—Traka - Traka.
El sonido que generaba nuestro carruaje al avanzar se detuvo, anunciándonos sobre la llegada a la muralla.
Puse mi mano sobre la cabeza de Terry, apartándola de la ventana y fije mi mirada en la vista fuera de ella.
Al igual que en las imágenes del juego, la tercera muralla era de color azul celeste, el cual brillaba gracias a la los rayos de luz del sol, el cual era bloqueado desde mi punto de vista debido a su altura de mas 50m de alto.
Detrás de nosotros empezaba un canal — que parecía medir unos 30m de ancho — y pasaba por debajo de los anchos muros de la muralla.
—¡Shaa!
El conductor una vez mas golpeo ligeramente su caballo, provocando que este avanzara y por consiguiente nosotros.
—Chiiiir~
La enorme puerta frente a nosotros retumbo con un sonido chirriante mientras los guardias la abrian lentamente — la forma en que la abrian era como las peliculas, hacia abajo, haciendo que la misma puerta sirviera como un puente — los mismos guardias se inclinaron hacia nosotros, mientras nos daban paso al otro lado de la muralla.
Al igual que antes pasamos por un puente, el cual cruzo el mismo rio de antes, el cual rodeaba en circulo la muralla.
Seguimos avanzando hasta llegar a tierra, donde nos recibieron hermosos jardines decorados con miles de arboles, arbustos, plantas y de mas cosas, mis ojos se fijaron en una flor azul celeste, que si no mal recordaba era la misma que abundaba en la iglesia de Necar.
"Whaa~ hay miles de flores de lirio azul, tienes que verlo Tasha." — dijo Terry hacia Tasha mientras se entremetía en mi visión del paisaje por la ventana. — "Mm lo estoy viendo, son casi como el cabello de Adad ¿No crees? — Respondió Tasha mientras me miraba.
"Haha es cierto, aunque creo que el de el es un poco mas plateado — dijo Everly, que estaba pegado al lado de la ventana de Tasha con una sonrisa — Aunque creo que el de Terry es mas parecido al de mama que el de Adad. No creen?."
La platica sobre colores de cabello continuo un poco de tiempo mas — aunque esta entro por uno de mis oídos y salió por el otro — hasta que Terry dio un grito agudo, mientras miraba y apuntaba hacia adelante.
Todos, incluyéndome seguimos el dedo de Terry hasta lograr ver lo que ella veía.
Frente a nosotros se alzaba un enorme y hermoso lago de color azul transparente que reflejaba la luz del solo y en el cual yacía una isla, la cual era bastante grande, aproximadamente de 200 metros cuadrados.
El paisaje que generaba daba una sensación de fantasía, gracias a los arboles y miles de plantas que adornaban la isla y por supuesto el enorme castillo que había sido construido en ella.
No había manera de describirlo sin que la palabra Majestuoso se ejerciera en mi habla.
El parte mas alta de la isla empezaban las bases del castillo, el cual era sostenido por 10 enormes pilares de ladrillo pintado con azul pálido que era casi gris y el cual sentaba las bases para las paredes las cuales compartían el mismo color de ladrillo.
Los pilares se elevaban al cielo en un aproximado de 10m por supuesto sin contar el techo en forma de copula el cual seguía el mismo patrón de color azul, el cual había visto desde que entramos en la capital.
Las primeras paredes median 10m y tenían bastantes lugares para mirar, como por ejemplo un corredor por enzima que entraba en los pilares que servían como mirador para avistar cualquier enemigo.
Detrás de esas primeras paredes había una segunda que se elevaba aun mas, superando a la anterior en lo que yo creían que eran 15m de altura mas, estas seguían teniendo los mismos pilares— que esta vez eran solo 8— y el corredor sobre ellas, la única diferencia era el color del ladrillo, el cual abandonaba los grises y se tornaba de un azul neutral.
Siguiendo el mismo patrón detrás de estas había una cuarta pared que se erigía unos 7 metros mas que la anterior junto con 5 pilares y que pasaba del azul neutral a uno celeste, el cual resplandecía con junto con el cielo 'lo único que era diferente notable era que estas paredes eran mas chicas en cuanto anchura se refiere'.
Y por ultimo, detrás de la cuarta pared se elevaba un quinta, pero la cual ya no contaba con pilares si no que lentamente comenzaba a arquearse hasta terminar en una forma de cúpula puntiaguda, la cual estaba echa de cristales y ladrillos azules y morados.
"Es hermoso. ¿No creen? — dijo Tasha mientras miraba el castillo en por la ventana del carruaje. — si — Everly la miro directamente a los ojos — Lo es."
Dejamos el puente de piedra que se elevaba sobre el lago y nos llevaba hacia la isla y entramos en tierra firme.
Justo en el momento en el que llegamos el carruaje se detuvo y por la ventana vi como dos sirvientes se acercaban hacia nosotros, uno se detuvo en el carruaje de Keith y otro en el de nosotros.
"Por favor — dijo el sirviente que se acerco hacia nosotros y nos abrió la puerta, indicando que siguiéramos. — Permítanme guiarlos hacia el banquete."
Seguimos las instrucciones del sirviente, el cual nos llevo hacia Keith y Elena, donde se reunió con el otro sirviente, el cual nos llevo hacia el castillo.
Entremos por la enorme puerta en forma de cueva y adentro mi mente se volvió a perder entre las múltiples pinturas y piezas de artes que estaban adornándolos.
Pasamos muchas, bifurcaciones y curvas hasta que por fin llegamos a una enorme puerta, la cual era custodiada por dos guardias de uniforme blanco y azul celeste los cuales cargaban espadas y aunque no había forma de saberlo con exactitud, su aura me decía que al menos estaban en el rango A-.
"Por favor, su apellido — dijo uno de los caballeros mientras miraba nuestra dirección. — Somos la casa Hall — Keith entrego una pulsera al otro caballero mientras respondía al cuestionamiento del primero.
—Thud - chiiir~.
Con un zarpazo y un sonido chirriante la enorme puerta fue abierta, dejando al descubierto un enorme jardín.
"¡¡¡Anunciamos alegremente la llegada de los miembros del ducado de Hall!!!."
Grito una voz mientras entrabamos por un camino revestido de una alfombra azul blanquecina.
Al instante que entramos y sonó la voz anunciándonos las voces y alegres risas junto con el tintineo de las copas cesaron por completo.
"Mira, son los cuatro hijos del ducado. ¿No son todos bastante guapos." Dijo una de las mujeres susurraron.
"Si lo son, en especial el chico de cabello azul platinado, nunca lo había visto. ¿Es ese Adad?."
"Es verdad, pero también creo que es la primera fiesta de los mas chicos. — cientos de susurros los cuales eran perfectamente audibles por el silencio que inundo el jardín llegaron a nosotros — Por favor por este lado." dijo un sirviente que nos guio hacia nuestra mesa.
Ya sentados, aproveche para dar un vistazo al rededor de el jardín, en el que había muchos nobles disfrutando de las comidas y postres dispuestas sobre las mesas por todos lados mientras platicaban y reían.
"Chicos acompáñenme a saludar a los demás nobles — dijo Keith mientras se levantaba y nos hacia una señal de seguimiento — Como ha estado, Duque Hairbear. — Inesperadamente la persona con la que hablamos fue el duque Hairbear, que también se había acercado hacia nosotros.
"He estado bien, Hall — contesto el Duque — Parece que esta vez has traído a todos los niños. — Cambio el rumbo de su mirada hacia nosotros mientras sonreía y apuntaba hacia atrás. — Yo también he traído los míos."
Intercambiamos saludos con los tres hijos del duque, los cuales eran dos mujeres de cabello gris y Nickolas, el cual seguía mirándome con odio.
"Ehem~. Hola mi nombre Lucia. ¿Cuál es el tuyo? — dijo una de las chicas mientras sostenía mi mano en forma de saludo con la cara sonrojada — ¡HAA! por que hablas con ese bastardo." dijo Nickolas, que se acerco hacia nosotros.
Busque la forma de escabullirme del estresante Nickolas y me acerque hacia mi padre, el cual también se estaba despidiendo del duque Hairbear, que era igual que su hijo son la sola diferencia en la edad.
Seguimos avanzando por las mesas mientras saludábamos a los demás nobles, los cuales se acercaban a nosotros, desde condes y marqueses hasta pequeños barones.
"Sigh — con un suspiro pesado me alegue de los nobles que nos rodeaban, había perdido la cuenta de cuantos saludos y nombres había escuchado. — Es estresante. ¿No es así?." — susurro una suave voz a mi lado.
"Lo es, pero debe serlo mas para ti. ¿No? — dije, mientras miraba a la hermosa joven de cabello negro rizado y sedoso a mi lado. La mujer se paso la mano sobre su oreja: — Lo es, un poco, después de todo soy hija de un conde y sobre todo, hermosa."
Fije mi mirada en Avas, que tenia esa actitud orgullosa, altiva y vanidosa con la que se mostraba en el juego. — Escuche que hablaste con nuestras sacerdotisa Mellia, seguro que se divirtió hablando con alguien como tu — dijo, mientras me obligaba a recordar la loca sonrisa de Mellia.
"Seguro que te conto de lo que hablamos — dije, mientras tomaba un pedazo de pastel que estaba dispuesto sobre la mesa, di una bocanada y sentí como el pastel se derritió en mi boca, estaba sabroso. — Lo escuche, pero aun no es tiempo de hablar de ello." Respondió mientras miraba a la puerta en la entrada, que se estaba moviendo.
—Wah, Wah, Wah, Wahhhhhhh …
Una ominosa tonada generada por un trompeta resonó en todo el jardín y se expandió mas allá de el, llegando hasta la ultima parte del castillo.
"¡Muestren sus respetos por el Rey de este país y su familia!"
Con gran emoción y fervor una voz anuncio la llegada imponente de la familia real.
Al instante y siguiendo el ejemplo de los demás me acerque a la mesa destinada para nuestra familia.
—¡Clap! - ¡clap!
Cientos de aplausos repercutieron por todo el jardín mientras veíamos entrar e caminar con dignidad y orgullo por la alfombra roja a la familia real.
"Por favor, aplausos para el rey de nuestro país, ¡Joud Lazuli!."— Dijo la voz mientras el hombre anunciado como el Rey caminaba, definitivamente era mayor, su pelo de color azul celeste ya perdía el resplandor pero ahora era adornado con líneas blancas, que junto con su porte intelectual daban una aura digna y potente —.
Cuando terminaron los aplausos, una vez mas la voz volvio ablar — "Retomen los aplausos para la inigualablemente hermosa Reina, ¡Nelia Lazuli!."— Muchos aplaudieron, muchos otros lo intentaron, pero no pudieron mientras miraban embelesados a la reina, ella no cargaba con un cabello azul celeste, pero si con unos hermosos rasgos y unos ojos del mismo color que su cabellera, un hermoso café que parecía brillar como el caramelo.
"Aplaudan para la princesa ¡Lical Lazuli!." dijo la voz, anunciando a la única hija de del Rey, Lical, la cual heredaba la cabellera celeste y una hermosa cara que junto con su exquisito cuerpo daban semejanza a las hadas de los cuentos.
"Ahora tengo el honor de presentar a los dos últimos integrantes de esta hermosa familia, los dos príncipes...
....¡Silas luzali!. — El mayor de los dos, que portaba un aura de orgullo insuperable y que quedaba recalcar el mas parecido al rey de los dos, ya que este tenia el mismo color de pelo celeste —.
...Y por ultimo el príncipe, ¡Adu lazuli! — Con un porte sereno y tranquilo, el ultimo integrante de la familia paso la enorme puerta, de todos fue el que mayor impresión causo en mi, no solo su hermosa cara, si no el aura que emanaba, diferente a la de un guerrero pero no por eso menos poderosa, esta, era el aura de un gobernador, de un rey de verdad —.
Seguí sus pasos atentamente y lentamente moví mi mirada, la cual se encontró con los ojos azules de Adu, el cual sonrió levemente en mi dirección.