"Tiempo restante estimado del viaje, 60 minutos"
Esa era la leyenda que había en un cartel holográfico en la sala de mando de Júpiter.
-Entonces llegaremos por la zona detrás de la cordillera Qin que aún es control de los ascendidos.
-Si, en unos minutos estaremos al alcance del canal privado de los ascendidos. En ese momento, las comunicaciones por radio quedarán a tu control Sayuki.
-De acuerdo Vesta.
Se estaban discutiendo los detalles del aterrizaje de la enorme aeronave/base móvil de la legión, Júpiter.
"Katon-sama, hay un problema en almacén"
"Aquí Katon, ¿Qué ocurre? ¿Falta algo?"
"Bueno… sobra algo…"
"¿Sobra?"
-Tome, Fernando, síganme.
-Bien.
-¡Si!
Tome, Fernando y Vesta salieron de la sala de mando y recorrieron casi toda la nave hasta llegar al almacén.
-Katon-sama, eso es lo que sobra.
-Mmmm.
Sophia, quien estaba revisando los almacenes, llevó a Vesta hasta un contenedor rectangular que flotaba por medio de imanes, el contenedor mide 2 metros de largo, 80 cm de ancho y 80 cm de alto, según la etiqueta, sin contar el peso del contenedor, tenía una carga de 115 kg. La caja tenía un serial como todas las demás.
-Si… bueno… ¿Cuál es el problema?
-Bueno… el problema recae en ese serial en específico… es la caja de mi equipaje, la cual registre con 20 kilos y ya se encuentra en mi habitación.
-Oh…
Vesta se acercó a la caja e hizo un escaneo en ella para verificar que no contuviera nada peligroso no identificado.
Al verificar que no había nada de alarma, Vesta sostuvo el reporte de su visor.
-¿Organismo orgánico?
-¿Orgánico?
-Sophia, ¿No se supone que los ayudantes de Sayuki registraron todo? ¿Por qué no reportaron esto?
-Creo que dijeron que al ser cajas seriadas y verificadas antes de abordarlas, no era necesario.
-...
Vesta género hado en sus ojos y los agudizó para atravesar el metal del contenedor y ver que había dentro.
-Ay… tiene que ¡SER UNA PUTA BROMA DE MAL GUSTO!
Vesta activó sistemas de la caja para que flotara más alto y la sujetó de una de las agarraderas.
-Sophia, ven a la sala de mando, y trae un par de esposas domiciliarias.
-¿Esposas?
-Rápido.
-Si…
Todos regresaron a la sala de control rápidamente, en ella estaban los que acababan de regresar del almacén, Sayuki, Akira, Eliot, Leal, Rena y Roberto que al parecer venía a ver el estado del viaje junto con el par de ayudantes de Sayuki.
-Rio-kun, ¿Qué es eso?
-Una maldita broma de mal gusto.
Vesta entró evidentemente molesto a la sala de control con el contenedor y dirigió su mirada a los dos ayudantes de Sayuki.
-Ustedes dos, ¿No era su trabajo revisar el almacén también?
-Si… pero no creímos que fuera necesario ya que eran cajas seriadas…
-Bueno, pues esta vez si hubiera sido necesario para evitar estas estupideces.
Vesta desactivó el sistema de levitación del contenedor y dejó caer su peso verticalmente con los dos metros apuntando hacia arriba.
[Kyaa!]
-... Oye… el contenedor acaba de decir … ¿Kyaa?
Vesta abrió el contenedor ingresando su código y de él cayeron dos personas inolvidables para todos en la sala, Mia y Sara.
-Itaaa!
-Ay ay ay ay… no creí que trataran al contenedor así de feo… oh… uhm… ¿Hola?
Vesta hizo una pequeña explosión de fuego frente a ambas espantandolas un poco.
-Me pueden explicar… ¡¿CUAL ES LA PUTISIMA GRAN IDEA?!
-Eeeek!
-Eeeek!
-¡¿Mia?! ¡¿Sara-san?!
-Ah… creo que ahora entiendo a que te referías con broma de mal gusto… ciertamente lo es…
-Como es que se les ocurrió esto… ¡¿Y COMO ES QUE LES SALIÓ BIEN?!
Los discípulos, aprendices y Sayuki estaban en shock debido a las responsabilidades y problemas que conllevaba el tener a Mia y Sara quienes son catalogadas como civiles según los estándares de la legión.
-Uhm… en mi defensa…
-¡En tu defensa una mierda! ¡¿Tienes idea de lo peligroso que es venir hasta acá?! ¡¿Que tenías en la cabeza?!
Roberto comenzó a gritarle a Sara exasperadamente.
-¡Bueno! ¡Que no quiero que mis amigos vayan a una pelea a muerte sin mi!... ¡Yo también quiero ayudar en la medida de lo posible!
-¡Si, eso! ¡Rena ha sido mi amiga desde que tengo memoria, y ustedes también son amigos preciados! ¡Yo también quiero ayudar!
-Entonces explícame… ¡¿Cómo se supone que ayudaran en una guerra de hado donde incluso unos de los mejores usuarios del hado, han caído o han sido replegados?! ¡¿Eh?!
-Ah… ¡Uhm! Ah…. Uh… Oh…
-*Suspira fuertemente* Sophia, ¿Tienes las esposas?
-Si.
-Préstamelas.
Vesta tomó las esposas que le estaba acercando Sophia y las sujeto a la muñeca derecha de Mia y Sara.
-¿Qué es esto?
-Son esposas de prisión domiciliaria, el abandono de la zona designada en ellas es imposible para los civiles. Desplegará una barrera que no puedes atravesar mientras la portes, y por supuesto. Yo soy el único que puede quitarlas. No abandonaran Júpiter en ningún momento por más que quieran.
-¡¿Eh…?! ¡Eso es injusto!
-¿Injusto Mia? Disculpa pero no voy a arriesgar sus vidas por simples caprichos… ah… simplemente podrán dar vueltas por Júpiter, pueden ayudar en tareas domésticas como cocina o cosas asi. Solo abandonaran Júpiter en caso de que sea destruido o haya una excepción, cosa que dudo. ¿Entendido?
-¡Pero…!
-¿ENTENDIDO?
-Eeeek!... … Si…
-Eeeek!... … Si…
Después de contestar a la vez, Sara y Mia se agacharon la cabeza como perritos regañados.
-Tome, me parece que sobran habitaciones en caso de tener que llevar civiles ¿Verdad?
-Si, tenemos 30 de sobra.
-Llévalas a un par.
-Si.
Tome hizo una seña hacia Mia y Sara para que la siguieran, de esa forma Mia, Sara y Tome abandonaron la sala de mando.
Tome las guio hasta sus habitaciones y las colocó en dos habitaciones juntas.
-La habitación tiene una cama, un buró que cuenta con un cajón y una lámpara, un mini closet para ropa y en la puerta de la derecha hay un baño con una pequeña ducha. Son habitaciones pequeñas simplemente para dormir, así que no esperen demasiado.
-Si…
-... Katon-sama es duro con sus estándares al proteger a las personas que le importan y sabe que no pueden defenderse, ténganlo en mente. Está molesto porque ahora tiene que preocuparse por la guerra, por proteger a Rena y por protegerlas a ustedes… aunque claro, no estará solo en esa labor.
-Si… gracias, Tome-san.
-Si. Tengo que irme, falta muy poco para que aterricemos. No habia planes de que vinieran asi que no tenemos ropa para ustedes, se tendran que conformar con lo que encontremos allá… si es que encontramos algo.
-Esta bien.
Tome se fue alejando dejando a Sara y a Mia enfrente de sus respectivas habitaciones.
-¡Ah! ¡Tome, ¿Como abrimos la puerta?!
-¡Las esposas que tienes servirán para ello en este caso! ¡Solo coloquenlas frente a la luz roja!
Tome se alejo aun mas hasta desaparecer en el pasillo.
-Ah… bueno… supongo que logramos abordar.
-Si… espero que al final no les causemos muchos problemas.
-Eso es algo hipócrita de pensar en base a lo que hicimos.
-Supongo, a ver… Tome dijo que colocaramos estas frente a la luz roja…
Sara colocó su muñeca con la esposa frente a la luz roja, después de un pitido, la luz roja se convirtió en verde y se abrió la compuerta.
-Vaya…
-Bueno pues… creo que deberíamos quedarnos un rato en la habitación para… poder desempacar… a espera, no traemos nada…
-... Tal vez estaré dentro hasta el aterrizaje… puede que los calme un poco.
-Si…
Sara y Mia entraron a sus habitaciones y se quedaron ahí un tiempo.