Solía pensar que podía hacer lo que yo quisiera, que lo único que me lo impedía, era el llegar a creer que aunque lo intentara. No serviría de nada.
Un día en el país Aida, una mujer de unos 25 años, según dice ella, pero en realidad tiene 29.
Accidentalmente, había tomado "prestado" su identificación, dándome cuenta de la verdad en su edad. Pero no he compartido ese dato con nadie aun, al menos no he querido, no gano nada diciéndolo.
Además, ya llevo 2 años aquí, y ni siquiera conozco bien a mis compañeros.
Al principio intentaba conocerlos, pero ya he perdido todo el interés y de cierta forma.
Sé que es mi culpa.
Como sea, esta mujer es mi maestra en la escuela, y ahora mismo está gritándome por alguna razón.
-¡Narukami Despierta!
… Sinceramente, no me quiero levantar, por fin había conseguido relajarme y dormir.
En serio, no quiero despertar.
-¡¡NARUKAMI!!
...
Le doy un vistazo a mí alrededor para saber la situación, y al abrir unos de mis ojos, veo a esta mujer que ya lleva un rato gritándome.
Con un pelo rizado de color marrón castaño. Tenía una buena figura y una cintura estrecha. Piel blanca y piernas largas. Media como 170 cm.
Parece que está a punto de enloquecer. Se podía ver la vena que sobresale de su frente.
Comencé a levantarme y de inmediato comencé a bostezar y estirarme.
-… Lo siento maestra ¿Qué decía?
-¡¿Qué es lo que quiero?! ¡Si no te hubieras quedado dormido te darías cuenta de que la clase término hace 5 minutos!
-Ah.
Ahora que lo menciona, soy el único sentado en el salón.
-Ya es tarde, recoge tus cosas y ve a casa. Tengo cosas más importantes que hacer
Luego de darme esa despedida tan amable. Comenzó arreglarse el cabello y ponerse maquillaje.
Estoy seguro de que esa cosa "importante" será otra cita, solo para ser rechazada otras ves. ¿Qué ya no es la cuarta esta semana? Bueno, espero que esta sea la buena, debería darle ánimos…
-Muy bien maestra, nos vemos mañana… ah y. ¡Buena suerte!
-¡Sí!... No, espera ¡¿Por qué?!
Dándome esa respuesta automática, para luego preguntarse y sospechar de lo que le dije. Tome mis cosas y salí de inmediato.
Al salir note que ya no quedaba nadie en la escuela, me apresure para no llegar tarde a casa, no quiero preocupar a nadie, en especial a mi mamá.
A punto de llegar a la salida de la escuela, alguien me hablo.
-Hola, Singular, ¿te vas sin despedirte de nosotros?
Un chico de mi edad, acompañado de 2 chicos, me llamaron en un tono burlón.
-...
Supongo que hoy llegaré tarde otra vez…
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Como si fuera una rutina diaria…
Soy llevado a un lugar al cual casi nadie transita, para que puedan golpearme a su gusto. Así ha continuado desde hace unos años, y siempre son estos tres chicos. Ni siquiera sé sus nombres, y no es que importen en realidad.
-Llevamos un rato esperándote y ya hasta creíamos que te habías muerto en el salón. ¿Acaso ya no quieres juntarte con nosotros?
Claro que no.
El chico que hablo… No sé su nombre, pero siempre tiene un gorro en la cabeza.
Lo llamaré (idiota del gorro). Como siempre es el que habla más, supongo que es el líder de los tres.
-¿Y esperaron tanto tiempo por mí?, ¿Debería sentirme alagado?
-Ja, ja, ja, escucha lo que dice este, Singular. ¿Acaso piensas que nuestra vida gira en ti?, no te consideres tan especial, inútil.
-Pues… Desde mi punto de vista, ¿no es así?
-Urk…
Al escuchar mi respuesta, su expresión decayó un poco.
Él (idiota del gorro) no hablo esta vez. Si no el que estaba a su derecha.
Su nombre… No sé cuál es. Pero siempre tiene unos lentes, así que será (idiota de lentes).
Y por último, a la izquierda del (idiota del gorro), como intentado que dejara de hablar, me da un golpe en la mejilla derecha.
El golpe hace que me recueste de la pared a mi espalda para no caer.
-No te pases de listo con nosotros. Si queremos golpearte, lo hacemos y ya. Así que borra esa sonrisa de tu rostro, Singular.
Obviamente, tampoco sé su nombre. Pero sus dientes frontales son más grandes de lo común. Así que será (idiota, dientón).
De todos modos, estos tres idiotas son lo que me han estado molestando en lo que llevo estudiando en esta escuela, y para ser claros, no sé por qué…
No. Si lo sé, y tiene relación a como me llaman.
Singular.
En términos simples. Cada ser vivo en este mundo, ya sea humano o un animal, tiene la capacidad de manifestar el Aura que hay en su interior, llamado Aura Espiritual.
Esta extraña entidad, prácticamente te permite hacer cosas que el humano promedio no podría. Existen personas a las que se dedican a entrenar esa habilidad, se les conoce como Ripper.
Pero. ¿En dónde caigo yo en todo eso?, pues, yo soy unas de las pocas personas que no pueden manifestar esa Aura extraña. Por lo que la sociedad decidió clasificarlos como Singular. Refiriéndose a una sola unidad.
O algo así.
Así que de cierta manera, soy especial… Pero no como yo quisiera.
Mientras sostenía mi mejilla por el golpe. Él (idiota del gorro) sujeta mi camisa y me empuja contra la pared, con una mirada de desprecio.
-¿No entiendo? ¿Por qué cada vez que te golpeamos, nunca te defiendes y siempre tienes esa actitud como si esto fuera un juego?... Así no tiene gracia molestarte.
Yo también me lo pregunto.
A pesar de que me molestan. A pesar de que talvez pueda defenderme, sin importar que sean más… Siempre decido no hacer nada.
Supongo que sé, que no voy a ganar nada si lo hago. Una vez que me defienda, sé que voy a perder.
No tengo un motivo por el cual actuar, ya que idiotas como ellos hay en todas partes, y jamás acabara. Por lo que decidí disfrazar esta impotencia con una sonrisa miserable.
Pero… Quiero que saberlo.
-…¿Por qué?...
-¿…?
Como si no entendiera mi pregunta, les digo lo que siempre he querido preguntarles.
-¿Por qué yo? ¿Es por qué soy un Singular?
-Sí, ¿no es obvio?
...
Al darme esa respuesta rápida, como si fuera lo más normal. Me paralicé por un momento.
Apareciendo una sonrisa burlona, y apretando su agarre en mi camisa, dijo.
-¿No sé, si te habrás dado cuenta? Pero, ¿no te has llegado a preguntar? ¿Por qué podemos seguir molestándote? ¿Por qué nadie ha hecho nada a pesar de que es obvio lo que hacemos?
-...
Como interpretando mi silencio, me dijo lo que ya sabía… Pero no quería aceptarlo.
-A nadie le importará lo que le hagamos, a un inútil, Singular, como tú.
-_____ ________
…Eso dolió.
Comenzaron a reír a carcajadas, mientras me quedaba ahí inmóvil.
No quería… En verdad no quería creerlo… Pero esos son los hechos, que incluso un chico de 10 años como yo, lo sabe.
…. Aun así, si las cosas serán así, no les daré el gusto.
-…jejeje...
De pronto dejaron de reírse y teniendo unas expresiones extrañas en sus caras.
Él (idiota del gorro) molesto, habla.
-¿Qué te hace divertido?
¿Lo dices en serio?
De la manera más altanera que puedo ser, pongo una sonrisa en mi rostro, solo para decirles.
-¿Qué me parece divertido? ¡Todo! ¡Que unos patéticos perdedores que pierden tiempo de sus miserables vidas con un simple Singular como yo! ¡AH! ¿No lo sé?... Dime, ¿Entre ustedes y yo, quien es más patético?
Claramente, yo soy más patético porque que me dejo golpear
-¡¿Ah?!
Creo que si me pase un poco con lo que dije.