Boris respiraba profundo intentando calmarse, mientras que Shura lo abrazaba con ternura intentando calmarlo.
El rubio temblaba de pies a cabeza, en verdad no quería ser rechazado por Naruto ya que había llegado a apreciarlo bastante.
No soportaría sentir su odio y desprecio hacia su persona, más aún sabiendo que él nada tenía que ver con su padre.
Ya había sido despreciado por Gaara quien se negaba a aceptarlo, eso ya lo hacía sentir bastante inseguro en su relación con Shura, después de todo Gaara era su padre.
Boris no quería sentir la intensa soledad que empezaba a goloearle su alma. Se abrazó a Shura con fuerza, pero tomó fuerzas para separarse de él.
— Tengo que verlo, mientras más rápido sea mejor. — Siempre estaré contigo Boris. No estás solo
Ambos se bajaron del auto y se dirigieron a la mansión. En menos de unos momentos estuvieron en la sala de invitados aguardando a Naruto, quien llegó en compañía de Sasuke.
Con tan solo verlo, Boris supo que Naruto, al igual que Sasuke, estaban más que furiosos. Suspiró apesadumbrado. Ahí estaba, al final Shikadai se estaba saliendo con la suya. Lo estaba aislando de todos y de todo.
— No entiendo cómo pudiste embaucarnos así Boris — dijo con helado timbre de voz Naruto — Shikadai nos mostró las pruebas de ADN y nos contó que ustedes solían ser parejas. Pero al descubrir ésto decidió despreciarte. Estaba por proponerte matrimonio cuando Menma lo contó todo mostrándole las pruebas.
Boris no sabía aquello ¿Cómo era eso de que Shikadai iba a proponerle matrimonio?
Repentinamente recordó los felices momentos en los que pasó junto a ese Nara, y el intenso deseo de que le propusiera matrimonio porque nunca se hubo sentido lo suficientemente seguro como para hacerlo él.
— Él te amaba Boris — le decía Naruto— No, eso es una gran mentira — explotó Boris — Shikadai nunca me amó.
— No fue lo que observamos Sasuke y yo.— Quien lo amaba era yo, él jamás lo hizo. Me denigró y humilló pero....eso nada tiene que ver contigo Naruto.
— Mentiste Boris, nos mentiste a todos. — Seguía Naruto.— Naruto ¿qué deseas en verdad? — dijo Shura — Boris — el platinado seguía con la dura mirada — No quiero volver a verte nunca más.
El aludido no demostró ningún sentimiento, intentaba mantener el control de si mismo pero sentía que explotaría tarde p temprano. Shura salió en defensa de su pareja.
—¿Por qué lo castigas por asuntos que nada tienen que ver con él?
Naruto no respondió nada y se marchó, mostrandole su desprecio total.— Nunca aceptaremos a quienes se relacionen con ese maldito.
Boris sin decir nada, salió de la mansión y se fue. Fuera se secaba las lágrimas con fueria. No quiso ni siquiera subir al auto de Shura. Pero el pelinegro lo siguió y lo obligó a subir a su auto.
Allí dentro lo abrazó con tal intensidad que Boris lloró amargamente.
— Para Naruto, al igual que para tu padre, soy unun monstruo. Y la verdad es que no aguanto más.
La luna azúl iluminaba el auto y a la pareja ocultándolos de miradas indiscretas.