He creado una página de patr eon. Si quieres apoyar mi trabajo, por favor visítala.
Ahí se pueden encontrar 6 capítulos adelantados para los mecenas.
https://www.patr eon.com/finlegost
Pueden encontrar los conceptos artísticos de los personajes:
https://www.instag ram.com/finlergost
*******************
He dejado una encuesta en mi Patr eon sobre el futuro de las novelas que publico. Está abierta a todo el mundo. La encuesta durará unas dos semanas, y entonces tomaré una decisión. Espero vuestras opiniones.
*******************
Pero entonces una risa extraña comienza a escucharse y una voz que no conozco me habla desde las sombras "Seguramente esperabas encontrarte con ese pobre old orc al que mantienes a tu lado bajo amenaza, pero en realidad fui yo, Oid, quien escribió la carta…"
Mientras el joven orco habla, no para de hacer ademanes extraños, como si estuviera en alguna clase de teatro.
".... Creías que podrías escapar de la justicia al irte del pueblo después de lo que hiciste, pues estabas muy equivocado. Prepárate para recibir lo que te mereces, vil esclavo ladrón. La otra vez me atrapaste con la guardia baja, pero esta vez será diferente..."
Entonces me señala con un dedo acusatorio.
'¿Ladrón?...
Tu y ese pedazo de mierda del tabernero intentaron atacarme…'
"...No se con que tendrás amenazado a ese venerable orco para que te siga a todas partes, pero hoy lo liberare del yugo de tu tiranía. Entrégate voluntariamente y tus crímenes serán juzgados por el imperio…"
'Deberían estar agradecidos de que no les haya tocado algo peor a cambio.'
Despues de escuchar sus palabras, rápidamente reconocí el nombre y la voz de la persona que me está hablando.
Es ese estupido orco que había intentado atacarme en la taberna ese día que conocí a Kaelion.
'Haa.... Este tipo está loco... Pero no parece ser mala persona, solo tiene sus ideas un poco... torcidas... Probablemente no debería matarlo... Espera ¿cómo hizo para encontrarme?'
"... ¿No dices nada? veo que no puedes decir nada ante la rectitud de mis argumentos. ¡Bien! eso quiere decir que al menos puedes reconocer lo malo de tus actos, pero no esperes misericordia por mi parte…." dice el demente orco parlanchin, mientras yo sigo pensando en lo que debería hacer con el.
" …. Tal vez podría haberlo considerado si sobre tu cabeza solo pesara la culpa de habernos atacado a mis amigos y a mí, pero has cometido un pecado imperdonable al amenazar a ese pobre y débil old orc. No se cuales serán tus retorcidas y turbias motivaciones, pero hoy mismo yo, Oíd, terminaré con... Agh... ¡Eso duele! ¿Qué estás haciendo? ¡No! ¡para! Mgmgm-"
El joven orco intenta desenvainar sus dos espadas gemelas en medio de su estúpida perorata pero…
Antes de que termine de hablar, me acerco de un salto y le doy un leve puñetazo en el estómago que lo estampa contra una columna.
Tras lo cual le sujeto ambas manos sobre su cabeza con una de mis manos.
Y uso mi otra mano para taparle la boca.
"Escúchame bien, maldito lunático. No se como habrás hecho para seguirme hasta aquí, pero esta es la última vez que te perdonó la vida…" digo mientras aprieto un poco mi agarre sobre sus muñecas y unas lágrimas comienzan a salir de los ojos del joven orc.
" ...Con esta ya serán dos las veces que te deje ir solo con unos golpes luego de que has intentado atacarme, pero no habrá una tercera vez ¿Está claro?"
Le saco la mano de la boca para que responda, pero tan pronto tiene la oportunidad, vuelve a decir locuras.
"No te saldrás con la tuya, maldito esclavo, la justicia..."
'Haa....
No puedo dejarlo con vida...
Pone en riesgo mi estancia en la capital...
Pero por alguna razón no me agrada la idea de matarle...'
"Chico, no quisiera tener que matarte. Pareces un buen sujeto... Muy en el fondo... Pero si sigues poniéndome a prueba, vas a terminar encontrando tu muerte. No tengo amenazado al viejo orco con el que me viste. De hecho, él es mi... Amigo. ¿OK? Ahora voy a dejarte inconsciente y voy a volver a bajar a los primeros pisos del coliseo…."
'El cree que está haciendo algo bueno al intentar capturarme...
¿Capturarme? Si, supongo que es por eso que no me gusta la idea de matarlo. Él nunca ha amenazado realmente mi vida.'
"… Espero que cuando despiertes no intentes hacer alguna otra estupidez, porque sino volveré a ese pueblo donde te vi por primera vez y voy a masacrar a todos sus habitantes. No soy ningún monstruo, por más que estés convencido de ello. No me fuerces a serlo" digo y, sin soltar sus manos, le doy un cabezazo que lo deja instantáneamente sin conocimiento.
Entonces lo suelto y sacó una poción de salud.
Entonces vierto su contenido sobre la cabeza del joven orco que ahora está derrumbado a mis pies, para ver si así entiende que solo quiero estar en paz en la capital, y que debería dejarme tranquilo.
'Al menos por ahora, aunque tarde o temprano tendré que desafiar al emperador... y eso puede terminar muy muy mal.'
***
Ayer, después de haber dejado inconsciente al lunático de las dos espadas, volví a bajar al lugar donde estaba sentado en las gradas antes de que me llegara la nota.
Kaelion apareció cerca de la hora en que empezarian los combates del ranking.
Ese día pude llegar al puesto 34 del ranking antes de que terminara el periodo para combatir por el ranking, gracias a que seguí ganando con absurda facilidad.
A medida que iba llegando a puestos más elevados, los combates duraban un poco más, pero ningún oponente pudo resistir contra mi más de 5 minutos.
Lo que hizo que mi fama, y por consiguiente las ovaciones del público, aumentarán.
Esto despertó a partes iguales el desprecio o respeto en las personas a las que yo desafiaba, y de las cuales recibía desafíos.
Pero, pese a esta nueva fama que estaba ganando, lamentablemente el campeón no hizo su aparición en el coliseo.
Hoy Kaelion me dijo que no quería ir al laberinto, ya que tenía que ir a cierto lugar solo.
Así que decidí intentar escalar algunos puestos más en el coliseo, ya que es muy ineficiente ir en solitario todo el día al laberinto.
Pero todos los rivales a los que desafíe se han negado a aparecer.
Por eso, para matar el aburrimiento, estoy en una de las gradas del último piso, trasteando con la pistola de chispa y analizando su mecanismo.
Según lo que me dijo el viejo orco, eso es lo que tengo que hacer para adquirir la clase Ingeniero.
Me dijo que lo ideal era que la desarmara e intentara rearmarla por mi cuenta varias veces.
Pero no tengo las herramientas para eso, así que por el momento solo me queda estudiar, a través de la observación, la forma en que funciona.
Cada tanto algunas de las personas del público levantan la vista para mirar en mi dirección, pero hasta ahora nadie ha intentado acercarse a donde estoy.
'Probablemente creen que soy un engreído por estar sentado en un lugar mucho más elevado que ellos, o tal vez están pensando alguna otra estupidez de ese estilo...'
Mientras miraba fijamente la pistola de chispa desde varios ángulos, de repente escucho una voz femenina conocida a mis espaldas.
"Hola, señor destructor, o debería llamarte... Xelean…" dice la voz, y se escucha una risa cantarina mientras veo a Rinka aproximarse desde el pasillo interior del coliseo hacia el lugar donde estoy sentado en las gradas.
"... ¿me das un autógrafo? Tengo muchas amigas que son fans de tus hazañas"
"Ahh, hola... ¿Qué... ¿cómo... ¿no deberías estar trabajando?" digo lo primero que se me ocurre.
Me cuesta pensar con claridad la respuesta debido a que me siento aturdido e incómodo al darme cuenta de que mi secreto fue expuesto.
'Ayer fue ese tal Oid, y ahora esto... Hoy definitivamente debería haber ido al laberinto y olvidarme así por unas cuantas horas de los problemas del exterior.'
"Estoy en mi día libre…" dice Rinka, sonriendo mientras llega a donde estoy y se sienta a mi lado.
"...¿Qué estás haciendo?"
"¿Cómo... Como me descubriste?" pregunto con voz tensa, ignorando su pregunta.
"A ver... Fue una combinación de varias cosas..." dice la joven female orc llevándose la mano derecha al mentón e inclinando la cabeza ligeramente mientras habla.
"... Lo primero es que has usado magia de fuego en alguno de tus combates por los puestos del ranking, y como yo había visto que tu tenias afinidad con el fuego cuando te registraste en la asociación, y que eras un hechicero de alto nivel, lo que obviamente es algo extremadamente raro en el imperio... Pues, era bastante fácil hacer la conexión..." dice mientras una sonrisa pícara aparece en su rostro y comienza a enumerar con los dedos todas las razones que está mencionando.
"... Además, también has usado aquí ese nuevo tatuaje tuyo, y yo también sabía que está en el dorso de tu mano derecha, gracias a la información que obtuve de Jackal cuando me contó cómo lo ayudaste. Gracias por eso, por cierto. Jackal... Es como un hermano para mi..."
Cuando menciona a su amigo, la sonrisa de Rinka pierde su tinte pícaro y divertido y pasa a ser cálida.
"... Pero volviendo al tema de cómo te descubrí. Obviamente yo no vi ninguno de tus combates todavía, ya que normalmente estoy trabajando a estas horas. Pero, como dije, tengo varias amigas que tienen muy buena opinión de tus… capacidades físicas... Por decirlo de alguna manera. La verdad es que no me sorprende. Yo..."
Mientras yo escucho hablar a la chica, pienso a toda velocidad en que mierda puedo hacer para salir de este problema.
Pero por más que me devano los sesos pensando, no puedo encontrar una solución.
'¿Debería matarla? No, no puedo matarla. Estamos a plena luz del día... Además, nada me asegura que no le haya contado a alguien más...'