Daniel caminó hacia la escuela de manera similar a un zombie.
Recordó todo lo que pasó ayer.
Sentía una inquietud tremendamente grande en su corazón al ver que tuvo una discusión tan fea con la persona que le gustaba.
Él era era muy orgulloso, ya que era terco y tímido, pero, la verdad...
Daniel estaba loco por ver en este momento a Ana para poder disculparse con ella.
Ni siquiera pensó que ayer, aparte de ser el primer día que no hizo su entrenamiento nocturno de artes marciales básicas, fuera algo inusual.
De hecho, por algún motivo, hacer este entrenamiento era muy importante para él.
Pero, por algún motivo, el haber tenido esa discusión con Ana pareció ser como una navaja que gradualmente le hacía cortes a su corazón.
Era un mal que Daniel no se lo deseaba a nadie.
No era como cuando él sentía celos por ver a Ana estar cerca de otro chico, era como eso, multiplicado por 100.
Verdaderamente, lo que pasaba ahora mismo en la mente de este chico de 15 años, era muy caótico.
...
De camino a la escuela vió a su compañera de aula, y esta comenzó a hablarle como si nada, sin notar el estado de ánimo de Daniel, y, de hecho, algo extraña por su forma de hablar.
Daniel tampoco notó esto debido a su propio problema.
Fue así, hasta que estaban cerca de la escuela, a unos cientos de metros. Ya se veía la entrada desde lejos.
"... Y por eso fue que me fui de la fiesta, cuando llegué a mi casa, menos mal que mi mamá no me notó, jajaja."
Daniel levantó su cabeza, y de forma extraña, le preguntó a su amiga.
"¿Fuiste a la fiesta que se dió anoche? ¿El cumpleaños de Amy?"
De hecho, Daniel averiguó en la plataforma social acerca de la fiesta hoy en la mañana, eso fue lo primero que hizo cuando se levantó.
"¿Ah? Si, aunque no estuvo tan interesante, de he... ¡ob!"
Ella se dió cuenta de algo, y mientras hablaba, se puso la mano en la boca, mirando a Daniel nerviosamente.
Daniel inclinó la cabeza, sin saber por qué su amiga hacia algo así, pero siguió preguntando con énfasis.
"Por casualidad, anoche... ¿viste a Ana allí?"
Daniel preguntó, esperando respuestas de su amiga. Pero definitivamente, lo que no esperaba, era que su amiga no habló nada y le dió una mirada muy inusual.
"¿Hmm? ¿Por qué me miras así, Beth?"
Beth, o Elizabeth Roy, miró a Daniel con lástima en sus ojos, y luego, el valor que antes no había aparecido en ella, apareció por arte de magia.
Ella le dió unas palmadas en el brazo a Daniel, y luego le sonrió.
"Dan, sabes, tú eres un chico muy bueno."
Daniel instantáneamente sintió todo muy raro y no pudo evitar preguntar, "¿De qué diablos hablas?"
A Elizabeth no le pareció preocupar lo perdido que estaba Daniel, ya que ella rió todavía más y le acarició el pecho, diciéndole, "De hecho, eres muy popular, pero tal vez nunca te hayas dado cuenta..."
Mirando a su amiga de esta forma, más que otra cosa, Daniel estaba completamente curioso y extrañado.
Justo en el momento en que pensaba preguntar qué pasaba por el amor dios, en ese momento...
Daniel vió una silueta familiar en la esquina de sus ojos.
Su mirada siguió la silueta y cuando vió lo que veían sus ojos, en ese momento...
No paso nada extraño en el mundo normal, pero en la cabeza de Daniel, fue como si un Taoísta hubiera llegado y hubiera detenido el tiempo con un hechizo celestial.
"Daniel, tú... la verdad..."
Elizabeth tenía una mirada soñadora en su rostro, y aunque nerviosa, pensó decir algo loco en ese momento.
Ya sea por sus propios sentimientos, o ya sea para mitigar el destrozo en el corazón de su amigo, ella se armó de un valor que llegó, literalmente, desde una parte dentro de ella que nunca conoció.
Pero pudo ver que Daniel estaba mirando a otro lado con detenimiento, y luego que abrió tanto sus ojos como si hubiera visto un fantasma.
Mirando hacia allí, aunque menos, la sorpresa en ella no fue algo para despreciar comparado con Daniel.
Ana, esta hermosa y voluptuosa chica, tenía la cara sonrojada y complicada mientras caminaba incómodamente, debajo del brazo de un chico muy apuesto.
Dicho chico se llamaba Jonh Williams.
Y era el delantero en el equipo de Lacrosse, el mejor marcador, y aunque no el más rico de la escuela monetariamente, sí el más popular.
Tenía la espléndida fama de ser un rompecorazones... de forma literal, ya que nunca estaba con la misma novia por más de un mes.
Y en ese momento, Daniel fue víctima de otro ataque de pánico.
.....
Después de despertar en el hospital estatal, Daniel se dió cuenta de que su hermano pequeño y su papá estaban allá.
Su mamá estaba en casa, ya que se había pasado aquí la tarde entera, y su marido la convenció de ir a cocinar, puesto que el médico dijo que como Daniel se debería despertar después de una o dos horas, en ese entonces volverían.
Daniel no sabía que el "asunto", ya se había extendido por mar, por tierra y por aire, y por consiguiente, todos los de la escuela, todos los de las familias concurridas ya sabían sobre eso.
Su papá lo miró con lástima y con una cara complicada, su hermano pequeño era igual, ya que aunque tenía una edad pequeña de 12, gracias al todopoderoso internet, su inteligencia emocional era mucho mayor.
La familia de Ana había venido a ver la familia de Daniel, y a verlo a él. Que cuando se supo estaba bien, la mamá de Ana había suspirado de alivio.
Ana también estaba allí, pero no había dicho una sola palabra y todos la miraban con diferentes expresiones.
Para decirlo sin rodeos.
Todos tuvieron un acuerdo tácito y evitaron hablar de "eso", delante de Daniel.
.....
Daniel estaba en su cuarto.
Estaba sentado en la silla gamer recostado en ella.
Si se viera desde un punto de vista realista y objetivo, Daniel estaba perfectamente normal en este momento.
Pero, desde un punto de vista más emocional, Daniel, este pobre chico, estaba destrozado en pedazos.
De hecho, su mamá estaba tan preocupada que quería estar con Daniel y hablar toda la tarde con él, enseñándole que en el mundo también existían muchas chicas... pero el papá Smith la había convencido de darle un tiempo de respiro a su hijo.
Él... lo necesitaba ahora mismo.
.....
Ana... se volvió la novia de alguien más.
En la fiesta de anoche... seguramente pasó algo entre ella y Jonh, ese chico, y aunque Ana no estaba completamente convencida, como era una persona muy sumisa y de buen corazón, no tuvo la inspiración o fuerza suficiente para defenderse...
Si se debía defender...
El cuerpo de Daniel tembló.
Ana nunca más vendrá aquí y tendrá esa misma amistad ambigua conmigo.
Jonh... y Ana... ellos... o no, puede que no... pero Ana... ella caminaba hoy un poco rara...
¿Será...?
¿Será...?
Oh... Dios mío.
Daniel, que no había llorado hasta este momento, empezó a llorar silenciosamente.
La imagen que pasaba por su cabeza en este momento era tan dolorosa que un dolor intangible y presencial se inmiscuía en lo profundo de su ser.
Dice papá que es simplemente un desamor, que muchos hombres lo tienen en este mundo, que esto le está pasando a miles de personas en este momento, y que todos salen adelante.
Daniel se tocó el pecho.
Pero, es normal que ese desamor... ¿duela tanto?
Duele tanto que creo que es real, los pelos de mi cuerpo están de punta, y exudo sudor frío.
¿Esto es normal?
Yo he peleado muchas veces, yo me he lastimado muchas veces, pero nada era así.
Daniel, temblando, levantó su cuerpo y por la parte lateral de la casa, salió a caminar.
.....
Daniel sacó su teléfono, y ni siquiera sabía por qué, pero abrió la plataforma social de la escuela, una página inventada solo para ese fin.
"Esto es lo que pasó el día de hoy en el terreno del campus, ¡no lo podrás creer!"
"¡¿Qué un chico se desmayó por la sorpresa de ver que estaba siendo engañado?! No es tan interesante."
"Ah, ¿Daniel? ¿Daniel Smith? Lo conozco, no sabía que un chico así pensaba que era partido para Ana, esta chica de grandes... ya saben."
"Pobre Daniel, lástima por él, no es fácil estar pasando esto."
"En la sombra de Jonh, ¿cuántas personas así no existen? Este tipo es realmente una basura."
"Esto... ¿Daniel... Daniel Smith? ¡Tengo que hablar con él!"
Los comentarios de los estudiantes no eran de sorpresa para Daniel, aunque vió uno que llamó su atención, era el de Ginny, esta chica que estaba encargada de la biblioteca.
Daniel espero a que el semáforo se pusiera en verde, y junto con las demás personas, empezó a cruzar la calle.
Justo en ese momento, vió el perfil de ese John, así como su última publicación.
Era una foto, o una selfie, de el y la bella cara dormida de Ana, en una cama de sábanas blancas.
En ese momento no se dió cuenta de que paró de caminar.
El comentario que había en la publicación era el siguiente.
"Ana es una de las chicas más hermosas con las que he estado, incluso no había tenido su primera vez antes de ayer, espero que me deseen suerte y que duremos mucho tiempo."
Plop.
Ese fue el sonido que Daniel sintió.
Su cuerpo era como una gota de agua, que se mezclaba con una especie de lago... solo que este último era completamente negro.
¡Truannnnn!
Luego, después de un fuerte sonido, el pobre Daniel se encontró sintiendo un impacto sordo, y en consiguiente, todo se puso negro.
Daniel no tuvo vista objetiva sobre eso, pero un chófer venía apurado, y como pensó que ya la luz verde estaba por salir, no paró sino que siguió a su velocidad.
El chófer contaba con que todas las personas que habían en ese grupo de peatones pasarían el otro lado para cuando él llegara allí, pero quién sabía...
En realidad, un chico se quedó allí, de pie, con una mirada de desesperación en su rostro, mirando el teléfono.
Ni siquiera el freno de emergencia podía detener el impacto.
Daniel, este chico, murió en ese momento.