Me duele cada parte de mi ser, en serio. Tengo que dejar de insultarlos, pero las cosas que me dijeron, ellos se los buscaron.
Estoy hecho un desastre, mi ropa está sucia y tengo moretones por todos lados.
Tengo que pensar en una excusa para cuando llegue a casa, ya estoy a punto de llegar, todos ya deben estar en la casa, por lo que sí puedo entrar sin que nadie se entere… Talvez si entro con cuidado y voy a mi cuarto sin saludar a nadie, así tendré tiempo de arreglarme para evitar las preguntas… Sí, supongo que haré eso.
Mientras hacia mi magnífico plan ya había llegado a mi casa.
La presión de la misión comenzó a surgir, y estando a punto de entrar. Coloque mi mano en el pomo de la puerta y la abro en silencio para que no me oigan.
Muy bien. Ahora solo tengo que abrir, cerrar, y correr hacia mi habitación.
Empuje la puerta lo más lento posible, por ahora todo iba bien.
Solo que al asomarme, estaba una mujer parada con los brazos cruzados.
Un largo cabello negro brillante, la piel blanca y de buena apariencia, con una expresión aguda y severa, su altura era de 175 cm. Era mi hermana mayor, Rena.
-¡Así que ya decidisteis aparecer! ¡¿Tienes idea de la hora que es?! Nos tenías preocu… ¡Oye! ¡¿Por qué estás tan sucio y golpea-?!
Cerré la puerta de inmediato.
La puerta se abrió de golpe.
-¡No finjas que no me vistes! ¡Entra de una vez, tienes mucho que explicar!
Al escuchar las palabras de Rena, acepte mi destino y entre sin replicar.
Mientras caminaba a la sala pude ver la misma escena que siempre veo al llegar.
Una mujer sentada en la sala bebiendo un té tranquila. Cabello negro y largo como Rena, de hermosa apariencia con la piel blanca y pura. Era mi madre.
Y una niña como de mi edad sentada en el sofá. También tenía el cabello negro igual que yo. Pero lo tenía cortado hasta el cuello que enmarcaba su cara, muy linda y con una mirada afilada. Era mi hermana menor, Risa.
Por cierto, lo único en común que tengo de ellas es el color del cabello y la piel, además de tener esos ojos afilados. Sin embargo, a mí me hacían parecer un delincuente.
Ahora, el problema es que acabo de hacer contacto visual con mi mamá y pude ver como casi se ahoga con el té.
-¡Cough! Ry, ¿Qué te ocurrió? ¿Por qué estás en ese estado?
Mi mamá, tosiendo el té, comienzo a preguntarme por mi apariencia. Note que Risa, al escuchar me da un vistazo, pero de inmediato comienza a leer otra vez.
¿Será un libro interesante?
-Cálmate, estoy bien ¿si?, solo…
Intento calmar a mi mamá que se encontraba alterada, mientras que Rena que estaba a mis espaldas me da una mirada como esperando mi explicación.
No me mires así, ¿Si?, me pones nervioso.
Hago una pausa para pensar que decir, luego.
-Si digiera que me caí por unas escaleras, ¿me creerían?
-¡Claro que no!
Rechazo inmediato.
Mi mamá y Rena, respondieron al mismo tiempo.
-¡Ya llevas días que llegas a casa de esa forma! ¡¿Acaso te caes de la misma escalera todos los días?! ¡¿No creo que seas tan idiota?! ¡Si alguien te está molestando tienes que decirnos!
…Ah, ver a mi mamá con esa cara tan angustiada, no es algo que me encanta ver. Pero no quiero que se preocupe de esto, es mi problema.
Ya se me ocurrirá una manera de parar esto.
Por lo que tengo que acabar con esta discusión ahora. No quiero alterarla más.
-… Mamá, sé que es difícil de creer, pero es lo que es. Tendré más cuidado la próxima vez, así que…
-Mentira.
-¿… Uh?
Mi mamá se levanta de la silla, y comienza a caminar hacia mí.
-¡¿Por qué, porque no me dices la verdad?! ¡Si no me lo dices, entonces no voy a poder ayudarte!
Intentando razonar conmigo. Se acercaba cada vez más.
-¿Ry?
…Por favor, no me mires de esa forma.
Queriendo alcanzarme con sus manos, retrocedí.
-Ah…
Al ver que me aleje de ella, puso una expresión como si estuviera aturdida… En serio, me dolió verla así. Dolía más que los moretones que tenía.
Me di la vuelta, y sin siquiera verla.
-Ya te dije que estoy bien… Voy a ir a mi cuarto.
-¡Espera, Ry, aún no…!
De pronto mi madre comenzó a toser y caer de rodillas.
-¡Cough! ¡Cough!
-¡Mamá!
Rena grito y empezó a ayudarla. De inmediato, Risa dejo de leer y vino a ayudar también.
… Ah, era exactamente lo que no quería…
Mi mamá siempre ha estado mal de salud desde hace mucho tiempo. Por lo que siempre he evitado cualquier incidente que pueda alterarla… Pero ella siempre ha sido así.
-Estoy… ¡Cough!, Bien…
Al parecer logro reponerse, y mis hermanas comenzaron a ayudarla a que se levantara. Mientras que yo solo me quedo viendo sin hacer nada. No podía, yo soy quien hizo que estuviera así.
Mierda.
Me sentía asqueado en verdad. Mi mamá y Rena mi miraron con preocupación. Y Risa solamente me dio una mirada de odio.
No la culpo.
No puedo seguir viendo esto.
Dándoles la espalda, empiezo a subir las escaleras y me detengo a la mitad.
-… Perdón.
-¡¿Ry?!
Me voy a mi habitación y le pongo seguro a la puerta.
Un rato después, pude oír otra voz familiar viniendo de la puerta principal. Debe ser la de mi abuelo, al parecer estaba aún afuera.
…Da igual, me recosté en mi cama, el cuerpo me pesaba demasiado, supongo que pase por mucho hoy, por lo que de inmediato caí dormido.
-… Que dolor de cabeza
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Al día siguiente, me levante temprano aun adolorido por los golpes.
Fui a bañarme y cambiarme de ropa para ir otra vez a la escuela. No quería hablar con nadie, y mucho menos con mi mamá y Rena.
Por suerte, Rena ya había salido al trabajo, ella es enfermera de hospital y se levanta temprano para llegar a su turno, por lo que siempre deja el desayuno listo en la mesa de la cocina.
Ella sí que trabaja mucho. Tengo que ayudarla de vez en cuando.
Mientras pensaba en eso, comencé a comer yo solo y rápido para salir de una vez. Pero cuando ya estaba por terminar alguien bajo por las escaleras.
-Risa, buenos días.
-… Buenas.
Risa, con una expresión fría me da una respuesta de la misma manera que su actitud, por lo que le doy una sonrisa nerviosa sin querer.
Luego se sentó a 2 sillas lejos de mí y comenzó a comer.
… ¿Me odia?
Siendo sincero, no odio a Risa, pero su indiferencia conmigo es un gran obstáculo. Sé que lo que paso con mamá anoche fue mi culpa, pero… el aire a su alrededor es muy diferente cuando habla conmigo que con otros.
De todos modos, de cierta manera creo que puedo hablar con ella. Pero no se me ocurre que decir.
Mientras recogía mi plato después de terminar de comer, Risa saco un libro y comenzó a leerlo mientras comía.
Sí que le gusta estudiar.
A mí también me gusta leer. Pero por las circunstancias no he tenido el tiempo.
Comencé a lavar mi plato Y se me ocurrió un tema para hablar.
-Oye Risa, ¿De qué trata ese libro que lees?
-… Matemáticas.
Sin siquiera verme, me respondió…
-Sí que te gusta estudiar ¿verdad? Si necesitas ayuda puedes pedírmela.
-… Lo tendré en cuenta.
-Tu hermano también es bueno en otras materias, por lo que no solo te limites a matemáticas, así que…
Estaba dando todo de mí. Hasta puse mi mejor sonrisa, pero…
-¿Te importa?, tengo un examen y no puedo concentrarme con tu escándalo.
-Lo siento.
Fui regañado por mi hermana menor… Otra vez.
Luego de limpiar mi plato y de ser rechazado por Risa, tome mi mochila y me dirijo a la puerta.
-Me voy primero.
-… Adiós.
Creo que está molesta, ya tendré tiempo para arreglar las cosas. Salgo de la casa y voy de camino a la escuela.
Veamos como resulta este día.