Grimm. Era una locura el mandar a adolescentes hasta este sitio, pero, reglas de la academia. Sobrevolando la zona, un ave llevaba en su pico lo que sería la comida de este día para su familia antes de que escaseara. Nunca se sabía con qué cosas podría arrojarte la natura-

- ¡Pajarito, no!

Olvídenlo

Sacudiéndose las plumas de su cuerpo, Ruby desenfundó su arma con culpa tras el accidente, comenzando a disparar hacia el frente con el fin de disminuir su caída. Con una distancia prudente de los árboles, la desplegó al completo revelando una enorme guadaña escarlata, que fue anclada a un árbol para su descenso. No muy lejos de su localización, cierta peliblanca desenfunda un estoque el cual, al ser apuntado hacia el frente, comienza a generar glifos que la ayudan primero a disminuir su velocidad, y luego a manera de plataformas. Por el contrario, Ashen se mantenía en picada con una sonrisa desquiciada que, gracias al viento en contra, no podía ser tomada muy en serio.

[A este paso perderás los ojos]

-Si tú lo dices…

Entonces, las copas de los árboles comenzaron a verse demasiado cerca.

- [HAZ ALGO, PEDAZO DE BEOWULF]

Extendiendo sus manos hacia el frente, lo que parecían ser una especie de raíces oscuras se dispararon adhiriéndose a un árbol, dándole la oportunidad de columpiarse de árbol en árbol con gran agilidad. Quienes estaban en tierra podían ver la sombra del muchacho, y el cómo gritaba de emoción ante la mirada atenta de algunos animales.

¡WOOOOOOOOOOOOOHOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!

[Acantilado Beacon]

Monitoreando la actividad desde una distancia segura, gracias a que no todo ahí era materia orgánica, Glynda se encargaba de evaluar el desempeño de las parejas en el campo. Datos que servirían a la hora de formar los equipos. Aunque un caso casi perdido, era Ashen. Había algo en el que la hizo fruncir el ceño con disgusto.

- ¿Todo bien, Glynda? –Ozpin se giró para comprobar el estado de la mujer, recibiendo un asentimiento. –Deberías relajarte. Son perfectamente capaces.

-Lo sé. Pero ese chico-

- ¿Algún problema? –el tono casi monótono de Ozpin la hizo suspirar, desistiendo de su incomodidad.

-No señor. En lo absoluto.

Tras la respuesta, Ozpin regresó a su propio monitoreo. Durante este año se integraron grandes promesas. Y como director, era su tarea el estudiarlos, y crear cazadores formidables para garantizar la seguridad de Remnant. No importara el tiempo que llegara a tomar. Solo era cuestión de paciencia. Retornando hacia el bosque, el peli plata no paraba de columpiarse por las ramas sorteando cada obstáculo que se le interpusiese. Los Grimm en tierra ni bien comenzaban a perseguirlo ya lo perdían de vista. Esto era sencillo, con este ritmo llegaría-

[¡CUIDADO!]

Tan inmerso se encontraba en su propio mundo de adrenalina, que no se percató en el momento en que alguien se atravesó en su camino justo cuando se balanceaba cerca del suelo. La embestido contra esa persona los hizo rodar un poco antes de reponerse mientras se sacudía el polvo.

-Maldita sea, ¿Quién arruinó el espectáculo? –buscando al responsable de que su divertido viaje se haya acabado, se encontró con ese alguien frente suyo sobando su cabeza. Una chica de cabello blanco y ojos azules.

- ¡Oye, fíjate por donde vas!

- ¿Yo? Pero si tú estabas en medio del camino.

-Por eso mismo me sorprende que no me hayas visto. ¿Qué tan imprudente puedes ser? –la albina se cruzó de brazos, mirando hacia otro lado indignada.

-Igual tú. Estabas en medio de mi camino, ¿Acaso estás ciega? ¿Esperarás a que se detengan para dejarte pasar?

La discusión entre ambos comenzó, sin percatarse, o simplemente no les importaba, que una pareja entre ellos se había formado. Glynda quien monitoreaba esto, no pudo evitar tener un tic al ver que tan contrarios eran. Solo rogaba que no quedaran juntos en algún equipo. Al contrario, Ozpin reía ante el problema que se estaba presentando la cabeza la profesora.

- ¡Yang! ¡Yang! –habían pasado ya unos cuantos minutos desde que comenzó a correr por todo el bosque en busca de su hermana, sin obvio éxito. Y sus opciones eran limitadas. –¿Qué hago? ¿A quién más conozco en este sitio-? ¡AH!

En medio de su carrera, la menor de los ingresados pareció chocar contra algo que ella describiría como un muro. Algo que lógicamente la llevó al suelo desorientada.

-Ah…. ¿Alguien anotó la matrícula? –sacudiendo su cabeza para deshacerse del mareo, Ruby se puso de pie notando como la persona con la que había chocado, estaba recostada en el suelo.- Eh…. ¿Hola?

-Saludos. –dijo Penny tendida sin querer ponerse de pie.

- ¿Estás bien?

-Oh, por supuesto. –en cuanto se dio cuenta de su situación, Penny se puso de pie de un salto haciendo que la chica retrocediera.

-Jeje…bueno…supongo que esto nos hace compañeras… ¿cierto? –se encogió de hombros al no saber que esperar de ella. Y más cuando la vio entrecerrar sus ojos.

-Entonces, ¿eso nos hace…amigas? –se acercó peligrosamente a Ruby, quien comenzaba a sacar fuerza de no sabe dónde para seguirse inclinando hacia atrás y no caer en el proceso.

-Ah.... ¿Claro?

-Eso…es… ¡Maravilloso!

- ¿Eh? 0w0 –de pronto, Ruby se vio atrapada por los brazos de Penny quien la abrazaba con una fuerza que no parecía ser propia de una chica de su edad.

- ¡No puedo creerlo! ¡Mi primera amiga! Esto es absolutamente genial. No puedo esperar al momento para contárselo.

-Oye…muy bonito y todo, pero… ¿Cómo te llamas? –casi podía oír el coro divino dándole la bienvenida. Por lo que el que la soltaran fue un alivio.

-Oh, cierto. Mi nombre es Penny Polendina.

-Un gusto Penny, jeje. Ruby Rose. –extendió su mano para estrecharla y, si bien resultó como quería, el que fuera sacudida de arriba abajo debió de verlo venir.

-Seremos las mejores amigas, Ruby. Veremos el atardecer juntas, las estrellas, y ¿Cómo se llaman? ¿Cines?

-Penny…

-Ups. Lo siento.

Soltando a su compañera, Penny vio como Ruby se tambaleaba por unos segundos antes de caer sentada al suelo. Recorriendo un poco más el bosque, en alguna parte del mismo, Yang exclamaba a todo pulmón el nombre de su hermana, preguntando si alguien estaba aquí, ¿Por qué Black Bullet fue abandonado? En fin, no había nadie cerca para responder.

- ¿A dónde diablos se fueron todos? –posando sus manos en su cintura, se detuvo en medio del bosque mirando hacia todos lados. - ¿Habrá alguna fiesta a la que no me invitaron? ¿Será demasiado tarde para llegar?

Interrumpiendo sus propias dudas existenciales, la maleza a su alrededor comenzó a moverse obligándola a adoptar una postura de ataque, mientras desplegaba brazaletes dorados en sus antebrazos. Tras un par de segundos de movimiento, tan rápido como vino este cesó, desconcertando a la rubia. Pero claro, no era así de sencillo. Razonando su situación, saltó hacia un lado con ayuda de un disparo de sus brazaletes, evadiendo la embestida de lo que se podría considerar un oso. Uno enorme y con púas en su espalda. Como Grimm, era conocido como "Ursa". La bestia se alzó sobre sus patas traseras emitiendo un rugido antinatural, casi pareciendo un chillido. Yang detuvo su avance mirando a la criatura que se posaba al frente suyo, la cual era obvio no estaría sola, pues eran mínimo tres las que se ocultaban entre la maleza incluyéndola.

- ¿Con amigos? Lo siento, pero ese no es mi estilo. –sonrió Yang con burla preparándose para el combate. –Que sea en solitario.

Una de las bestias rugió antes de abalanzarse al combate, siendo imitado por la muchacha, corriendo al encuentro del otro. Momentos antes de caer en las fauces abiertas del animal, Yang disparó hacia el suelo ganando el impulso necesario para sortear la embestida y caer de pie del otro lado donde la esperaba otro Grimm listo para morderla. Reaccionando justo a tiempo le proporcionó un gancho ascendente directo en la mandíbula, seguido de varios golpes en su abdomen. En el último golpe disparó con ambos brazaletes, haciendo que el impulso la llevase hacia atrás donde pateó al tercer Grimm varias veces, antes de mandarlo a volar con un disparo directo en el rostro. Al tocar suelo, observó como el primer Grimm que había evadido venía directo a ella con sus zarpas en alto por lo que, viéndose acorralada, alzó sus brazos deteniendo el avance de las garras y que ocasionase un daño mayor.

Aplicando más fuerza, la bestia esperaba tener el combate asegurado ya que, ningún humano podría soportar esta clase de presión. A menos, eso tenía entendido en lo poco de su vida. Ya que de pronto, su extremidad se vio superada ante la rubia quien no parecía ser la misma. Su cabello parecía haberse vuelto llamas de un momento a otro, y sus ojos se tornaron carmesíes. Además del cambio físico, su fuerza parecía ser otro de estos pues estaba superando al Grimm sin esfuerzo alguno. Gruñendo al ver que su ataque era repelido, se dispuso a utilizar su otro brazo para terminar esto. Para su desgracia, Yang lo tomó de su brazo alzado y lo azotó contra el suelo creando un gran cráter en este. La potencia hizo que las púas en su espalda se rompieran e incrustaran en la espalda del animal, pero no se detuvo ahí, pues al ver que volvía a ser acorralada utilizó a su enemigo como arma para repeler primero a aquel que le disparó repetidas veces en el pecho para después, arrojarlo en contra de aquel que presentaba heridas en su rostro.

Reconsiderando sus objetivos, se impulsó en contra del Grimm con heridas en su pecho. Aturdido por el reciente golpe, la bestia apenas y tuvo tiempo de reaccionar ante el aluvión de golpes que impactaban su pecho, rematando con los perdigones de escopeta desde los brazaletes. Sus huesos se rompieron, y con un último golpe, su piel terminó de romperse directo en su pecho, provocando que su corazón explote. Ante la potencia, terminó derribado sobre una pila de árboles, desvaneciéndose lentamente entre una nube de humo oscuro. Deshaciéndose del cadáver de su compañero caído, el Grimm restante rugió tan alto como pudo ganando la atención de su contrincante.

- ¡¿Qué sucede?! ¡Acaso eres masoquista!

La bestia estaba a punto de arrojarse para tratar de acabar con esto. Vengar a sus hermanos caídos y…algo se lo impidió. Algo filoso perforó su pecho hasta su corazón, sintiendo como se expandía lentamente hasta reventar como si de un globo se tratase. Impresionada por esto, Yang se cubrió de la explosión que mandó a volar una extraña sustancia oscura similar al petróleo. Volviendo su vista hacia donde alguna vez estaba la bestia, se encontró con un pelinegro de ropas verdes, extendiendo su mano mientras mostraba una mirada serena. Volviendo su apariencia a la normalidad, Yang levantó un pulgar mientras sonreía.

-Podía con él. –Ren hizo algo similar, sonriendo un poco mientras asentía.

En tierra las cosas parecían ser más sencillas. Pero en el aire, no tanto. Guindando en una cuerda, cierto rubio miraba al horizonte reflexivo. Todo había sido muy rápido. Estaba en el aire y ahora estaba aquí, colgando de un árbol. Tuvo suerte, definitivamente. Aunque, su compañera pensaba distinto.

- ¿Qué sucede? –una pelinegra lo sacudió un poco, sacándolo de sus pensamientos, aunque no pareciera.

- ¿No te parece que la vida se va muy rápido? –murmuró Jaune, haciendo que Blake se detuviera antes de liberarlo.

-… ¿A qué viene eso?

-Nah…no lo sé. Solo hizo…boom…

-…si…quizás… -Blake acercó el cuerpo del rubio a la rama, antes de soltarlo del largo listón que usaba como cuerda y permitirle moverse.

-Bueno…gracias por no dejarme caer, pero… -miró hacia abajo con una sonrisa nerviosa. Estaba alto. - ¿Cómo bajamos?

- ¿Jamás fuiste a algún campamento?

-Eh…tuve suficientes…creo. –se llevó una mano a la cabeza tratando de hacer memoria, solo para arrepentirse segundos después.

-Bien. –asintiendo, Blake comenzó a descender, saltando de rama en rama con una facilidad que dejó sorprendido a Jaune. – Será mejor que no te quedes atrás.

-No lo haré…no lo haré.

Respirando profundamente un par de veces, Jaune comenzó a bajar del enorme árbol, murmurando cosas ininteligibles. Algo que lo ayudase a olvidar que estaba a varios metros del suelo.

- "Ven a Beacon, decían" "Será divertido, decían". Mejor hubiera sido médico o, policía. Es decir, casi muero en plena caída. Pero estoy seguro que eso me hubiera hecho sentir mal y estaría arrepintiéndome toda mi vida de no haberlo intentado con mis 15 futuros gatos- Espera, ya me escucho como señora esperando la quincena-

- ¿Que estás haciendo?

Interrumpido por las palabras de Blake, Jaune volvió a la realidad, encontrándose con que ya había tocado suelo, por lo que estaba arrastrándose de tal manera que simulaba escalar…solo que en el suelo…parpadeando un par de veces, se puso de pie tan rápido como pudo sacudiéndose el polvo.

-Jeje~ Perdón por eso, jeje.

-No importa. Solo avancemos. –la pelinegra negó varias veces antes de seguir caminando. Esto sería fácilmente una de las cosas más raras que jamás vio.

-Claro.

Por otro lado, Jaune, estaría feliz si esto jamás se supiese y fuera borrado de su mente. Por desgracia, eran vigilados constantemente. Dejando de lado las desgracias del pobre rubio, volvamos con quienes podrían ser fácilmente la pareja más volátil de la iniciación. Mientras se abría paso entre la maleza, Ashen no dudaba en usar esta como excusa para reducir a escombros algo de vez en cuando. Al contrario, Weiss parecía hablar más bien sola, pues el resentimiento de ser arrollada seguía en pie.

-No puedo creer que sigas caminando junto conmigo, por Dios.

- ¡Ey! El hecho de que estés en mi camino no significa que te esté siguiendo. –se cruzó de brazos ante esa… ¿excusa?

-Jojo~ Los Schnee aparte de perderse fácilmente son acosadores tsunderes~ Fascinante. –sonrió con burla llevando una mano a su boca para tratar de ocultarla "con clase".

- ¿Qué demo-? ¡Dices cosas que son falsas!

-Ah ya, y yo soy Superman.

[Ese simio me la-]

-Ya, ya, ya, no quiero detalles- ¿Espera cómo?

- ¿Me dices a mi loca cuando tú hablas solo? Adorable~ -Weiss devolvió la jugada realizando el mismo movimiento. A alguien no le gustó eso.

[Tsssss, te dijo esquizofrénico]

-Creo que eso es hipocresía, viniendo de alguien que hablaba sola momentos atrás.

-La compañía no es la indicada.

A estas alturas, las venas en sus cabezas comenzaban a ser evidentes. Sonrisas forzadas, y alguien riendo dentro de la cabeza del muchacho. Sin poder resistir más gracias a la tensión, ambos se lanzaron contra el otro empuñando su arma o preparando su puño. A escasos centímetro de conectar el ataque contra el otro, apenas y sus ropas se rozaron para seguir de largo y atacar a los Grimm que se abalanzaron sobre ellos. Especímenes que recordaba a un hombre lobo de pelaje negro.

-Al menos reconoceré que sabes captar el ambiente. –alabó la albina mientras giraba y empalaba a un Grimm directo en el pecho.

-Lo mismo digo, Schnee.

El peli plata hizo lo mismo bloqueando un zarpazo antes de seguir con un derechazo para, utilizando el impulso, sujetarlo de su pata para comenzar a dar vueltas y arrojarlo en contra de más Grimm que se avecinaban. La pareja se mantuvo inmersa en una pequeña batalla contra una manada de Grimm conocidos como "Beowoulf". Soldados rasos dentro de la jerarquía Grimm, por lo que el combatir contra ellos era por de más sencillo, incluso para ellos. Las estocadas por parte de Weiss eran precisas y elegantes, sin llegar a fallar de su objetivo. Su peculiar arma contaba con un tambor parecido al de un Revolver, permitiéndole cambiar entre munición elemental que recorría la hoja del arma. En cambio, Ashen, prefería lanzarse a puño limpio. Si bien su experiencia comparada con la de un cazador en puño limpio era abisal, sabía defenderse bien gracias a los entrenamientos en Atlas. Además, la sutil ayuda de V dotándolo de guanteletes en ocasiones era útil.

Aunque hablando no pudieran concordar tan bien como se quisiera, en la batalla estaban demostrando coordinarse a la perfección. Abrumando la percepción que los Grimm tenían de la batalla puesto que, si Weiss estaba vulnerable, era una facha para que Ashen apareciera tras suyo y les rompiera la cabeza de un golpe. Esa ventana de oportunidad tras el golpe era respaldada por las acometidas de la Schnee, sumando el factor elemental que abarcaba un área de temer para el enemigo. Las oportunidades eran escasas y, estaban siendo acorralados.

[Es como ver a dos desgraciados en su primera cita. Sublime~]

- ¡Silencio, V!

Saltando hacia un grupo de Beowulf, Ashen descendió con una patada que acarreaba la suficiente potencia como para elevar una nube de polvo, alzándose sobre los árboles de la zona.

Alarmándose por esto, una chica de cabello rojo miró hacia el bosque aprovechando la colina en la que estaba para asegurarse de que nada las siguiera. En cambio, solo vio una cortina de polvo alzándose en la lejanía. Sonrió al suponer que muchos se estarían divirtiendo con esto. Conocía a varias personas que lo hacían y no tenían miedo en demostrarlo. Como la chica que estaba alzando su mazo sobre un Ursa.

- ¡Jajajaja! ¡Soy la Reina! No tocarás mi abrigo, Charlie. –declaró señalando el cadáver de otro Ursa descomponiéndose.

-Siendo honesta, Nora, ¿No crees que te pasaste un poco? –viendo el desastre que la chica había causado, la pelirroja sonrió nerviosa.

-Eh… ¿Ups? Jeje.

-Bueno, continuemos. Algo me dice que no debemos estar muy lejos. –la chica comenzó a caminar tan rápido como podía, el tiempo estaba en su contra.

-Como digas, jefa.

Compactando el enorme mazo en un lanzagranadas, ambas continuaron recorriendo la zona en busca de las tan famosas ruinas. Todas las parejas ya habían estado buscando en el área, pero solo muy pocas lograron encontrar algo. Quizás las ruinas estuvieran bajo tierra. Fue el pensamiento de muchos. Pero solo quedaba investigar al respecto. Haciendo a un lado unas ramas, Ruby continuaba explicándole a su nueva amiga el cómo hacer una pequeña figura con algunas enredaderas o plantas trepadoras. Penny prestaba toda su atención a esto para no fallar…de nuevo. Ya eran varias veces que lo intentaba y ninguna tenía éxito.

-Entonces…esto por aquí. –por desgracia, esta también se rompió. –Vamos…

-Ey, no te preocupes, Penny. No suele salir a la primera. Je, créeme. –Ruby reconfortó a la chica comprendiendo el cómo se sentía.

-Es raro. Siempre nos dijeron que aquello que sale a la primera es porque es especial. ¿Y si lo que hago no lo es?

-Pues…supongo que las cosas no son así.

- ¿Segura?

-Completamen-

Tomen nota chicos: Nunca quites tu vista del frente. Una lección que Ruby Rose aprendió al casi irse directo al fondo de un pozo en medio del bosque. Los árboles comenzaban a ausentarse a unos cuatro metros del agujero, por lo que se podría considerar visible…si estabas atento. Ahora mismo Ruby estaba siendo sujetada de su capucha gracias a la rápida intervención de Penny.

-Eso estuvo cerca. –dijo Penny regresando a Ruby a terreno más firme. –Quizás debas de tener más cuidado.

-Si…gracias, Penny.

-Para algo estamos las amigas.

Acercándose al pozo, Ruby trató de alcanzar a ver la profundidad que este tenía sin éxito. Ocurriéndosele algo, busco una piedra en las cercanías para arrojarla al interior. Cuando encontró la indicada, llevó a cabo su experimento soltándola directo en la oscuridad. Comenzó a contar, y el resultado fueron-

-…..

-......

-.......

-…3….

-… ¿Es bueno?

-Si puedes volar sí.

-Oh, yo puedo hacer eso. –Penny abrazó a Ruby, comenzando a acercarse al pozo.

- ¡¿Qué?! ¡No, Penny espera-!

- ¡Allá vamos!

Saltando en la oscuridad, Penny comenzó a reír mientras Ruby se pegaba a ella con la esperanza de que tuviera algo en mente, y de hecho era así. Desde la mochila de Penny, die espadas se desplegaron comenzando a girar a su alrededor listas para acatar órdenes. Estas mismas se anclaron a las paredes a la mitad del recorrido, asegurando un descenso tranquilo para ambas…o al menos, lo suficiente para una asustada Ruby. Sin embargo, momentos después de que su descenso hubiera comenzado, la arboleda comenzó a moverse, y con ello, varios árboles se derribaron en dirección a la caverna