Xander se escondió en la puerta y observó en secreto a Justin.
Vio que el hombre fruncía el ceño, aparentemente preocupado. El hombre parecía estar contemplando, y mientras lo hacía, no dejaba de tocarse la nariz.
La mano de Xander, que también se estaba tocando la nariz, se detuvo. Parpadeó y bajó la mano.
Antes de venir, había querido contarle al tirano su cumpleaños y también quería que anunciara públicamente que ese día Xander también era hijo de Justin. Pero después de llegar, tuvo un poco de miedo de entrar.
¿Y si papá tirano se negara a celebrar su cumpleaños por él, incluso después de que le contara su cumpleaños?
Pasó demasiado tiempo pensando en ello. De repente, oyó un alboroto que venía de lejos. Xander se dio la vuelta para ver que el grupo de niños maleducados que acababa de salir había regresado. Sólo que esta vez, también habían traído a sus padres.
