Luego de traer y calentar agua del río para lavarse la cara y el cuerpo con un paño, Zhou Zan se vistió con uno de los trajes que habían venido con la dote. También tomó la pieza de jade que había encontrado escondida en el arroz, después de todo su nombre estaba escrito allí, así que imaginó servía como identificación, también intuyo la razón por la que el otro Zhou Zan o alguien más la había puesto allí. Realmente había tenido suerte de la familia Wong no lo encontrará.
Desayunó la comida sobrante del día anterior y entonces se preparó para ir a la casa del líder de la aldea.
La tarde anterior, había acompañado al pequeño Lu Ming de regreso a la cueva, también le había dado unas bolas de arroz rellenas de verduras para él y su padre, había recordado el niño había querido atrapar un pez para alimentar a su padre y que este se recuperará, sabía lo que era pasar hambre y no le deseaba eso a nadie, además estaba en deuda con Lu Wei, así que no creyó estuviera mal hacer algo tan pequeño como enviarle la cena.
Llevando consigo su dinero, Zhou Zan salió y tras asegurar la puerta caminó hacia el sendero que lo llevaría al centro de la aldea. Ese día iría con el líder Wu Wen a la ciudad del condado para hacerse con la escritura de la casa, también aprovecharía para comprar algunas cosas necesarias para el hogar.
En las pequeñas casas frente a las cuales pasaba ya se escuchaba movimiento, algunas personas estaban saliendo para partir al campo o la ciudad, en la primera casita Zhou Zan vio a la tía Chan Jie llevando consigo herramientas para el campo, la seguía su hijo Chan Ru. Desviándose de su camino, se acercó a ellos, al verlo venir madre hijo lo saludaron y sonrieron.
—Tía Chan, Chan Ru ge'er, buenos días.
—Buenos días, ¿A dónde te diriges? ¿Vas a revisar tus campos? —preguntó Chan Jie.
—No. Iré a la ciudad con el líder de la aldea para la compra de la casa.
—Es así, deja que el líder Wu te guíe para no ser engañado.
—Tomaré en cuenta los consejos de la tía.
Zhou Zan le sonrió amistoso a Chan Ru, quien respondió de la misma manera, Chan Jie vio entre los dos y se alegro su hijo pudiera hacer otro amigo ger, su hijo era tan serio, solo se la pasaba trabajando. Era necesario, también le enorgullecía, pero quería verlo salir del capullo.
—Por cierto, debo agradecer la amabilidad de la tía Chan y Chan ge'er ayer por su ayuda. Espero devolver las cosas prestadas esta tarde. Esas verduras llegaron en un momento oportuno, en cuanto pueda invitare a la tía y al hermano Chan a comer.
—Te lo dije no seas tan formal conmigo. Tampoco hace falta me invites, mamá fue la que te ayudo de verdad —dijo Chan Ru.
—El yerno de la tía también ayudo, así como tú, debo darles un buen agradecimiento.
—Esta bien. Si esta en tu corazón y puedes permitirte en un futuro también invitar a mi familia esta bien —respondió Chan Jie, aceptando su amabilidad.
—Le pido a la tía me ayude acercarme al hermano Kuang para comenzar las reparaciones en la casa esta tarde.
—Si, le diré.
—Bueno, me voy, que tengan un buen día.
Madre e hijo vieron a Zhou Zan partir, admirando un poco su porte tranquilo y gentil, Zhou Zan era guapo, el color azul claro del shenyi que vestía lo hacía ver aun más elegante entre los aldeanos, había recogido su cabello en una coleta baja cruzada por el centro, un peinado sencillo, pero novedoso para ellos.
Chan Ru tomó nota del peinado para intentarlo en si mismo después, luego vio su ropa amarilla de la tela más barata y negó con la cabeza. No tenía sentido pensar en esas cosas, él no era lindo, y no importaba cuanto se arreglará, ya era considerado un ger mayor que no había podido casarse en esta vida.
Chan Jie tenía la mirada en la espalda de Zhou Zan.
—Escúchame, claramente Zhou Zan no es como los rumores, deja que pase un tiempo y los demás se den cuenta, veras como vienen casamenteras a su puerta.
—También lo creo.
Chan Jie regresó su mirada a su hijo, para ella su hijo era mucho más hermoso y bueno que cualquier otro ger, sino fuera por esos rumores, su hijo ya se habría podido casar para tener su propia familia.
—Madre te encontrará un buen matrimonio, ya lo veras —declaró decidida.
—Esta bien, no quiero casarme, no quiero alejarme de madre. Quiero cuidar de mi madre hasta la vejez.
Si un ger o hija se casaba debía mudarse a la casa de la familia del esposo, para que eso no sucediera el hombre debía aceptar mudarse con la familia del ger o mujer y dejar sus hijos tomarán el apellido de la mujer o el ger, muy pocos hombres estaban dispuestos a eso, el padre de Chan Ru había amado tanto a su madre que no le habían importado cosas como esa, si se existiera la remota posibilidad de casarse, tendría que dejar a su madre y no estaba dispuesto. Sus hermanas ya se habían ido de casa, una en la misma aldea con la familia Kuang, otra en la aldea vecina, era el último hijo que le quedaba a su madre.
Chan Jie se enterneció y acarició su mejilla.
—Tu niño —susurró, sintiendo cariño y tristeza.
—Madre vamos al campo a trabajar y también preguntémosle al cuñado si él y su hermano irán por la tarde a trabajar con Zhou Zan.
Chan Jie no pudo hacer otra cosa más que suspirar. Se arrepentía mucho de haber querido casar a su hijo con los Wong, en esa familia solo había malas semillas, todos personas avariciosas que no cumplían su palabra.
Si lo pensaba, su hijo, al igual que Zhou Zan, eran afortunados por no haberse unido a esa familia, no importaba lo que dijeran todos en la aldea. Su hijo era un ger tan bueno, seguramente pronto encontraría a un buen esposo, es más, luego de que su hijo se casará, también ayudaría a Zhou Zan a encontrar un buen esposo.
Asintió decidida para si misma.
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