Un par de personas se encontraban en una parada de autobuses en la prefectura de Niigata, parecían estar hablando pacíficamente mientras esperaban al autobús.
-Gracias por llevarme al autobús Vesta-kun.
-No hay problema, ¿Tienes algo que hablar con tus padres no?
-Si, espero no tome mucho tiempo. Te llamaré cuando termine.
-Claro.
Un autobús llegó a la parada justo después de que Mia terminara de hablar.
-Que oportuno. Entonces, nos vemos luego.
-Si.
Mia sube al autobús y deja a Vesta en la parada de autobuses.
-Ah… (Bien Mia… han pasado muchas cosas el día de hoy… bajaste de un avión de México a Japón… conociste a la fallecida novia de tu interés amoroso… un grupo de criaturas locas atacó el mismo sitio como daño colateral… Una hermosa elfa pidió ayuda a la legión… y ahora tres de tus más cercanos amigos van a ir a una guerra… Vaya… solo son las 4 de la tarde… y ahora vas a hablar con tus padres y tratar de cancelar el tema del prometido… espero poder hacerlo no tan bruscamente como Rena… Jajajaja… de verdad que ha sido un día agotador…)
El autobús avisó del nombre de la siguiente parada, era la de Mia.
-(Muy bien… respira hondo… Aquí vamos…)
Mia bajó del autobús y camino un poco por el vecindario, después de un rato, paró frente a una casa bastante bonita de color rojo.
Mia observa con detalle la casa roja, había un par de plantas que adornaban la puerta de color café oscuro. Frente a la puerta se extendía un pasadizo de concreto bastante común en el vecindario, el pasadizo dividía el jardín de la casa a ambos lados. El lado derecho siendo el más pequeño, poseía un hermoso paisaje hecho de flores rosas, flores azules y rosas blancas, se notaba que estaba bien cuidado. Del lado izquierdo había unas cuantas sillas y una mesa con una palmera para relajarse fuera algunos días.
Frente a todo aquello había un enrejado de color blanco con una pequeña columna de concreto que actuaba como comunicador y timbre.
Mia tocó el botón del comunicador y llamó a la casa.
"¿Si? ¿Quién es?"
-Soy yo Okaa-san… Mia.
"¡Mia! Creí que vendrías más tarde. Adelante pasa"
La reja de color blanco frente a Mia se abrió y la dejo pasar.
-*Respira hondo* Bien.
Mia atravesó el pequeño pasadizo de concreto y se detuvo frente a la puerta de madera color café oscuro, un poco después tocó la puerta.
-¡Adelante!
Mia abrió la puerta y paso al recibidor, en el la esperaba su madre, una mujer de aproximadamente 40 años la cual el paso del tiempo parecía haberla favorecido, su cabello era corto y de color café y sus ojos siempre parecían estar cerrados por lo que no se sabia cual era el color de sus ojos, su figura estaba bien formada y no dejaba que desear a los jóvenes. Vestía una blusa de manga corta color azul claro y un pantalón color negro, sobre todo eso había un mandil color amarillo.
-Bienvenida.
-Jeje… estoy en casa.
Mia paso del recibidor no sin antes quitarse los zapatos y cambiarlos por unos uwabi. Después de ello se dirigió a la sala de su casa, era una sala sencilla conformada por una televisión, una mesa pequeña al frente de esta y un par de sofás triples de terciopelo verde, en uno de ellos se encontraba sentado su padre, un hombre fornido con bastante musculo y una piel de color claro, su figura ruda se veía un poco opacada por su cabello semicorto rosa y un bigote poblado rosa igualmente.
-Mia, puedo ver que llegaste con bien.
-Si, Otou-san.
Los ojos color café de su padre se clavaron en su esposa como si le estuviera diciendo algo.
-Bueno… parece que no vienes aquí a saludar simplemente…
-No… Pero es una de las razones por las que vine.
-Bien, en ese caso ¿por qué no hablamos?
La madre de Mia, Sakurai Sonia, había traído tres tazas de té.
-Gracias, Okaa-san.
Mia todo una de las tazas de té pero no la probó.
-... Bueno… Uhm… *suspira* simplemente lo diré. El motivo principal de mi visita es el asunto del prometido.
-Si, me lo imaginaba. ¿Qué necesitas discutir sobre él?
-... … No quiero un prometido…
-Ya veo… ¿Por que?
-Porque… porque yo quiero seguir a quien mi corazón quiere.
-A quien tu corazón quiere… entonces… ¿Ya tienes a alguien en mente?
-... S… Si… Yo… estoy enamorada de alguien que se llama Toudou Aisaac… y se que estoy en una situación… difícil… pero quiero recorrer ese camino. Y un prometido me hace imposible recorrerlo…
-Entiendo… Entonces no hay problema.
-¿Eh?
-Bueno mas bien creo que es correcto decir que nunca lo hubo.
-... ¿Eh?
-Es como dice tu madre Mia. Para empezar nunca hubo un prometido. Solo fue un comentario para ver como reaccionarias.
-¡¿EHHHHHH?!
-Solo quería confirmar cómo es que mi hija veía su futuro personal… aunque claro si lo hubieras aceptado supongo que hubiéramos comenzado a buscarlo… pero las posibilidades eran mínimas.
-... ¡¿EHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH?!
-Entonces… este… Aisaac-kun… ¿Cuándo lo traerás a casa?
-B-Bueno… eso es…
-Dijiste que estabas en una situación difícil. ¿Por qué?
-Pues… principalmente porque… él amaba muchísimo a su pareja…
-Bueno, si es una ex-novia y terminaron, pues entonces es una situación curiosa pero no difícil…
-No… el punto es que nunca terminaron… ella… falleció…
-Oh…
-Bueno… tiene poco más de un año de eso pero… parece que aun no está listo para dar vuelta a la pagina…
-... Jeje…
-¿Qué pasa?
-Cariño… ¿No te suena parecida la situación?
-Claro que me suena la situación. Yo estuve en la misma cuando trate de enamorarte.
-... … … … … … ¿Qué?
-Veras Mia, tu madre tenía igualmente un novio que falleció sin que cortaran. Damian se llamaba ¿Verdad?
-Si.
-Bueno, llegué a conocer a Damian, y me quedó claro que era una muy buena persona. Para ese entonces yo ya amaba a tu madre y estaba dispuesto a rendirme en mis sentimientos, cuando un accidente automovilístico acabó con la vida de Damian.
-Si… fue un momento muy difícil para mí.
-En ese momento me entristecí. Sabía por lo que estaba pasando Sonia y también sabia que mucho no podía hacer, también estaba triste por la muerte de Damian. Nos habíamos hecho amigos después de todo.
-Souta estaba un poco triste pero también lo veía con ganas de hacer algo.
-Mira hija, te voy a dar un consejo. Tu corazón es oportunista, no hay manera de que deje de seguir sus sentimientos, el de cualquier persona. Por ello, me siento culpable por que se que cuando me enteré de la muerte de Damian, durante muy poco tiempo y en alguna parte de mi corazón… sentí felicidad ante la posibilidad de poder acercarme a Sonia. Cuando lo sentí… me odie por mucho tiempo, sentía asco hacia mi persona… pero no te mortifiques por ello, tu cerebro tiene la capacidad de controlar a tu corazón… y tu corazón no dejará pasar ninguna oportunidad para que tus sentimientos salgan a flor… simplemente… Mantente a su lado, hazle saber que si necesita algún hombro para apoyarse aunque sea emocionalmente, ahí estarás tú.
-... WoW… no sabía esa historia de ustedes dos…
-Bueno, no te la habíamos contado. Pero ánimo, quisiera conocer a mi hijo pronto.
-Jejeje… creo que al menos un poco de tiempo me va a tomar…
-No te apresures, todo ocurrirá a su debido tiempo.
-Si… bueno, no es por ser aguafiestas pero ya tengo que irme.
-Esta bien, ojala pases antes de irte de Japón.
-Haré un espacio para pasar.
-Que te diviertas.
-Si… (No creo poder divertirme… pero espero que no pase a mayores lo de China)
Mia dejó la casa después de despedirse de sus padres y sacó su teléfono.
-¿Vesta-kun? Ya salí de mi pendiente… fue mucho más rápido de lo que creí… ¿Te veo en la estación de autobuses?
-Si, avísame cuando estés ahí.
-Si.
Mia colgó el teléfono y se dirigió a la estación de autobuses.
~-~
-Bien… supongo que iré a recoger a Mia.
Vesta acababa de colgar el teléfono. Se encontraba de regreso de la sala de ingeniería de Ruby después de revisar que tan bien iba el acoplamiento de Makoto.
El pasillo tenía luces para alumbrarlo por completo, tenia el mismo aspecto futurista de siempre con los metales que había sido construido, tenia detalles de pintura rojos y negros en forma de una linea gruesa roja delineada por pequeñas líneas negras y rodeada en su gran mayoría por blanco. En el caso de los pasillos de Zafiro, las líneas eran de color azul.
En ese momento no había nadie en el pasillo y Vesta se dirigía a la zona de leap.
-... … …
[EL DESTINO TE LLAMA… KATON]
Al escuchar aquella voz al parecer de una mujer, resonar por el pasillo, Vesta desplegó inmediatamente sus resonadores de fuego y los levantó listos para pelear. Volteo a ver hacia todos lados y no vio a nadie.
-¿Que…?
[EL MOMENTO HA LLEGADO]
-¡!
Vesta volvió a revisar a todas las direcciones y siguió sin ver a nadie.
-...(¡¿Resuena dentro de mi cabeza?! ¡¿Qué es eso?!)
Vesta se quedó pasmado por lo ocurrido, se quedó en alerta un momento buscando o esperando que aquella voz con efecto de eco divino le volviera a hablar pero no sucedió.
-¿Que… demonios…? … …
Vesta guardó los resonadores de fuego y se dio unas palmadas en las mejillas.
-(¿Estoy alucinando? Puede que el hecho de que voy a llevar a Rena a una guerra me haya afectado mucho más de lo que pensé… necesito descansar).
Vesta se retiró del pasillo y llegó a la sala de leap a la vez que sonó su celular. Era Mia avisando que ya había llegado a la parada en donde Vesta la había dejado.
-Simplemente recogeré a Mia y… descansaré… si, creo que esta vez lo necesito.