Durante el tiempo en el que Rena estaba desahogándose en Vesta... no era lo único que estaba pasando.
Fernando había llegado a su gigantesca residencia en la CDMX
Era una gran mansión que rivalizaba con la residencia Nanami en Japón, ambas eran majestuosas aunque en diferente manera.
Todas las residencias pertenecientes a las familias arcaicas eran gigantescas cuanto menos, después de todo, era la fortuna familiar que se había recolectado por mas de 2500 años.
-WoooooooooooooW.
Shui se quedo asombrada por el estilo de la mansión..... si es que se le podía llamar así pero en realidad quizá el termino "instalación sofisticada" parecía acoplarse mas.
Era una residencia en la cual predominaba el estilo minimalista y moderno pero no dejaba de lado el porte imponente de una residencia de ese calibre, estaba mas cerca de Ruby que de una mansión tradicional pero era asombrosa a su propia manera.
La residencia estaba conformada por un pequeño complejo de construcciones; una grande y dos pequeñas interconectadas por pasillos elevados.
Los jardines estaban exquisitamente cuidados y los frentes daban un pequeño porte elegante que contrastaba de una curiosa manera con el estilo minimalista de la residencia.
Fernando había traído a Shui y Lian a su residencia.
Seria su nuevo hogar, o al menos lo seria de manera temporal.
-Síganme.
Fernando ignoro los paisajes a los cuales había sido acostumbrado desde su nacimiento y simplemente siguió adelante guiando a todos.
Shui tomó las agarraderas de la silla de ruedas de Lian y avanzó seguida por Zoil quien cargaba las maletas.
La silla de ruedas de Lian era de neón, sin embargo, aun no se acostumbraba a usarla correctamente y era común verla chocar con algo.
Desde entonces, le había pedido a Shui que la guiara por los sitios hasta que se acostumbrase a ella.
Finalmente, tras recorres los jardines, llegaron a la construcción grande y entraron por la puerta principal.
-Bienvenido de vuelta joven maestro.
Una sirvienta de pelo rubio cenizo largo sujeto por una diadema de color blanco simple saludo a Fernando junto a un niño que media menos de que persona a su lado, mas o menos metro y medio.
La sirvienta le sacaba fácilmente unos veinte centímetros tal vez.
El niño tenia el mismo color de ojos miel que la sirviente pero su cabello era castaño.
-Petronila, Ruperto. Estoy de vuelta.
-¿Su salud se encuentra sin fallos?
-Según los médicos de la legión si.
-Me alegra oír eso.
Fernando volteo hacia Zoil, Shui y Lian.
-Ellos son Petronila Martínez Rosado y su hijo Ruperto Cervantes Martínez. Petronila es el Ama de llaves de la residencia Ramírez.
-Oh.
Shui y Zoil hicieron una reverencia mientras que Lian agacho con un poco de esfuerzo su cabeza.
Los tres estaban pudiendo seguir la conversación gracias al invento de traducción otorgado por Vesta.
Petronila se acercó a Fernando.
-Joven maestro, ¿Estos son los huéspedes de los que nos habló?
-Así es.
Fernando señalo con la mano abierta a los tres y los presentó.
-Ellos son Gao Lian, Gao Shui y Lee Zoil.
Los tres hicieron un gesto al escuchar su nombre.
-Ya veo...
Petronila asintió con la cabeza y después se acerco a Fernando con una mano en la boca y una sonrisa picara.
-Entonces, ¿Esta es la chica que se le declaró? No sabia que tuviera tendencias de asaltacunas.
-¡SHUI NO ES UNA NIÑA!.... y espera ¡¿COMO SABES ESO?!
-Lady Tokisaki nos envió el video.
-¡TOME! ¡POR EL AMOR DE DIOS! ¡NO SOY UN CIRCO!
Fernando gritó con toda su voz a absolutamente nadie.
Ruperto se acercó a Shui mientras tanto.
-Disculpe señorita, ¿Esta segura de que no tiene mi edad? Es decir..... medimos casi lo mismo....
-.....
Shui se quedo en silencio un momento, principalmente por que lo que decía el niño no era un error, Shui no tenia que mirar hacia abajo para hablar con el niño.
-...... ¿HUH? ¡NO SOY UNA NIÑA! ¡TENGO 19! ¡¿VES ESTO?!
Shui golpeó orgullosamente su pecho.
-¡Esto no lo tiene una niña! ¡Quizás no crecí hacia arriba pero lo que no tengo en altura lo compenso en voluptuosidad!
-Oh-Oh....
Ruperto retrocedió avergonzado y volvió con su madre.
-Ruperto, el preguntar por cualquier numero de una dama es casi siempre una mala idea, no importa si sea su edad o cualquier otro tipo de digito, así que como un caballero es mejor abstenerse de preguntar esos datos y vale mas la pena esperar a que la dama en cuestión se los comparta si lo considera apropiado.
Un caballero de cabello castaño peinado hacia atrás portando un traje de mayordomo entró en el recibidor y le dirigió unas palabras al pequeño Ruperto.
-Eso no es cierto Sebastián, las mujeres no somos así.
Petronila salió instantáneamente a refutar lo que dijo el recién llegado.
-En ese caso, ¿Cómo reaccionarias si dijera que tu edad es mayor a la que posees?
-Me enfadaría, ¿Qué crees que el tiempo me ha tratado tan mal para parecer una anciana?
-¿Y como reaccionarias si dijera una edad menor a la que tienes?
-Me enojaría, ¿Qué parezco una niña para ti?
-.... ¿Lo ves Ruperto? Es mejor evitar esos temas.
-De acuerdo papá.
Ruperto asintió al análisis de Sebastián.
Tras terminar su intercambio, Sebastián se dirigió a a Fernando.
-Joven maestro, las habitaciones están preparadas para recibir a nuestros huéspedes.
-Gracias Sebastián.
Fernando se volteo nuevamente hacia Shui y compañía.
-El es Sebastián Cervantes García, es el jefe de mayordomos y el esposo de Petronila.
-Es un placer, honorables invitados.
Los tres volvieron a agachar la cabeza en respuesta.
-Ellos son nuestros invitados, Gao Shui, Gao Lian y Lee Zoil. Gao Lian requiere atención especial debido a su condición.
-Entendido.
-Bien chicas y Zoil, ellos se pueden encargar de ayudarlos en lo que puedan y trataran de hacer su estadía aquí lo mas amena posible.
-Si, esperamos no causar muchas molestias.
-No, no. Son nuestros honorables huéspedes, somos nosotros los que deberíamos decir eso.
-Velemos por tu recuperación Lian.
-Si...... gracias.
Y así, Shui, Lian y Zoil se asentaron en la casa Ramírez.
~-~
Era el bosque de Lana... en una pequeña planicie un poco detrás de las lapidas con los símbolos pertenecientes a los discípulos del hado maestros de la generación actual que habían abandonado este mundo.
Ahora el kanji de oscuridad acompañaba al resto de rocas.
Sin embargo.... en la planicie un poco más atrás, ahora había una nueva lapida... la cual tenia inscrito "Miranda Guerrero García"
-..... Lo hice madre......
Vesta dejó un ramo de flores en la tumba, él había replicado la tumba de su madre que había visto en China y la había traído al sitio en el bosque de lana... ese mítico sitio para él en donde todos habían comenzado a entrenar hacía tantos años atrás.
Vesta paso a dejar a su novia y amigos a sus casas y después se había transportado directo a ese sitio para crear las tumbas de su recién difunto maestro y de su madre.
-..... Fue una aventura....
Vesta se levantó y dirigió una mirada a la lapida que contenía las cenizas de su madre.
-Vela por mi desde el cielo junto con mi padre y maestros.....
-¿Es hora de irnos?
Castiella salió de la nada en la espalda de Vesta.
-Si.... es hora....
Vesta comenzó a alejarse lentamente del sitio, pero se detuvo a respirar hondo unos pasos mas adelante.
-....... Observa como salgo adelante..... y cargo con nuestro legado..... Mamá.
Vesta pasó sus manos por sus orejas y las ocultó con una técnica de hado que Castiella le había enseñado recientemente.
Con eso..... todos los sucesos que habían pasado en tan solo un mes....... llegaron a su fin.