-Eita, ¿no compraste muchos dulces?
-No, los dulces son muy importantes en la vida, te ayudan a concentrarte mientras estudias.
Eita y Rena iban saliendo de un mini mercado express por el que estaban pasando en su camino de regreso al apartamento.
-Ah... (ya que hoy no había prácticamente nada que hacer… tenía planeado invitar a Vesta-san a salir a dar una vuelta, pero... me dijo que tenía un compromiso... ¡No puede ser Tome-san ¿verdad?! ¡¿Verdad?!)
-Nee-san, ¿estas bien?
-Si... solo tenía pensadas otras cosas para hoy...
-Bueno... no siempre salen las cosas como uno quiere.
-Supongo que es verdad... jaja...
-Pero para cambiar de tema, ¿Ya terminaste de leer los diarios de Oji-san?
-Si... sí me preguntas, sería más creíble como alguna historia que creó, pero si dices que puede usar aquel poder pues... no sé qué pensar...
-A mí me llama mucho la atención el cómo pelean según los diarios, dicen que usan algo llamado campo de éxtasis y para todos los que están fuera de él no se ve nada adentro mientras que, si están dentro se ve toda la batalla, que cuando ayudaba en comunicación escuchaba a los miembros decir que el campo de éxtasis se podía romper liberando todo lo que estaba dentro… dijo que cuando trabajó en comunicación lo más que llegó a ver fue una grieta en el campo de éxtasis.
-El diario decía que esos campos resisten mucho pero aun así, había oído hablar de momentos en los que colapsaban, si realmente soportan tanto. No imagino qué fuerza puede romperlos.
-Si, seguramente sea demasiado para civiles como nosotros.
-La verdad es que me da curiosidad, pero miedo a la vez...
-A mí me gustaría conocer algún día a uno de los líderes...
-Ciertamente sería interesante... Por cierto, cuando íbamos hacia el otro lado y no de regreso… esto no estaba...
-Es verdad, ¿Habrá ocurrido algo? Parece que evacuaron a las personas del área.
-Aun así, las circundantes no parecen prestarle mucha atención.
-Bueno, tomaré una foto del sitio para pasar después.
Cuando Eita trataba de tomar una foto con su celular, una onda desconocida se expandió en un área enorme apagando todos los dispositivos que poseían cámaras o micrófonos.
- ¿Qué fue eso?
-... Eita, ¿Puedes prender tu celular?
-¿Eh?... no...
- ¿Un pulso electromagnético? No... si ese fuera el caso... ¿Por qué...?
Rena volteo a su alrededor viendo la confusión de las personas que estaban en la zona y observaba los objetos electrónicos cercanos.
-Si ese fuera el caso... ¿Porque solo los celulares se apagaron?
-No, Nee-san. Mira allá. A ese local se le apagó el micrófono que tenían conectado.
- ¿Micrófono? ... Se apagaron... ¿Todos los dispositivos que podrían grabar algo? ¿Es eso posible? No debería haber forma de controlar un pulso electromagnético a ese nivel.
-Si, debió de haber apagado todo si hubiera sido uno.
-... ¿Qué está pasando?
Un sonido similar al quiebre de un cristal resonó en toda la zona y al cabo de unos segundos, la multitud reunida empezó a dirigir su atención a un punto en específico y empezó a generar ruido de confusión.
- ¿Qué fue eso? ¿Qué está pasando?
Dirigiendo su atención al mismo punto de la multitud, Rena y Eita se quedaron atónitos. Había una grieta en el cielo, era de al menos 3 metros de largo y parecía resistirse a que se expandiera.
De la grieta, se alcanzaban a colar ligeramente gritos de dolor y el sonido de metal chocando entre si.
-O-O-Oye... Eita... E-Eso eso...
-E-E-Es u-u-un ca-ca-campo de éxtasis... ¿Verdad?
Un ruido de quiebre cristal aún más fuerte que el anterior volvió a sonar triplicando el tamaño de la grieta y creando dos más de menor tamaño.
Mientras las grietas parecían querer volver a agrandarse, un sonido similar al de una campana resonó ligeramente, una onda blanca se extendió creando una cúpula y cubrió rápidamente las grietas que estaban a la vista, desapareciendo las mismas.
Después de ello, una onda se expandió nuevamente y reactivó los dispositivos que se habían apagado.
-E-Eso fue...
-Así que es obra de aquellas personas...
-Entonces el pulso... fue para que no hubiera evidencia...
-Asi es como se han mantenido en incógnito... Nee-san. Por si acaso deberíamos irnos.
-Si... (me pregunto qué está pasando ahí adentro…)