Pude escuchar la voz de Rebeca desde atrás.
-Alvi, me sorprende que Samara conozca al señor Arias de Animus. Con razón Camila me dijo que todos los invitados de hoy son personas destacadas e importantes.
Mas que un banquete de cumpleaños, se describía mejor como una reunión de elites sociales. Esa noche, Camila llevaba un vestido de terciopelo negro que tenía flores doradas bordadas en él y un par de tacones exquisitos con decoraciones en turquesa. La mujer tenía casi 50 años, pero parecía joven para su edad, libre de los estragos del tiempo, pero para ella, el tiempo parecía darle un cierto encanto y seguía estando en su mejor momento.
Ella noto a Jonathan a lo lejos. Se excuso de otros invitados mientras entraba y se acercó a Jonathan con una copa de champaña.
-Señor Arias, ¡muchas gracias por venir! -sus ojos se fijaron en mi mientras sostenía su copa con una sonrisa en su cara. - ¿Y quién es ella?
-Señora Ortega, esta increíble.
Ella se quedó helado un momento y después recupero la compostura y dijo:
-Ah, es la señorita Arias. Estas maravillosa esta noche, no te reconocí. Perdóname.
Sonreí con amabilidad y dije:
-Es demasiado amable conmigo. Usualmente luzco descuidada. Es obvio que ahora estoy arreglada. No la culpo por no reconocerme.
Ella me miro con atención por un momento y después noto que Jonathan estaba sujetando mi mano. Se quedo sorprendida por un momento y después susurro:
- ¿Se conocen? -dijo y después observo a Jonathan con dudas en los ojos.
- ¡Por supuesto! Nos conocemos hace más de una década. -dijo Jonathan con una sonrisa.
Era obvio que Camila tenía más preguntas. Sin embargo, se quedó en silencio al darse cuenta de que muchos invitados estaban mirando hacia fuera. Yo también giré mi cabeza por instinto, lo que vi fuera era un hombre de mediana edad con un abrigo de lujo. Tenía un temperamento suave mientras entraba en el salón con 4 hombres vestidos de negro que lo acompañaban.
La aparición del hombre atrajo la atención de muchas personas que fueron a saludarlo. En ese momento, su mirada cayo en Camila y se acercó a ella de inmediato.
-Vaya, el grandioso señor Zacarias Montenegro de la Ciudad D. Ya sea en Ciudad J o D, tanto los nobles y ricos tiemblan cuando le ven -susurro Jonathan con seriedad.
Observé a Camila y Zacarias con discreción y me di cuenta de que el nivel de intimidad entre ellos era diferente al de las otras personas y la curiosidad dentro de mí no pudo evitar preguntarse que había entre ellos.
Jonathan levanto las cejas y me miro de forma misteriosa.
-Son un par de tortolos que están destinados a estar separados.
No pude entender el significado de sus palabras con exactitud.
- ¿La señora Ortega no se había casado antes de esto? Escuche que fue con un chico ordinario. Después de eso, se volvió a casar con el padre de Nicolas y lo tuvo a él. Así que…
Jonathan se burló y susurro:
-Supongo que las historias que se inventó el para el público son demasiado realistas.
En ese momento, vi a Álvaro llevando a Rebeca a saludar a Camila y Zacarias. Mientras el observaba a Rebeca, sus expresiones faciales cambiaron un poco. La determinación que llevaba en un principio tuvo un momento de sorpresa del que no pudo recuperase. Mientras tanto, la mirada de Rebeca estaba llena de admiración.
No pude entender lo que había sucedido entre ellos. A Jonathan, quien me estuvo observando durante todo el tiempo, le causo gracia y susurro:
-Rebeca es la hija que Camila ha estado buscando por más de 20 años. Y también es la hija de Zacarias. ¿Ahora lo entiendes?
Lo mire con sorpresa al escuchar la increíble revelación.
Después de que Camila y Zacarias terminaran de hablar, nos miraron. Cuando Zacarias me vio, levanto sus cejas con sorpresa. Al parecer, Camila se dio cuenta de lo que estaba pasando, así que le susurro algo en el oído que le hizo recuperar la compostura.
Jonathan soltó mi mano y se acercó a saludar a Zacarias. Ahora que era libre otra vez, mis ojos se movieron de un lado para el otro buscando a Álvaro. La última vez que lo había visto estaba saludando a Zacarias, pero ahora no lo encontraba en ningún lado.
Después de observar a mi alrededor, escuche una voz conocida en la esquina del salón. Me acerqué y me encontré con Nicolas. Él se sorprendió al verme, pero igualmente me saludo.
-Buenas noches.
Al notar que no parecía muy bien, no pude evitar preguntar:
-Es el cumpleaños de tu madre. ¿Por qué pareces tan cansado? Escuche que ella encontró a su hija perdida. ¿Por qué no vas a corroborarlo?
- ¿Para qué? -dijo con una mirada solitaria -En su mente y su corazón nunca ha habido nada más que su hija. Yo solo soy una decendencia accidental.
Al escuchar la tristeza en sus palabras, tome un plato de queso e intente ofrecerle un poco.
-Cada hijo es un tesoro en el corazón de sus padres. Además, ha estado perdida por más de 20 años. Ahora que la ha encontrado, deja que disfrute su felicidad para compensar el tiempo perdido. Después de eso, estoy segura de que todo volverá a la normalidad.
Él se rio con amargura mientras sus ojos se fijaron en el queso que le estaba ofreciendo. Sin pensarlo, bromeo:
-Esperaba que fueras tú en lugar de Rebeca. Esa chica es demasiado manipuladora y solo causara problemas.
Su comentario me confundió y no pude evitar sonreír.
-A sonado como si fuera fácil ser parte de tu familia.
El me miro con desdén, como si estuviera mirando a un idiota.
- ¿En serio? ¿de verdad crees que mi madre tiene tanto tiempo libre que te fue a buscar para hablar?