Boris llegó lo más rápido posible a la superficie para salvar a su papá. No estaba dispuesto a permitir que muera en manos de esos asesinos y ambiciosos.
Cuando emergió a la superficie, el clima estaba helado. El mar muy bravo y el viento soplaba bastante fuerte.
Pero eso solo afectaba a los humanos, mientras que a los de su especie aquello no era ningún problema. A lo lejos los vió.
Cuatro matones lo tenían sujeto con fuerza, mientras que un quinto le colocaba un cuchillo sobre la garganta peligrosamente amenazante.
Boris se acercó a la costa por otro lado, sin ser visto por ellos. Apenas salió del mar sus escamas desaparecieron para rehaparecer sus piernas.
Utilizó su poder para hacer aparecer en su cuerpo un pantalón negro, zapatillas negras y un buzo negro y fuccia. Estaba totalmente seco.
Respiraba algo entrecortado, ya que por su nueva condición estar sobre la superficie y lejos del mar lo afectaba.
— Parece que tu hijo, el tritón, decidió ignorarte Nahuel. Mala suerte para tí, tendrás que morir nomás — fueron las burlistas palabras de quien tenía el cuchillo en la mano.
—¡Maldito!
— Morirás con intenso dolor Nahuel.
— ¡Aquí estoy! ¡Así que tragate tus palabras!
Todos, Nahuel incluído, lo miraron asombrados. Los secuestradores miraban al rubio en busca de las escamas y demás indicios de tritón. El líder frunció el ceño.
—Veo que viniste a entregarte muchacho. Contigo recuperaremos lo que nos hiciste perder, maldito tritón.
— ¿Alguna vez vieron a un tritón caminar por la superficie?
—¡Eso te hace mucho más raro y caro! ¡Sujétenlo!
—¡No! — Naruto quiso soltarse pero le fue imposible ya que lo tenían muy sujeto — ¡Corre hijo!
—Se arrepentirán malditos — murmuró Boris furioso mientras era atado de pies y manos. —¡Suelten a mi padre!
— Por supuesto. — Nahuel estaba atado de pies y manos también — Ay va — el líder lo empujó al mar ya que estaban a orillas del acantilado.
—¡No! ¡Papá! — Boris rugió furioso empleando su poder para destruir las cuerdas que lo sujetaban — ¡Los mataré a todos!
Los rayos salieron de su cuerpo, para electrocutar a varios de los secuestradores y seguir expandiendose por doquier.
Gritaba furioso mientras causaba estragos con los rayos, el fuego no tardó en hacerse presente para destruirlo todo.
Luego saltó al océano desapareciendo sus ropas y sus piernas, para que las escamas doradas rehaparezcan. Encontró a su padre que estaba a punto de ahogarse.
Lo besó en la boca con intensa desesperación devolviéndole el aire.
"Papá, te transformaré en alguien como yo y te llevaré conmigo al fondo del océano".
Boris le mostró todo lo que le pasó y su relación con Shura en su mente mientras daba inicio a la transformación a medida que iban descendiendo cada vez más en el océano.
La ropa iba desapareciendo del cuerpo de Nahuel junto con sus piernas, para aparecer en su lugar escamas doradas, como las que tenía su hijo. Sus rubios cabellos brillaron con mayor intensidad mientras sus heridas físicas desaparecían velozmente de su cuerpo.
Nahuel miró a su hijo entre asombrabo y felíz. Lo abrazó con fuerza mientras lloraba de felicidad.
— Gracias hijo, muchas gracias.
— Ven papá, te llevaré junto a mi nueva familia a la que a partir de hoy tú perteneces.
Nahuel miró hacia arriba para contemplar cómo los cazadores de la especie a la que ahora pertenecia, lanzaban las mortales redes.
—¡Vamonos papá! — Asustado, Boris lo sujetó de la mano y lo arrastró lejos de allí — Es peligroso seguir aquí.
Nahuel se dejó llevar por su hijo, ya que era conciente de que carecía del poder necesario para detener a esos asesinos.
Aunque sentía cómo emergía en su interior el poder del fuego, necesitaba entrenar un poco aunque más no sea.
Boris, sintiéndose felíz, fue conduciendo a su padre junto a su nueva familia. El dolor de Shura lo golpeó de lleno en su mente.
"Shurq, mi amor, estoy llendo a tí junto con mi padre".
"Boris, mi vida, que bueno. Ven a mí, te necesito demasiado".
"Te amo Shura"
"Y yo a tí Boris"