La casa de Zhou Zan estaba en uno de los extremos de la aldea, pero aún así se debía recorrer un largo sendero antes de poder llegar al bosque, la mayoría de los aldeanos no se adentraban en lo profundo del bosque debido al miedo de toparse con un animal salvaje.
Zhou Zan miró al niño a su lado entrar al bosque sin problemas, lo siguió de inmediato solo para verlo detenerse en un lugar cercano y comenzar a juntar ramas con rapidez y eficiencia, lo imitó estudiándolo con curiosidad, parecía estar acostumbrado a andar por el bosque y realizar ese tipo de tareas.
—Pequeño, ¿eres recién llegado a la aldea como yo?
El niño evitó mirarlo y solo asintió.
— ¿Vives en el bosque con tu papá?
Lo vio detenerse y mirarlo con nerviosismo.
—¿Tú papá fue quién me saco del agua?
Lo vio ponerse aún más nervioso. Dejó la ramas en el suelo y se acercó a él para tranquilizarlo.
—Esta bien, no le diré a nadie, lo prometo.
El niño parecía estar apunto de llorar, Zhou Zan se puso en cuclillas y tocó suavemente su cabeza, al mover el cabello en su frente descubrió una pequeña flor, así que el niño era un ger, por alguna razón eso lo hizo sentir más cercano a él.
—¿Él te pidió no dijeras nada?
—Si… él no puede bajar a la aldea.
—¿Esta ocultándose porque hizo algo malo? —preguntó con sospecha y preocupación.
El niño lo miró a los ojos y rápidamente negó.
—Papá me salvo… papá está herido —dijo, un segundo después se echo a llorar silenciosamente.
Zhou Zan se asustó al verlo llorar, limpió sus lagrimas e hizo sonidos reconfortantes para calmarlo. Si su padre estaba herido y vivían en el bosque eso significaba su situación además de lamentable era grave.
—Llévame con él.
Ese hombre lo había salvado, así que quería pagar su deuda, también quería ayudar al pequeño niño que parecía tan desamparado.
Debido al entorno en cual había vivido, Zhou Zan era alguien precavido, así que tendría cuidado ya que no tenía idea sobre la naturaleza de la otra persona, pero creyó que si se había tomado el tiempo para salvar a un desconocido y no pedir nada a cambio entonces su naturaleza debía ser buena. También estaba un poco curioso sobre su situación, la decisión de vivir en el bosque no podía ser la primera opción de nadie.
Luego de mirar los amables y bondadosos ojos de Zhou Zan durante unos segundos, el niño asintió.
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Dentro de una pequeña cueva en la base de la montaña estaba recostado un hombre alto de constitución grande y piel oscurecida por el sol, sus ojos estaban cerrados, su frente donde había un ceño fruncido estaba empapada en sudor, la cicatriz en su mejilla derecha también estaba húmeda, tenía el cabello negro atado en un moño desaliñado, la parte superior de su desgastada ropa café estaba ligeramente abierta exponiendo su pecho.
Ese hombre era el padre del niño que Zhou Zan había encontrado en el río. Lu Wei.
Aunque tenía los ojos cerrados, Lu Wei estaba consciente de su entorno gracias a su base en artes marciales, él estaba esperando el regreso de su pequeño hijo. Él se había quedado dormido solo para despertar y descubrir su hijo se había ido otra vez sin su permiso.
Se sentía preocupado, pero debido a la condición de su herida no podía levantarse para ir a buscarlo. Aguantando el dolor continuó esperando el regreso de su hijo.
Lu Wei no tenía un hogar, luego de recuperar a su hijo, le habían robado parte del dinero restante que había cargado consigo tras regresar de la guerra, no le había quedado otra opción más que vivir en el bosque y ocultarse, no quería volver a la aldea donde vivía la familia de su ex esposo, arreglaría cuentas con esas personas crueles en cuanto pudiera recuperarse.
El ruido de pasos lo hizo abrir los ojos, se sentó apoyándose sobre sus codos y tomó un cuchillo que mantenía oculto en su costado. Vio entrar a su pequeño hijo, detrás de él un joven ger de buena apariencia lo seguía. El ger permaneció en la entrada de la cueva, el joven lo miró con ojos suaves y curiosos, había precaución en ellos.
Descubrió el ger le resultaba familiar.
Lu Wei soltó el cuchillo y tocó la cabeza de su hijo cuando este se acercó.
—Lu Ming… —Le había pedido a su hijo no dijera nada o hablara con extraños.
—Yo… papá… lo siento.
Lu Ming estaba temeroso, no sabía que reacción habría de parte de su padre, hasta ahora no lo había tratado como la familia de su papá pequeño, pero eso podía cambiar ahora que se había equivocado y lo había desobedecido.
Zhou Zan se acercó un poco más, el hombre no parecía enojado, sin embargo, el niño parecía estar apunto de temblar de miedo, se preguntó si se debía a la cicatriz en el rostro del hombre que le daba una apariencia feroz o quizás a algo más. No pudo evitar preocuparse por el niño.
—Le pedí que me trajera. El pequeño me dijo que estabas herido.
Lu Wei analizó a Zhou Zan, descubriendo entonces porque le resultaba familiar, él era el ger que había sacado del río.
—¿Por qué?
—Soy Zhou Zan, fue a mi a quien salvaste del río. Gracias, espero recompensarte y poder ayudarte ahora que tu lo necesitas —hizo una inclinación y agradeció con sinceridad.
Lu Wei no pudo evitar ver su hanfu rojo que había estado usando aquel día también.
—Tú… ¿eres un ger casado?
—No lo soy —sonrió con calma y negó con la cabeza—, la boda no se completo.
El hombre frunció el ceño con recelo.
—¿Por mi culpa?
Zhou Zan parpadeo confundido.
—¿Qué? No.
—Nadie me vio sacarte del agua, tu reputación no debería estar manchada —dijo con seriedad. Lu Wei tenía experiencia en ese tipo de cosas y no deseaba repetir esa historia, miró brevemente a su hijo.
—Ya veo —susurró Zhou Zan al comprender. Era un ger y un hombre desconocido lo había sacado del agua, cualquier ger o mujer no querría eso se supiera debido a que cuidaban mucho su reputación. Por los recuerdos del otro Zhou Zan podía entender había una gran cantidad de tabús para las mujeres y gers en ese lugar dada la época—, no tienes que preocuparte, mi reputación ya esta manchada.
El hombre no dijo nada, mirando lo tranquilo que parecía Zhou Zan tras haber dicho eso.
—No tienes que darme nada, puedes irte.
—Quisiera ayudarte.
—No.
El ger lo miró detenidamente, luego se acercó y antes de que pudiera detenerlo jalo el cinturón de Lu Wei, abriendo así la túnica y descubriendo su abdomen.
—¿Qué estas…? —sujetó su delgada y blanca muñeca, al darse cuenta de lo que hacía lo soltó de inmediato como si quemara.
—Oh. —La mirada de Zhou Zan se vio atraída a la zona de su cadera, donde había una mancha de sangre sobre un pobre vendaje—. Esta herida…
¿Se la habría hecho al entrar al río? Parecía poco probable, miró los oscuros y severos ojos, encontrando un rastro de reserva. Sabía no debía preguntar.
—La herida se abrió un poco cuando entre al río. —Esa era la única respuesta que estaba dispuesto a dar ahora que veía Zhou Zan estaba decidido a ayudarlo para recompensarlo.
Lu Wei había estado pescando esa día cerca del anochecer junto a Lu Ming, no permitiendo este se pusiera en peligro entrando al agua, cuando vio un cuerpo fluir con la corriente, sin pensar se había lanzado al agua para sacar a la persona, fuera lo había visto toser y respirar, pero al mirar la flor en su frente se había apartado, luego le había dicho a su hijo fuera a avisar a las personas en la aldea antes de decirle regresará al bosque tras hacerlo. Luego de ver a su hijo salir corriendo se había alejado del ger para volver al bosque, no sin antes comprobar realmente estaba bien. Al llegar a la cueva se había dado cuenta su herida se había abierto.
La herida no había cicatrizado debido a que era reciente, solo cubierta con hojas medicinales y tela, al hacer un esfuerzo grande había vuelto a sangrar.
Era increíble haber salido ileso de la guerra solo para volver a casa y ser herido por un grupo de bandidos. Su hogar había desaparecido, su esposo lo había abandonado y los padres de su esposo habían vendido como esclavo a su pequeño hijo. A pesar de todo eso, Lu Wei no se sentía desamparado, solo enojado y angustiado por su hijo.
Lu Wei vio a su hijo cabizbajo, su hijo había sufrido en manos de aquellas personas mientras él estaba en servicio, las promesas de ese ger y su familia no habían valido nada, habían sido solo mentiras. Suspiró y levantó el cabello en la frente de su hijo, exponiendo así la pequeña flor. El niño bajo aún más la cabeza al escuchar a su padre suspirar y se apartó con tristeza.
Ante eso Lu Wei se sintió perdido sin saber que había hecho mal e intentó alcanzarlo, pero solo hizo su herida doler y un jadeo escapó de sus labios.
—Recuéstate, te ayudaré.
Lu Wei no dejó que el ger lo ayudará, cuando vio acercar sus manos a su cuerpo, sujeto una de sus manos otra vez.
—¿Qué haces?
—Necesito ver la herida.
Al ver sus ojos honestos, Lu Wei se la mostró quitándose las hojas y el vendaje.
—Tengo algunos conocimientos de medicina, pero creo será mejor buscar a un doctor.
—No.
—Lo pagaré, no te preocupes. Planeo darte también una recompensa monetaria.
Lu Wei realmente no podía pagarlo, pero tampoco podía dejar un desconocido pagará por él, ni que nadie se enterará estaba en un lugar a solas con un ger soltero. No volvería a cometer un error como ese.
—No —repitió, más duro de lo que pretendía—. La herida no es tan grave, estaré bien pronto.
Vio al ger suspirar y asentir.
—Entiendo. ¿Tienes aguja e hilo? —El ger miró alrededor.
—No —Le habían robado las pocas pertenecías que había traído consigo.
Zhou Zan recordaba haber visto un kit de costura en la dote.
—Entiendo, iré a casa a traer algunas cosas, volveré pronto.
Desconfiado, Lu Wei lo agarró de la muñeca.
—Nosotros…
—Tranquilo, prometo no decir nada a nadie.
Lu Wei le creyó y lo vio partir. Un ger tan bien parecido no estaría interesado en un hombre como él, así que no era probable expusiera lo había salvado y se habían encontrado en un lugar a solas. Miró a su hijo y suspiró sin querer recordar el pasado.
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