El vicepresidente ha dicho que el Sr. Dorlan tuvo que atender algo pero se veía un poco preocupado y dos horas depuse faltando minutos para que acabara mi turno laboral me llama, pide mi dirección y dice que va en camino... y heme aquí algo apresurada, saco mis llaves presiono el botón y las grandes rejas se abren y cuando decido acelerar alguien o mejor dicho el Sr. Dorlan se para frente a mi auto, bajo apresuradamente y le observo. -Oh por Dios ¿Qué le ha pasado Sr?- pregunto viendo diversos golpes en su rostro y su nariz sangrante.
-Me asaltaron ¿puedo entrar?- pregunta y antes de que pudiese responder se sube en mi auto ya debería haberlo pensado.
-¿Quieres café, té, agua, algo?- el niega lentamente y observa hacía el suelo fijo. -Traeré mi botiquín de emergencias-
-No, no es necesario- elevo una ceja y me dirijo en zancadas hasta la sala.
-¿Como puedes decir eso? mira tu rostro parece que un auto hubiese pasado por encima de el y me sorprende que aún con eso no muestres ni rastro de preocupación- comento mojando un pedazo de gasa con alcohol.
-¿Por que lo dices?- cuestiona alejando un poco su rostro al sentir el alcohol.
-Eres un egocéntrico, solo te interesas por ti y tu rostro es la carnada para jugar con quien quieras y lo logras a la primera- pego una bandita en su nariz.
-Estas equivocada- me muestro un poco desconcertada. -Alguien me está molestando últimamente, no importa que diga o que haga solo me ignora y eso me tiene frustrado... creo que algo está mal con esa persona para no caer en mis encantos. Hay algo mal en tí Srta. Drake- ¿algo mal en mí? ¿Qué se cree? ¿Cómo se atreve? solo porque no... -Y eso me agrada, creo que ninguna chica me la había puesto tan difícil... creo que de ahora en adelante deberíamos llevarnos bien ¿te parece?-
No es que sea la mejor propuesta pero es discutible.
Creo que por primera vez mi opinión respecto a el Sr. Dorlan ha cambiado un poco y eso me agrada.