Todos pensaban igual, pero como ya no había a donde volver este cantidad de años era aceptable para poder buscar algún planeta nuevo en el cual asentarse.
Seguido, los sub almirantes le preguntaron a Shire si debían de comunicar la cantidad de años luz que saltaron y el dio el positivo, así que, cuando todos se enteraron fue un Boom para muchos.
En el puente de mando estaban como locos pero en el buen sentido y mucho mas emocionados que cuando recibieron las primeras noticias de Izet.
Una vez ya todos tranquilos, Izet y los demás sub almirantes se levantan de sus asientos y se dirigen a lo de Shire.
Todos se arrodillan en frente de el a excepción de su hermana.
Ella se acerca y le dice que es el momento.
"haaa…me resulta difícil pensar que tengo que asumir un cargo como ese."
Los sub almirantes se le ríen y le afirman que es la persona más apta para ese cargo.
Shire suspira antes los halagos de sus subordinados.
"Esta bien. Voy aceptar ser el nuevo rey de la raza humana."
Todos se alegran por que el aceptara.
Concordaban en que el debía ser quien los liderará en esta nueva travesía, además, al ser el único de mayor cargo, también, era el único que podía aceptar tal posición.
"¡Felicidades hermano por convertirte en el primer rey de esta nuevo inicio."
Los demás subordinados lo felicitaron, sin embargo, antes de ser proclamado en frente de todos, decidió preguntar algo a todos los que integraban su navío…
"Como muchos sabrán, soy la persona de mayor rango en este lugar y ya no existe nadie quien nos gobierne en caso de que lleguemos a un planeta habitable."
"Mis sub almirantes y yo pensamos que debería ser el nuevo rey en esta nuevo comienzo."
"No quiero ser la única persona que se postule para este cargo, pero si alguien está decidido en comandar el futuro de todas nuestras razas, entonces que se acerque en donde estoy yo para que podamos decidirlo mediante una votación."
Eso causo sorpresa en todos los que estaban en el acorazado.
La mayor sorpresa se la llevaron sus subordinados, que a pesar de haberlo elegido su almirante decidió ver si alguien deseaba competir por el puesto del nuevo gobernante.
Por suerte, todos tenían en claro que al ya no existir una figura que gobierne de ahora en adelante, necesitaban una que se encargará de comandar el difícil futuro que les esperaba.
Nadie decidió presentarse en frente del almirante.
"Por lo que puedo ver, todos están de acuerdos conque de ahora en mas sea yo el nuevo gobernante que dirija el futuro de nuestra raza."
….
"Estoy agradecido con todo por darme esta oportunidad."
"Antes de asumir de manera total al cargo me gustaría hacer un cambio."
"No quiero ser considerado un rey, este título es para alguien que ya tiene un territorio, lo cual desgraciadamente no poseemos en este momento…"
"Por esto, de ahora en mas quiero proclamarme como el nuevo emperador de los humanos."
"Necesitamos un planeta y tierras, por lo que tenemos que buscar hasta encontrarla y hacerla nuestra."
"De ahora en mas haremos esta expedición en busca de un planeta, el cual hacerlo nuestra para que podamos desarrollarnos una vez más."
"Para ellos tendremos que conquistar ese planeta, por eso digo que el mejor nombre para un gobernante en estos momentos, es el de un emperador."
Nadie en el lugar se negó, es mas, todos estaban de acuerdos gritando de felicidad.
"Dicho esto…Yo, Shire, el antiguo almirante de esta flota, me declaró por medio de todo el pueblo de la humanidad como el emperador absoluto que se encargara de guiar el nuevo inicio de nuestras razas hacia el futuro."
Mientras mencionaba esas palabras, daba pasos hacia delante y se ponía en frente de todos los que yacían en el puente de mando.
"¡Por la Humanidad!."
Grita con fuerza a todo su público y ellos responden poniendo sus cuerpos firmes en tanto daban el saludo militar y mencionaban las siguientes palabras…
"¡Por la humanidad y por el emperador Shire!."
Gritaron eso mismo varias veces.
Los elfos sabían que ya no tenían quien les diera órdenes, así que desde abajo y mientras veían al recién nombrado emperador de la humanidad aplaudían con fuerza.
Una vez ya hecho el salto, todos ya podían andar por cualquier parte de la nave. Después de todo la nave se movía a un ritmo bastante aceptable.
Mientras cada uno hacia su trabajo, el sub almirante Brinzd decidió bajar y dirigirse a donde se encontraban los elfos.
Cuando se encontró frente a frente con estos, los miró con sus pocas ganas y les dijo "Ahora si pueden hablar con nuestro emperador, elfos."
La mujer elfa, la cual era la líder indiscutible de estos, le agradece por dejar ver al actual emperador.
De esta manera, siguieron al vampiro hasta donde se encontraba la persona con la que deseaban hablar.
Tras haber subido, se encontraron con una mirada punitiva por parte de todos los sub almirantes.
Sus miradas claramente mostraban que no estaban contentos con su presencia.
Muchos de los seguidores de esta elfa estaban enojados y querían responder a sus miradas, pero la sabia elfa les pidió tranquilidad ante todo y de esta manera se tranquilizaron al instante.
Sus palabras eran órdenes absolutas para los elfos.
Cuando Shire los vio acercarse, se levantó de su trono y le habló a sus sub almirantes con muchas seriedad.
"Ya no somos enemigos, entiendo que todos pudimos haber perdido a gente querida por ellos, pero les recuerdo que somos los últimos sobrevivientes de nuestro planeta, así que intentemos llevarnos bien sin importar nuestra diferencias."
Tanto su hermana Izet como los demás sub almirantes asintieron con un "Si" entre suspiros y descontentos.
No les gustaba la idea, pero si su emperador decía eso, tenían que hacerlo.
Era la persona más capaz de todas desde el punto de vista de los sub almirantes y han estado con el por más de ochenta años, así que confían en Shire plenamente.
Por más que no les gustará esa decisión sabían claramente que estaba en lo cierto, así que rápidamente dejaron de mirar a los elfos.
No es que los miraran de otro forma, sino que directamente decidieron dejar de mirarlos.
Shire dio unos pasos y se acercó a los elfos.
La hermosa mujer elfa también se acercó hacia donde estaba el emperador.
Ahora que se encontraban frente a frente, había un poco de tensión en el ambiente.
Sin embargo, la elfa no lo dudo y decidió arrodillarse en el suelo con la cabeza mirando hacia abajo.
"Muchas gracias por habernos aceptado en su nave, si no fuera por su decisión, tanto yo como mis subordinados hubiéramos muertos y abría sido el final para nuestra raza."
Los demás elfos no se agacharon debido a que se quedaron sorprendidos de ver a su líder hacer eso.
Luego del desconcierto, optaron por seguir los mismos pasos que su señora.
Los orgullosos elfos estaban arrodillados ante un humano. Esto jamás había sucedido en toda la historia en su planeta.
Era algo totalmente raro de ver, en especial por la gran terquedad y orgullo de estos seres.
-CONTINUARA-