Samara miro la hora, eran casi las ocho. Si ella iba ahora y no había atasco, llegaría justo a tiempo. Sin embargo, no sabía dónde estaba la fábrica de automóviles del Grupo Ayala. En ese momento, Álvaro le envió la dirección y marco la ubicación exacta, diciéndole que condujera con cuidado. Samara respondió enfadada.
"¡Mierda!"
Álvaro miro su teléfono sonriendo ligeramente y su estado era obviamente mejor. Josué espero a un lado, miro a Álvaro fijamente y no dijo nada, pero ya había arreglado todo antes de que Samara llegara.
Rebeca había vivido una pesadilla esta semana. Durante cinco años, pensó que Álvaro era un pedazo de hielo, siempre quiso usar su propio entusiasmo y la existencia de Adriano para influir en Álvaro y convertirse en la dueña principal de la familia Ayala. Sin embargo, Álvaro nunca le había tratado con mucha pasión, pero ahora trataba a Samara entusiástica y generosamente. Incluso le regalaba muchas cosas sin preocuparse por la opinión pública. Aunque Álvaro y Samara no parecían pareja, la anomalía de Álvaro todavía le pasaba a Rebeca una sensación de crisis y ahora estaba llena de profunda hostilidad hacia Samara. Rebeca pensaba que no importaba quien fuera i que tuviera, solo por la actitud de Álvaro hacia ella, debía matarla.
Cuando Rebeca vio la noticia que Álvaro había lanzado en los medios de comunicación, estaba muy decidida a tomar la iniciativa. Rebeca sabia de la fábrica de automóviles del Grupo Ayala. Miro la hora y rápidamente se dirigió a la fábrica, se aprovechó de la multitud para meterse en la fábrica a escondidas.
Cuando Samara llego, Álvaro la saludo personalmente en la puerta.
-Álvaro, ¿Qué quiere de mí? -originalmente Samara todavía era capaz de manejarse, pero cuando vio a tanta gente en escena, la sensación de ser liderada instantáneamente la hizo enfadarse.
Álvaro directamente sostuvo su mano y sonrió:
-Representas al Grupo HJ hoy. Además, ¿no quieres ver mi fabrica? He visto el coche deportivo que diseñaste. Aunque no tuve la oportunidad de comprar uno, la idea del diseño me encanta. Somos empresarios y hablamos de negocios. No importa lo que pienses tú de m, ya que ahora estamos en una relación cooperativa, deberíamos hacer nuestro trabajo bien primero, ¿no? Además, ha pasado una semana, te has recuperado bien, ¿verdad? -estas palabras hacían que Samara no supiera que decir, mientras lo miraba con furia en los ojos. – Muy bien, muchos periodistas han venido hoy. No dejes que piensen que eres una persona difícil de tratar. En el futuro, tendrás que trabajar en este círculo, ¿no? -Álvaro llevo a Samara dentro.
Samara lucho mucho pero no pudo sacar su mano. Paso junto a muchas personas y les asintió repentinamente. En este momento incluso si quisiera vengarse, no podría. Samara lo odiaba
mucho, pero debía seguir a Álvaro al pasillo con una cara sonriente. Cuando los periodistas vieron a los dos entrar, inmediatamente les sacaron muchas fotos.
Álvaro de repente tuvo la ilusión de estar casado con Samara, ella aprovecho el momento de distracción de Álvaro y cuando el reflector se solapo, piso ferozmente el empeine de Álvaro con los talones de sus tacones altos. El grito. El intenso dolor casi lo avergonzó. Sin embargo, solo echo un vistazo a Samara. Mirando su expresión contenta, era como si viera a una niña que finalmente se hubiera vengado. De repente sintió que el dolor en la parte posterior de sus pies no era tan insoportable.
Samara originalmente había pensado que Álvaro se sentiría avergonzado, por el contrario, la mirada amable de este hombre le puso la piel de gallina. Quería liberarse de Álvaro, pero la mano de Álvaro le apretó más, como si fueran tenazas.
-Esta es la diseñadora Catalina, es la primera vez que nos vemos hoy. Todos, por favor tómense su tiempo y hagan preguntas. Todavía tenemos que ir a la fábrica para probar el coche más tarde. -Álvaro introdujo generosamente, pero sus movimientos estaban llenos de posesión dominante. Los periodistas estaban sorprendidos.
"-Señor Álvaro, ¿la diseñadora Catalina es su novia? Alguien vio que usted se había quedado en el apartamento de la señora Catalina."
"-Señor Álvaro, la señora Catalina es tan guapa. ¿Os conocéis de antes o no?"
Frente a tantas preguntas, Samara solo sonrió educadamente sin intención de responder. Quería ver como Álvaro respondía. Álvaro parecía saber en lo que estaba pensando. sonrió y dijo:
-Hablaremos de asuntos privados más tarde. Solo puedo decir que la diseñadora Catalina es muy importante para el Grupo Ayala y para mí. -esta frase sorprendió a todos. Cuando los periodistas querían hacer más preguntas, Álvaro ya había atraído a Samara a la fábrica. Ellos no vieron en absoluto la mirada maliciosa que siempre se fijaba en Samara, mezclada entre la multitud.
Samara se sentía incomoda al oler a Álvaro. Quería liberarse de su abrazo, pero en ese momento escucho sus palabras:
-He visto tu diseño, es muy similar al concepto de un coche que quería. También he diseñado uno. ¿Quieres probarlo? -las palabras de Álvaro hicieron que se quedara callada un momento.
Cuando era joven, le gustaba dibujar, pero debido al gusto de Álvaro empezó a aprender diseño de coches. Incluso pensó ingenuamente que daría definitivamente el primer coche que diseñara a Álvaro como regalo de cumpleaños. Sin embargo, no esperaba que, en el proceso del diseño, ellos se separarían.
Ese coche estaba basado en el concepto del diseño de Álvaro. Con la modificación de muchos diseños de seguridad y la combinación perfecta de belleza y rendimiento, al final se presentó el coche al público. Irónicamente, cuando salió el coche, fue el momento en que nació el hijo de Rebeca. En ese momento, estaba sufriendo la tortura del fuego tanto que no podía dormir por la noche, pero también tenía que considerar el niño que tenía en la barriga.
Ahora que Álvaro coloco este coche frente a Samara, ella creía que era muy irónico, al mismo tiempo tenía ganas de intentarlo. Álvaro fue su primer mentor en el diseño del coche. Ahora, con el coche en frente, de todos modos, quería probarlo y descubrir cual sería la diferencia entre ella y ese hombre.
- ¿Puedo probarlo?
-Por supuesto. -Álvaro asintió con la petición de Samara.
Samara tomo la llave y entro en el coche. Álvaro quería sentarse de copiloto, pero fue detenido por la mujer.
-Señor Álvaro, quiero hacerlo por mí misma, me estresare si está a mi lado. -Álvaro frunció el ceño ligeramente y dijo:
- ¿Conduces bien?
-Desprecias a las conductoras, ¿no? Si tu coche se preserva regularmente y no existen riesgos de seguridad, definitivamente todo estará bien. -sus ojos estaban llenos de terquedad, lo que hizo que Álvaro no quisiera decir más.
Esta vez que Samara volvió, Álvaro sintió que ella era diferente a antes. Aunque no había pruebas concluyentes de que fuera su mujer, ya estaba enamorado de ella.
-Este coche se preserva regularmente y solo yo lo conduzco, así que no existen riesgos de seguridad. Tenga cuidado. -Álvaro se comprometió y ella sonrió como una flor.
-Gracias, señor. -después piso el acelerador abruptamente. El coche salió volando como una flecha. Pero nadie se dio cuenta de que había una mirada celosa en la oscuridad.
Samara tuvo que admitir que el coche estaba bien diseñado. Su rendimiento, apariencia e incluso la comodidad de conducir, todos fueron considerados por Álvaro. Si ella no hubiera adoptado el concepto de diseño del hombre antes, tal vez el ganador habría sido el coche de Álvaro. Al acelerar, mostro técnicas de conducción, como girar a la deriva, dar la vuelta. Todos los movimientos fueron perfectos, lo que sorprendió muchísimo al hombre. Nunca había sabido que una mujer pudiera conducir de manera tan dominante y deslumbrante. Al verlo, Josué también se sorprendió.
-Señor, Catalina es piloto de carreras aficionada, ¿verdad? -Álvaro de repente se sintió orgulloso.
Antes siempre había pensado que Samara era como una flor y solo se quedaba en casa para esperarlo. Ahora se dio cuenta de que era encantadora, tan hermosa y conmovedora y al mismo tiempo tenía su elegancia única. Al ver la admiración revelada en sus ojos, la gente alrededor inmediatamente entendió la posición de Catalina en el corazón de Álvaro y así empezó a alabarla. La sonrisa en los labios de Álvaro se volvió cada vez más obvia y todo su cuerpo parecía más cálido.
Claro que Samara no sabía lo que el hombre pensaba de ella. Ella solo sentía que era muy fácil conducir y con un fuerte deseo de ver a donde iría el mayor potencial del coche, uso todas sus habilidades para manipularlo. De repente, la expresión de Samara cambio. Noto que algo andaba mal con los frenos del coche. ¿Cómo podía ser? Álvaro dijo que el coche era bueno y
no noto nada cuando acababa de sentarse dentro. Pero después de esta ronda, ya no pudo detener el coche.
Esto parecía un accidente, pero como diseñadora de automóviles, ¡Samara entiendo que esto debería haber sido hecho por alguien más!¡Alguien quería matarla y crear una ilusión inesperada! ¿Quién sería? ¿Álvaro? Pero al pensar en el comportamiento anterior del hombre y ahora al mirarlo, se notó que aparte de la admiración, en sus ojos se mostraban los asombros y nada más.
Si no fuera Álvaro, ¿Quién quería matarla? Samara pensaba con fuerza mientras miraba a la multitud que la estaba rodeando. Inmediatamente tomo la decisión de girar directamente le volante, para que el coche fuera a la cerca detrás del campo de pruebas.
Cuando Álvaro todavía estaba asombrado por sus habilidades, de repente descubrió que el coche de Samara había cambiado de dirección y sus ojos se entrecerraron al instante. El coche se dirigió rápidamente hacia la barandilla y la expresión de Álvaro cambio de repente.
- ¡Samara! -el corrió en dirección al coche muy ansioso.
Antes de que Josué y los demás pudieran descubrir lo que estaba pasando, escucharon un fuerte ruido y el coche de Samara se estrelló contra la barandilla lateral. La barandilla no podía soportar un impacto tan grande y al instante se rompió con chispas deslumbrantes. Sin embargo, el coche no se detuvo. Se deslizo hacia delante por más de doscientos metros y se estrelló contra un pilar de piedra, el coche de repente volcó. Todos estaban aturdidos. Esta escena paso tan repentinamente que no pudieron reaccionar.
El corazón de Álvaro latino violentamente. Grito mientras corría:
-Josué, llama a una ambulancia y trae el extintor. ¡Date prisa!
Josué tembló y se recuperó del impacto, rápidamente ordeno a la gente que lo rescatara.
Samara estaba atrapada en la cabina. Su cabeza tocaba el parabrisas y la sangre seguía fluyendo de su cabeza. La sangre corría por su frente y nublaba sus ojos. A través de la sangre vio vagamente a Álvaro acercándose ansiosamente a ella, llamándola por su nombre repetidamente. Agarro la puerta del coche con fuerza con las manos, tratando de sacarla de la cabina.
Samara so rio débilmente y poco a poco perdió el conocimiento.
Álvaro siguió golpeando la ventana del coche, gritando, esperando que Samara no se durmiera, pero al final ella cerro los ojos. En ese momento, Álvaro sintió que su corazón dejaba de latir. No había visto el incendio con sus propios ojos. Pero la trágica situación actual parecía que innumerables cuchillos lo apuñalaban en el corazón, volviendo loco a Álvaro quien empezó a tocar la puerta. Sus manos estaban heridas y la sangre goteaba por todas partes, pero él no parecía sentirlo. Las lágrimas llenaron sus ojos. Se resistió, pero no pudo evitar temblar.
Álvaro lamento mucho haber usado vidrio blindado cuando diseño este coche, por lo que ahora no podía rescatar a Samara. Josué llego a tiempo. Ellos rescataron a Samara con las herramientas.
Álvaro abrazo a Samara, que estaba goteando sangre y salió corriendo como un loco.
- ¿Dónde está la ambulancia? ¿No ha llegado todavía? ¡Date prisa y conduce mi coche! -perdió toda su calma, asustando a todos a su alrededor.
Justo cuando estaban a unos cientos de metros de distancia, el coche exploto. Todo el cielo estaba lleno de llamas de la explosión. Álvaro se asustó, pero no se atrevió a detenerse. Inmediatamente envió a Samara al hospital.
Entre la multitud aterrorizada, Rebeca apretó los puños y miro a Samara con ira. ¡Nunca había visto a Álvaro tan preocupado y nervioso por una mujer! Desafortunadamente, todavía era capaz de escapar de la calamidad. Pensaba Rebeca.
Rebeca aprovecho el caos para limpiar rápidamente la escena y borro los rastros restantes tanto como fue posible.
Cuando Mayra recibió la noticia de que algo inesperado le había sucedido a Samara, no sabía cómo decírselo a Eduardo, pero descubrió que Eduardo ya estaba de pie detrás de ella. No sabía que había oído.
-Eduardo.
- ¿Qué le ha pasado a mi madre? -a diferencia de los niños de la misma edad, Eduardo parecía muy sereno. Mayra trago saliva y dijo:
-Tu madre tuvo un accidente durante la prueba y actualmente está en el Hospital Central. Tengo que darme prisa. ¿Quieres venir conmigo? -Las manos de Eduardo se entrelazaron con fuerza. Bajo la cabeza para que Mayra no pudiera adivinar lo que estaba pasando en sus hermosos ojos, pensando que estaba asustado y preocupado, así que se agacho y lo abrazo y le dijo: -No tengas miedo, Eduardo, tu madre es una persona afortunada y no le pasara nada. Te llevare allí, ¿de acuerdo?
- ¿Quién está allí con mama ahora? -el cuerpo de Eduardo temblaba levemente. Trato de controlar su tristeza.
-Debido a un incidente grande, los reporteros, el presidente y la gerencia del Grupo Ayala deberían estar allí. -dijo Mayra con tristeza.
- ¿Es el presidente del Grupo Ayala, Álvaro? -pregunto Eduardo en voz baja.
-Si. -Mayra había pensado que Eduardo no sabía lo que había pasado entre Álvaro y Samara, ni conocía la identidad real de Álvaro, por lo que no había evitado decirlo. Eduardo dejo su abrazo y dijo:
-Mayra, date prisa. Seguro que hay muchísima gente en el hospital ahora, así que es inútil para i ir allí. ¿Por qué no vas primero? Después, dime cuando mama este fuera de peligro. -Mayra estaba un poco sorprendida por la reacción de Eduardo, pero después de pensar por un tiempo que tanta gente estaba preocupada por Samara. Si Eduardo fuera, nadie podría cuidarlo.
- ¿Qué vas a hacer?
-Espero noticias en la guardería. -Mayra estaba muy complacida con la apariencia sensata de Eduardo. Llevo a Eduardo a la maestra de la guardería y se dio prisa para ir al hospital.
Poco después de que Mayra se fuera, Eduardo salió por la puerta trasera de la guardería. Tomo un taxi hasta la entrada del Grupo Ayala y aprovecho el caos para ingresar al edificio. Con el recuerdo de la visita de la semana pasada, rápidamente entro en una habitación. Pensando, que, si Álvaro hizo que su madre sufriera tanto, hoy tenía que hacerle pagar por esto. Si su madre estaba en peligro, no dejaría a Álvaro y el Grupo Ayala en paz.
Todo el mundo en el Grupo Ayala estaba un poco asustado por el accidente de la diseñadora Catalina. Incluso había algunos periodistas que querían obtener información útil de los empleados. La situación era un poco caótica. Eduardo miro a la habitación a la que acababa de entrar, era blanca y negra, pero era magnifica. La madera del escritorio parecía muy preciosa. Salto a la silla de oficina y encendió el ordenador, solo así descubrió que estaba en la oficina de Álvaro. De hecho, dios le estaba bendiciendo.
La oficina de Álvaro era diferente a la de los demás y su ordenador incluso tenía una contraseña de encendido. Eduardo frunció el ceño y lo miro. Las manos agiles estaban tocando el teclado, bandas de símbolos especiales aparecieron en la pantalla, formando rápidamente una unidad CD-ROM. La contraseña fue descifrada en pocos segundos. Sin embargo, Eduardo frunció el ceño de nuevo ante la contraseña.
¡Imposible! Apago el ordenador de nuevo obstinadamente. Después de encender el ordenador otra vez, se conectó usando su contraseña y subió en un instante. Su expresión era sombría, pero no se detuvo. En cambio, abrió los documentos secretos de Álvaro y adquirió los secretos principales del Grupo Ayala.
Eduardo no podía entender cuales documentos eran útiles, pero había un documento marcado por Álvaro con una pluma roja, por lo que debería ser especial. Pensando en esto, adquirió el archivo y apareció una serie de datos. No los entendió, pero así intercepto los datos y los publico en la red comercial. Por un momento, todo el circulo de negocios de Ciudad H estaba en un alboroto.
Salto de la silla después de terminar todo, limpio sus rastros y salió de la oficina de Álvaro sin disimular nada. Esta fue una lección pequeña para Álvaro. Si algo malo le sucediera a su madre, continuaría haciendo cosas para que Álvaro se arrepintiera. Tenía que proteger a su madre y nunca dejar que alguien le hiciera daño otra vez. Sus ojos estaban llenos de determinación mientras descendía las escaleras y volvía a la guardería ocultándose en la multitud.
Mientras Álvaro esperaba ansiosamente en la puerta de la sala de cirugía en el hospital, Josué corrió rápidamente.
-Señor, algo ha pasado. Los datos del proyecto que vamos a usar en la oferta de la próxima semana están completamente publicados en la red comercial.
- ¿Qué? -entro en pánico al instante. Este proyecto había sido preparado durante todo un año. Aprovecharon todo tipo de conexiones para obtener las calificaciones de licitar. Incluso todo el mundo trabajo durante noches enteras para calcular los datos de la oferta. ¿Por qué fueron expuestos de repente? - ¿Has encontrado la causa? -Álvaro estaba intranquilo, pero miro la lampara de la sala de cirugía y no se movió.
Normalmente, ya habría vuelto a la compañía. Sin embargo, ahora Samara estaba en la sala de operaciones. Era probable que ella fuera su mujer que desapareció hace cinco años. No iba a irse por ninguna razón.
Josué siguió la mirada de Álvaro y miro a la sala de cirugía. Aunque estaba sorprendido por la preocupación de Álvaro hacia Samara, susurro:
-El sector técnico descubrió que, según la dirección IP, los datos revelados provenían de su oficina. Pero la secretaria dijo que nadie había entrado ahí.
- ¿Es un fantasma? Si el departamento de tecnología no puede encontrar quien ha hecho esto, despídeles. -Álvaro estaba de mal humor. Ese coche fue diseñado por el y mantenido regularmente. ¿Por qué tuvo un problema justo cuando Samara hizo la prueba? -Bueno, ¿has comprobado la causa del accidente de coche?
-Ya he dejado a expertos para investigarlo, pero el coche a explotado. Se perdió la mayor parte de las pistas. Además, el coche había sido enviado a mantenimiento hace unos días. Lógicamente, no debería haber ningún problema. -Josué estaba desconcertado.
Nadie se atrevió a hacer algo al coche especial. Además, todos sabían que a Álvaro le encantaba ese coche. Todos los días, la gente especifica comprobaba la seguridad del coche. ¿Cómo pudo ocurrir un accidente? Sin embargo, Samara definitivamente no quería crear una noticia tan grande con su vida.
Josué estaba muy confuso. Sintiendo la fría y enfadada mirada de Álvaro. Sin embargo, no tuvo más remedio que decir algo:
-Señor, el Grupo HJ también ha recibido las noticias. El señor Carlos va a llegar por la tarde o por la noche. -Álvaro frunció el ceño otra vez.
-Ve a investigar la revelación de los secretos de nuestra empresa primero y a tratar de recalcular otra vez los datos de licitación tanto como sea posible. ¿Has encontrado al hacker que invadió la compañía hace unos días? Puedes investigarlo también.
-Si. -Josué escapo rápidamente, incapaz de soportar la ira de Álvaro.
Álvaro miro muy preocupado en dirección a la sala de operaciones. Tal secreto se revelo y Samara de repente se encontró con un accidente, ¿podría ser que alguien lo había planeado todo? ¿lo hizo la competencia? No podía encontrar la razón, así que simplemente no le importaba nada y directamente puso toda su mente en Samara.
El tiempo se deslizo minuto a minuto y el corazón de Álvaro se puso cada vez más nervioso. Mientras caminaba de un lado al otro, perdió su calma y serenidad como superior. Finalmente, más de dos horas después, las luces de la sala se apagaron. Álvaro corrió rápidamente.
-Doctor, ¿Cómo esta? -Álvaro no se dio cuenta de que su voz temblaba. El medico lo conocía. Todo el mundo en Ciudad H sabia lo poderoso que era Álvaro. Ella fue tan cuidada y valorada por él y el médico, naturalmente, no se atrevió a descuidarla.
-Señor Ayala, esta señora está gravemente herida. Tiene algunas fracturas en la pierna derecha y necesita descansar mucho. Se quedará en observación esta noche. Si los datos son normales mañana, ella estará bien. -dijo el médico rápidamente. Las cejas de Álvaro se fruncieron aún más.
-Hay tanta sangre en su cuerpo, ¿Cómo podría ser solo una fractura? ¿Le has examinado cuidadosamente? ¿te has perdido algo? -Álvaro agarro el brazo del médico con fuerza, lo que dejo al cirujano incomodo.
-Señor Ayala, la sangre en el cuerpo de la señora broto después de romperse la frente. Debería ser una buena conductora, ella tambaleo su cuerpo desde el lugar del impacto más grave en el momento más crítico minimizando el daño. Parecía aterrador, pero no había tantas heridas. La hemos examinado cuidadosamente, aparte de la fractura en su pierna derecha, las otras heridas no son graves. La herida en la frente no deshará su cara. Ya hemos hecho un tratamiento estricto. No se preocupe. -Al escuchar las palabras del médico, Álvaro finalmente se sintió aliviado.
Vio que Samara fue llevada fuera, su cara había sido cálida pero ahora estaba muy pálida. Simplemente sintió que un par de manos invisibles sostenían su pecho con fuerza, apretándolo poco a poco.
-Reserve la mejor sala y pida un cuidado especial para cuidarla.
-No es necesario, señor Álvaro, me encargare de cuidar de ella. -Mayra había llegado, pero no se adelantó a saludar a Álvaro. Vio su expresión preocupada pero no lo aprecio.
Ahora Samara tenía una cara diferente y para Álvaro, ella era una extraña ahora. Incluso podía preocuparse mucho por una extraña, pero trato a Samara tan cruelmente hace cinco años, Cuanto más Mayra lo miraba, más enfadada se sentía. Ahora que escucho a Álvaro que quería pedir el mejor cuidado para Samara, Mayra rápidamente apareció y camino frente a él, separándolo de Samara.
-Es usted tan ocupado, que definitivamente no se quedara aquí para cuidarla en persona. En cuanto al cuidado especial, creo que es mejor olvidarlo. Catalina no necesita el cuidado de extraños. -los ojos y todo el cuerpo de Mayra estaban llenos de hostilidad. Álvaro la vio proteger a Samara y no pudo evitar recordar que ella también le había hecho frente hace unos años.
Ahora ella trataba así a Catalina, aparte de esa cara desconocida, todo lo demás parecía exactamente igual que antes. Realmente no podía decirse a sí mismo que todo esto fuera pura coincidencia.
Álvaro miro a Mayra con una expresión confusa y dijo con indiferencia:
-Muy bien, ve a cuidar de ella. Te pagare de acuerdo con el precio de un cuidado especial.
-No quiero tu dinero. Tampoco soy tu cuidado especial. Catalina necesita descansar. Señor Álvaro, por favor váyase y llévese a sus periodistas. -Mayra estaba tan enfadada que todo su cuerpo tembló.
Igual que antes, el usaba el dinero y poder para reprimir a otros. Este arrogante sentimiento de superioridad fue lo que hizo de la vida de Samara un infierno, ¿no? Sin embargo, Álvaro ignoro las palabras de Mayra. Miro a Samara que todavía estaba inconsciente y dijo en voz baja:
-Salga si no necesita dinero. Le pediré el mejor cuidado. Después de todo, ella es una diseñadora del Grupo Ayala. Eres solo una pequeña maestra de guardería, no intervengas en mis asuntos.
-Tu. -Mayra estaba tan enfadada, pero Álvaro no le prestaba atención. Se dio la vuelta y se fue. La espalda alta y recta era completamente diferente al pánico y asustado de antes. -Bastardo. -Mayra maldijo con odio antes de llevar a Samara a la habitación.
Álvaro era realmente capaz. Una vez que se había ido, se llevó a los periodistas del hospital. Mirando a Samara inconsciente en la cama, Mayra estaba muy preocupada. Justo en ese momento, su teléfono sonó. Era Eduardo. Solo entonces Mayra recordó decirle que Samara ya estaba fuera de peligro.
-Eduardo, tu madre está bien. Acaba de salir de la sala de operaciones, pero aún no se ha despertado. Cuando tu madre se despierte, té traeré aquí, ¿de acuerdo?
-Bien. Mayra por favor cuida de ella. -siendo un niño, lo que Eduardo dijo hizo que Mayra se sintiera especialmente consolada.
-Está bien. Ya estoy aquí. Te garantizo que cuidare bien a tu madre. -después de que Eduardo colgó el teléfono, no había una sonrisa en su cara.
¿Cómo su madre había tenido un accidente en el campo de pruebas? Eduardo conocía la habilidad de conducción de su madre, no creía que fuera un accidente.
Eduardo volvió a la sala de ordenadores de la guardería y quería encender el ordenador para entrar en contacto con su padrino, Carlos, pero se dio cuenta que su cuenta había sido rastreada. Sus ojos se estrecharon al instante. Su expresión se volvió seria, sus pequeñas manos tocaron rápidamente el teclado, sin embargo, descubrió que el sistema de rastreo era como una sombra tras él.
De repente sintió una sensación de peligro y el sudor frio empapaba su frente.