Era una tarde de verano cualquiera, estaba caminando tranquilamente por la calle a punto de llegar a mi trabajo como mesero en el restaurante de mi madre, mi hermano menor debe de estar en alguna parte.
Al ser un día relativamente caluroso no había mucha gente en las calles, al llegar a mi destino decido entrar por la puerta trasera ubicada cerca del estacionamiento.
Cuando estaba doblando en la esquina me fijé que un tipo estaba apuntando con un arma a mi hermano menor.
—¡C-c-cuidado!
Intenté avisarles alzando la voz, pero eso solo hizo que el hombre se agitará fuertemente, pude percibir la ahogada voz de mi hermano como tratando de decir que no me acercara o al menos que no hiciera nada estúpido.
Pero aún así, como su hermano mayor debo salvarlo o al menos intentarlo. Pero inmediatamente al acercarme tuve la corazonada de que lo que estaba haciendo lo iba a pagar muy caro, tal vez me arrepentiría enormemente, de todas maneras al tipo que le apuntaban es mi hermano, no soportaría verlo herido, destrozado o ensangrentado.
Me acerque rápidamente, sintiendo mi presencia ese hombre se pudo nervioso, quería correr más rápido pero me dolían los huesos por la presión ejercida, era la primera vez en mi vida que deseé haber sido un niño obediente y hacerle caso a mi mamá cuando me decía que tomara un poco de leche; ayudando así a mis huesos. Cuando regrese a casa ciertamente tomaré calcio y haré más ejercicio.
Corrí con todas mis fuerzas. mi hermano se hizo a un lado al ver que el hombre giro su cabeza en mi dirección.
agarre al hombre por sus muñecas e hice a un lado sus manos para que el arma si llegara a dispararse no me diera.
Pero como todo podría salir tan bien, la realidad es que era un mocoso de trece años enfrentándose a un hombre en la mitad de sus treinta.
*Baaam*
el hombre me había dado una bofetada que hizo que mi mente se pusiera negra, ni siquiera sabía en dónde estaba el norte en este momento; lo siguiente que note es que se pudo oír un disparo, el retroceso me hizo caer, mis piernas se volvieron flácidas,
Vi mi vida pasar por mis ojos...
¿Este era el famoso flashback antes de morir? ¿Espera? ¿No fue muy corto? eso fue demasiado rápido.
—¡¡Puah!!
Antes de que pudiera quejarme una bocanada de sangre salio expulsada de mi garganta, la bala había impactado cerca de mi corazón y si bien no lo había atravesado podía sentir como mis latidos se volvían más lentos y suaves.
No tenía suficiente aire, múltiples espasmos sacudieron mi cuerpo, mi vista se empañaba poco a poco, no podía hablar, mi vida se agotaba lentamente, lo sabía, podía sentirlo. El hombre salio corriendo mientras me veía.
—¡Kevin! ¡Hay sangre! ¡No se detiene!
Que idiota, naturalmente la sangre nunca se detendría.
—Eres muy ruidoso
—Deja de preocuparte al menos estás bien...
—Espera aguanta...
Sentía como mi rostro perdía su luz natural, el borde de mis ojos se llenaban de lágrimas, mi hermano sostenía mi mano sin importarle demasiado mi sangre,
su expresión ciertamente era la ruina de las chicas bonitas, trate de mirar a un lado pero no podía mover mi cuerpo, mi mirada estaba en el cielo azul despejado.
Un frío feroz golpea mi cuerpo, esto es malo mi conciencia se desvanecía lentamente.
Maldición al menos quería morir por asfixia cuando una hermosa mujer se sentará en mi cara pero...
Al menos salve a mi hermano.
Si hay una próxima vez...
Después de eso mi conciencia se apagó por completo, pero podía sentir los gritos desesperados de mi hermano.
Deja de llorar por un muerto, las lágrimas debería ser para celebrar la felicidad no una tragedia.