El personal que estaba a un lado coloco de manera educada la pipa de esmeralda frente a Nicole, quien la tomo y la miro. Había una pequeña macha roja en la parte inferior de la pipa de tabaco.
-Gracias. -dijo Nicole al personal.
Ella se limitó a ignorar a las dos mujeres que estaban a un lado. Quinn no podía soportarlo más y resoplo con frialdad:
-Nicole, ¿tienes los ojos en los pies? ¿acaso no sabes ser educada cuando ves a tus mayores?
Nicole parpadeo por un momento. Levanto la ceja y dijo:
-Ah, señor Ferguson, usted también está aquí. ¡Qué casualidad! -sus palabras fueron suficientes para que Quinn se muriera de exasperación.
La cara de Quinn se puso roja de ira.
- ¿Crees que solo porque tienes un patrocinador no tienes que respetarme? ¡No olvides que soy tu suegra!
Antes del divorcio de Nicole y Eric, Quinn nunca se había considerado la suegra de Nicole. Por el contrario, Quinn solo se consideraba a ella misma coma la señora Ferguson y trataba a Nicole como si fuera una sirvienta.
Cada vez que Nicole volvía a la Villa Ferguson, Quinn siempre encontraba la manera de burlarse del bajo estatus de Nicole. Ella la obligaba a hacer las tareas domésticas y encontraba escusas para reprenderla y castigarla. A menudo, Quinn traía a otras jóvenes solteras de otras familias influyentes para que se pasearan frente a Nicole e incluso les daba el numero personal de Eric para que Nicole supiera lo que tenía que hacer y se alejara por si misma. En ese momento, Nicole era una espina en el costado de Quinn.
Nicole no pudo evitar reírse levemente.
- ¿Te has vuelto loca? Hace tiempo que me divorcie de tu hijo. Puedes encontrar a otra persona para que sea tu nuera…
- ¡Nicole, que maleducada eres! ¿Cómo puedes hablarles así a tus mayores? -Ingrid no pudo evitar hablar, Nicole la humillo en varias ocasiones, así que cuando volvió a verla, empezó a temerle.
Afortunadamente, su madre estaba aquí, así que Ingrid se armó de valor para hablar. Por un momento, el ambiente se sintió pesado. La sonrisa de Nicole se desvaneció mientras miraba con frialdad a Ingrid.
- ¿Estas intentado decirme lo que tengo que hacer?
Ingrid se encogió hacia atrás y no se atrevió a decir otra palabra. Se limito a mirar a su madre con impotencia. El dúo de madre e hija Ferguson quería, en un principio, bajar a Nicole de su nube, engatusarla y quitarle la pipa de esmeralda, pero resulto que Nicole no hizo nada de lo que ellas habían planeado.
De no ser por el personal en la sala, Quinn habría sido más directa y no habría tenido la paciencia de dar vueltas con Nicole. Quinn se sentía un poco nerviosa mientras decía:
-Nicole, te daré 30 millones de dólares. ¡Tengo que llevarme la pipa! -ella ya se había puesto en contacto con su hijo porque sabía que no podría ocultarlo por más tiempo. Si Nicole realmente les quitaba la reliquia familiar, sin mencionar a su suegro, ni siquiera su esposo la perdonaría.
Nicole se detuvo un momento y se rio:
-Si tuvieras 30 millones de dólares, podrías haber subido la oferta hace un momento, cuando aún era un juego limpio. Ahora es demasiado tarde.
-Ya contacté a Eric. Estará aquí pronto. -Quinn sabia lo obsesionada que estaba Nicole con su hijo. Cuando Eric estuviera aquí, ella sabía que Nicole cedería solo con verlo.
-Independiente de que venga o no, eso no cambia el hecho de que la pipa de esmeralda ahora es mía. -Nicole se rio.
-Nicole, 30 millones de dólares no es una cantidad pequeña. ¿Acaso tienes ese dinero? -Quinn no creía que la pobre Nicole pudiera soltar 30 millones de dólares fácilmente.
En aquel entonces, Nicole se casó con la familia Ferguson sin un centavo a su nombre. Otras mujeres de la alta sociedad se reían de Quinn por tener una nuera tan pobre, así que Nicole era una vergüenza para ella. Aunque Ingrid dijo que Nicole tenía ahora muchos hombres que la apoyaban, ¿Por qué iban a gastar tanto dinero en una mujer divorciada? ¿acaso esos hombres eran tontos?
Nicole curvo los labios, saco la tarjeta negra de su bolso y se la entregó al personal que estaba al lado.
-Pásala. -no hubo vacilación.
-Si, señorita Nicole. -el personal tomo la tarjeta con las dos manos.
Quinn e Ingrid miraron a Nicole con los rostros pálidos. Ingrid se sentía muy ansiosa y seguía con el teléfono el mano ara llamar a alguien. Nicole sonrió levemente. Ella podía gastar 30 millones de dólares en un minuto sin la menor duda e incluso podía permitirse pagar más que eso siempre que quisiera.
-Es inútil que te lleves la pipa. ¿Qué sentido tiene gastar tanto dinero en ella? -Quinn suavizo su actitud y siguió dándole vueltas al asunto. -Solo la conseguí para que todo el mundo la viera. Sabes que es la vida del viejo. Morirá sin esa pipa. ¿Quieres verlo sufrir siendo tan mayor? -dijo Quinn mientras las lágrimas se asomaban en sus ojos.
Nicole miro a Quinn con frialdad y quería reírse.
-Ya que tu misma has dicho que esta es la vida del viejo amo Ferguson, ¿pensabas matarlo poniéndola en la subasta? Tu eres la razón de su sufrimiento en la vejez. Así que… ¿De qué tengo que preocuparme? Compre esto de manera apropiada y con dinero real. Todos los presentes son testigos. El viejo es bastante venerado en la industria, así que creo que entenderá lo que significa la integridad.
-Señorita Nicole, la transacción ha sido completada. -el personal le entrego cuidadosamente la tarjeta.
Nicole la tomo y firmo con su nombre en los documentos correspondientes. Esta pipa de esmeralda le pertenecía ahora oficialmente. En ese momento, la puerta se abrió de repente…