Todas las personas reunidas estaban igualmente sorprendidas como Soriak. Mirando el cambio tan drástico que tuvo este niño, que si alguien les hubiera contado sobre ello, nunca lo hubieran creído. Pero ahora, todo ese evento pasó justo frente a más de 600 personas, y todas reunidas presenciando este extraño suceso.
Bito el cual era la única persona que sabía lo que estaba pasando, estaba tan eufórico que tampoco sabía cómo reaccionar. Al fin había logrado su más largo anhelo y sueño. Así que sin más demorada camino hacia adelante.
Los guardias viendo que hacía un movimiento, intentaron detenerlo, pero este sacó una ficha, mostrándole a los guardias antes de seguir adelante. Los guardias verificaron la ficha y dejaron que siguiera su camino.
Mark que era el centro de toda atención suspiro y miro a Soriak con sus ojos rojos. "Parece que lo logré, verdad?"
Soria mirando al niño de manera sería y ya más calmado, asintió con la cabeza. Y luego giro hacia atrás para ver el a Bito acercándose a ellos.
"¿Eres el padre de este niño?" Preguntó mientras miraba a aquel hombre de apariencia delgada y cabello blanco.
"Así es señor, soy Bito y soy el padre de Mark." Bito miró a Soriak antes de inclinarse con el debido respeto.
Soriak asintió a sus palabras antes de continuar, "Han pasado siglos desde que tuvimos dos despertados en un plazo tan corto de dos años. Aunque esté logro solo es para ustedes de baja cuna conocido como plebeyos."
Bito se inclinó nuevamente ante sus palabras, fingiendo no verse afectado por el mensaje oculto. A pesar de haber logrado un despertar y conseguir el puesto de noble. Los de alta cuna aún los miraría con desprecio. "Gracias por sus palabras señor, tanto Mark como yo estamos muy felices por sus palabras. Mi familia hará todo lo posible por apoyar al clan en lo que sea necesario."
"Es bueno que sepas cuál es su lugar, eso me ahorrará problemas. Ahora debo encargarme del desastre que hizo tu hijo. Espero que puedas valorar mi esfuerzo."
Después de decir estas palabras, miró hacia Mark y con su fría mirada recorrió todo su cuerpo, intentando buscar o determinar algo raro en el cuerpo del niño. Pero después de intentarlo varias veces y no encontrar nada. Apartó los ojos con un bufido y agitó las mangas.
Liberando algo de su poder, el cuerpo de los niños que habían sido arrastrados por la explosión debido a lo cercanos que estaban a Mark, se hicieron polvo.
Estos pequeños tuvieron muy mala suerte y murieron incinerados. Tanto era el daño que solo un poco del poder de Soria bastó para limpiar la plaza de sus cuerpos muertos. En total, 16 niños murieron y 30 resultaron heridos.
Después de acabar, les dió una última mirada tanto al padre como al hijo antes de volar al cielo y continuar. "Hoy es un día muy especial, hay que dar gracias a Xuntu por la bendición de este día. Este es un evento el cual pasará a la historia y dará el ejemplo a los que no tuvieron la suerte de nacer con poder o buena familia. Esto demuestra que los plebeyos pueden superar su destino y elevarse a las estrellas. Hoy este niño Mark, logró un despertar exitoso y será condecorado como noble."
Después de decir aquellas palabras, los presentes comenzaron a aplaudir a Mark dándole sus felicitaciones. Pero aquellos padres que perdieron a sus hijos el día de hoy por su despertar. Solo pudieron bajar la cabeza con dolor en el corazón e irse sin nada.
Mark miró a todas las personas que lo felicitaban, sin cambiar su expresión. No se sabía que es lo que estaba pasando por su mente. Ya que ni sus expresiones podían verse con claridad.
"Es hora de irnos." Bito tomó las ropas con la que Mark había venido para despertar y se las puso antes de tomar a Mark entre sus brazos e irse del lugar. Había muchas cosas con las debía prepararse y no tenía tiempo, desde el día de hoy, se convirtieron en nobles.
***
En una casa muy desgastada y pequeña a varios kilómetros lejos de la plaza de ceremonias.
Clarisa estaba dando vueltas de aquí para allá. Habían pasado más de 14 horas desde que Mark y Bito partieron para el despertar y aún no llegaban.
Esto nunca antes había pasado con sus anteriores 6 hijos. Siempre se habían tardado de 2 a 3 horas del inicio de la ceremonia. Pero ahora habían pasado más de 14 horas y aún no tenía noticias de ellos.
Su corazón le decía que algo había pasado, sus instintos gritaban que esto no era normal. Sus ansias solo aumentaban más con el tiempo que seguía pasando y se volvía insoportable el solo la espera en este lugar.
Así que sin ganas de seguir esperando, Clarisa decidió tomar sus cosas y partir a la ceremonia de despertar. Quería saber el motivo de su demora. Incluso si habían fallado, no había motivo para la demora.
Clarisa estaba lista para salir pero antes de que pudiera hacerlo, la puerta se abrió de manera brusca. Haciendo que se espantara y cayera de espalda.
"Maldito, eso dolió." Sobando la parte afectada del golpe. Clarisa alzó la mirada para ver al culpable de su caída. Solo para quedar sorprendida, delante de ella estaba Brito con Mark en sus brazos. Pero este Mark no era el que conocía. Era totalmente distinto, su piel es tan blanda y perfecta y ese cabello largo y sedoso. Es totalmente diferente del hijo desalineado y lleno de heridas y moretones en todo su cuerpo. Incluso creía que no era su hijo si no fuera por Vito el que cargaba al pequeño.
"Que paso Bito, porque tan tarde y cuál es la explicación de tal cambio de Mark. No pude reconocerlo. Si no fuera por ti, no creería que fuera mi hijo.
Bito miró a Clarisa en el suelo con los ojos sorprendidos antes de que se levantara y pidiera explicaciones.
"Hahahaha, tú qué crees que pasó." Perturbada por la sonrisa de Bito. Clarisa no entendía nada, hasta que fue alertada por las personas detrás de él.
Mirando detrás de Bito, unos guardias el doble de grande que ellos, vestidos totalmente de armadura de pies a cabeza. Sujetaban lanzas en sus manos mientras liberaba un aura amenazante. Haciendo que nadie quiera acercarse a ellos.
Clarisa tenía miedo desde lo profundo de su corazón. No sabía qué demonios había pasado para que tales guardias poderosos vengan a un lugar tan alejado y olvidado por dios.
"E-enserio Bito, dime qué es lo que está pasando exactamente. Porque estos guardias están en nuestra casa e incluso armados."
Clarisa comenzó a temblar y se acercó a Bito pidiendo explicaciones. Estos guardias no se les encontraba en el núcleo exterior del clan. Ellos mayormente eran vistos en el círculo interior, y se encargaban de escoltar a los nobles y las familias principales del clan...
Que hacen personas como ellos aquí, no tiene sentido a menos que....
Espera, no me digas....
Abriendo los ojos con sorpresa después de encontrar sentido a sus pensamientos. Pero aunque esa posibilidad fuera correcta, se negaba a creerlo. Había pasado por tantos fracasos que se negaba a creer que por fin después de tantos años pudieron tener éxito.
"B-Bito, dime la razón por la que estás personas están aquí. Y porque Mark cambió tanto."
Está vez la cordura había abandonado completamente su mente y tomó el brazo de Bito. Apretándolo con tanta fuerza que sus uñas largas se incrustaron en su piel.
Bito, lejos de molestarse por está acción. Solo pasó a sonreír y asintió con la cabeza. "Así es Clarisa, lo hemos logrado. Después de todos estos años llenos de esfuerzo y fallos. Al fin logramos lo imposible, conseguimos volvernos nobles."
"No, esto no puede ser... Incluso aunque tuviéramos eso, aún había muy pocas posibilidades de tener éxito. P-pero si ellos están aquí, quiere decir que..."
Deteniendo sus palabras, miró a Mark y luego a Bito. Este último la miró igualmente y asintió una vez más. "Así es, lo logramos. Estás personas están para escoltarme a nuestro nuevo hogar Clarisa."
"L-lo logramos... Al fin lo conseguimos. Hahahahahaha, lo logramos Bito!!!"
Clarisa lloró y rió como nunca antes tomando a Mark entre sus brazos y abrazándolo como si fuera su más preciado tesoro. "Mi amor, lo lograste, eres nuestro más grande tesoro."
Después de derramar todas las lagrimas y felicidad que había reprimido todo este tiempo. Con Mark en sus brazos se acercó a Bito. "Si no fuera por ti, y aquellas palabras. Nunca lo hubiéramos conseguido." Clarisa se acercó y lo besó en sus labios.
Bito aceptó el beso y abrazo a su esposa e hijo. "Esto fue gracias al trabajo duro tuyo y de Mark. Ahora podemos tener lo que por derecho es nuestro."
Después de decir estas palabras, Bito sonrió de la manera más oscura y miró a Mark. Tenía muchos planes en mente. Y Su hijo estaba en el centro de todos ellos, ya que sin él no podría completarlos.
Clarisa se dió cuenta de su sonrisa, y lo que estaba pensando. Ella sonrió de la misma manera, siendo muy consciente de los planes de Bito y lo importante que era Mark para ellos.
Mientras tanto, los guardias que habían venido a soltarlos al círculo interior, no sospecharon nada y solo lo vieron como una familia demostrando su afecto.
Solo el tiempo dirá qué clase de planes tienen estos dos en el círculo interior y qué consecuencias traería su ingreso a la filas de los nobles...