Chapter 23 - Cap 23

Un escalofrió me recorrió de pies a cabeza en el momento en que mi mirada se encontró con el seño fruncido en las cejas de Elena.

"Parece que tu caminata tardo mas de lo esperado — dijo Keith, un tanto molesto. —Realmente pensé que no vendrías hoy."

La indiferencia permaneció en mis ojos mientras avanzaba hacia la silla predestinada para mi. "Lo siento, espero que no aun no hayan comenzado."

"No, aun no — Respondió Keith, mientras me miraba asentarme en mi lugar. —Pero comenzaremos ahora"

Asentí visiblemente mientras me posicionaba de una manera correcta y con la espalda derecha, posición que adoptaron Tasha y Elena mientras seguían mi ejemplo.

"Como ustedes saben y al ser de conocimiento común, este domingo se celebrara el cumpleaños numero 53 de nuestro señor, el Rey."

"Uhm; — asintió Elena con una cara preocupada. — Es en solo dos días y aun no hemos elegido un regalo."

"Eso es cierto, pero no es la razón del por que nos reunimos hoy — dijo Keith, mientras hacia una pausa para soltar un suspiro — deberían de saber sobre la actual batalla por el trono, la cual recaí hoy día sobre el pies."

Un silencio sepulcral inundo la sala en la que estábamos presentes — por expresión a Terry y Everly, los cuales parecían no haber sido invitados a la conversación — hasta que Keith rompió el silencio.

"Como no ha pasado desde hace tres generaciones, mas de un príncipe compiten de una forma relativamente reñida por el poder; — Por supuesto, no es que no hubiera mas de un príncipe antes compitiendo por el trono, si no que la balanza de poder se inclinaba notoriamente hacia un solo lado — es por eso que a llegado el momento, en que el rey elija al siguiente príncipe heredero"

"Desde ya mas de cinco generaciones fuimos nombrados como el titulo mas alto que se puede obtener como un noble el de 'Duque', desde ese momento se guro una lealtad exclusiva hacia el rey y solo hasta que este sea reconocido como rey, siguiendo esa promesa seguiremos siendo neutrales"

Dijo Keith, mientras nos miraba con una resolución calmada, pero lamentablemente una que no compartía, ni la resolución, ni la neutralidad.

Ahora que había pactado acordar un trato con el segundo rey me era imposible seguir siendo neutral, aunque no me preocupaba demasiado, ya que Adad y Tasha hacían lo mismo cuando jurar ayudar a Emilia a convertirse en reina.

"Pero aun así, eso no significa que no debamos preocuparnos por el estado de nuestro país, es por eso que en esta fiesta donde será elegido el próximo rey, debemos intentar conocerlo lo mejor posible." Exclamo Keith.

"Pero aun estando en la sima, no mas bien estando en ella, un simple paso en falso te puede llevar a lo mas hondo y al igual que juramos lealtad al rey, la juramos al reino de Aren y en caso de que ser necesario, incluso asesinaremos por preservar este país nuestro".

*******

Thud.

Me tire directamente de espalda en mi cama, que me recibió con una sensación de calidad y confort que me inundo el cuerpo entero.

Mi mente en blanco experto por las ultimas palabras de Keith.

Esas palabras solo sirvieron para hacer de este mundo aun mas complejo, repite desde cero varias veces este juego, logre aprenderme de memoria el arco de la coronación de Emilia, pero ya no podía verlo de la misma manera, por el simple echo de que ya no era un espectador.

En el juego simple mente se mostro a la familia Hall, como unos neutrales por que simplemente era conveniente para el futuro de Emilia como reina, pero ahora había aprendido la razón detrás de esta resolución.

Pero yo no soy Adad, no hay razón para cumplir esa promesa — que al final al cabo termino rompiendo — pero después de todo, cargo con ese nombre y mis acciones pueden afectar el futuro de alguna manera.

Aunque no sabia si mas de lo que ya estaba.

Para este punto de la historia, Emilia aun no revela ser parte de la familia real, es decir aun no tiene el apoyo de Adad ni de Tasha, los cuales juntan a mas amigos que la apoyen en su camina hacia la corona.

Y si Emilia no se convirtiera en reina, este reino, por no decir este mundo se iría a la mierda.

No es que los dos príncipes fueran una basura, bueno... lo eran, pero ni siquiera el el mejor rey podría sostener un país, según lo poco que sabría de historia a futuro.

Y por supuesto, como olvidar las visiones que me había enseñado la diosa en su mundo.

'Las visiones de la mujer de cabello morado' reflexione dentro de mi, mientras recordaba las ilusiones, o mas bien videos de diferentes escenas de su vida, las cuales pasaron por mi mente.

La imagen de la mujer, siempre fue borrosa en cada una de las visiones, pero aun así el echo de que era hermosa, por alguna razón se quedo dentro de mi, clavado, como si fuera algo especial.

Y tampoco necesitaba ser un genio detective o haber visto mil capítulos de detective Conan para poder saber quien era la mujer de cabello morado.

Emilia Zeijrn, la heroína del juego.

Desde que albergue el cuerpo de Adad, me había dado cuenta que era, diferente a lo que esperaba, no solo su forma de actuar era diferente de la amistosa y siempre alegre que se mostraba en el juego.

El sentimiento que emanaba no era el de una chica, que según el juego, paso toda su vida en un pueblo hasta que su madre callo en cama enferma y le revelo que ella era la hija bastarda del actual rey de Aren, haciendo que ella emprenda un viaje hacia la capital.

Ese sentimiento, era como el de un guerrero, no uno cualquiera, uno que habría aprendido a matar con indiferencia, con frialdad y sobre todo, en lo mas profundo, con dicha.

Lo sentía en sus ojos, en ese par de ojos que asimilaban al color de las orquídeas en un campo de batalla hermosas y resplandecientes, pero con manchas de sangre.

Como la mujer de las visiones, no había en que eran la misma persona, pero no podía sacar decisiones apresuradas, tampoco sabia que paso con la heroína mientras era controlada en el videojuego, o si siquiera sabia que estaba siendo controlada.

Una vez mas, era estaba lleno de dudas, a pesar de que la diosa dijo que prometió que contestaria mis preguntas, solo genero aun mas.

Aunque ya no había vuelta atrás en mis decisiones, como la de apoyar el segundo príncipe y alegarme de la historia un tiempo, lo único que tenia que hacer era, por supuesto, volverme mas fuerte.

En estos dos días tenia que investigar lo mas que podía sobre la heroína y tratar de encontrar cosas que me ayuden a entender mejor las visiones.

Y por supuesto, la reunión con el segundo príncipe heredero, la cual, sin lugar a dudas, seria extremadamente molesta.

**********

—Tok-tok.

La puerta de mi habitación retumbo al ser golpeada, haciendo que me conciencia regresara de mi sueño.

"Joven maestro, vamos entrar — dijo la voz fuera de la puerta, la cual fue abierta por una mujer, que especule era la que hablo, seguido por otras tres — lamentamos la interrupción de su descanso, pero ya es tiempo de arreglarse para la fiesta, joven maestro."

—Thud.

Sin siquiera esperar una respuesta mía, las cinco mujeres se acercaron hacia mi mientras cerraban la puerta y me tomaron de las manos, posicionándome frente al espejo y tomaban su herramientas — que habian traído de un carrito parecido al de comida — para arreglarme para la fiesta.

Observe como las cinco mujeres se movían por todos lados de la habitación, mientras elegían peinados, ropa y accesorios.

"Por cierto, joven maestro — dijo una sirvienta a mi lado mientras observaba mis orejas — que tipo de aretes planea usar o no tiene pensado usar unos, nunca supe que tuviera un orificio dispuesto para aretes."

De echo nunca había usado aretes desde que los compre — pero había mantenido el orificio sin que cerrara — nunca había tenido razón para usarlos, así que supongo que esta era un buena razón.

"Estos — dije mientras estiraba mis manos hacia un cajón que abrí, del cual saque un par de aretes negros y largos — se llaman Dark Waterfall."

Las sirvientas parecieron sorprenderse al ver los artes, mientras decían que eran bonitos y buscaban cosas que combinaran con ellos.

El proceso de vestirme y hacerme ver presentable duro aproximadamente una media hora mas en la cual me probé algunos trajes, hasta que uno fue elegido por Terry, la cual paseaba por la mansión.

Mas que un traje, era una camisa de manga larga negra con encajes sobresalientes y dobleces en la tela con finos detalles de algo, que supongo que eran flores en el cuello y en la parte del pecho había unas bolsas que estaban igual, finamente decoradas en un patrón bordado lo demás por excepción de los botones blanco platinados y el puño el cual tenia la misma forma que el cuello.

Baje mi mirada hasta llegar al pantalón, el cual era de color blanco y con decoraciones en negro además de decoraciones en dorado en forma de rayos junto con algunas de flores.

Cambie el lugar de mi vista del pantalón hacia adelante, donde estaba posicionado el espejo de cuerpo entero.

Debía decir que me vía bastante bien.

Mi cabello azul platinado que ahora caía hasta la punta de mi barbilla. este estaba peinado de lado, dejando al descubierto mi oreja izquierda.

Donde colgaba un arte negro que llegaba hasta mi cuello, dándome una apariencia un poco rebelde, pero a la misma vez refinada gracias a mi ropa.

"Parece que hicimos un buen trabajo — dijo una sirvienta mientras miraba mi reflejo, las demás asintieron mientras trataban de ocultar sus caras ligeramente rojas — ¿Qué le párese, joven maestro?."

"Mmm, bastante bien, supongo" Dije mientras invitaba a las sirvientes a salir — empujándolo fuera — de la habitación.

—Thud.

Cerré la puerta como un golpe y me acerqué hacia los cajones al lado de la cama.

Abrí el primero de arriba hacia abajo en el lado izquierdo y saque un pequeños objeto.

El cual era una pequeña pulsera de color plateado, la cual tenia una piedra translúcida incrustada en ella.

[Nombre: Pulsera de almacenamiento espacial.]

[Tipo: Articulo.]

[Rango: F.]

[Habilidad: Permite al usuario almacenar cosas dentro de un metro cúbico de espacio.]

Esta pulsera era un almacenamiento espacial,

como su nombre lo dice, servían para almacenar cosas, esto gracias a la pequeña piedra incrustada en ella.

La había comprado ayer en el mercado con el dinero que me quedaba después de comprar los aretes.

Había tomado esta decisión después de reflexionar en la pelea que tuve con la sacerdotisa Mellia.

En ese entonces pude haberlo echo mejor si hubiera tenido a mi espada, Rose con migo y por supuesto un espacio de almacenamiento siempre era conveniente.

Aunque debía decir que era bastante caro, después de todo y según lo que decía un libro, estos espacios solo podían ser creados por aquellos arriba del rango S.

Sin perder más tiempo me acerque hacia mi espada Dead Rose que estaba posicionada al lado de mi cama y acerque mi mano hacia ella mientras pensaba en almacenarla dentro de la pulsera.

Casi al mismo tiempo que lo imagine, Rose desapareció de mi vista y volvió a aparecer con un pensamiento.

Lo vi a colocar en el almacenamiento y repite el proceso con el cinturón y otras cosas.

"Joven maestro, su familia lo espera en la entrada a la mansión." Dijo una voz detrás de la puerta.

Dando un último vistazo a la habitación, abrí la puerta y me dirige hacia la entrada.

Al igual que cuando viajamos hacia la capital dos carruajes nos esperaban en la entrada.

Keith y Elena se montaron en el primero y después nos subimos — Tasha, Terry, Everly y yo — a nuestro respectivo carruaje.

—¡Shaa!.

El conductor dio un golpe audible, provocando que el carruaje avanzara.

Mi mirada se fijo en la la un muro azul celeste a la distancia, aquel que resguardada el castillo del reino de Aren.

No tardo mucho tiempo para que llegáramos a el...