Escuchando aquellas palabras, varios niños tragaron saliva y miraron la copa dorada con resolución y expectativa en sus ojos. Incluso algunos de ellos miraban con algo de temor y duda la cual se reflejaba en sus acciones.
Pero de igual manera todos coincidían en algo, y eso era que no podían apartar la mirada de aquella copa dorada. Lleno de la sustancia que podría cambiar su vida. Cómo bien dijo el anciano, tenía el poder de llevarlos a las estrellas o dejarlo en lo más profundo de la tierra.
Todos suspiraron, los segundos iban pasando pero ninguno de los mayores apresuró a los pequeños. Ellos sabían que está prueba era la que decidiría el destino de toda su vida.
Así que solo miraron y esperaron, hasta que uno de los niños dió el primer paso.
Todas las miradas se posaron en aquel pequeño, el cual estiró sus manos tambaleantes y sujetaron con fuerza aquella copa. El cual las apartó en el momento que hizo contacto con la copa dorada.
"¡Ah!"
Sus manos se agitaron en el aire en un intento de mitigar el dolor que sentía en sus palmas.
Mirando sus manos, se podían ver rastros de sangre y carne quemada. Aquella imagen hizo que el pequeño llore. No podía creer que el contacto de solo unos segundos acabará con aquel resultado.
Los niños que miraron esto, subieron más sus alertas y el miedo creció dentro de ellos. Mientras que los adultos que vieron esto, solo negaron con la cabeza, ya sabían el destino de aquel pequeño.
Si no pudo resistir ni siquiera un leve contacto con la copa, menos podría soportar el ingerir la sustancia.
Los padres de aquel niño, cayeron de rodillas llorando sin parar, ya que sus esperanzas fueron demolidas. Sus sueños de mejores vidas y pertenecer a la nobleza terminaron en solo unos segundos. Y aquel niño que lloraba por el dolor, yacía en el suelo, totalmente inconsciente.
Los mayores y guardianes de la ceremonia estaban acostumbrados a esta vista cada año y procedieron con lo reglamentario. Inmediatamente se movieron y tomaron al pequeño entre sus brazos. Sacándolo de la plaza, mientras que otra persona vestida de blanco, tomaba la copa dorada con extremo cuidado. Llevándolo de la misma manera en que lo trajo.
Las personas alrededor suspiraron y siguieron observando, ya acostumbrados a aquella vista y lo larga que era.
Los niños que estaban en el centro de toda atención, miraban como se llevaban a uno de sus compañeros. Algunos con pena y otros lloraban asustados. Ellos eran relativamente muy jóvenes, pero a pesar de ser entrenados a una edad muy temprana de manera mental. Aún no podían con aquellas imágenes que se repetían en su cabeza una y otra vez.
El miedo comenzó a tomar control de sus cuerpos pero ninguno de ellos escapó, y se quedaron de igual manera inmóviles en su mismo lugar. Ellos sabían que su destino estaba en juego y no podían echarse para atrás.
Claro, está situación no fue para todos igual, había algunos niños que solo rieron. Y estos eran aquellos que pertenecían a la nobleza. Aquellos cuyos padres estaban en la política y poder del clan. Con una línea de sangre más fuerte, soportar esto era muy sencillo.
Un claro ejemplo de ello, era la familia Rozt. Una familia ligada al poder desde el siglo cero. Clara Rozt tomó la copa entre sus pequeñas manos. Y al mínimo contacto, algo de humo comenzó a brotar entre sus palmas y la copa. Pero no había dolor ni quejas. Todos los niños que no fueron nobles miraron esto con asombro. Mientras que aquellos de casa pudientes sonrieron y asintieron con la cabeza. Orgullosos de su línea de sangre.
La pequeña Clara tomó la copa, aunque sabía que no sufriría ninguna reacción adversa debido a su linaje. Aún tenía dudas y miedo en su corazón, pero no lo demostró debido al estado de su familia. Así que tomó la copa entre sus manos y al ver que no sufría daño, tomando un ligero suspiro, levantó lentamente la copa.
Todos los presentes al ver esto, miraron a aquella niña con interés y celos. Incluso el anciano miraba a aquella niña en la plaza de ceremonias con mucho interés.
Clara no le dió mucha importancia a las miradas de los demás y solo se concentró en su prueba, sabía que este era un momento importante en su vida. A pesar de que estaba segura de tener éxito en el despertar, aún sufriría dolor y tendría que soportarlo para despertar y purificar más su sangre. Obteniendo más talento, poniéndola por delante sobre sus demás competidores.
Así que sin más demora, acercó la copa con cuidado a sus labios pequeños color cereza y bebió el contigo del mismo. Con cada gran trago del brebaje que daba, perlas de sudor caían de su frente y recorrían su cuerpo.
Al acabar el contenido, dejó la copa sobre el pilar y cerró los ojos para concentrarse y olvidarse de las distracciones del exterior. El vapor comenzó a salir desde los hombros hasta cubrir todo el cuerpo de Clara. En el proceso, apretó fuertemente sus puños y frunció el ceño. Dando a entender el dolor que estaba pasando.
Pero esto fue solo el comienzo...
Su pequeño cuerpo comenzó a ponerse rojo y llamas brillante de color azul comenzó a cubrir partes de su cuerpo hasta que la cubrieron por completo. Dándole la imagen de una gran fogata ardiendo a toda intensidad.
Clara estaba fuertemente concentrada en su proceso de despertar mientras soportaba el dolor de las llamas. Si no fuera por el anciano de quitarse todos por igual la ropa. Sus vestimentas elegantes hace mucho tiempo se hubieran vuelto cenizas por el poder de las llamas que salían de su cuerpo.
El fuego comenzó a arder con más intensidad, indicando que estaba en un proceso crítico de su despertar. Y que se acercaba a la parte final. Mirando fijamente, aquellas partes de su cuerpo, las cuales fueron heridas por las llamas, se curaban de una manera rápida y constante, demostrando el poder de su línea de sangre.
1 minuto...
6 minutos...
15 minutos...
26 minutos...
1 hora....
El proceso fue lento y doloroso, incluso la audiencia sufría y sudaba con solo ver. Trayendo recuerdos de su propio despertar. En la plaza no había ni un solo ser que no haya pasado por aquel momento. Por eso, está ceremonia era tan sagrada para ellos.
Después de finalmente dos horas de sufrimiento, las llamas comenzaron a disminuir y poco a poco a extinguirse.
Lentamente las llamas azules comenzaron a desaparecer dentro del cuerpo de Clara hasta que finalmente se extinguieron por completo.
Clara finalmente abrió los ojos, liberando una brillante esencia roja desde ellos.
Todos los presentes, dieron unos suspiros y se pusieron serios, delante de ellos estaba un ser despertado.
El anciano en el cielo suspiro con amplia alegría en sus ojos, "¡Felicidades a la familia Rozt, tienen un nuevo despertado!"
Después de aquel anuncio, varios gritos y aplausos podían escucharse desde la multitud. Mientras que los representantes de la familia Rozt, llegaron inmediatamente delante de Clara y la vistieron con la ropa más elegante que pudieron. Demostrando su nobleza y lo importante que era para su familia.
Teniendo miradas serías en su rostro, trataron a Clara con el máximo respeto posible antes de llevarla con ellos.
Todos los presentes miraron con celos y envidia. Ellos querían que sus hijos tuvieran el mismo éxito y mejorar sus condiciones de vida. Pero está decisión no estaba en ellos en ese momento. Si no en sus hijos, nietos o sobrinos, ellos eran el centro de atención.
Y claramente lo sabían los demás niños y Mark. Y así con el primer despertado con éxito. La ceremonia continuó y más niños se decidieron a tomar su destino con sus propias manos.