Habíamos quedado a las 10 en punto fuera del restaurante. Tal vez fue culpa mía por llegar 10 minutos antes, pero allí no había ni un alma.
-Hola, yuki- dijo Minami que llegó unos minutos después- ¿Aún no ha llegado nadie?-.
-No, aunque ni siquiera es la hora que acordamos así que es normal.- respondí.
-¿Qué vamos a hacer exactamente?- preguntó
-Nosotros nos quedaremos aquí mientras hablamos con el resto a través de nuestros teléfonos, ellos buscarán pistas que nos permitan descubrir al culpable-
-¿Nosotros no haremos nada?-
-Si el Inspector Ramírez nos viese. ¿Cómo crees que se lo tomará?¿Acaso no dice todo el mundo que los culpables siempre vuelven a la escena del crimen? No sabemos que podría pasar.-
-Ah claro, no había pensado en ello...-
-Hola, chicos- dijo Elisabeth, que llegaba junto a Björn.
-Hola- dijimos Minami y yo al mismo tiempo.
Ellos entraron al restaurante y nosotros llamamos a Elisabeth, cuando entró algo le llamó la atención.
-¿No había un hombre llamado Carlos trabajando aquí?- Nos dijo.
-Sí, pero está de vacaciones hasta el domingo- le expliqué.
-¿Cómo es el nuevo empleado?- preguntó Minami.
-Es un hombre alto, tal vez un metro setenta y cinco, tiene una barba muy larga y lleva el pelo largo recogido en una coleta- dijo Elisabeth.
-¿Puedes intentar hablar con él y grabar su voz?. Por favor.-
-¿Por qué?- me preguntó Minami.
-Tal vez pueda llegar a ser importante.-
-Vale, dame un segundo.-
Ella se acercó y habló con aquel hombre, era extraño... su voz me era muy familiar, pero solo llevo dos meses aquí y prácticamente no conozco a nadie. Otra cosa que me sorprendió fue que Minami sabía que había un nuevo empleado, podría haber sido una casualidad pero seguía siendo muy raro...
-¿Hay algo más que queráis saber?- preguntó Elisabeth.
-Deberías comprobar si hay más personas en el camión a parte de este nuevo empleado.- pidió Minami.
-Vale voy a comprobarlo...- nos quedamos un rato esperando- hay dos personas más... Se llaman Roberto y Héctor, son técnicos de sonido.-
Eso era exactamente lo que estábamos buscando, ellos entraban en la lista de sospechosos del crimen. ¡Esto es un gran avance!.
-¿Entonces ya están colocando los instrumentos para el sábado?- preguntó Minami.
-Sí, eso parece.- dijo Elisabeth
-¿Dónde están ahora los instrumentos?- pregunté con un tono claramente acelerado.
-Ya están en el escenario.- dijo Elisabeth.
-¿Has visto que instrumentos eran?- preguntó Minami qué también parecía exaltada por la información.
-Solo he llegado a ver una guitarra y...-
-¡Exactamente eso era lo que necesitábamos, muchas gracias Elisabeth!- dijo Minami levantándose de la silla.
-¿Puedes comprobar si la guitarra está bien?- pregunté.
-¿A qué te refieres con bien?- me dijo Elisabeth.
-Si tiene cualquier cosa que no debería tener una guitarra normal y corriente, avísanos.- Dije.
Si aquella guitarra tenía algo raro, veneno, cualquier cosa nos serviría para demostrar que José era inocente. ¿Pero cómo podríamos saber si una cuerda había sido envenenada...?
-Ahora que la veo de cerca, está guitarra tiene algo raro...- dijo Elisabeth
-¿Por qué?- preguntó Minami.
-Una de sus cuerdas está...como decirlo...¿Afilada?-
-¿Cómo que afilada?- Le pregunté.
-Sí, cualquier persona que intente tocar esta guitarra se cortaría con ella.-
En aquel momento entendí el método con el cuál habían asesinado al guitarrista la semana pasada. La cuerda corta el dedo de la víctima, el corte deja vía libre para que el veneno mate a la víctima...¡Un momento!
-Fíjate detenidamente ¿Notas algo más en la cuerda?- pregunté.
-¡Yuki, Minami! ¡¡La cuerda también parece estar mojada!! pero... esto...¡No es agua! Tiene un olor raro-
-¡Aléjate ahora mismo de la guitarra!- dijimos ambos.
¡Tenemos que hablar con el inspector Ramírez ahora mismo!