Chereads / THE LAST REMNANT [RWBY] / Chapter 5 - Bienvenidos al Faro

Chapter 5 - Bienvenidos al Faro

De acuerdo, aquí nos encontramos de nuevo. Un ambiente familiar para dos de nuestros protagonistas, desde luego. Una oficina con un escritorio al frente de un ventanal con vistas a la ciudad. Estantes en las paredes que contenían libros viejos y demás mesas. Claro, el hombre de mirada analítica que CASUALMENTE también era el director de la academia…era una mala jugada de cierta manera. Al menos para el peliplata.

La presentación de equipos había acabado hace unos minutos, pero necesitaban de la presencia de este peculiar grupo. Más de uno se preguntaba que habían hecho mal. La mirada de la mujer de la fusta no les agradaba. Vaya, incluso el silencio era doloroso a este punto. Lo único que lo rompía eran las hojas moviéndose de las carpetas.

......…

[Esto es incómodo]

-Llevamos 30 minutos así… ¿Qué quiere?

….

-U-Um… -Ruby levantó la mano, mirando atentamente la fusta de la mujer como si en cualquier momento fuera a cobrar vida y arrojarse hacia ella. –D-Director Ozpin…

- ¿Señorita Rose?

-Pe-Perdón por molestar, pero… ¿En que nos necesita…?

-Sencillo, señorita. –Ozpin hizo a un lado los archivos, apoyando sus codos en la mesa y juntando sus manos. –Tratar temas sobre sus equipos.

- ¿Nuestros equipos? –preguntó Yang con duda. –Tomamos las reliquias, pensé que sería sencillo.

-Dadas las circunstancias actuales, es más complicado que eso, Señorita Xiao Long. –Ozpin ajustó sus gafas antes de abrir un cajón y continuar. –Verá, las reliquias que encontraron el día de hoy, no eran las programadas para esta iniciación.

- ¿Cómo? –Pyrrha fue la única que pudo hablar ante la impresión.

-Señorita Nikos…estas eran las reliquias. –Ozpin mostró 5 pares de piezas de ajedrez, correspondiendo a los caballos, la torre, y dos peones.

-Entonces… ¿En dónde nos metimos? –Jaune se llevó una mano a la frente al pensar que, quizás, estuvieron cerca…

-Esas ruinas habían estado aisladas del terreno que la academia puede abarcar. No figuraban en ninguno de nuestros mapas. Por lo que…se adentraron en terreno desconocido.

-Es decir…fallamos. –Weiss se preocupó ante lo que esto significaba. Si, su vida corrió grave peligro, pero seguía con vida…y ahora debía preocuparse por volver a casa…enfrentando las consecuencias.

-Eso me temo. –respondió Ozpin con pesadez.

-No es cierto… -Ruby se llevó las manos al rostro tratando de cubrir sus lágrimas.

-Tanto esfuerzo… -murmuró Ren dolido.

-No… Blake…podía hacerse una idea de lo que ocurría con ella.

-Sin embargo. –las palabras de Ozpin parecieron una salvación. –Ustedes permanecían bajo nuestra tutela. Debimos de ser cautos y evitar que se alejaran para que pudieran fallar la prueba. Pido disculpas por eso.

-Por estas cosas pienso que sería bueno tener alguna frontera con el resto del bosque. –Glynda se sobó las sienes al ver que esto traía problemas. No era la primera vez que se reportaba algo similar.

-Entonces… ¿Qué sucederá? –Penny alzó la mano, dudando del final del asunto.

-Podríamos permitirles empezar de cero, señorita Polendinna. Pero, las clases se atrasarían. Y es lo que queremos evitar. Así que…serán calificados con sus registros en combate y, las valiosas muestras que trajeron deberán de sustituir a una reliquia convencional.

-Eso no sería hacer trampa. –Ashen se ganó las miradas de la sala entera, haciendo que se sienta…raro. - ¿Qué? Oigan, es una institución de prestigio. Debe de tener límites…aburrido, pero límites.

-En efecto, señor Branwen. –Ozpin rio un poco ante la actitud del chico, ignorando la mirada de sorpresa de dos hermanas. –Pero no puedo dejar ir a jóvenes…promesas.

-Je, hasta los profesores son codiciosos. –Ashen rio al ver la realidad.

-Uff, eso estuvo cerca. ¿No, Ren? –Nora observó a Ren, quien parecía estar más del otro lado que de este. - ¿Ren?

-Nora…tu mano… -por la emoción del momento, había tomado su mano y estrujarla hasta casi romperla.

-Pero entonces, ¿Cómo nos clasificaran? Un equipo normalmente se compone de cuatro integrantes. Nosotros somos diez.–Blake pensó en esa pequeña dificultad a la hora de organizarse. Parece que se les pasó.

-Supongo que un pequeño agregado nunca hace daño a nadie. –Ozpin sonrió al ver que Glynda parecía sorprendida por esto.

-Eso… ¿no causaría problemas? –Ruby no sonaba del todo convencida por esa respuesta. Después de todo, la formación de equipos era como una tradición inmutable.

-Desde luego. Pero…estoy seguro que los demás profesores entenderán.

Viéndose las caras entre ellos, los jóvenes aceptaron las palabras del director, en espera de ver como se desarrollaría este tema. Sintiendo que la "reunión" había finalizado, cada uno de ellos agradeció ante la nueva oportunidad, solo para ser detenidos antes de que se fuesen.

-Oh, casi lo olvido. –el grupo se giró hacia el hombre quien realizó un además que daba a entender algo, su memoria fallaba.

-Je, se te va el tren, Ozpin. –Ashen recibió un codazo por parte de Weiss, exigiendo que demuestre algo de respeto.

-Tiene que ver con sus uniformes.

- ¿Eh? –Ruby se mostró confundida ante esto, al igual que muchos otros.

-Como sabrán, Beacon tiene la tradición de que sus estudiantes sean vistos, y escuchados, por sus personalidades y dones. Relacionado a eso, queremos que sus uniformes reflejen parte de esas cualidades. –los ojos tanto de Ruby como Penny se iluminaron ante esas palabras que exclamaban-

- ¿Podemos personalizarlos? –preguntó Pyrrha con grata sorpresa.

-Desde luego. Cada estudiante tiene la oportunidad de hacerlo. Así que, adelante, los escucho.

Con entusiasmo, los adolescentes comenzaron a hablar sobre aquellos qu querían ver en sus prendas. Una vez finalizada la peculiar reunión, se retiraron de la oficina siendo guiados por Glynda hasta sus habitaciones. Las indicaciones eran simples: permanecerían con sus respectivas parejas en las habitaciones libres en una sección de la academia hasta tener los resultados listos, los cuales no deberían tardar en salir hasta mañana.

- ¡¿Qué?! ¿Debo pasar la noche con el gorila de aquí? –el peli plata se mostró ofendido e irritado al ser llamado así, pero simplemente se quedó en su sitio…por ahora. –Lo lamento, pero me niego. No caeré tan bajo.

-Yo digo lo mismo.

- ¿Qué de-?

-Pero estoy dispuesto a ser generoso…si duermes en el suelo. –vaya sonrisa más perversa, ni siquiera parece burla.

- ¿Cómo te atreves?

- ¡Oigan, chicos! Creo que debemos tranquilizarnos, ¿no lo creen? –Pyrrha se interpuso entre ambos, antes de que ocurriera un desastre que tuviera que ser pagado con bolsillos de otros. –Miren, sé que ha sido un día largo, así que, ¿Por qué mejor no descansamos? Sin poner excusas.

-Al fin, alguien que habla mi idioma. –Yang aplaudió un par de veces, dispuesta a encontrar su camino a la cama. –Nos vemos, Rubes.

-Que tengas buenas noches, Nora. –Ren se despidió de su amiga con un pequeño abrazo.

-No hagas nada raro, Ren. Siempre te observo.

-Como si fuera a suceder. –el pelinegro se despidió una última vez, sonriendo ante las ocurrencias de su amiga.

-Creo, que yo también me voy a dormir. –dijo Jaune estirándose con pereza. - He visto tantas cosas que desearía no haber visto.

-Yo igual. Muchas emociones por un día. –Ruby estuvo de acuerdo con el rubio, bostezando antes de ser sacudida por Penny.

- ¿En serio? Pensé que estaríamos charlando hasta no poder más.

-Penny, quizás quieras calmarte. –Ashen se acercó a su amiga tomándola del hombro para tranquilizarla. –Quizás no todos tengamos el mismo entusiasmo que tú.

Penny miró a su alrededor notando las miradas cansadas de sus compañeros. Quizás, tenga razón.

-Oh~ Entendido.

Aclarado este punto, las parejas restantes comenzaron a retirarse hacia sus respectivas habitaciones a pasar la noche. Todas sin ningún problema, excepto…bueno, ya saben a quienes me refiero, ¿Para qué jugar? Estando frente la puerta de la habitación, Weiss respira hondo antes de entrar a esta. Lo que suceda a partir de ahora, afectará su cordura. Riendo ante la exageración, Ashen se dispone a entrar, siendo detenido en seco por la albina.

-Tu espera. –el dedo que chocó contra su frente fue claro: Se quedará fuera.

- ¿Qué? ¿Acaso soy un perro?

-Quizás estés cerca de uno, viendo todo lo ocurrido. –bromeó la Schnee con cierta arrogancia. –Pero no. Al menos espera aquí mientras me cambio. No…confío del todo en ti.

-Hm. Si tú lo dices. –recargándose en la pared, se dejó caer hasta tocar el suelo mientras se cruzaba de brazos.

-Al menos sabes de modales.

-Tampoco me pierdo de mucho. –el portazo de la puerta lo hizo reír un poco. Será divertido.

[Confío en que nuestra estancia aquí será por lo menos algo entretenida]

-Si…puedes esperar eso. Y yo lo deseo así también.

Estando solo en el pasillo, Ashen tomó su collar para verlo con mayor detalle. El último recuerdo de su padre, entre sus manos. Apenas tiene recuerdos de él. Y todos son muy borrosos. Todo es por una razón, y no quiero revivirlo. Para calmar esas emociones, acercó el collar a su frente, como si de alguna manera estuviera cercano a su padre.

-Te prometo que encontraré respuestas. Lo prometo.

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En la oficina de Ozpin, las cosas parecían estar más tranquilas en comparación con los problemas adolescentes. La tarea de asignar equipos era complicada desde luego. Variedad de estilos de lucha y semblanzas que podrían ser aplicadas en una batalla, daba paso a posibilidades interesantes. Era esa misma razón por la que debía de encontrar la alineación no solo más adecuada, sino efectiva. Remnant necesitaba de grandes héroes, y esta generación prometía mucho. Pero por desgracia, el tiempo no estaba a su favor. Ozpin observó su fiel bastón. Objeto que lo acompañaba a donde quiera que fuera sin importar la circunstancia. Sus más allegados incluso dirían que se trataba más de una reliquia o un arma, que un simple accesorio. Claro, solo Ozpin conocía su verdadero origen.

- ¿Esta generación será capaz de enmendar nuestros errores…o simplemente, tendrán la oportunidad de poner el último clavo en nuestro ataúd?

Pensativo, giró su silla observando la ciudad más allá del cuerpo de agua que los separaba. Personas que vivían sus vidas con tranquilidad, encomendando el futuro de su raza sobre los hombros de sus hijos. Una carga que espera, no sea en vano.

---

La mañana había llegado. Las clases estaban por comenzar y todos los estudiantes tenían cierto entusiasmo por comenzar el día. En especial cierta chica de caperuza, junto a su compañera de cabello naranja y ojos esmeralda. Ambas se encontraban en el pasillo mirando las puertas de sus compañeros con malicia. Sin saber los planes maliciosos del dúo, Ashen estaba acostado en su cama descansando tras una…peculiar noche. El simple hecho de haber conseguido dormir en la habitación podría considerarse como un logro. Es impresionante como alguien puede hacer un berrinche por el simple hecho de querer ver un broche tan simple. Supongo que cosas de gente rica. Además, aunque no lo demostrara, el haber realizado aquella increíble hazaña de fuerza lo había agotado más de lo que quería. Al menos debía agradecer que lo dejaron dormir con dignidad y no como un perro.

¡¡BUENOS DÍAS!!

El fuerte sonido de las puertas siendo golpeadas fue suficiente como para hacer que se sentara repentinamente en la cama, mirando hacia todos lados en busca de respuestas. Weiss se encontraba en una situación similar, con la ligera diferencia de que…bueno…se había caído de la cama. Oye, eso para el ya compensaba el despertarse temprano.

-Ja, esto ya compensó el precio del boleto.

-Cierra la boca, y dime que está sucediendo. –reprochó Weiss sobando su cabeza ante el impacto contra el suelo.

-Oh~ ¿La nobleza insultando? Sería un buen titular, sin duda alguna. –rio para sí mismo y su compañía interna, recibiendo un almohadazo como respuesta.

[Quien en hielo juega…]

- ¡¿Quién hace tanto escándalo?!

Abriendo la puerta bruscamente, Weiss mira como sus compañeros se asoman con una expresión similar de sorpresa. Saludando con energía al final del pasillo, Ruby y Penny parecían felices de haber conseguido su objetivo.

- ¡Buenos días! –exclamó Ruby sin borrar su sonrisa.

-Rubes… ¿Qué hora es? –Yang talló sus ojos, esperando que valiese la pena. Su cabello no se despeina para nada.

-Las 7.

...........

¿De la mañana? –fue la pregunta general por parte de los adolescentes. Vaya, incluso Ashen llegó a asomarse por la puerta al oír eso.

- ¡Hoy será un gran día!

Tras el grito de Penny, cada pareja volvió a ingresar a su respectiva habitación, suspirando al saber que no podrán volver a dormir. Comenzando a alistarse, cada uno comenzó a vestirse con el uniforme de la academia que consistía en un saco de color negro con bordes dorados, camisa blanca y corbata roja. Algo más robusto para los barones, y algo más ligero para las damas. Desde luego, pantalones del mismo color oscuro y faldas rojas. Un diseño estándar, que usaban aquellos que decidieron por algo más tradicional. Quienes ansiaban los uniformes con su propia marca, debían de esperar al menos un par de días, cuando mucho. Desde luego, producidos por los mejores de la región, así que valdría la espera.

Mientras Ashen se ajustaba la corbata con pereza frente al espejo, podía ver como Weiss a sus espaldas tenía un conflicto sobre cuál de sus aretes debía de utilizar para la ocasión. Entre si los que eran de color plata con forma de copo de nieve, o los que tenían un diseño más tribal. Para el eran exactamente iguales, ¿Cuál era la diferencia?

[¿Recuerdas cuando visitamos a aquella doña?] –su inquilino interno le trajo de regreso el recuerdo de un trabajo que Atlas le encomendó en el pasado. Un trabajo exasperante, si era honesto.

-Si… ¿Quién usa acondicionador con jarabe de maple?

- ¿Qué? –se había despegado tan rápido de este plano de la existencia, que olvidó a Weiss.

- ¿Que a quien se le ocurre alistarse tan tarde? –Weiss lo miró de manera acusatoria. Luego, miró su propia corbata. -…no te daré la victoria si es lo que deseas.

-Ugh, haces todo mal. –sin poder soportar el desastre que hacía se puso de pie dirigiéndose hacia el muchacho. –A ver, quita las manos.

-No, no, no, estás loca si crees que puedes ponerme una mano encima. –rápidamente se alejó de la albina, quien se mostró confundida e indignada ante la acción.

- ¿Qué? ¿Acaso piensas llegar desarreglado al primer día?

-No sería la primera vez, jeje.

- ¿Pues adivina qué? Esta será la primera vez que llegues con decencia. Ahora, déjate.

[Será mejor que te rindas. Se ve que ella es terca a mas no poder]

Viendo como la Schnee no iba a desistir, suspiró derrotado, dejando que ella hiciera el trabajo. Pues…sí que sabía lo que hacía.

-Antes de que suelten otro chiste, tengo un hermano. Solía romperse algún que otro dedo cuando era más joven, y eso implicaba ayudarlo. Así que, aprendí.

- ¿Cómo es que un niño puede romperse un dedo?

-No lo sé. Supongo que tratando de impresionar a alguien. –terminando de ajustar la corbata, Weiss asintió al ver el trabajo terminado. –Bueno, espero que hayas tomado nota.

-Je. Eso espero- Sin tiempo para ver la reacción de molestia de su compañera, la puerta fue abierta dejando ver a una Penny ansiosa por ir a clases.

-Ashen, ¿Estás listo?

-Pues…por desgracia sí. –se llevó las manos hacia el cabello echándolo hacia atrás con una sonrisa altanera. –Que comience la fiesta.

Beacon, una prestigiosa academia destinada a la orientación de los futuros cazadores. Hombres y mujeres valientes que entregan su vida en la labor de mantener el mundo a salvo de las garras del Grimm. Bestias nacidas de la oscuridad y pecados humanos carentes de alma, cuyo único destino y anhelo en la destrucción del hombre, incluyendo aquello que tanto esmero le llevó construir. Esta institución se encuentra en la cima de un acantilado a las orillas del mar con vistas hacia la ciudad de Vale. Capital de la región del mismo nombre. El lugar cuenta con una extensión de territorio tan grande como para abarcar una buena porción del Bosque Esmeralda. Si su diseño ya es imponente como toda academia en Remnant, su extensión da esa cereza sobre el pastel.

Dejando de lado la arquitectura y geografía, volvamos con nuestro grupo protagonista. Los adolescentes observaban con asombro la gran estructura que conformaba la academia, una que recordaba a un castillo medieval. Una cosa era verlo por fotografías o estar en su interior, pero era completamente distinto verlo desde el exterior a plena luz del día. Ruby se mostraba fascinada al por fin encontrarse de pie en el sitio de sus sueños. Ese de donde sus padres y tío habían conseguido graduarse con grandes honores. Deberían dejarla actuar como niña pequeña. Por otra parte, Penny se encontraba sin palabras. Conocía de antemano la academia de Atlas ya que, ahí había crecido prácticamente toda su vida, pero ver otra academia, en un entorno y cultura completamente distintos era esplendido para ella.

-Vaya, es mucho más genial en persona. –Jaune mantenía su vista alzada, impresionado por la arquitectura, al punto de que Pyrrha debía de ayudarlo a evadir obstáculos.

-Bueno, es un sitio construido tras la Gran Guerra. Podría considerarse como una reliquia en toda regla. –Ren estaba de acuerdo con el rubio, era una maravilla.

-Y yo que pensaba que Mistral tenía su encanto. –Pyrrha sonrió al ver la diversidad que aún le faltaba por descubrir.

Al margen de estos pensamientos de fascinación, y del propio grupo, Ashen alzaba la vista con una expresión…nostálgica. Como si este lugar le diera tristeza. Quizás tenga que ver con lo que le dijeron sobre su padre. Que él había llegado a estudiar aquí, inclusive, rechazó propuestas de la misma Atlas. Eso siempre le lleva a pensar una cosa.

-Ashen–la mano de Penny sobre su hombro lo sacó de sus pensamientos, logrando ver como ella sonreía como una niña. – ¡Ven, antes de que los asientos se acaben!

- ¡Oye, Penny!

- ¡Rápido!

- ¡Puedo caminar solo!

Mientras que la chica reía de la emoción, Ashen pudo esbozar una ligera sonrisa que nadie más logró ver, excepto su inquilino.

[¿Qué cosas ocultaba tu padre, Ash?]

[Primera Clase: 9:00 A.M.]

Beacon…oculto tras esa fachada de maravillas, yacían personajes cuanto menos…peculiares. Como lo podían ser el profesor que se encontraba al frente de la clase en estos momentos. Un hombre de complexión robusta y cabello canoso, mostrando con orgullo un mostacho bien cuidado por lo visto. De abrigo rojo con bordes dorados y hombreras, el profesor Port daba las clases de hoy, señores.

-Monstruos. Demonios. Asechadores de la Oscuridad. Esos y muchos otros nombres reciben las bestias a las que nos enfrentamos. Pero yo los llamo simplemente, ¡presas! ¡Jajajaja! Jaja…

Silencio total. Todos en el aula juraban poder oír a un grillo justo al frente…porque simplemente estaba ahí. Viéndose descubierto, el animal se alejó del lugar ante la intriga de todos.

-Eh… ¡Y ustedes también lo harán! Una vez se gradúen de esta prestigiosa academia. Vale, al igual que los otros tres reinos son lugares seguros, al contrario del traicionero mundo. ¡Nuestro planeta está absolutamente a rebosar de criaturas a las que les encantaría hacerlos pedazos! Y es ahí, donde intervenimos nosotros. ¡Cazadores! Cazadoras-pasando de ser un tono serio, a uno que trataba de ser genial, guiñó un ojo hacia Yang, quien rió claramente incómoda.

[Estás enfermo, anciano]

-Individuos que han jurado proteger aquellos que no pueden hacerlo por sí mismos. ¿De qué, se preguntan? Pues… ¡Del mundo mismo!

- ¡Si! –las miradas de los estudiantes, se dirigieron hacia el único muchacho que se había puesto de pie para seguirle el juego al profesor. Miradas que lo hicieron volver a sentarse.

-Desde luego, una tarea que muchos podrían considerar complicada. Pero por eso, se encuentran aquí. –tomando una vara para señalar las imágenes sobre anatomía Grimm en la pared, Port comenzó a tocar un tema que a muchos les pareció interesar. - Como ustedes saben, los Grimm carecen de alma. Pueden detectar el miedo a través de largas distancias y, sobre todo, pueden sobrevivir largos periodos de tiempo sin sustento. Esto nos permitió analizarlos y estudiarlos. Por lo que hoy comenzaré a enseñarles sobre cuanto sabemos de los Grimm. ¡Empezamos!

Azotando la varilla contra el escritorio, los estudiantes mostraron sus cuadernos, listos para tomar nota sobre la clase.

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Saliendo de los terrenos de la academia, dirigiéndonos hacia las afueras de la misma ciudad de Vale, encontramos a una de las bases del White Fang transportando materiales hacia las distintas centrales que estaban a sus servicios. Los robos de Polvo durante los últimos meses habían llegado a tales cantidades que necesitaban de redes personales para poder transportarlos con éxito. Pero lejos de esta operación, encontramos a uno de los líderes actuales y quizás, el representante de todo este movimiento. Adam Taurus. El mismo analizaba su katana de acero rojo con sumo cuidado en busca de imperfecciones y daños. La razón de esto, era para evitar la situación que lo había dejado en tan deplorables condiciones. Recurrir a las creaciones del mismo reino que tras tanto tiempo lo oprimió, sin dudas era un golpe a su orgullo. Blandiendo su arma al aire, creó varias columnas de energía carmesí que devoraron a los arboles al frente. Algo que no lo dejó del todo satisfecho.

-Señor, ¿todo bien? –cuanto Taurus escuchó la voz de uno de los jóvenes reclutas, se giró con cautela, como si esto le trajera recuerdos.

- ¿Qué ocurre? –el fauno enfundó su arma, tratando de evitar que vea su prótesis.

-Bueno…el último cargamento ya se encuentra en marcha. Y…los hombres piensan que se sentirán más seguros con su presencia…

Adama sonrió de manera altanera. A pesar de todo, su status como uno de los más fuertes de la organización le daban cierto alivio, aunque nadie lo notara. Aceptó ir mas por el éxito de la misión que por otra cosa. Algo que subió los ánimos del joven recluta quien siguió al toro de rojo a un par de pasos de distancia.

-Disculpe…señor Taurus.

-¿?

-Me preguntaba si…si…olvídelo, no creo que-

-No dejes esas dudas contigo. –el faunus miró al mayor con curiosidad por esas palabras. –Si dejas tan siquiera una pizca de duda en tu alma, se envenenará y flaquearas en tus objetivos. Debes de deshacerte de la duda. Así que, adelante. Pregunta.

-Claro. Me preguntaba si, ¿Podría enseñarme a usar la espada?

-Hm. Entre más talento tengamos, más éxito tendrá nuestra causa a futuro.

- ¿De verdad me-?

-Jamás accedí. –eso lo decepcionó sin duda. – Pero, aun así, estaré a primera hora practicando. Dejo el resto en tus manos.

Dejando al recluta parado en su sitio, el pelirrojo se alejó en dirección al campamento, sin saber que el muchacho había ahogado un grito de victoria. Taurus, por el lado contrario, miró su brazo derecho. Ese que ahora era de acero negro como la noche. El puño aplicó la fuerza necesaria como para escuchar el metal crujir. Si…Adam Taurus necesitaba algo más que simple voluntad…necesitaba…

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- ¡Estoy tan agotada!

-Nora…pesas mucho.

- ¡¿Qué?! ¿No sabes que eso es un insulto para una dama?

[¿Dama? ¿Ella? Todo lo que hemos visto podría ser cualquier cosa menos una dama]

-Si…estamos de acuerdo.

Dejando de lado la escena montada entre Ren y Nora, Ashen se giró hacia Penny, quien, a pesar de ver las notas de las clases de hoy, sorteaba las personas que iban en dirección contraria sin problemas. Sin dudas ella siempre estaría llena de sorpresas.

- ¿Emocionada? –el muchacho se acercó a su amiga, lo suficiente como para ver las anotaciones y la elegante letra de la chica.

- ¡Al millón! –claro, Penny no midió el impacto y terminó por darle un fuerte cabezazo al peli plata. –No puedo creer la vida que hay aquí. Todos son tan energéticos y extravagantes. ¿No lo crees?

-Eh…me gustaría saber de dónde aprendiste tantas palabras. –sobando su cabeza, Ashen asintió a las palabras de la chica, quien apuntó hacia el frente.

-Blake sabe del tema. –la mirada de ambos recayó sobre la pelinegra, quien parecía algo alejada del resto.

- ¿Sabes? Me impresiona que seas tan social.

-Me temo que será un paso importante para la selección de equipos, señor Branwen. –sorprendidos ante aquella voz, el grupo de jóvenes giraron sus vistas para encontrarse con el director de la academia, sonriendo con gracia. –Espero que sus clases hayan sido agradables.

-Podrían mejorar el habla del profesor Port. –Ren dejó caer a su amiga de su espalda, como castigo por aquellas palabras.

-Hm, me disculpo por eso. Peter suele tener bastante orgullo por sus acciones en su juventud.

-Bueno, supongo que todos queremos tener algo de los reflectores sobre nosotros, ¿no?

-No hay duda de eso, señorita Xiao Long. Es por eso que el día de hoy les traigo esto. –introduciendo su mano entre su saco, Ozpin revela dos sobres que emocionaron a los estudiantes. –Si quieren destacar, deberán de pulir sus habilidades. Y desde luego, organizar un equipo de calidad. Señorita Rose, Señor Arc.

Extendiéndoles el primer sobre, los jóvenes se miran entre ellos con intriga por unos segundos antes de acercarse y que Ruby tome el primer sobre, abriéndolo con sumo cuidado, ante la expectativa contagiosa de Jaune.

-Señor Branwen, Señorita Xiao Long.

Extendiendo el último sobre, ambos se acercan sin darse cuenta de que llevaban el mismo paso, hasta que ambos ven sus manos cerca del sobre. Las miradas de ambos se encontraron con duda, solo para que Ashen rodara los ojos, cediéndole el gusto a la rubia.

-En caso de que lo olvidaran. Lo cual dudo. Su estancia en esta academia será de cuatro años. Sus compañeros serán aquellos que pasen con ustedes esos cuatro años. Así que, espero se lleven bien.

- ¡¿Qué?! –exclamó Ruby con sorpresa.

-Esto es… -ni siquiera Yang se lo creía.

-Director… ¿Está seguro? –Jaune tuvo que preguntar sobre la seguridad que tenía en la decisión, haciendo que sus compañeros se acercasen para ver que sucedía.

-Absolutamente. Este año tendremos dos equipos de cinco integrantes. –maniobrando su bastón como si de un arma se tratase, el director apuntó el mismo directo al frente. –Jaune Arc, Ruby Rose, Weiss Schnee, Pyrrha Nikos, Penny Polendina. Ustedes, a partir de este día, formaran el equipo JNPRS. Con Ruby Rose, y Jaune Arc, como sus líderes.

-JNPRS… -murmuraron los líderes, sonriendo al tener un equipo formado.

-Ashen Branwen, Yang Xiao Long, Blake Belladonna, Lie Ren, Nora Valkyrie. A partir de este día, serán conocidos como el equipo BLBRN. Ashen Branwen, y Yang XIao Long como sus líderes.

Un caso similar ocurrió con los líderes del equipo contrario, solo que esa expresión…no parecía representar mucha confianza. En el extremo, donde Penny abrazaba a Ruby quien correspondía con lágrimas de alegría, Weiss estaba al borde de un ataque de risa desquiciado. Su objetivo de hacer equipo con "La Invencible", se había cumplido. Daba igual si debía hacer equipo con otras personas, valdría cada maldito segundo.

-Sus habitaciones estarán listas en unas cuantas horas. Hasta entonces, pueden recorrer la academia sin problemas. –girando su bastón en el aire, golpea el suelo con este ganando una total atención de los equipos recién nacidos. –De acuerdo, es todo de mi parte. Espero que su estancia aquí sea agradable. Buenas tardes, jóvenes.

Retirándose del área, Ozpin deja a sus estudiantes procesando el hecho de pertenecer a un equipo formal, oficial a partir de este momento. Habían demostrado ser jóvenes promesas. Promesas con mucho potencial, para este mundo en el que habían nacido. En su retirada, el director observó al cielo con nostalgia…como si la respuesta se encontrara ahí arriba.

-Algún día…aquellos que comenzamos terminará…Dante…

En esa tarde, el viento sopló moviendo los cabellos del director. Creando sombras que, de alguna manera, hicieron brillar sus ojos.