Puse la última prenda en la segunda maleta que tenía armada, hoy me mudaba a mi nueva "casa", tome el cuadro que estaba colgado en mi habitación, donde aparecemos los tres juntos, mi mamá, papá y yo, juntos como la familia feliz que éramos, a veces me pregunto qué fue lo que llego a alejar a mi padre tanto de mí, antes era su princesa, la luz de sus ojos, ahora simplemente soy una persona mas, me habla bien solo cuando hay personas en casa, porque cuando no hay nadie simplemente pasa de mí.
—¿Estas lista, Alisha? —Pregunta mi padre a través de la puerta—El auto te está esperando afuera.
¿Estaba lista? La respuesta es no, no estaba para nada lista , estaba muy nerviosa, demasiado a decir verdad, dejaría todo atrás, mis costumbres, mi vida, mi libertad, mi habitación que es mi zona de confort. Mire todo por ultima vez, abrí la puerta de mi habitación y como supuse mi padre no estaba ahí, tampoco se iría a despedir, baje las escaleras mientras que Samuel, alguien quien trabaja para mi padre me bajaba las maletas, al salir me encontré con un auto lujoso, la verdad no sé qué marca es, no soy fan de los autos, abrieron la puerta para que pudiera entrar, acá comenzaba de nuevo mi vida.
—Llegamos, señorita—Cuando hablo el chófer, desperté de mi ensoñación, me había perdido en mis pensamientos.
—Gracias.
Al salir del auto lo primero que veo es una mansión enorme, típico, junto con un gran patio, era demasiado para mi gusto, , camine hasta el gran portón que se extendía con gran egocentrismo ante mí, este se abrió automáticamente, dejándome pasar, no había vuelta atrás, no podía retroceder, tome un gran suspiro, me erguí y seguí caminando con la confianza que no tenía, en la gran puerta estaba la ama de llaves esperándome, al menos alguien lo hacía.
—Bienvenida, señorita Alisha, soy Margaret la ama de casa, estoy a sus órdenes—Sonreí, al fin alguien sin egocentrismo—El señor Borferd está en el trabajo por eso no está para recibirla, el joven Damien esta con la señorita Jane en el centro comercial, sígame le mostrare cuál será su habitación por el momento— ¿Por el momento?
—¿A qué se refiere por un momento?
—El señor Borferd comento que hasta que no se casaran usted dormiría en una habitación a parte para poder respetar su espacio—Dicho esto se fue dejándome sola en la habitación.
Mire todo a mi alrededor, era linda, paredes de color rosa y celeste pastel, cama matrimonial, y junto a esta reposaba una mesa de luz, al frente estaba el armario, y al lado un escritorio, al costado una puerta con lo que supongo que será el baño.
Puse la maleta en la casa y fui sacando todo para luego acomodarlo, coloque la ropa en el armario, donde había más ropa que no sé qué hacía ahí, pero la deje, no quería sacar algo de su lugar, coloque el cuadro de mi madre frente al escritorio . Luego de media hora todo estaba en su lugar, me tire en la cama necesitaba descansar, pero al parecer no estaba la suerte de mi lado ya que tocaban la puerta, con desgana me levante a abrir, al hacerlo me encontré del otro lado con Damien
—Vengo a darle la bienvenida, a mi nueva tía—hablo entrando sin permiso—Y debo a decir verdad que mi tía tiene muy buen gusto—Lo dijo mientras me miraba de arriba abajo y ahí lo recordé estaba en un pijama muy revelador, que constaba de una pequeña musculosa y un short que dejaba a la imaginación.
— ¿Viniste solo a decir eso? —Comente mientras trataba de taparme un poco con las sabanas el simplemente se rio, y no sé si lo comente antes pero tiene una sonrisa hermosa.
— ¿A qué quieres que venga? —Mientras hablaba más se acercaba a mí—Vine darte la bienvenida como dije antes, pero el que fue muy bien recibido fui yo, tendré que venir más seguido para tener buena vista—Acerco su boca a mi cuello. Estaba perdiendo la cordura, no lo conocía en lo absoluto, deposito un pequeño beso en mi lóbulo— Y Alisha, cámbiate que vamos a cenar—Dicho esto salió de la habitación.
No sabía que contenía la respiración hasta que sentí que mis pulmones necesitaban aire ¿Cómo es que una persona que conoces hace poco puede causar tanto? No lo conocía en lo absoluto y hace un momento estaba loca porque me besara, sin duda estaba perdiendo la cabeza.
Me cambie por algo más tapado y formar para bajar a cenar, mire si estaba todo en orden , nada fuera de su lugar, suspire, baje las escaleras y me dirigí a lo que supongo yo que era el comedor, y acerté ya que estaban todos sentados, al llagar todos dirigieron su mirada hacia mí, Damien me escaneo y arqueo una ceja mientras que sonreía.
—Alisha, hermosa, bienvenida a nuestra casa—El señor Borferd tomo mi mano y la beso ¿Cómo alguien puede causar tanto asco?—Espero que sea de tu agrado, pero hablemos de eso después, ven siéntate que la comida ya esta lista.
Me senté a su lado, al frente estaba Damien y al lado de el, estaba Jane quien no me hablaba en lo absoluto y la entendía, no era fácil. A decir verdad no tenía hambre, no me apetecía comer, estaba en una casa desconocida con personas en las cuales no confiaba, Josh y Damien hablaban temas de lo que supongo que era de su trabajo, no me interesaba en lo más mínimo.
—Alisha—Me llamo el señor Josh—Tendrás la libertad de hacer lo que quieras, bueno no lo que quieras, si sabrás a lo que me refiero, si quieres seguir estudiando tu carrera lo harás, ya que tu padre me comento que estas yendo a la universidad y que estudias algo de ¿Hotelería? ¿Puede ser?
—Estudio Licenciatura en turismo, y si, me gustaría seguir estudiando.
—Perfecto entonces, iras a la universidad de Damien, mañana mismo te transfiero, ya que a la que tu ibas queda muy lejos de acá y me quedare más tranquilo si mi sobrino te vigila, buen provecho— Al terminar de decir estas palabras se retira y junto a el, también lo hace Jane, dejándome sola con Damien.
—Asi que iremos a la misma universidad—Dice mientras me mira de una forma intimidante—Y como habrás escuchado te tengo que vigilar para que no hagas nada malo, pero es lamentable, a mí me encanta cuando haces algo fuera de lugar, como por ejemplo hoy—Se paró detrás de mí, mientras su cabeza estaba apoyado en mi cuello, dejando pequeños besos húmedos, haciendo que se me escapara un pequeño gemido—Tienes que portante bien pequeña—Me dio un beso cerca de mis labios—No quiero tener problemas con una escurridiza.
¿Siempre me tiene que dejar con la palabra en la boca? ¿Por qué no le conteste? Simplemente me quede en un estado de shock, ¿Cómo podía comportarse así sin siquiera conocernos? , no esperen ¿Cómo podía yo, comportarme así cuando ni siquiera nos conocemos? Me estaba volviendo loca, perdiendo la razón por una persona a la que apenas e su nombre, subí a mi habitación para poder dormir tranquilamente, pero esa noche volví a tener sueño, no muy buenos, con Damien.