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The Prince of sea: Te ame mil vidas atras

Judy_Reyes_5135
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Synopsis

Chapter 1 - Capítulo 1: ¿Ōji-sama?

Mi vida parece tener un color propio y eso, por lo que he ido observando a los casi 20 años de mi vida, le molesta a la gente que vive en una monotonía gris, cuál burgués conservador al ver un cuadro desnudo. A veces, me siento como una artista innovadora que solo trata de destacarse bajos las estrictas normas casi dictatoriales de una academia de arte. Sí, más o menos así.

Creo que cada vez entiendo mejor a Goya, famoso pintor español, quién fue rechazado muchas veces porque su estilo artístico no cumplía con el estándar estricto y rígido de las academias, pero que luego, fue un maestro que marcó el mundo del arte con ese estilo que al principio quisieron suprimir.

Amo el arte y su historia, toda mi vida he dibujado, desde muy pequeña. Además, he leído un montón de libros que me enriquecieron de cultura que era muy necesaria para entender que el arte es el mejor lenguaje en el mundo, antes de caer en la monótona vida gris y apagada de mi familia materna, con la que crecí. La avaricia de consumir más y más información, como técnicas para mejorar mi estilo artístico, me llevaron a hacer un bachiller de artes. Asistir al colegio dejo de ser un delirio, aunque estuvieran personas muy desagradables para mi gusto, porque estudiaba algo que me apasionaba.

Con mi esfuerzo, he logrado acceder a una de las mejores escuelas de diseño (o al menos una de las mejores que se pueden encontrar en este país) y mi familia, a pesar que tuve muy poco apoyo de su parte, a excepción de mi madre, me felicitó. Aunque estos aún no lo acepten del todo.

Ya hubiera querido yo ir a China, Canadá o Japón para estudiar. Más a este último. Pero desde que murió mi padre, no me puedo imaginar dejando a mi madre sola. Mi padre, que en paz descanse, era un militar japonés hijo de unos vendedores humildes de un pueblo del sur, no soy capaz de recordarle mucho ahora, pues apenas tenía 7 años. Pero, sé con certeza que lo adoraba y que el nos adoraba a nosotras. Mi madre por su lado, una mujer muy bella, trabajadora y con un corazón de oro, es de origen latino, lo que me hace a mi una mestiza. Además...Después de la muerte de padre, mi madre se ve aturdida con cualquier idea de ir a Japón. Lo amaba.

—Está mañana antes de que despertarás he hablado con tu abuela por videollamada.— Mi madre sonríe ligeramente mientras me deja el desayuno en la mesa. Esta cansada.

Hago una perspicaz mueca que desaparece con un bocado que le doy a mi rollo de huevo. No me extraña su cansancio mental.

—¿A sí? ¿Con que salió ahora?— Mi tono es desinteresado en todo su esplendor, ni trato en ocultarlo.

Mi abuela materna, una mujer conservadora, como su aún fuera los años 50, de alguna u otra forma siempre le reprocha a mi madre de haberse casado con mi padre y más aún, que yo quisiera seguir las costumbres de él más que las de ellos. Es como una puñalada al orgullo de mi familia conservadora con neuronas de cavernícolas. Menos mal que nos mudamos a otro país.

¿Se siente solitario? Si, pero hay que ser realistas, hasta tu familia puede ser tóxica y no porque sea tu sangre tienen el derecho de hacernos sentir mal y nosotras no tenemos porque soportarlo. Mi madre y yo preferimos la tranquilidad mental, pero no podemos escaparnos y saber uno de los otros de vez en cuando.

—Que ellos preferirían estar más tranquilo sabiendo que estudias algo que te dará una vida estable... — Me responde en un tono cansado, sabiendo que me molestaría, y efectiva, me molestó.

— ¿Hasta cuando dejarán de meterse en mi puta vida? — Muy bien, ya inicie con el vocabulario decente, pero mi sangre arde.— No, corrijo.— Hago una pausa.— ¿Cuando se dejarán de meter en NUESTRA vida? — Recalcó con bastante fuerza, siento mis cuerdas vocales tensarse al igual que mis músculos.

— Hija, por favor, no vale la pena. —En un tono decepcionado, mi madre se limita a tomar un sorbo de su café.

Suavice mis facciones, dejando escapar como pájaro de jaula un bufido para retomar mi comida.

— Mi sangre se calienta, estamos en 2021, madre, por favor. Que el diseño es muy demandado, como si quisiera dibujar mangas, ese no es no es su problema, es mi vida, ya todos ellos vivieron la suya. Ya saben por donde pueden meterse su opinión. —Trato de volver a mi indiferencia en vano.

Mi respiración sigue siendo pesada y mi ojos, aunque mi mirada este calmada, solo pueden expresar una gran decepción.

—¿Que tal tu novela? hija.— alzó la mirada ligeramente al desconcierto de sus palabras.

Mi pobre madre, quién se ve muy cansada por esto mismo, solo busca evadir el tema. Siento el corazón estrujarse en mi pecho y solo me limito a sonreír de forma pequeño cediéndole aunque sea ese pequeño deseo. Comienzo a contarle un poco emocionada sobre mi novela, entusiasmada.

—Pues la historia va muy bien, realmente gracias a mis sueños que suscitan uno tras otros de orden cronológico y claro sorbe el mismo tema, se me hace fácil escribir todo. — Paso el trago de la comida con un poco de batido de frutos rojos. — Aún así, siento que algo le falta. — Dejo caer mi frustración de forma dramática, como caricatura, haciendo que mi madre se ría.

— ¿Y porqué no usas lo que has trabajado hasta ahora como un guión y lo conviertes en uno de esos cómics que tanto te gusta? talento te sobra, Hitomi. — Mi madre hace sugerencia de su idea con un brillo en los ojos.

Aquello me tomó por sorpresa, no lo había pensando en ningún punto de mi producción de capítulos. Tan pronto transcurrieron los minutos me di cuenta que se me fue la hora hablando con mi madre.

¡Mierda, llegaré tarde!.

—¡Sayonara, okā-san! — Me despedí de mi madre la cual con sorpresa vio como a la velocidad de la luz cogí mis cosas y salí por la puerta.

Vi como solo negó con la cabeza como si no tuviera remedio, sonriendo al ver que me despedí en japonés. Eso significaba que estaba muy entusiasmada de iniciar mis clases.

—¡SE AMABLE, TOMI! — Su grito se ahoga cada vez que logró distancia entre yo y la casa, aunque he escuchado me hago la desentendida.

Creo que mi pobre madre nunca entenderá lo muy amable que soy con la gente, después de todo, soy la chica que salió de un cómic.

Me río para mi misma mientras voy a paso acelerado por la calle, casi que si corriendo, con una sonrisa mediana. Aquella remarcaba mi buen humor, pero era suficiente para no dejar saber que estoy eufórica al extremo, siempre manteniendo mi calma.

Desde hace hace 2 años, he empezado a tener sueños raros, donde parece ser que vivo en la era Sengoku (Japón feudal) o incluso más atrás. Cuando empecé a comprender que mis sueños eran consecutivos y lineales como una historia cuerda siento que vivo dos vivas. Una en la vida real y otra en los reinos de los sueños, la cual es protagonista de mi novela. En ella, mi yo feudal parece tener varias personas importantes en su vida, entre ellas, el dios de las tormentas y mares, Susanoo. El príncipe del mar.

¿Es posible de enamorarte de tu propio personaje? Bueno, teniendo en cuenta que me enamoro de cualquier personaje con aire de malo en los libros de Wattpad con ciertas manías de Cristian Gray, tal vez sea lo más normal que me ha gustado hasta ahora.

La mitología japonesa es compleja y extensa, ya que hay muchas versiones, y antes de ponerme a escribir capítulos como loca, tuve que hacer varias llamada su comprar varios libros de historia japonesa y leer muchos artículos de su mitología. Padre solía hablarme de los dioses y que su existencia era posible, viéndolo ahora de grande, mi padre era como los griegos.

Nunca me considere creyente de nada, al contrario de mi madre que le reza a su virgen y a un dios de la india. Creo que su nombre era Ganesha. Pero esta historia que poco a poco voy construyendo, me hace querer vivir esa historia o que los dioses sean reales. Aunque obviamente quiero al Susanoo de mi historia, no el tipo este de barba larga que te muestran en ilustraciones.

¿Como le hacen las de Wattpad para crear personajes tan perfectos a la idea visual? es decir, no es como que sepas cómo son concretamente como si lo vieras en una película, pero con sus características que te brindan gustosamente los autores te los puedes imaginar y es que son perfectos. ¿Porqué tardan tanto en inventar una impresora 4D?

Mis pies que parecían empotrados a la acera de la calle, avanza de forma automática con la multitud de gente que espera, de seguro el semáforo ya se puso en verde.

Puedo sentir la incomodidad de chocar con ciertas personas y mi desayuno subiendo por mi garganta al mi estómago conectarse con mis fosas nasales que percibieron ciertos olores provenientes de las axilas de varias personas, tanto hombres como mujeres. Creo que se tienen creído que pueden callar el olor por siempre con un baño monumental de la más cara colonia que tengan en su armario. ¿Tanto le cuesta a la gente bañarse y usar desodorante?

Estoy tan absorta en mi críticas hacia las criaturas que se abstienen de un buen aseo que no noto a la gente apartarse rápidamente de mi lado y uno que otro gritar o soltar un insulto.

—¡Casi la matas!— esas palabras me sacaron de mis pensamientos, veo a la gente frente de mi al otro lado de la cera, con el terror y adrenalina escrita en sus caras con tinta permanente.

Giro mi cabeza levemente mirando frente mi una camioneta negra lujosa y que seguramente vale más que todo lo que poseo de valor junto incluido mi pequeño hogar a milímetros de mi cuerpo. Estando unos minutos estática, mi cerebro recibe una cachetada para reaccionar. ¡CASI ME ATROPELLAN!.

Mi pies automáticamente marcan una caminata corta de retroceso con las piernas flanqueando y con la respiración agitada. Todo al pensar que mi vida pudo acabar en ese instante y yo sin darme cuenta por no prestar más atención. Siento las a

lágrimas amenazando mi vista con salir del susto, pero no hay tiempo para eso, las contento sin más. Antes hago llorar al chófer que quedar ahí como una tonta llorando.

— Ya verás tú qué no querrás volver a ser chófer en tu vida.— mascullo rápidamente para dirigirme a paso firme a la camioneta, rápidamente sale el chófer haciendo una reverencia y hablando en japonés.

— 'Lo siento, de verdad lo siento joven dama, no le había visto, lo siento mucho'. — No paraba de hacer reverencias suplicando un perdón de mi parte. Era un chico alto, muy guapo, joven, no se veía que pasaba los 25 años.

— 'No tienes que hacer tantas reverencias.'- Sin razón alguna, mi enojo se fue tan rápido como vino. Me apresure a evitar que hiciera más reverencias.

—¿¡Eres japonesa¡?— Se cuestionó con mucha sorpresa. Se impresionó al escuchar que hablaba japones de forma fluida.

—De verdad, lo sentimos mucho, joven dama. — Me giro al escuchar el mismo timbre de voz pero en una dirección diferente, casi cayéndome del susto. ¡Dos iguales!

Una vez que mis ojos les toma unos segundos analizar el área, me doy cuenta que son gemelos, solo que, el que recién hablo, se ve más sereno y hace uso de gafas. Que cosa más curiosa, gemelos. Que extraño..... Se parecen mucho a Haru y Haku. De repente, la voz del gemelo que estaba conduciendo, me saca de mis pensamientos.

— En nombre de su Ōji-sama, le rogamos que nos disculpe. — Súplica este con una mirada donde se podía ver la vergüenza que tenía de no haber tenido cuidado.

Mi corazón a paraliza al escuchar esas palabras.

—¿Ōji-sama?...— Como si no hubiera escuchado antes fuerte y claro, mascullo aquello, perdida en los labios que pronunciaron esa palabra. Como si quisiera que lo volviera a repetir.

—¿Se encuentra usted bien? — Se cuestiona una voz grave, que reconocería fácilmente donde sea, que solo creía escuchar al conceder mi cabeza el placer de hacer contacto con el algodón de mi almohada y de mis ojos cerrar sus puertas para que mi imaginación abriera la suya.

Siento el corazón latiendo a mil, mis pies se aferran al asfalto de la carretera como si fueran garras, quedándome paralizada, mi corazón siente la necesidad de buscar a través de mis ojos, pero me cuesta mover cualquier cosa de mi cuerpo. Después de unos segundos que parecen horas, mis ojos se mueven desesperadamente como si no conocieran la coordinación de la voz con la dirección hasta dar con aquella persona, quién se encontraba en el asiento de atrás, asomado ligeramente por la ventanilla que ha sido bajada, sintiendo como todo a mi alrededor se paraliza.

Cuesta asimilarlo, aquel hombre que creía que solo poder ver en mi sueños, aquel protagonista de mi sueños, o al menos, su copia exacta, está ahí en la camioneta observándome tratando de analizar mi reacción y mis próximas palabras. Viendo ligera preocupación en sus ojos.

—¿S-Susanoo?....—Pensé en voz alta. Mis palabras parecen perderse al momento de soltarlas, pero llegó a alcanzar los oídos de aquel hombre que desprendía un aura imponente, ya qué, llegué a percibir como por un instante, él también se sorprendió ligeramente. Los gemelos decían cosas pero no les escuchaba.

No estaba para pensar con claridad en ese momento, mi corazón gritaba que era él, pero mi mente trataba de buscar lo racional en el asunto. Pero es que con todo esto de golpe, me cuesta tené algo racional y concreto en mente. Acaso..... ¿es que ya he muerto y este es mi sueño eterno que continúa tras la muerte?.