—Lamento tardar, tuve que pedir prestada una olla para hervir el agua e hilo —Zhou Zan entró cargando una cubeta con poca agua, poco después se arrodillo cerca del hombre abriendo uno de los paños blancos que había encontrado junto al kit de costura sobre sus muslos, mojó la tela en el agua hervida y procedió a limpiar la zona de la herida con extremo cuidado.
—¿Por qué herviste el aguja e hilo?
Luego de asegurarse podía hacerlo, Zhou Zan comenzó a cocer la herida, afortunadamente era una herida superficial de arma blanca, no parecía haber sido apuñalado, solo habían cortado su piel.
—Desinfección.
—¿Qué es eso?
La explicación de bacterias e infecciones no tendría mucho sentido para el hombre de una época antigua, así que busco una explicación simple.
—… Limpiar la suciedad, así no entrará en tu herida. Reducirá las posibilidades de que sufras de fiebre o que tu carne se pudra.
Cocer la herida era lo único que podía hacer por ahora, antes de limpiar la herida Zhou Zan había retirado las hojas y venda para revisar la piel en busca de infección, sorprendentemente no había habido ninguna.
Las hojas deberían pertenecer a hierbas medicinales con un efecto des inflamatorio, quizás aquellas plantas también poseyeran un ingrediente antiséptico desconocido por el hombre. Como un chico de ciudad no conocía mucho de la medicina tradicional del país de sus padres, había tenido que aprender a tratar heridas y manejar enfermedades de forma básica luego de que su mundo estallara en caos, solo eso.
—¿Por qué no cociste la herida?
Era claro que él solo se había tratado, además, cuando el hombre se había retirado la parte superior de la prenda de sus ropas, había dejado al descubierto una considerable cantidad de cicatrices, parecía estar acostumbrado a ser herido y tratarse el mismo.
Zhou Zan realmente se sentía curioso sobre la historia de ese hombre.
—No era necesario, es una herida poco profunda.
—Deberías conseguir más de esas hojas. Luego quitar los puntos —recomendó, usando uno de los paños que había traído para vendarlo.
—Ya veo, gracias. Estamos a mano ahora. Puedes irte.
Por alguna razón, Zhou Zan se encontró sonriendo entretenido ante su claro desplante.
—Salvaste mi vida, ¿cómo tratar una herida puede compararse con eso?
—No necesitó nada más.
Sabiendo no lo haría cambiar de opinión, se dio por vencido.
—Ni siquiera sé tú nombre.
—… Lu Wei.
—Hermano Lu —saludó cortésmente siguiendo la etiqueta.
El hombre parecía desconfiado, pero no de una manera que insinuara creyera Zhou Zan representará un verdadero peligro, era algo más como no querer verse involucrado con él solamente.
Movió su mirada hacia el niño que se había alejado, permaneciendo callado.
—Este pequeño…
El niño miró a su padre, quien asintió.
—Mi nombre es Lu Ming.
—Xiao Ming me ayudo a juntar leña hoy, por lo que prometí invitarlo a comer, ¿eso esta bien?
El hombre frunció el ceño, parecía molesto, pero solo consigo mismo, le dio una mirada alrededor y luego de segundos asintió decaído.
—Si. —Padre e hijo no poseían nada, tanto así que Lu Wei y Lu Ming solo tenían lo que llevaban puesto y habían estado sobreviviendo con raíces y frutas del bosque los últimos tres días.
—Lo traeré de regreso antes de que oscurezca.
—No tienes…
—No me siento cómodo dejando a un niño solo caminar por el bosque.
—…
Luego de recoger las cosas traídas Zhou Zan estiró su mano libre, esperando Lu Ming la tomará.
—¿Xiao Ming todavía quiere ir conmigo?
El niño miró a su padre, luego a Zhou Zan, se acercó lentamente y tomó su mano.
—Si… —susurró con timidez.
Lu Wei vio partir a su hijo, el niño estaba más a gusto con un desconocido de que lo estaba con él, no podía hacer nada, solo tenía unos días de haber vuelto a su vida. Además la otra parte también era un ger, quizás su disposición hacia él se debiera a eso.
Preocupado por la seguridad de su hijo al dejarlo ir con desconocido, Lu Wei se puso de pie con esfuerzo teniendo cuidado con su herida tratada y salió de la cueva. Decidido a vigilar a su hijo desde lejos.
~
—¿Xiao Ming, quiere mucho a su padre?
Lu Ming asintió, mirando el perfil de Zhou Zan, él nunca había visto a un ger tan amable como Zhou Zan, cuando fue receptor de su sonrisa, el niño no pudo evitar sonreír tímidamente.
—Si…
—El papá de Xiao Ming parece muy poderoso.
—Si, papá era un soldado… —susurró con admiración.
Lu Ming había sido vendido como esclavo por sus abuelos y tíos, en el miedo que había sentido, recordó como su padre había aparecido luego de mucho tiempo de no verlo, Lu Ming había podido recordar sus ojos, su rostro serio, había logrado recordar la forma en que siempre lo cargaba sobre sus hombros cuando iban al campo a trabajar, su papá siempre había sido bueno con él. Su padre había sido el único en su familia que había sido bueno con él.
—Oh, ya veo.
Zhou Zan no preguntó más, no queriendo abusar de la inocencia del niño para obtener información, solo había querido intentar averiguar la razón de la timidez del niño frente a su padre. Con su respuesta pudo hacer una suposición que tranquilizó su corazón sobre la seguridad de Lu Ming.
Se dio cuenta que el niño le robaba miradas bajo su fleco, pensó que era una actitud muy tierna.
—¿Xio Ming quiere decirme algo?
—… ¿Qué comeremos? —se veía realmente avergonzado por haber hecho esa pregunta.
«Esa es una buena pregunta», pensó, considerando que solo tenía harina, arroz y aceite. Al menos le había pedido una olla a la tía Chan Jie.
En ese momento su mirada se vio atraída por un nido de pájaro en un árbol, la idea de comer huevos con arroz lo entusiasmo demasiado, sin embargo le sería imposible alcanzarlos.
Lu Ming siguió su mirada.
—Puedo llegar allí trepando el árbol.
Zhou Zan negó de inmediato, mirando al pequeño y delgado niño. Su padre se lo había confiado, así que velaría por su seguridad. Más importante, no arriesgaría un niño por algo así.
—No es necesario. Compraré algunos huevos con alguien en la aldea, también algunas verduras.
—Los huevos son muy caros —susurró Lu Ming—, puedo llegar a ellos.
—Ahora puedo permitírmelo, esta bien.
—Pero…
—Es demasiado peligroso, no quiero ver a Lu Ming herido —dijo con voz firme, pero amable.
Lu Ming sintió un extraño sentimiento en su pecho, bajo los ojos al sentir las lágrimas acumularse en ellos, no entendía porque sentía ganas de llorar si no sentía dolor o tristeza. Solo se sentía extraño por la preocupación mostrada, era algo nuevo para él.
—Tío… Tío pequeño Zhou… —llamó.
—¿Si?
—Tío pequeño Zhou…
Rió con suavidad, sintiéndose divertido.
—¿Qué pasa?
Lu Ming no sabía que sentimiento sentía, tampoco sabía que decir, así que miró alrededor sintiendo su rostro caliente.
—Hay que llevar la leña.
—Cierto —murmuró, también mirando alrededor—, ¿dónde… ?
Zhou Zan se detuvo al detectar algo rojo y pequeño en medio del espesor verde de un arbusto. Llevando al niño se adelantó y al descubrir tenía razón sonrió feliz. Había encontrado fresas silvestres.
—Oh, mira son fresas, ¡también hay moras!
Al ver lo alegre que parecía por encontrar esos pequeños frutos, Lu Ming pensó.
—Conozco… conozco un lugar donde hay más.
—¿En serio?
Asintió mirando sus ojos emocionados.
—Entonces vendré mañana con Xiao Ming para recolectar fresas.
—Bueno —sonrió, sintiéndose contento al saber pasaría más tiempo con Zhou Zan.
Ambos salieron del bosque si darse cuenta Lu Wei los había estado observando escondido tras un gran árbol.
~
Tiempo después de regresar con el pequeño Lu escuchó una serie de toques suaves en la puerta. Abrió solo para encontrar a un guapo ger de unos veinticuatro años, sostenía una cesta tejida con algunas verduras, sus ojos amables miraron a Zhou Zan, no intentó mirar más allá y mantuvo una expresión respetuosa.
—Este hermano ger…
—Mi nombre es Chan Ru, soy hijo de Chan Jie, lamento molestarte —se presentó—, mi madre me pidió te trajera esto. Creyó que lo necesitarías luego de que pidieras la olla prestada.
Zhou Zan sonrió conmovido y recibió la canasta, había col china, espinacas chinas y acelgas, junto a las verduras estaban dos tazones.
—Muchas gracias, necesitaba la olla con urgencia antes, lamento haberlos molestado.
—Sin problema.
—Justo estaba pensando en donde comprar verduras.
—¿Es así? Mi madre es muy previsora —dijo con cariño.
—Y muy amable, agradeceré a la tía en cuanto pueda —contestó sincero.
Chan Ru sonrió al escucharlo, ahora entendía porque su madre había tenido una buena primera impresión de Zhou Zan, el ger joven era amable y parecía totalmente diferente a lo que decían los rumores. Su madre siempre tenía buen ojo para las personas.
—El hermano Chan Ru ger quiere pasar a…
Chan Ru se negó, su madre ya le había dicho que Zhou Zan no debería poder ofrecer ni siquiera un vaso de agua en esos momentos, así que debía rechazar cualquier invitación con tacto.
—Debo volver a casa para ayudar a cocinar la comida de la tarde y regresar al campo. Por cierto, los tazones están limpios y los palillos no han sido usados, mamá dijo que podías usarlos el tiempo que quieras.
—No será necesario, mañana los devolveré luego de volver de la ciudad, la tía realmente me esta ayudando. —Zhou Zan había planeado ir a pedir prestado tazones y palillos a la tía Chan también aparte de comprar verduras.
—Esta bien, toda esta muy limpio, espero no te moleste.
—Por supuesto que no, agradezco tu amabilidad y la de la tía.
—Bueno, mamá se pondrá contenta.
—¿Chan Ru ger sabe quién en la aldea vende huevos a buen precio?
—No tienes que ser tan formal —hizo un gesto en el aire con su mano para restar seriedad—. Los huevos son algo muy caro, la mayoría son recios a venderlos en la aldea y prefieren llevarlos a la ciudad, ahí los pagan mejor.
—¿Si?
—Además a estas horas la mayoría de los que tienen gallinas ya deben haber partido, me temo que no encontraras alguien dispuesto a vender.
—Entiendo.
—El arroz… esta listo —susurró un pequeño niño desde atrás.
Chan Ru se sentía curioso ya que nunca lo había visto por la aldea, sonrió al niño.
—Este pequeño fue quien dio el aviso cuando fui sacado del agua. Decidí invitarlo a comer.
—Ya veo. —Como muchos, sentía curiosidad por saber quien había salvado a Zhou Zan, suponía el niño estaba relacionado con esa persona, en los últimos días había habido rumores de una familia pobre viviendo en el bosque.
—Su nombre es Xiao Ming. Xiao Ming, este es Chan Ru ger.
—Hola tío Chan ger —saludó tímidamente.
Al mirarlo con más atención se dio cuenta el niño también era un ger, su fleco estaba un poco separado dejando ver la pequeña flor en su frente.
—Xio Ming ger es una buena persona. Salvaste al hermano Zhou ger.
El pequeño ger no contestó, se ocultó tras la puerta.
Rió ante su linda timidez y entonces se despidió.
Zhou Zan cerró la puerta y entonces miró a Lu Ming.
—Ahora, ¿qué tal comer bolas de arroz rellenas?
Lu Ming asintió, sus ojos brillando. Zhou Zan rió, en realidad, debido a la experiencia en su mundo, él estaba igual de emocionado que el niño ante la perspectiva de esa comida.
Al ir a la cocina y abrir el costal de arroz, encontró un pequeño objeto de jade verde claro envuelto en un pedazo de tela, lo estudió y pasó su pulgar sobre los caracteres que formaban su nombre, curioso sobre el objeto ocultó en medio del arroz.
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