Capitulo anterior:
Una vez se acercaron en tan solo diez minutos Shire fue aplaudido por todos sus compañeros.
Ahora abrió los ojos y contacto con el hangar en donde estaban todos los cazas.
"Como ya habrán escuchado hemos encontrado varios planetas juntos y al parecer, hay una gran probabilidad de que uno de todos esos pueda ser habitable."
"Dicho esto, ahora les doy la orden a los cinco escuadrones de cazas y al escuadrón de los estandartes dirigirse hacia estos nueves planetas par confirmar si alguno es habitable para toda nuestra nación."
Con esas palabras los hangares se abrieron al espacio y de ellos salieron un montón de cazas de última generación.
Todos partieron a su objetivo.
"Yo me voy a hacer cargo de los estandartes."
"Miguel, se va a hacer cargo de dirigir el primer escuadrón."
"Izet, va a estar al mando del segundo escuadrón."
"Sasha, va a dirigir el tercer escuadrón; Diana va a tomar el mando del cuarto escuadrón, y por último, Brinzd, va a comandar al quinto escuadrón."
"¡TODOS EN MARCHA!."
"¡No lo sabemos aun, pero puede que estemos frente a nuestro futuro hogar!."
"Les deseo suerte a todos los escuadrón que participan de esta misión apresurada."
XXX
Capitulo nuevo:
En el espacio y cerca de ese inmenso sistema solar con nueve planetas y un planeta pequeño, se encontraban los seis escuadrones cazas juntos dirigiéndose hacia aquel inmenso sistema solar
Una vez se acercaron bastante a este sistema solar, la voz de su majestad se escucho en todos los comunicadores de los cazas.
"Cada escuadrón ya a sido redirigido para ser coordinado con los sub almirantes."
"De ahora en mas sigan las ordenes de sus respectivos líderes."
Tras esas palabras, cada escuadrón recibió la orden de desarmarse.
Con esto, cada uno de los escuadrones se dirigió al planeta que tenían como objetivo.
La idea principal era comenzar desde el noveno planeta hasta el primero.
Mientras los escuadrones llegaban a su destino, el acorazado a gran velocidad se acercaba poco a poco a un punto medio en donde estaban todos esos planetas.
Pasaron algunas horas hasta la llegada de los cazas a su destino.
Todos en el acorazado estaban expectantes de cualquier noticia.
La emoción y los nervios se podían sentir en todo el puente de mando.
Desde el puente de mando todos veían varias trasmisiones sobre el recorrido de los cazas insignias de cada escuadrón.
Cada planeta desde lejos se veía distinto y con diferentes características.
Era la primera vez que se encontraban con un sistema solar.
En el pasado ellos tenían un gran sistema solar, pero por desgracia su estrella se apago, pero con suerte ya se habían preparado debido a que habían creado un sol artificial para su planeta.
En estos momentos podían ver todo desde la punta de algunos cazas.
Cada vicealmirante se comunicaba con cada uno de los escuadrones mediante el comunicador o un chat creado a partir del sistema que todos los Humanos tienen.
El almirante usaba el mismo método.
Entre los vicealmirantes y almirante no había ningún diálogo, lo único que importaba en estos momentos era llevar a cabo sus misiones junto a sus respectivos escuadrones.
Cuando el primer escuadrón pasó por el planeta pequeño se podía notar a lo lejos que no había vida.
Era demasiado pequeño para que una civilización viviera ahí y tampoco tenía pinta de que se pudiera vivir en el.
No fue una gran decepción esta noticia, ya se lo sabían desde que se les entregó el informe a los sub almirantes.
Luego, el primer escuadrón llegó al planeta que desde fuera se veía muy celeste.
El escuadrón se detuvo unos segundos a las afueras y espero a las ordenes de su sub almirante para ingresar.
"Tiene permitido ingresar al planeta, primer escuadrón Drac."
Una vez ingresaron con mucha emoción al planeta, la trasmisión del caza insignia que se veía en el puente de mando perdió señal.
Eso provoco una gran sorpresa en todo el puente de mando.
La mayoría estaban sorprendida y no podían dejar de pensar que los cazas habían sido destruidos a penas entraron.
Los únicos que mantenían la calma eran los que estaban arriba.
Nada estaba sucediendo.
Miguel no escuchaba respuestas y tampoco los veía por la trasmisión.
Empezó a mover poco a poco su pierna en señal de nervios y preocupación.
Los minutos pasaron y de un momento a otro la trasmisión se volvió a ver.
Sin embargo, ya habían vuelto al espacio cuando toda señal volvió.
Seguido, Miguel escucho el informe de su escuadrón y se lo trasmitió a los demás.
"El planeta no es habitable. Al parecer hace mucho frío haya abajo y claramente no es habitable. Además, hay mucha neblina celeste por todos lados y creen que sería un riesgo continuar con la expedición de tal planeta." Dijo triste.
La tristeza inundó el puente de mando, pero no fue tanta debido a que todos les preocupaba más saber si el primer escuadrón aún estaba vivo.
Verlos volver supera por completo la tristeza de saber que no era habitable.
Las expediciones a los demás planetas continuaron y el acorazado poco a poco se iba acercando más al sol.
Con el tiempo los escuadrones fueron llegando a sus objetivos.
En varias horas de emoción y tensión los cinco primeros escuadrones confirmaron que los planetas no eran para nada habitables.
A medida que salían de los planetas los escuadrones se iban juntando mientras el acorazado los seguía por detrás. Solo hubo uno que lo era, pero para poder vivir ahí tenían que arreglar literalmente el planeta y después de algunos años podría ser habitable al 70 por ciento.
En todos los planetas que habían revisado de este sistema pudieron darse cuenta de que, cuando los escuadrones entraban dentro del planeta la señal se perdía por algún motivo desconocido.
Ahora solo quedaban tres planetas por investigar; el planeta al que se dirigían los estandartes; el segundo planeta del sistema y el tercer planeta del sistema.
Los dos últimos iban a revisarlos entre todos.
Estos tres planetas que quedaban eran la última esperanza de todos los humanos.
La tensión había aumentado aún más y el miedo a no tener un hogar, también.
Muchos se comían las uñas y otros no dejaban de mover sus colas o plumas.
La situación era muy tensa.
Cuando los estandartes llegaron al tercer planeta de este sistema se quedaron boquiabierto con la belleza de este.
No solo ellos se quedaron tartamudos con lo celeste y marrón que se veía este hermoso planeta, sino que los del puente de mando estaban igual.
No podían creerlo desde la trasmisión del caza insignia del escuadrón de los estandartes
Si bien parecía el típico planeta habitable desde arriba, capaz que por dentro ni lo era.
Sin embargo, esos hermosos colores dieron muchas esperanzas.
Los cazas estaban listos para entrar, solo tenían que recibir la confirmación y listo.
Todas las del escuadrón estaban ansiosas por entrar y otras asustadas por lo que podrían encontrarse allí dentro.
Había un sinfín de dudas, pero al fin llegó la confirmación.
"Yo, como emperador de la humanidad, les doy la orden de que entren y verifiquen si este planeta es habitable para nosotros los humanos."
"Les deseo suerte y espero que vuelvan con buenas noticias."
De esa manera los cazas se dirigieron a adentrarse en este inexplorado planeta.
-CONTINUARA-