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"Ahí es donde mi vida cambió por completo... Y no por el cambio de ambiente, aunque no niego que seguramente eso también me afectó, sino porque la conocí a ella... Yo no podía hacer mucho en mi día a día, teniendo en cuenta mi estado, pero sí que tenía mucho dinero para gastar…" dice con una sonrisa nostálgica en el rostro.
"... El imperio podrá tener muchos defectos, pero se preocupa especialmente por cuidar de sus soldados retirados. Así que se me ocurrió apostar en el coliseo para divertirme. Un día, vi a una mujer como no había visto otra en mi vida... Ella era muy hermosa…" dice y sus ojos comienzan a humedecerse nuevamente.
"...Su figura y sus movimientos se parecían al vaivén de un árbol joven siendo mecido gentilmente por el viento. Pero lo más hermoso era su personalidad. Orgullosa y digna, pese a las burlas que recibía por su condición de esclava cuando combatía, ya que era una reptiliana, o porque mayoritariamente usaba magia para combatir. Creeme…"
Mientras Kaelion describe a la mujer, se percibe el afecto que aun ahora le profesa.
"... A mi nunca antes me habían interesado las cuestiones del corazón, y mucho menos con gente de otras razas. Por eso solo puedo entender como un flechazo lo que sentí por ella ese primer día en que la vi. Ella era muy buena luchando…"
Al decir esas palabras, los puños del viejo se aprietan con fuerza a la seccion de piedra de las gradas en donde estamos sentados.
"... Por lo que yo sabía que probablemente pronto la venderían a algún lugar para utilizar su carne de alto nivel, cosa que me horrorizaba. Así que la compre…" dice y una sonrisa tonta aparece en su rostro, a pesar de sus ojos llorosos.
"...Me costó casi todo el dinero que me había dado el imperio por sacrificar mi salud por su causa, lo que me habría permitido vivir holgadamente durante varios años, pero nunca me he arrepentido de mi decisión. Después de eso... Fue como un sueño…." mientras habla, cada vez más lágrimas caen por su rostro.
Parece sufrir al rememorar la historia, pero ahora que ha empezado a hablar, no parece querer que nadie lo detenga, así que le dejo que siga con su relato.
"... Ella era increíble. A veces se enojaba conmigo y me replicaba como si no fuera mi esclava, y eso me encantaba, porque eso es precisamente lo que yo quería. Una relación de pareja. No sé si ella realmente llegó a enamorarse de mí alguna vez... o si solo se estaba aprovechando de mis sentimientos…"
Frunciendo levemente el ceño, pienso en lo extraña que debe haber sido la relación que me esta relatando el viejo orco.
Una en donde eres el propietario de la mujer de la que te enamoraste.
¿Cómo puede haber una relación romántica entre dos personas asi?
A mi me parece imposible.
"... Pero nuestra 'relación' era precisamente lo que ambos queríamos. Yo estaba con la mujer de la que me había enamorado, y ella podía seguir escalando puestos en el coliseo sin miedo a que la vendieran por su carne."
"No entiendo ¿Para qué quería luchar en el coliseo?" pregunto sin entender por que alguien en la situación en la que estaba la mujer que me describe el viejo querría seguir poniendo su vida en peligro diariamente.
"Ahh, eso es porque ella tenía un sueño. Su anterior amo simplemente quería ganar algo de dinero con ella en el coliseo, pero ella era increíblemente valiente e inteligente y era la que había manipulado a su amo para que la llevara a combatir…" dice mientras me mira con una mirada seria como nunca le había visto antes, pese a que las lágrimas siguen cayendo por sus mejillas.
" … Pretendía volverse campeona del coliseo y hablar con el emperador para intentar que cambie la situación de todas las personas no-orcas del imperio. Así que perdóname por mentirte, pero la idea que te sugerí no se me ha ocurrido a mi. Y te pido perdón también por utilizarte para intentar cumplir los sueños de la mujer de la cual me enamore."
"No tienes porque disculparte. Yo también quiero luchar y volverme campeón del coliseo por esa razón, aunque supongo que eso ya lo sabías ¿no?" digo, mientras me siento incómodo al percibir que estoy apenado por la historia del anciano.
Con todas mis fuerzas intento convencerme de que esto es algo que sentiría por cualquier otra persona, y que no tiene nada que ver el hecho de que sea Kaelion el que me está contando su historia.
"Me lo imaginaba, pero no sabía cómo preguntarte. Eres… muy reservado con determinadas cosas" dice el viejo, sacando un pañuelo y sonándose la nariz.
"Si, bueno. Es por tu bien... ¿Que tan lejos llego tu... ¿Pareja? En el coliseo?" pregunto, intentando cambiar de tema.
"Pareja está bien, aunque no se si debería llamarla así cuando estoy inseguro de si alguna vez sintió algo por mí…" dice, suspirando y secándose las lágrimas.
"... Estuvo muy cerca de cumplir su sueño, pero fue asesinada en el puesto 15. Por el campeón mismo..." dice, y sus expresiones se contraen unos instantes por una ira y resentimiento antiguos.
"... Fue algo muy doloroso de ver... El final del camino al cual le habían llevado sus sueños. Por eso me fui de la capital y me dediqué a vagar por el imperio. Y es por eso que empecé a notar lo asqueroso y cruel de este sistema de esclavización que tiene el imperio. A fin de cuentas ¿Cómo puedes tener una relación normal con alguien al que el resto del mundo ve como un ser inferior a ti?"
Las palabras de Kaelion hacen eco de lo que yo había pensado hace un momento, pero prefiero no decir nada.
"Ahh, bueno, espero no terminar igual que ella" digo con una risa nerviosa.
'Tal vez no debería preocuparme únicamente por el emperador... Debería tratar de averiguar lo que pueda del campeón del coliseo'
"Si, yo también espero lo mismo. Me agradas chico. No me gustaría ver como se apaga tu vida…" dice dándome una palmada en la espalda
"... Es por eso que va a ser mejor que reunamos toda la información que podamos sobre el campeón. Yo no se mucho de él, ya que solo lo vi combatir una vez... Esa vez. Y la batalla duró unos pocos instantes, pero no te preocupes. Conozco a alguien que podrá ayudarnos..."
…
Después de eso Kaelion me llevó a conocer a un reptiliano de piel oscura, guiandome por varios pasillos del coliseo, hasta llegar a un lugar que parece ser uno de los lugares donde se organizan las apuestas.
Cuando entramos al lugar, a través de un pasaje que permanece oculto a simple vista en uno de los pasillos del coliseo, vi que nuestro destino era una pequeña sala amueblada con una gran cantidad de muebles destartalados llenos de papeles, y donde había una única persona sentada detrás de un escritorio desvencijado.
El sujeto en cuestión se llama Gabbro, y por lo que puede ver con mi habilidad de identificación, es un usuario de singularidad.
Lo que inmediatamente me puso en alerta, y por primera vez lamenté realmente el hecho de no poder ser sincero con el anciano, ya que no puedo revelarle lo que descubrí sin ponerme en evidencia.
El nombre de su singularidad es Merodeador Cuántico, lo que me dejó un poco confundido por la similitud con el nombre de la singularidad de mi antigua compañera, pero entonces me di cuenta de que el hecho de que los nombres sean similares no tiene porque significar nada.
Azur también hizo acto de presencia brevemente en mi cabeza para indicarme que tenga cuidado con ese reptiliano, pero cuando le pregunté a qué se refería enseguida volvió a quedarse callado.
"... Es un espécimen interesante, viejo zorro... ¿No podrías considerar la idea de... vendermelo?" le dice el reptiliano a Kaelion, refiriéndose a mi, cuando ya terminamos de explicarle la información que queremos que reúna para nosotros.
"No. El destructor no está a la venta ¿cómo podría venderlo cuando es una fuente de dinero tan buena?" dice el viejo, poniéndome una mano sobre el hombro para detenerme.
Pero no es necesario.
Antes de venir él me dijo que era mejor que me mantuviera callado y que fingiera lo mejor que pudiera que soy un esclavo obediente, así que yo simplemente estoy manteniéndome en mi papel.
'Aunque la forma en la que este tal Gabbro arrastra las palabras al hablar, y en la que deja las frases en el aire durante varios segundos, me resulta bastante exasperante'
"Ahh, pero supongo que todo depende de la suma. Te ofrezco... 1000 monedas de platino por él..." dice Gabbro, sacando un saquito de su bolsa y depositando su contenido sobre su escritorio, con los que una gran cantidad de monedas de platino tintinean sobre la madera.
"... Aún si sobrevive durante unos meses aquí, será difícil que puedas venderlo como carne... una vez que esté todo mutilado. Yo, en cambio, puedo utilizar por un laaargo tiempo a alguien con sus capacidades para mis... Negocios"
Así que es cierto lo que me dijo Kaelion sobre que hay organizaciones que operan a la sombra del coliseo.
Según me dijo el viejo, estas organizaciones están mayoritariamente integradas por esclavos.
Tienen bastante autonomía dentro de los muros del coliseo, aunque siguen dependiendo de la protección de sus amos para no ser capturados por el imperio.
"No me interesan tus negocios, y no estoy realmente interesado en el dinero, así que va a ser difícil que me hagas cambiar de opinión. Incluso si me ofreces diez veces esa suma…" dice el viejo claramente incómodo con la situación.
"... Así que solo reúne esa información que te hemos pedido y podremos dar por finalizado nuestro encuentro del día de hoy."
"Es una pena... En fin, supongo que ya te preguntaré nuevamente más adelante... O no. Nadie sabe qué es lo que nos depara el futuro. Un dia vamos caminando tranquilamente y... 'zas' pasa algo que cambia nuestra vida de las maneras más insospechadas... A veces incluso, de manera definitiva. Y un esclavo sin dueño..." dice con una sonrisa siniestra.
"... En fin... sobre la información que me pediste... Vuelve en unos días... 5, no, 6 días. Va a llevarnos un tiempo el reunir esa información. Hace tiempo que nadie muestra interés en elegirnos para buscar información del Campeón. Pero descuida, nadie te proporcionara mejor información que mi familia. Solo espero que puedas pagarla... Sino tal vez tengas que empeñar alguna cosa como pago... O a alguien"
"No te preocupes, vendremos preparados..."