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Chapter 4 - Capitulo 04: Abrumador

Volamos por varias horas sobre el vasto bosque hasta que se podía notar un enorme agujero en el centro de la montaña mas grande que había visto en mi vida, pero esta misma abrumadora montaña camuflaba el verdadero tamaño de la cueva que tenía en medio a tal punto que entre mas nos acercábamos el tamaño que originalmente creí ver se multiplicaba rápidamente.

Cuando nos detuvimos en la entrada, note que esa enorme entrada podía ser fácilmente del tamaño de al menos la mitad de todo el territorio en el que nos asentamos hace muchos años ya.

Al instante se volvió mas evidente lo que ya sabía; este era el nido de un dragón anciano.

Una criatura que entre mas tiempo había vívido mas fuerte y grande era. Por lo menos su tamaño era muy evidente, su fuerza era algo que ahora tal vez prefería no conocer.

Mientras estaba por retroceder y apunto de intentar razonar con el General Zsilard sí realmente debíamos hacer esto, vi que a mi derecha un gran halo hecho de un fuerte resplandor blanco salió disparado a gran velocidad en dirección al fondo de la cueva y en cierto punto se expandió bruscamente, haciendo que esta se iluminase... Con una gran explosión que definitivamente pondría hostil al dragón.

Con mi cara probablemente distorsionada, volteo y a diferencia mía, él estaba con una gran sonrisa en el rostro a pesar de ser el causante de tal explosión que en consecuencia pondría en riesgo nuestras vidas o probablemente solo la mía.

"Prepárate para lo que ya sabes que viene"

Irónicamente, su sonrisa desbordante de confianza me lleno de desconfianza por lo que pasaría a continuación.

"Salg-"

Un fuerte temblor me interrumpió y debido al gran ruido que el retumbar de la montaña provocó, también me silenció. El abrumador dragón estaba saliendo de la cueva.

Ya era inevitable el combate.

***

PUNTO DE VISTA DE ZSILARD

Los dragones de avanzada edad dormían por mucho tiempo, siglos incluso, pero cuando estaban despiertos era por mas tiempo del que dormían, este llevaba 47 años dormido en esta cueva por lo que ahora que lo había despertado teníamos que derrotarlo si o si para que no se descontrole y aunque estamos demasiado lejos, evitar que vaya hacía nuestra tribu.

Su despertar fue bastante dramático, digno de una criatura que se especializa en destruir y matar. Hizo temblar la montaña y el bosque entero que le rodeaba, provocando derrumbes que cubrieron parte del bosque y mataron a los monstruos que aun no se habían alejado de miedo a la gran presencia del dragón.

En este punto se empezó a distinguir la apariencia del dragón; era uno de escamas rojas, 6 ojos dorados, 3 a cada lado con uno central mas grande que los otros dos en ambos lados del rostro y un par de cuernos negros al menos tres veces mas grandes que mi cuerpo. Sus alas aun erguidas, estaba seguro que al expandirlas cubrirían a todo el territorio de nuestra tribu y un poco mas si estuviera sobre el lugar, cosa que definitivamente no permitiría.

Su lomo llevaba una capa de piel amarilla que cubría su columna y llegaba hasta la punta de su larga cola.

Cuando terminó de salir de la cueva y dio un fuerte rugido que provoco una enorme corriente de aire, pude sentir a Zyrdit envolver finamente cada milímetro de su cuerpo en maná, formando lo que llamamos Espíritu de Batalla.

Aunque estaba en guardia, su miedo estaba empobreciendo su juicio por lo que su postura fue torpe y probablemente además de huir no tenía idea de que mas hacer.

Pero aun así, era sorprendente que no hubiera perdido el conocimiento debido a la gran cantidad de maná que estaba desprendiendo el dragón. Cualquier otro incluso se habría desmayado solo al ver a semejante criatura y peor que apunte su hostilidad a ti.

Porque, aunque no me gustaba, estas bestias que llamamos dragones ancianos eran tan fuertes que su intimidante presencia te podía recordar ligeramente el poder que usaba el Dios Dragon, sin embargo aun no se podía comparar ni siquiera un poco.

Yo me había entrenado con el conocimiento que me otorgo el Dios Dragon y esta fue una misión que el mismo me encargo, no dudaría y mucho menos fallaría, hace tiempo que estoy determinado, esto es realmente poco mas que una pequeña piedra sin embargo tal vez es un muro para Zyrdit, uno enorme.

Así, con mi resolución reafirmada dentro de mi, extraje maná del ambiente y lo purifique dentro de mi cuerpo usando lo que el Dios Dragon dijo era el Núcleo de Maná, un órgano que no todos los seres vivos tienen y mucho menos aprenden a usar pero a diferencia de la mayoría, yo fui instruido por un ser superior.

Una vez el maná se purifico, imagine como este influía en el mundo, como se convertía en la "ley" misma haciendo que una gran zona delante mía detenga absolutamente todo su movimiento incluido algo tan mínimo como una vibración.

Con esa imagen mental formada rápidamente, libere el maná que termino enfriando el ambiente y creando un enorme trozo de hielo que nos cubrió de la enorme llamarada que venía a nosotros.

El trozo de hielo, justo como pensé apenas y resistió para cubrirnos transformándose en agua evaporada por completo en el mismo instante que la llamarada paro.

Si bien sabía que podía encontrar alguna apertura por mi cuenta, para algo había traído a Zyrdit conmigo.

"¡Muéstrame que tanto has avanzado!" Grite y sonreí al mismo tiempo asegurándome de que me escucho.

Lo vi asentir un tanto menos nervioso, momentos después no tardo en dirigirse con toda la velocidad que podía manejar, hacía el dragón.

Observe cual seria su primer movimiento y como reaccionaría el dragón para poder cubrirlo en caso de ser necesario, ese sería mi papel en esta pelea hasta que podamos crear una oportunidad.

Zyrdit llego de abajo arriba a la mandíbula del dragón con un fuerte estruendo que disperso rayos de las escamas del dragón dejándole algo cercano a quemaduras. Él podía dañar sus escamas pero aun era muy superficial para ser importante.

El dragón se recompuso y de su cuerpo se comenzó a escuchar un "Tzzz" que no tardo en convertirse en llamas ahora apuntadas a Zyrdit. Para ese punto mi defensa ya había comenzado.

Libere maná con la intención de que afectara el viento, lo condense y dirigí a mi compañero alejándolo bruscamente del punto de impacto del fuego. Sin ser suficiente para frenarlo y dar tiempo a Zyrdit libere maná con la propiedad del rayo y lo dispare directamente a la cabeza del dragón, lo que lo paralizo y desoriento brevemente.

Fue suficiente.

En ese lapso de tiempo Zyrdit ya estaba en camino a atacar al dragón una vez mas. Vi que en lugar de ser protegido por el Espíritu de Combate estaba siendo impulsado a gran velocidad por viento y cuando alcanzo al dragón se pego al cuello de este por la parte inferior, pego ambas manos en el mismo punto. De pronto había sido lanzado hacía atrás muy bruscamente pero al ver donde se sujeto momentos antes, se notaba un gran agujero ahora sangrante a chorros que sorpresivamente para mi, el dragón no tardo en cubrir con fuego, haciendo que el sangrado parara sin problemas.

Esta vez Zyrdit fue mas rápido y ya se había vuelto a lanzar al dragón, llegando sobre su cabeza a mayor velocidad de la que un enorme y a la vez lento dragón podía reaccionar a pesar de que era evidente que le podía ver claramente, pero su enorme cuerpo jugo en su contra.

Sobre su cabeza, extendió el brazo izquierdo, un destello rojo salió de este que junto a su brazo no tardo en formar un arco por el fuerte movimiento que termino con el cuerno del dragón siendo cortado por un solo ataque de Zyrdit.

Probablemente había condensado calor a una temperatura tan abrumadora que el cuerno no pudo soportar a pesar de la resistencia innata que tiene el cuerpo de un dragón al fuego.

Estaba alegre de ver como había mejorado en comparación con hace un par de décadas pero había algo extraño en su crecimiento, sus reflejos, velocidad, fuerza y tiempo de reacción estaban mejorando abismalmente en este corto periodo de tiempo de una manera que sentí antinatural.

Quería ver hasta donde podía llegar esta explosión de crecimiento por lo que deje de asistir y me limite a observar como se desarrollaba la situación.

Y entre mas la observaba mas antinatural se sentía, pues después de un rato, Zyrdit había llegado al punto en el que estaba reteniendo al dragón por su cuenta y evadía con extrema facilidad.

Pero aun con su crecimiento fuera de lugar no podía dar un golpe contundente al dragón ni hacer un daño real a este pero lo opuesto también era cierto. El dragón no acertaba sus ataques. Estaba igualado con un dragón anciano, una criatura que había vivido miles de años.

Bajo ningún concepto veía esto normal pero dejando de lado por un momento estas preocupaciones, decido intervenir al ver que Zyrdit se estaba agotando de su larga refriega con el dragón.

Canalizo maná ya purificado y lo comprimo en grandes cantidades dentro de sí mismo saliendo disparado de mi cuerpo a gran velocidad en su forma pura, que era completamente blanca.

El impacto no tardo en llegar directo a la cabeza del dragón que pude ver por un momento un rastro de miedo en su mirada antes de caer inconsciente por el fuerte impacto que termino con lo poco que quedaba de bosque y montaña.

Sentí que mi preocupación por Zyrdit había sido vana y ahora era confuso saber que hacer con él. Pensare eso cuando sea el momento, ahora no tiene sentido.

Además, tal vez era abrumador para Zyrdit pero para el dragón, yo era el abrumador.

Así termino la prueba de Zyrdit y comenzó lo que el Dios Dragon llamo: Domar a los dragones.