Chereads / La Subyugación del Dios Dragon / Chapter 2 - Capitulo 2: Zsilard

Chapter 2 - Capitulo 2: Zsilard

El Dios Dragón me llevo por todo el mundo, recorrimos una gran cantidad de lugares sin parar.

Y sin parar en este largo viaje, el Dios Dragon no dejo de reunir a cada vez mas y mas personas como yo.

Al igual que yo, casi todos los que encontramos eran nómadas que vivían solos y sobrevivían como cualquier bestia o monstruo común que se podía encontrar aunque hubo unas pocas excepciones y algunos vivan en pequeños grupos pero no eran muy diferentes de bestias que vivían en manadas a excepción de que ellos eran una cantidad minúscula si los comparabas.

Pero desde que nos llevo con él, el Dios Dragon comenzó a enseñarnos a hablar y llegando a cierto punto nos enseño a leer y escribir.

Nadie se quejo nunca y al contrario agradecían y respetaban al Dios Dragon cada vez mas.

Era fácil aprender de él, ya que no había nadie que pudiera ignorar su presencia y enorme carisma además nos enseño a todos con el mismo cariño por igual cono si de sus hijos se tratase.

-Quiero serle de ayuda toda mi vida

No podía evitar pensar así cada vez que lo miraba y hablaba con él, genuinamente lo respetaba y sabia que lo seguiría toda mi vida sin importar a donde me lleve, incluso a mi propia muerte estaba dispuesto a ir por él.

No por nada en especial, no era solo porque me salvo, fue solo porque él es el Dios Dragon.

***

El Dios Dragon tenia algo que nosotros no teníamos o teníamos en muy poca medida; un carisma aplastante. Era algo que nadie podía negar, solo su presencia te hacia querer ganar su reconocimiento, algo que no podías sentir con nadie mas y mucho menos en tal medida.

Así, siendo dirigidos y guiados por el carisma de líder aplastante del Dios Dragon seguimos viajando por el mundo. De pronto éramos 10, después 20, un día note que mas de 50 estábamos reunidos y de pronto llegamos a ser mas de 100.

No paso mucho tiempo hasta que llegamos a ser unos mil.

Cuando eso sucedió, nos quedamos en cierto bosque y ahí fuimos fortaleciéndonos al enfrentar a todas las bestias y monstruos que atacaban el lugar. Los ataques de monstruos se volvieron algo bastante obvios pues al notar una cantidad tan grande de seres vivos reunidos en un mismo punto no podían ignorarnos y terminaban por atacar.

Sin embargo, el Dios Dragon ya nos había alertado de que esto pasaría con antelación y aunque algunos se preocuparon pues incluso con el Dios Dragon ahí, la cantidad de personas eran muchas y algunos pensaban que ni siquiera él podría evitar heridos en una situación así y aunque no podían estar mas equivocados, el Dios Dragon nos dio instrucciones sobre donde posicionarnos, en que momento atacar e incluso como hacerlo por lo que evitar que cualquiera saliera herido fue enormemente fácil.

El deber de defender de los ataques se nos concedió a unos pocos pues a pesar de haber vivido en condiciones similares, no todos eran tan fuertes y eso podría ser contra-productivo si tenían que defender ellos.

A los que defendíamos se nos otorgo el titulo de Soldados Dragon. Aunque en ese momento no entendía el valor que podía tener un titulo, me sentí orgulloso de ser uno de estos soldados.

Siendo Soldado, a diario enfrentaba a una gran cantidad de distintos monstruos y bestias pero no se sentía especialmente difícil combatirlos a excepción de que el cansancio se iba acumulando pero aun así no suponía mucho problema.

Algo que surgió de enfrentar a diario a estas bestias y monstruos; nombres. Comenzamos a llamarlos por un nombre para que al identificarlos podamos alertar con mayor precisión que era lo que se acercaba.

Los Lobos Tempestad y los Wyverns eran los monstruos que comunmente cazabamos a diario, al menos desde que comenzamos a estacionarnos aquí habíamos matado a miles de estos por lo que ya ni siquiera nos sorprendía escuchar cuando se acercaban.

Pero un día recibí un recordatorio de algo que había olvidado por la comodidad de estar junto al Dios Dragon y toda nuestra gente; las variables imprevistas ocurren y estas suelen ocurrir cuando mas relajado y acostumbrado estas a algo, así que tu capacidad de reaccionar a lo imprevisto se deteriora y te ralentiza.

La variable esta vez volvió a ser un dragón.

De pronto un Soldado de Reconocimiento nos alerto de un dragón negro dirigiéndose a nuestra ubicación. Había que preparase inmediatamente para enfrentarlo pero el Dios Dragon jamás nos enseño a pelear y vencer contra estos por lo que estábamos mas desordenados que de costumbre aun así por suerte yo tenia un poco de experiencia contra estos, sin embargo nunca había visto un dragón negro pero esto no me detuvo y me prepare para emboscarlo.

Les di algunas instrucciones rápidas a mis compañeros y aunque me miraban desconfiados, después de decirles que tenia experiencia se relajaron un poco y obedecieron mis instrucciones apresuradamente.

Después de estar en formación, esperamos a que el dragón se acercara y cuando ya estaba a la vista el primer soldado se lanzo de frente pero antes de estar muy cerca de él, saltaron 8 Soldados mas rodeándolo.

Una vez rodeado comenzaron a atacarlo a distancia.

Todos los soldados que lo habían rodeado llevaban arcos y rápidamente comenzaron a dispararle.

Las flechas normalmente eran totalmente inútiles contra un dragón pero por instrucción mía dispararon solo hacia los ojos, boca, nariz y orejas del dragón.

Debido a que las duras escamas de un dragón no protegían esos puntos las flechas comenzaron a clavarse una tras otra en algunos puntos.

Aprovechando el descuido del dragón al enfocarse en los arqueros, un grupo mas de 10 Soldados mas se lanzaron a él desde abajo y a golpes desde el estomago lo hicieron retroceder.

Sin dudar deje mi vuelo ya mejorado, me lance aprovechando esta apertura desde arriba del dragón.

Recordando las enseñanzas del Dios Dragón y recordando cuando lo conocí y derribo aquel dragón, apreté mi puño y me concentre en sentir la energía dentro de mi cuerpo dirigiéndose desde mi plexo solar hasta mi puño, pude sentir como resonó con la ahora clara energía que estaba en todo el ambiente formando una luz blanca resplandeciente que cubrió mi cuerpo y fortaleció mi brazo entero.

¡Pam!¡Pam!

Con un fuerte impacto provocado por mi puñetazo, el cuerpo y la cabeza del dragón cayeron divididos en el suelo dejando un gran cráter.

Después de un breve silencio, los vítores de los 20 Soldados presentes, incluyéndome, sonaron fuerte y claro rodeando el cadáver ahora sangrante del enorme Dragón Negro.

Con esto se probo que un dragón con enorme superioridad podía ser abrumado fácilmente con la estrategia adecuada. Y encontrar la estrategia adecuada fue mas sencillo que en cualquier otra situación por diversas razones.

La primera fue que el Dios Dragon nos dio el deber de proteger a nuestro ahora pueblo y definitivamente no fallaríamos en nuestra misión incluso si moríamos.

Todo el conflicto se desarrollo relativamente cerca de sus hogares por lo que al notar que el ruido se apago, no tardaron en aparecer una gran cantidad de personas que observaron el cadáver aturdidos.

El mismo Dios Dragón no tardo en aparecer con una mirada que me hizo pensar que él sabía que esto pasaría y había terminado exactamente como esperaba.

Como si fuera obvio para él, pregunto aun así.

"¿Quién se encargo de este dragón?"

Los Soldados que me acompañaban no tardaron en responder señalándome.

"Aunque todos peleamos, él se encargo de improvisar la estrategia que usaríamos para atacarlo y además fue el quien dio el golpe final, que como ve termino con la cabeza y el cuerpo del dragón separados por solo su puño"

Aunque no fue tan simple como solo mi puño, eso era algo que ellos no podían saber incluso si lo vieron, por eso terminaron informando de esa manera.

Apenas terminó de escucharlo, el Dios Dragon dirigió la mirada a mi aturdido yo y con una mirada tan seria como nunca le vi pero con una pizca de orgullo que tal vez solo yo note, le escuche decir en un fuerte tono que ninguno de los presentes pudo no escuchar:

"A partir de hoy te nombro Zsilard, General Dragon Negro, guardián de la recién fundada Tribu del Dragón Negro"

-¿Zsilard? ¿General Dragón? ¿Guardián de la Tribu del Dragón Negro?- Las preguntas no tardaron en formularse en un instante dentro de mi cabeza.

Y como si hubiera visto a través de mis dudas, el Dios Dragón vuelve a hablar igual de alto pero esta vez usa un tono mas suave que de costumbre.

"Zsilard será como se deberán dirigir a ti desde ahora, tu estas a cargo de dirigir a toda esta tribu Dragón y su gente de la manera que tus ideales juzguen que nos llevaran a un futuro mas prospero como raza y como personas, Zsilard espero mucho de ti"

Tras decir eso, el Dios Dragon me dedico una gentil sonrisa que parecía llevar una gran cantidad de alivio y orgullo.